• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 26 de Abril de 2009

Les repito una y mil veces: ¿me dan permiso para entrar en vuestro corazón y traer la vida en abundancia, la paz que no termina, la alegría que tiene sentido y la felicidad sin fin como un anticipo de la felicidad eterna?. Mensaje del 26 de Abril de 2009

Habla Artemio:

… que viva Cristo…. En el número 12 nos damos cuenta que no podemos estar mal y tristes en la Casa del Señor, sobre todo porque Él nos ha traído y quiere regalarnos tantas cosas como siempre, 12: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo….

Vamos a leer la palabra pero antes pensemos el valor que tiene la palabra, es como si de repente estuviera nuestro Señor aquí diciéndonos, salvando la distancia de dos mil años, aquél que habla en el Evangelio es el mismo que habla hoy y seguirá hablando por los siglos de los siglos. Nos llenamos del fervor que es necesario: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Hoy es domingo 26 de Abril, hace ocho días conmemoramos el día de la
Misericordia que siempre se hace el domingo después de Pascua, hoy tenemos el Evangelio de San Lucas, 24 el capítulo y 35 a 48 son los versículos, las partecitas más pequeñas, dice: “Jesús se presentó en medio de ellos. Quedaron atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu. Pero Él les dijo: ¿por qué se desconciertan?. Miren Mis manos y Mis pies, soy Yo. Tóquenme y fíjense bien que un Espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que Yo tengo. Y como no acababan de creerlo por su gran alegría y seguían maravillados les dijo: ¿tienen aquí algo que comer?. Ellos, entonces, le ofrecieron un pedazo de pescado asado, lo tomó y lo comió delante de ellos. Jesús les dijo: todo esto se los había dicho cuando estaba todavía con ustedes; tenía que cumplirse todo lo que está escrito en la ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos referentes a Mí. Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras. Les dijo: todo esto estaba escrito, los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día. Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados comenzando por Jerusalén y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan. Ustedes son testigos de todo esto”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Todos conocen pero la mayoría de la gente es nueva hoy, no tiene que oírse el más mínimo ruido cuando estamos escuchando la palabra del Señor, si tenemos algún chico lo sacamos afuera por una razón de respeto al hermano, todos tenemos deseo de escuchar, entonces tener en cuenta esto ¿eh?, no estamos hablando de cualquier cosa, es la palabra del Señor ¿eh?, bueno.

Vemos en este Evangelio como el Señor se presenta a los Discípulos para decirles que Él estaba resucitado, entonces aquí viene algo que se nota en el Evangelio de hoy, Jesús quiere convencerlos de que Él tiene un cuerpo porque les pide un pedazo de pescado y solamente los seres que tienen cuerpo tiene que alimentarlo. Ahora, y muchos aunque no se lo preguntan directamente pero están como inquietos esperando saber cómo es esto de que alguien resucita y sigue teniendo el cuerpo, bueno, se los digo por lo que uno sabe al leer las Escrituras pero también por las Apariciones que desde hace 14 años son todos los días en este lugar.

Cuando, digo esto primero para después entender lo que sigue ¿no?, Jesús, su Mamá, los Santos cuando aparecen o bien toman la voz de uno para hablar pero eso no quita de que también están presentes ¿eh?, todos tienen un cuerpo como el nuestro, exactamente como el nuestro, la única diferencia que hay es que a través de esos cuerpos uno ve del otro lado, ¿alcanzo a explicarme?, no somos trasparentes los seres humanos cuando estamos del otro lado, al aparecer en el mundo concreto de los hombres tenemos un cuerpo como el que teníamos antes ¿verdad?, lo digo por Jesús, por María, los Santos y todas las personas que ya estando en la otra vida aparecen por acá, como acá dentro hay un montón de familiares de ustedes que los han venido a acompañar y la mayoría de ellos los han traído.

Ahora, aclaro esto porque si alguien se lo pregunta pero otros no, pero le queda ahí como la duda: ¿cómo es esto?, de que Él había muerto, resucitó y aparece con un cuerpo, para dar testimonio de ello Él les pide un pedazo de pescado.
Cuando yo le pregunto al Señor cómo es esto, ya en las primeras Revelaciones, Él dice que cuando uno está en la otra vida, que nuestros ojos a simple vista no pueden ver Él llamó a ese estado, por supuesto tenemos un cuerpo y ese cuerpo dice Jesús es materia incorpórea y explicó: es la misma materia, nada más que se ve a través de. Entonces, está Jesús o están los Santos o las personas que están del otro lado y uno ve a través de ellos, ve del otro lado, no siempre, a veces, otras veces no.

¿Por qué aclaro esto?, porque no le cierra a la mayoría de las personas eso de que uno entierra los muertos, los va a visitar al cementerio, después vienen todos los problemas de que como es esto, aparece, no aparece, qué es lo que pasa, de acuerdo a la Sagrada Escritura y a las Revelaciones es lo que les acabo de decir. Les digo más, como las personas siguen teniendo las características que tenían en esta vida ¿no?, hay algunos que no aparecen siempre con la misma ropa, salvo que quieran hacerse conocer, por ejemplo tengo a diario esto, mi mamá usa siempre los mismos vestidos pero mi hermana que era una persona muy coqueta se cambia siempre de vestidos ¿no?, ¿esto qué te indica?, está indicando que para los seres que están vivos ellos necesitan que el Señor les de ciertos signos para que los comprenda, entonces es más fácil decirle a una persona para convencerla de que algún familiar está en la Luz cuando uno le dice sí, porque lo enterraron con esta, esta y esta ropa ¿mmm?, entonces la persona dice: sí, es cierto, tenía esa ropa.

Son medios que tiene la Misericordia, la Providencia para hacer más entendible todos estos problemas ¿eh?. Ahora, esto lo vemos reflejado, dije todo esto antes, en Jesús que se aparece a ellos, están como deslumbrados, no porque no crean sino porque bueno, cuando aparece alguien que ha muerto se sobreentiende que causa cierta impresión ¿no?, ahora Él les aclara todo eso, les dice por ejemplo que está viviente, que ese es Él, que incluso estas cosas que ahora se manifiestan ya estaban, ya estaban en la Sagrada Escritura, en todos los libros de los Profetas Patriarcas del Antiguo Testamento, en este caso Jesús cita a Moisés. Bueno, incluso más, cuando es el día que conmemoramos la transfiguración, los que se aparecen a Jesús y a los Discípulos, los que habían subido al monte, son justamente Moisés y Elías, Elías murió 300 años de que naciera Jesús y Moisés mucho más por supuesto ¿mmm?, y no solamente que se aparecen sino que los Apóstoles los ven ¿eh?, porque Pedro dice: ¿por qué no hacemos una carpa para vos, para Moisés, para Elías?, bueno.

Entonces, esto del Evangelio de hoy nos revela y nos aclara un montón de cosas sobre Jesús, sobre todo lo que se refiere también a nosotros cuando pasemos a otra vida. Estas manos que tenemos o este corazón con el que sentimos ¿verdad?, lo vamos a tener del otro lado, les digo más, eso está así pero los entendidos dicen que el cuerpo del hombre o mujer por supuesto, cuando esté del otro lado tiene como nostalgia de todas las partes del cuerpo que quedaron sepultados, ¿por qué?, porque el hombre es también manos, es corazón, es pie, es intestino, estómago, ojos ¿verdad?, algunos saldrá con los problemas de los trasplantes y todo eso, todo vuelve a su lugar cuando llega el tiempo propicio.

Ahora, esto, del Evangelio de hoy viene a corroborar, es decir acentuar, poner de relieve todo lo que venía diciendo los Patriarcas y profetas del Antiguo Testamento, como una necesidad de confirmar que todas las cosas que fueron dichas a través de los siglos coinciden plenamente con la realidad. Leemos en el libro del Profeta Isaías con toda claridad todos los acontecimientos del Nacimiento de Jesús, de su Madre y de todo, por eso se dice que en el Antiguo Testamento, el libro del Profeta Isaías, es el Nuevo Testamento en el viejo testamento porque tenemos un montón de noticias que pasan después y esto fue en el año 740 antes de Cristo, donde Isaías revela todas las cosas que van a pasar, bueno, justamente por eso son Profetas ¿no?, entre otras por adelantarse a su tiempo y ver el futuro en este momento, por una razón muy simple, el tiempo existe para nosotros, por eso llevamos reloj para ver que hora es pero del otro lado el tiempo no se cuenta, no se mide, tampoco las distancias, por eso Jesús puede estar con vos y estar a miles de kilómetros de distancia ¿verdad?, eso para que se entienda, porque alguno tal vez sin razonar mucho dicen: pero cómo, va a estar conmigo y del otro lado del mundo también?, claro, que sí, porque en la otra dimensión que nuestros ojos comunes no ve, no existe el tiempo ni el espacio ¿eh?, ¿me explico?.

Me voy a explicar más, el tiempo es algo que el hombre inventó o creó o señaló para poder ubicar meses, días, años, horas, minutos, segundos, mientras que del otro lado viven en un continuo presente ¿eh?, un continuo presente. Es decir, por eso el Señor ve exactamente todo lo que va a pasar hasta el fin de los tiempos ¿verdad? y en el caso de los Profetas, a esto quería llegar, en esos como raptos místicos o una vida superior en cuanto a la relación con Dios se adelantan al tiempo ¿verdad?, entran en ese lugar y ven las cosas que van a pasar, pero no porque, es decir hagan como un invento o por imaginación, no, pasan al otro lado donde no está el tiempo y ven todo. Por eso los Profetas, de acuerdo a su mayor o menor cercanía con Dios veían todo el futuro.

El Evangelio de hoy da para muchas cosas pero esto que estamos hablando es necesario decirlo porque en general la mayoría no lo sabe, porque siempre cuando se habla de cosas referentes a la muerte o a la otra vida la mayoría le escapamos tal vez porque nadie quiere pensar en la muerte ni mucho menos.
Entonces tal vez nos criemos toda nuestra vida con ese temor constante de cuando uno va a morir, que es el principal de los temores, más que temor diría miedo.

Si nosotros nos familiarizáramos más con el lenguaje del Señor, si pudiéramos tener más así para leer todos los días las cosas de los Profetas y las que fueron pasando entonces le perderíamos ese miedo a la vida del más allá, ¿por qué?, porque entenderíamos cómo es y si nosotros logramos desterrar de nosotros, es decir sacar el miedo al más allá y el miedo a la muerte toda nuestra vida, toda, sería muy diferente, ¿por qué?, porque tendríamos más claro todos los problemas que se refieren al Señor, muchísimo más claro y en la medida que más abrimos nuestro corazón más claro lo tendríamos. Ahora bien, por qué digo corazón y no mente, porque la mente quiere razonar y poner dos más dos es cuatro y no me llevo nada y listo, mientras que el corazón, es decir los sentimientos y las emociones pueden ir muy lejos que la razón no puede llegar adonde va, el sentir las emociones, los sentimientos, todo, el amor, el odio, la humildad, etc., son cosas que no podemos describir porque se siente y no se puede hablar de ello, solamente dar una idea pero nadie puede decir: yo te amo, pero por qué me amás, no sé, te amo, veo por tus ojos, toco con tus manos ¿eh?, pero ¿por qué?, no lo puede explicar uno, ¿por qué te enamoraste de mí?, uno no lo puede explicar. Podríamos decir si para seguir sin entender: no te amo por lo que tenés ni por lo que sos ni por lo que me das o me vas a dar, te amo porque sos vos, es decir mi corazón te atrapó y punto, de ahí aquél viejo proverbio que a veces se usa tan mal: que el corazón tiene razones que la razón no, no la sabe ¿eh?; es decir, las emociones y los sentimientos son todas aquellas cosas que no nos permiten andar por el mundo, caminar por la vida en ese mar de la vida, como decíamos en el Evangelio de ayer para conocer lo esencial, porque como ya sabemos lo esencial no lo podemos ver con los ojos, tenemos que verlo con los ojos de nuestro corazón a través de nuestras emociones y nuestros sentimientos, ¿cómo podría explicar esa mamá que tiene un bebé en los brazos que ella lo ama, porque lo amamanta, porque lo besa?, no, esos son gestos que se dan por fuera pero el amor no se puede explicar, no, está en otro plano.

Les hago esta comparación del amor para que entiendan lo de la vida del más allá, son cosas que no se explican con la mente, uno las siente y punto y se terminó, más no podemos decir, por eso los Discípulos formados en ningún lugar y simplemente con la escuela de todos los días ¿verdad?, no entendían cómo es esto que Jesús se les aparecía así y además de aparecerse no como un fantasma sino que comía, movía sus dientes, movía sus mandíbulas ¿verdad?.
Eso de comer entre los Discípulos: sí, quiero comer, le dan un pedazo de pescado, ¿qué significa?, esto es para demostrarle que sigo siendo además de Dios hombre.

Tenemos que descubrir mis queridos esta vida del Señor como hombre que siente, que ama, que sufre, porque si pensamos de Dios Padre no podemos decir nada al respecto, el Espíritu Santo no mucho pero de Jesús podemos hacer como los Discípulos: tocar sus heridas, meter los dedos en sus llagas, palpar el calor de su cuerpo y todas las cosas que pueden hacer las personas entre sí. ¿Esto qué nos da?, nos da esa tranquilidad por un lado, esa ternura por otro de pensar que Dios también siente, vive, está alegre o triste, si nos pasa algo malo sufre con nosotros, por eso tenemos que descubrir ese aspecto de Jesús: el hombre que siente, llora, el hombre que reprende o da a conocer cosas.

Ahora bien, no me digan ustedes que no es más fácil creer en algo o en alguien que tiene nuestra misma forma ¿verdad?, y ustedes dirán: ¿y cómo es el cuerpo del Señor?, si aquí hace 14 años que viene, bueno, el Señor tiene distintas estaturas según el día que sea, en algunas festividades se lo ve muy alto, en otras con su estatura normal pero Jesús es un hombre relativamente alto, sin ser muy alto, tiene su torso muy desarrollado como es el torso de los carpinteros pero no por eso tiene sus músculos de las piernas sin desarrollar bastante, por una razón muy simple, Jesús fue el gran caminante, recorrió tantos lugares y en ese período que no está en el Evangelio de los trece años hasta los treinta, en todo ese período recorrió muchos países de Oriente llegando hasta la India, en esos veinte años que los Evangelios no nos dicen nada.

Ahora, y las características de su cuerpo como les decía es de un hombre fuerte, de brazos y de torso con músculos, yo personalmente los he tocado y siento propiamente en esta parte del vientre, se nota así hundido como tienen los que hacen pesas o tienen mucho trabajo, no tiene la panza como tenemos nosotros, esto va un poquito para adentro porque no se olviden que Él murió de treinta y tres años o tal vez algunos más ¿eh?, bueno.

Todo su cuerpo es así, además su cuerpo tiene bellos como tenemos nosotros, su cabello se humedece por las tarde o por la noche como se humedece el nuestro, los que tenemos cabello, bueno. Entonces, es decir, además Jesús dice después de muerto, no sé si lo hacía pero cuando andaba por el mundo untaba sus axilas con yuyos del campo para oler bien, ¿eso qué nos está indicando?, que es un hombre como nosotros que también transpira y tiene sus olores, dice más: los Discípulos me hacen bañar tres veces en los Evangelios, pero Yo me bañaba siempre cuando estaba cerca de algún río, normalmente estaba siempre cerca de algún río, entonces y le gustaba jugar con ellos en el agua como nos gusta a nosotros ¿verdad?. Además de eso por ejemplo, dice así, con un poco de sonrisa, aunque nunca risa porque nunca lo vi reír, sonrisa sí, dice Él que se levantaba también como nosotros con mal aliento.

Todos estos pequeños detalles, que son grandes hablando de Dios y Dios y hombre son importantes para saber cuánto nos asemejamos a Él ¿verdad?, porque Jesús quiere ser eficaz en nuestra vida, quiere servirnos pero si es un Dios lejano que no vemos ni podemos tocar nunca, si es un Espíritu Santo que hay que ponerse muy fervoroso para recibirlo cuesta un poco porque el ser humano quiere ver y tocar, por eso el Padre quiso que en su Hijo pudiéramos verlo, tocarlo, meter los dedos en sus llagas y ahora saber que todavía sufre por sus llagas y sigue sangrando; vos dirás: ¿para qué?, bueno, porque está pagando las cosas que nosotros no pagamos, las injusticias que nosotros no remediamos, las cosas en el mundo que no funcionan bien. Qué seria del mundo si no hubiese alguien que asumiera las cuentas de los hombres, qué sería del mundo.

Ahora bien, uno dice: ¿cómo es posible que este ser haya entregado su vida en una cruz?, bueno por mandato divino ¿no? y para salvarnos, pero dentro de la historia de la Iglesia, la escuela franciscana, es decir algunos personajes ilustres de la escuela de San Francisco, la escuela de los seguidores de San Francisco se atreven a decir que, no se atreven lo dicen simplemente: que si el Señor hubiera tenido que venir sin morir en la cruz también hubiese venido, ¿por qué?, porque como el Padre nos ama tanto y Él también hubiese venido por todo el amor que nos tiene, es decir, de una forma o de la otra siempre hubiese venido. Porque algunos por ahí dicen: pero ¿cómo es posible que Dios haya querido, Dios Padre, que su Hijo pagara con su sangre?, bueno porque la sangre es el símbolo de la vida y el Padre hace pagar a su Hijo haciendo derramar su sangre para que nosotros entendamos: Él pagó con su vida todas nuestras deudas y las sigue pagando todavía, las sigue pagando.

Es importante encontrarle sentido a las palabras de este Evangelio por lo que representa en sí la visita del Señor a los Discípulos pero también, para que nosotros podamos entender hasta qué punto somos corporalmente iguales al Señor, ese ser que nos creó a imagen y semejanza de Él, ese ser que ya nos pensó miles de años atrás, nos tenía en su mente, nos pensaba, nos amaba y siguió amándonos a través del tiempo, porque lo principal en el lenguaje del Señor, en la vida del Señor es maravillosamente o simplemente que todo es a través del amor, porque incluso hasta la relación entre el Padre y el Hijo, que es el Espíritu Santo, que es el amor que se tienen entre los dos, es Dios también, esto para que entiendan cómo la importancia que tiene el amor en todo lo referente al Señor, diríamos más: todo es amor, todo.

Entendiendo todos los días un poquito más del amor vamos a tener más claro, mucho más claro lo que es la Misericordia, uno de los objetivos del Señor a venir a este lugar en 1995 y traer a su Madre como Mensajera del Espíritu Santo para entender más su Misericordia es justamente eso, hacernos comprender después de dos mil años de haber entendido bastante poco cuáles son los alcance del amor que Él nos tiene, que nos tiene el Padre también y el Espíritu Santo.

Ahora bien, todo esto adónde nos lleva, a qué nos lleva el Evangelio de hoy, a asomarnos a nuestra vida, nuestro futuro, todo lo referente a nosotros para perder los miedos a la muerte, a la vida del más allá, a que podamos vivir más en armonía pensando que por toda una eternidad vamos a estar todos juntos porque estas palabras que decimos hoy no quedan allí en el vacío del tiempo, el día de mañana en la otra dimensión nos vamos a ver nuevamente cara a cara para ver si uno les mintió o les dijo la verdad. La verdad que es posible descubrir estando cerca del Señor porque nunca puede decir que la verdad está con uno plenamente, uno va caminando todos los días para descubrir más toda la profundidad de la verdad en todas sus manifestaciones.

El Evangelio de hoy nos hace perder muchos miedos y nos regala la dimensión que ya comenzó el Señor a regalarnos el día de la Transfiguración y también cuando resucita porque cuando van a ver la tumba el cuerpo no estaba más, su cuerpo había ido también lejos, lejos para nuestra mente, pero en la otra dimensión, para la dimensión real, el concepto real de lo que es el más allá, bien.

Señor, aquí estamos en este día y todos los días a que alcance nuestra vida para seguir conociéndote Señor porque todos sabemos muy bien que más conocemos algo más lo amamos, mucho más lo amamos, no se puede amar sin conocer, no se puede o si se puede es un amor muy simple que prácticamente uno ni lo tiene en cuenta.

Entonces, te damos gracias Señor como vemos que tu Evangelio escrito hace dos mil años tienen las verdades tan quemantes o vivientes como en aquél entonces, porque cuando algo es verdad para esa verdad el tiempo no pasa, es decir, cada hombre a medida que avanzó en la vida fue descubriendo verdades, esas verdades permanecen en el tiempo a través de los libros o de lo que las personas se cuentan unas a otras pero siguen existiendo, por eso encontramos personas muy inteligentes con un corazón enorme miles de años atrás hablando el mismo lenguaje del amor que podemos hablar nosotros ¿verdad?.

Por eso, en este Evangelio de hoy vemos que se rompe esa muralla que hay entre este mundo y la otra dimensión, el otro lugar donde vamos a vivir una vez que cerremos los ojos, ya no quedan más murallas que nos producen miedo, no, todo tiene su explicación. Pero para esto no nos podemos poner a razonar estas cosas, en la fe las cosas se creen, no se razonan y en la medida que entendamos esto más grande será nuestro avanzar en el camino hacia el Señor, porque en última instancia seremos plenamente felices cuando nuestro corazón se una para siempre con el corazón de nuestro Señor, entonces ya la felicidad será plenamente verdadera y será eterna.

Esto no son cuentitos lindos para así como uno le pone una zanahoria al burro para que camine, no son cuentitos lindos para estar en paz y ser felices y no pensar, no, es la realidad que nos trae el Evangelio, que nos trae el Señor, no es entonces algo que bueno, conformate, no, no, no, es cierto y en consecuencia nos da a nuestra vida esa dimensión o ese lugar que vamos a vivir por toda una eternidad.

Es decir, en el Evangelio de hoy hay como una reconciliación dentro de nosotros entre este mundo en el cual vivimos, tocamos, olemos, sentimos y la otra dimensión, porque el Señor lo demuestra cuando le dan un pedazo de pescado para comer, pero ¿cómo un muerto come?, bien.

Jesús, aquí estamos como dije en este día y todos los días a que alcance nuestra vida Señor para conocerte más, amarte más, estar más unido a vos, hacer que se expliquen y se justifiquen todas las cosas que tenemos entre manos para vivir todos los días, para sufrir como sufrimos, para amar como amamos, para estar alegres como estamos, es decir, nada escapa a lo que el Señor quiere, nada.

Entonces, que agradecidos que le estamos al Señor por mostrarse así como se muestra en este Evangelio, que repito, ya lo vimos en otros Evangelios pero de otra manera, siempre apuntando hacia lo mismo pero de otra manera.

El Señor ya me anticipó durante la siesta cuando me hizo acordar de algunas cosas que me había olvidado, cosas para hacer dentro de mi casa ¿no?, anticipó que quería hablarles algunas palabras a ustedes… (se dio vuelta la cinta)…, junto a María, Santa Teresita y muchos Santos más, Ángeles, Arcángeles, Querubines y todos, pero está pidiendo mi voz prestada para decirles algo, entonces la actitud humilde y de servicio tiene que ser simplemente esta: habla Señor que tu siervo escucha, habla Señor.

Dice Jesús:

Comienzo diciéndoles: la paz sea con ustedes, como les digo a los Discípulos en el Evangelio.

Para empezar a hablarles quiero decirles: están escuchando desde que comenzó la Oración a un bebé que no nació bien y esos lamentos Yo los comparo con los lamentos de los hombres, más aún, pensé que ese niño dentro de su inocencia, habiendo nacido como nació, podría usarlo el ejemplo para decirles: ven queridos Míos, ven como un niño en esas condiciones que está creado también a Mi imagen y semejanza y que el día de mañana en otra vida será normal como era Mi proyecto de él, ese niño nos está facilitando para entender lo que los hombres conocen del Señor, apenas unos sonidos que se oyen muy poco o nada que se ve y un lamento constante, porque la vida sobre la Tierra la han convertido los hombres en un valle de lágrimas, entonces como no iba yo a tomar ese ejemplo si también ese bebé está creado a Mi imagen y semejanza, pero por diversas circunstancias, entre ellas la que Yo propuse para que no nacieran bebés así, la sanación de la herencia, una vida completa cerca del Señor, sobre todo esa sanación de la herencia, porque normalmente esas cosas vienen desde muchas generaciones atrás o no tanto.

Esos sonidos que escuchamos son los mismos sonidos de los hombres en esta valle de lágrimas, que pena, que pena que el hombre tenga que vivir lamentándose en una vida difícil, a veces imposible de llevar, pero normalmente no por causas propias sino por causas de otros hombres que usaron mal la libertad y fueron convirtiendo a los demás prácticamente en oprimidos eternos para el Reino de Dios y mucho más difícil y terrible es comprender y comprobar como nadie intenta aclarar nada sobre esto, sobre todos aquellos que tienen la dirección del culto en todas las religiones, en todos los tiempos, en todos los órdenes, aquellos que tienen la dirección del culto, que son responsables del crecimiento espiritual de los hombres que tienen a su cuidado, para asegurarles una vida llena de cosas importantes y además prepararles un futuro promisorio, precioso, el del más allá, donde no habrá otra cosa que amor.

Ya sé lo que alguno dirá: pero ¿vivir una eternidad así no es cansador?, no Mis queridos, porque así como sobre la Tierra los hombres pueden estar disponibles y disponibles para siempre, de este lado también y muchas personas ya cerca de Mí, del Padre y del Espíritu Santo son utilizadas por Mi Misericordia para que recorran el mundo, produzcan milagros por todos lados, hagan amar la vida, hagan construir siempre por la paz, el amor. No crean que tendrán una eternidad sin tareas, valga la expresión, porque Yo los envío así como hoy envié a algunos de sus familiares aquí para que los acompañen, también envío a las personas que están al lado Mío para que estén en el mundo al lado de aquellos que amaron y aman, para protegerlos, edificar, para que cada día la vida sea mejor, para que lentamente la humanidad vaya progresando, para que el amor reine entre los hombres hasta llegar al último día en que todo estará bien, así como estuvo en un comienzo cuando Mi Papá creó el mundo y miró todo y vio que todo lo había hecho muy bien, con orden.

Mis queridos, abran vuestros corazones, tengo tanta necesidad de estar dentro de ellos, porque hay aquí corazones vírgenes donde nunca he podido entrar, incluso en aquellos que se dicen estar conmigo, permanecer conmigo, no, no están conmigo ni permanecen conmigo, creen hacerlo pero no ¿y cómo se comprueba cuando uno está conmigo o no lo está?, Mis queridos, cuando uno me ama y me ama profundamente los milagros surgen de esos seres así como si salieran de la punta de los dedos, como Yo digo siempre: los seres que me aman de veras son luminosos, irradian su esplendor y su paz por donde caminan, por donde pasan, aliviando la pena y los dolores de tantos hombres y mujeres a lo largo y ancho del planeta que están pasando situaciones de injusticia, de dolor, de incertidumbre, donde su pasado y su futuro estuvo programado por otros hombres, programado por otros hombres que no entendieron que el sol sale para todos y que Yo he muerto en la cruz para la salvación de todos los hombres y que la sangre que todavía derramo por Mis heridas siguen pagando las deudas de aquellos cuyo corazón está endurecido como una piedra y hacen que tanto padezcan del pie que tiene sobre su cabeza, aquellos que los oprimen, los esclavizan para vivir de una manera.

Mis queridos, no se asusten si les digo que sobre la Tierra está todo por hacer, tienen las bases sí pero está todo por hacer porque Mi amor se conoce en tan pocos lugares y en tan pocas personas que me duele decirlo, será tal vez porque los hombres no eligieron bien aquellos que deben conducir el culto o le han hecho una vida terrible donde se han endurecido mucho por todos los dramas que tuvieron que vivir, Yo siempre los llamo a todos, no a una vida de drama, no una vida de dolor, no una vida donde las cosas son imposibles, nadie puede llevar alegría a los demás cuando no la siente en su corazón, nadie puede dar paz cuando no la tiene, nadie puede consolar cuando su corazón está encrespado por la vida y el tiempo, por la acción de otros hombres que no entendieron cuál es la vida que debe llevar un cristiano.

Y entonces no crean que no entiendo vuestras vidas, vuestras cosas, vuestras enfermedades, vuestros dolores, por supuesto, como hoy se dijo: soy un hombre también además de ser Dios que sufre, siente, le duele, está alegre junto con ustedes pero nunca para hacerles daño, es decir para castigarlos o torcer vuestra vida hacia cosas que no son, nunca.

Puedo decirles Mis queridos: me dan permiso para entrar en vuestro corazón y traer una vida nueva donde todo se entienda por fin o al menos se empiece a vislumbrar por donde está la dirección hacia la verdad en todas las cosas, denme permiso, quiero entrar en vuestros corazones, porque están aquí, estoy aquí Mis queridos porque Yo los he traído, denme permiso para entrar, tengo tanta necesidad de explorar vuestro interior, tengo tanta necesidad de amarlos pero desde adentro, no desde afuera.

Cuando me dicen: Jesús en vos confío Yo quiero agregar: y Yo Mi querido confío en vos, en este caso para que abras tu corazón y en todos los casos para que te sientas como los Discípulos del Evangelio, casi aterrorizados con todo el amor que sentían de repente, donde Yo ilumino en sus mentes para que ellos puedan entender, lo hice ya al morir en la cruz, lo hago en el Evangelio de hoy y lo haré en forma completa en Pentecostés, cuando recibirán la venida del Espíritu Santo tanto Mi Madre como Mis hijos Apóstoles.

Les repito una y mil veces: ¿me dan permiso para entrar en vuestro corazón y traer la vida en abundancia, la paz que no termina, la alegría que tiene sentido y la felicidad sin fin como un anticipo de la felicidad eterna?.

Yo te agradezco Padre que participes conmigo de esta alegría de haber traído estas personas a este lugar, único en el mundo, por todo lo que aquí pasa, en todos los órdenes, Yo te agradezco Padre y envío todo el Espíritu para que llenes los corazones de estas personas que considero con toda Mi alma Mis hijos queridos, por eso los he traído, y que estoy confiando en que tomarán estas palabras y serán continuadores de ellas así con todo el amor que cada uno disponga y con toda la fuerza que no solamente es la fuerza que ustedes tienen sino la fuerza que Yo les doy acordándonos de aquello que: nadie puede detener a un pueblo o a un hombre cuando Yo le di la fuerza para caminar, que eso sea algo que los aguijonee por dentro, pensando: si estoy con Jesús nada ni nadie me puede vencer, si estoy con Jesús tengo la vida en abundancia, si estoy con Jesús ya nada es imposible y toda la vida se torna una fiesta.

Habla Artemio:

Cantemos al amor de los amores….

Por mi parte le doy gracias al Señor que al tomar mi voz me liberó de la afonía y su voz se entendió muy bien, creo que es evidente como las voces del Señor se entendían plenamente pero la mía no, sigue sin entenderse por la afonía que tengo.

Estás aquí con nosotros Señor, hoy y siempre, por eso tenemos tanto gusto en decir: tan cerca de mí….

Pues buen, si está aquí pidámosle con todo nuestro corazón, con todo nuestro entendimiento que pase sanando nuestras vidas, nuestras enfermedades, nuestras cosas, todo lo que no está bien dentro de nosotros: sáname Señor con tu Espíritu….

Necesito sentir Señor el fuego de tu amor en mi corazón, estoy tan necesitado Jesús de que me des todas aquellas cosas que necesito para tener una buena salud, para soportar con paciencia y con todo el amor cuando tengo que atender chicos así, toda la fuerza Señor para aquellos que necesitan atender a sus hijos, toda la fuerza Señor.

Mis queridos en la vida nos va de una manera y tenemos que asumirlo con amor como nos va, no tenemos otra ¿eh?, no porque el Señor nos castigue sino porque hay tantas cosas que podrían explicar pero no la sabemos, tantas cosas.

Sáname Señor con tu Espíritu….

Necesito Señor sentir el fuego de tu amor para vivir en paz, con

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos