• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración del 21 de Enero de 2009

Piensen todo lo que hablamos de las manos ¿verdad?, bueno todo eso está dentro de los propósitos del Señor: ¿qué hacer con nosotros?, hay tanta necesidad de que Él nos mire a los ojos, hay tanta necesidad que guíe nuestra vida, nuestra conducta, que Él nos señale el camino, nos haga amables, conscientes, genuinos, sinceros, humildes, bondadosos, es decir, buena gente, ¿seremos buena gente?. Oración del 21 de Enero de 2009

Habla Artemio:


Como todo en la vida empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, Amén.

Todos tienen la hojita de los cánticos, bueno, número 15: que viva Cristo…. 22: alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor….

Bueno, vamos a prepararnos para leer la palabra, algunas cosas las repito porque hay tanta gente que es nueva, tengan en cuenta todos que la sanación la produce la palabra del Señor, no la bendición final que uno puedo darles ¿eh?, el Señor en la palabra es quien nos sana ¿eh?, y se los digo con todas las de la ley porque ustedes piensen que mi salud no alcanza para dar bendiciones hasta después de las 12, hasta las 12 pero después ya no, porque sino directamente vamos a tener poco tiempo de mí ¿eh?, entonces, así que concentrarse en la palabra, no esperen la bendición final para saber que si no puedo pasar a la bendición el Señor ya me sanó. Además otra cosa que quede bien claro mis queridos, tienen que darse cuenta de esto ¿eh?, vamos a los demás Santuarios y si no nos dan la bendición nos vamos a casa ya conformes ¿mmm?, aquí piensen, quedan hasta tarde pero después de las 12 ocurre que ya nadie aguanta más, se pone nervioso, agrede a los servidores y yo pienso, un alma, una persona en esas condiciones nunca está en una posición para sanarse de nada.

Por eso, vamos a dar las bendiciones hasta sea una hora, nada más, pero que sea como un además, lo fundamental está en la sanación que produce la palabra, no hay otro que sana que el Señor, sino cómo se explica que tantos con tener las fotos en sus manos en la hora de la palabra ¿verdad?, directamente la persona que ha mandado la foto se ha sanado, entonces cuidar eso, y además parecería como si es una forma de revelar que no conocemos nada del Señor, hablo en general, no reprocho ni reto a nadie, esa no es mi intención, porque si el Señor los trajo cómo les voy a decir cosas feas, pero me dicen, si se olvidan un dolorcito del dedo meñique vuelven o quieren volver para decírmelo, decime una cosa: ¿vos creés que el Señor no conoce todo?, ¿no conoce hasta en el momento que te vas a morir?, ¿no conoce a la perfección si te vas a sanar o no te vas a sanar?, ¿si te vas a salvar o no te vas a salvar?, por qué esa insistencia de decir: y me había olvidado, o decirme todas las cosas a mí, noo mis queridos, eso revela que no hay fe en el Señor, lo que hay es como si fueran de un curandero, termínenla con eso porque me molesta especialmente ¿eh?.

Yo comprendo, comprendo todo pero cuídenme un poco che porque sino no me va a tener por mucho tiempo, bueno no importa eso pero, yo quiero vivir unos años, pero si estoy hasta las tres de la mañana dando bendiciones y demás, dar bendiciones a personas que están nerviosas, odiosas, quieren pasar, pelean con los servidores, así no es la manera, ¿has visto vos del Padre Ignacio si te dice una sola palabra?, no, ninguna palabra. Cuando van al Santuario en Salta, realidad o ficción, no sé que es eso, pero van a Salta, le dice alguna palabra la señora María Lidia, no, entonces empecemos a pensar qué es lo que realmente me sana, ¿contándole al que tengo ahí al frente todas las cosas?. Por otra parte, yo comprendo que hay muchos dicen que sí, que eso lo sana, está bien, pero hay que hacer lo que se puede también ¿no?. Y sobre todo ubicarse, ¿qué es lo que me sana a mí, es la palabra del Señor?, no hay otra cosa mis queridos, no hay otra cosa, qué tiene que decir entonces quien habla de Roma, de Italia, de Alemania, de cualquier lugar tan lejos, apenas el teléfono, nada más o bien sacan por internet las noticias de la Madre y de Jesús y ya tienen la sanación ¿eh?, entonces quiere decir que nosotros estamos un poquito mal acostumbrados, queremos pasar adelante para decir incluso hasta, ya sé que no hay tonterías ¿no es cierto?, pero queremos decir siempre todo, todo.

Ahí a mí izquierda está el Sagrario, todos los que esperaron durante el día ¿se les ocurrió hablar con el Señor ahí en el Sagrario, que es el dador de todo bien?, ¿se les ocurrió hablar ahí?, ¿eh?, el Sagrario es todo lugar donde hay una lucecita roja que titila, no, antes había una lamparita de aceite, ahora hay de eso pero como pasan los tiempos uno se moderniza. En todo este día, en vez de hacer picnic solamente ¿pensamos en traer a los chicos, en nosotros, hacer la visita al Santísimo, ahí al Sagrario? ¿eh?, yo veo que hay tantísima gente durante los días de semana que viene, se arrodilla delante del Sagrario, pide sus necesidades y se va y eso ¿qué resultados tiene?, óptimos, porque Jesús es el que sana mis queridos, será posible que hay que repetirlo tanto eso ¿eh?, bueno.

No quiero ponerme en este papel así porque parecería que estoy retando, nunca, jamás, entonces yo voy a dar las bendiciones hasta, les aviso por las dudas, para que no haya novedades, hasta que tenga fuerzas para hacerlo, después les diré: mis queridos, está todo bien, vayan en paz, que quede claro eso.

Mirá, todas las cosas que pasan en la Capilla, todo ¿eh?, desde la primera hasta la ultima, se toma o se deja, si te gusta bien y si no que querés, no hay otra. Aquí pasan cosas preciosísimas, es la Casa de la Madre y de Jesús, viven ellos, continuamente están, se pasean por los jardines, van y vienen, estamos en suelo Sagrado, yo si tuviera tocaría el piso como hacen algunas personas que se tiran al piso, que ha pisado el Señor y su Madre y se van muy bien, entonces todo aquí está Sagrado, incluso hasta el gajito de la alegría de la casa que se llevan a la casa sin pedir permiso y además bueno, no es lo que corresponde, porque a mí no me lo sacan, se lo sacan a la Madre, demás está en decirles que el otro día se llevaron una orquídea completa, florecida y todo, ¿me lo sacan a mí?, no, se lo sacan a la Madre. No lo hagan chicos ¿eh?, no lo hagan, a veces tengo que hacer un esfuerzo para no enojarme mucho ¿no?, y cuando veo que Jesús se enoja un poco en el Evangelio por algún motivo, digo: y bueno, era un hombre, tenía derecho de enojarse, cuando dice: me tienen cansado, que poca fe que tienen, es Jesús, Dios mismo que lo dice, no un hombre, bueno.

Muy bien, cambiamos el tono porque no es el que corresponde a una Oración dar informes ¿eh?, eso es aparte, ahora sí, pensamos en la palabra del Señor que vamos a escuchar para que entre en nuestro corazón, traiga la vida en abundancia, traiga lo que necesitamos, sepan algo importantísimo, a medida que van escuchando la palabra tengan la imagen del Señor, si les duele una pierna, la cabeza, el dedo, lo que sea, piensen en la llaga de Jesús, en las piernas, en la cabeza, en el dedo, en lo que sea, es una maravilla, el Señor dice: que hermoso es ofrecerme la enfermedad, el lugar de la enfermedad a algunas de mis heridas, por que dije yo, y por una razón muy simple, porque yo tuve todas estas heridas por todos los hombres de todos los tiempos, entonces si tu dolor de rodillas es tan terrible, bueno, pensá: en lo que pasé Yo con Mis rodillas, en todas las veces que me caí o me tumbaron al suelo, o Mi Corazón atravesado por la lanza, lo que sea, como ven mis queridos aquí todo, todo es una cuestión de fe y lo vamos a ver en el Evangelio de hoy también, además no piensen solamente en las rodillas, en la columna y todas esas cosas, piensen: ¿cómo está mi corazón?, mi corazón es orgulloso, es soberbio, ¿me creo superior a los demás? ¿eh?, ¿creo que todo lo puedo o directamente soy humilde y le digo al Señor: necesito de tu gracia para que me sanes? ¿eh?, ¿cómo está nuestro corazón?, nunca nadie me dijo: tengo un orgullo, una soberbia, que es podrida de tan fea, nadie me dijo, nunca, nunca, nunca y a veces o la mayoría de las veces los problemas psíquicos son los que traen las enfermedades. Ayer estuvo un matrimonio de Carreta Olivia, del Sur y bueno, la señora y todos los hijos enfermos por diversos motivos pero lo fundamental era que la mamá en el momento del parto tenía el doble cordón en el cuello, entonces ¿qué pasó?, ese doble cordón le quitó oxigeno, le dejó a ella un problema muy serio, que si no lo sana el Señor no lo sana nadie y por supuesto hizo heredar a sus hijos sin quererlo por supuesto, los problemas de ellos, de ella cuando nació ¿mmm?.

Entonces, antes de enumerar tantas cosas: que la rodilla, que esto, que lo otro, por qué no piensan: el Señor ve lo que me pasa, me trajo a su Casa, Él quiere sanarme, si yo solamente me preocupo del dolor es como si quisiera pasar la fiebre con novalgina, eso no funciona, hay que buscar la causa de la fiebre ¿no?, a ver si nos entendemos ¿eh?.

Yo me consuelo cuando digo palabras fuertes pensando cuando Jesús, salvando las distancias por supuesto, cuando Jesús ve que la gente lo sigue para que se repita la multiplicación de los panes, el Señor pensó por dentro: ¿pero cómo, me siguen a Mí porque me aman o porque les multiplico los panes y los peces?, ese fue el pensamiento del Señor pero al rato se da cuenta: los comprende, comprender es estar en el otro, es ponerse en el lugar del otro, y se puso a enseñarles largamente, bueno.

Entonces para leer la palabra le pedimos al Espíritu Santo que venga diciéndole: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Vamos a ver el Evangelio, sabiendo que hoy día miércoles, está siempre como todos los miércoles dedicado a San José, Patrono de la Iglesia Universal, San José, Patrono de tantas cosas y por supuesto Padre Adoptivo de Jesús, además hoy se conmemora a Santa Inés. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio de hoy es de Marcos, capítulo 3, versículo del 1al 6: “Jesús entró en la Sinagoga, es el Templo de los judíos, y se encontró con un hombre que tenía la mano paralizada. Cuando Jesús dice esto del ejemplo de la mano paralizada, no significa que solamente tenía la mano que no le funcionaba, cuando uno tiene las manos que no funcionan toda su vida está mal ¿eh?. Las manos son trabajo, son creatividad, son todo ¿mmm?, no es solamente poder hacerla funcionar y ya está, Él se refiere que la mano paralizada es toda una vida paralizada, no es solamente la mano ¿eh?, bueno. Encuentra a un hombre con la mano paralizada. Pero algunos estaban observando para ver si lo sanaba Jesús en día sábado. ¿Qué significa esto?, los judíos no hacían nada el día sábado y por supuesto como estaban buscando defectos en Jesús entonces se preguntaban: vamos a ver que hace con este, si lo sana hoy en día sábado y si lo sana hoy está en contra de la ley y si está en contra de la ley no es Hijo de Dios, entonces: con esto si Jesús los sanaba tenían motivo para acusarlo. Jesús dijo al hombre que tenía la mano paralizada: ponete de pie y colocate aquí en el medio. Después le preguntó a todos: ¿qué nos permite la ley hacer en día sábado?, ¿hacer el bien o hacer daño?, ¿salvar una vida o matar?. Pero ellos se quedaron callados. Entonces Jesús paseó sobre ellos su mirada, enojado y muy apenado por su ceguera, y dijo al hombre: extiende la mano. El paralítico la extendió y su mano quedó sana. En cuanto a los fariseos, apenas salieron, fueron a juntarse con los partidarios de Herodes, buscando una forma para eliminar a Jesús”. Esta es palabra de Jesús, te alabamos Señor y te damos gracias.

Bueno, tenemos aquí el Evangelio de este día que es muy revelador, cuántos de nosotros, hay que preguntarse ¿no?, cuántos de nosotros hacemos las cosas para cumplir nada más, hay dos formas de hacer las cosas para cumplir o por amor ¿mmm?, si la hacemos para cumplir estamos haciendo como los fariseos que querían nada más que hacer todos los días menos el sábado, ojalá se estuviera muriendo alguien ¿no?, bueno, ahora nosotros ¿cómo lo hacemos?, es lo que pregunta Jesús, o bien el que perdió una oveja dice en otra parte del Evangelio ¿va a esperar que pase el sábado para ir a buscarla o ya nomás se decide encontrarla?, y por qué directamente esperar mucho tiempo a lo mejor se moriría. Entonces, cuando nosotros elegimos cumplir algo o hacer algo porque sí nada más: y porque hay que hacerlo, y porque es obligación, y porque corresponde, y porque, no, todo lo que hacemos con amor vale, el resto no; y vos dirás: pero hay muchas cosas que si uno las hace sin amor no importa, el trabajo de todos los días lo hacemos sin amor y así te va también ¿no?, el trabajo es una tortura, es un infierno para muchos, porque lo hacen por hacerlo, porque hay que ganar unos garbanzos para llevar a casa un poco de plata, entonces la vida se torna una porquería, porque incluso el trabajo que nosotros hacemos sea hacer una tuerca o limar no sé, que se yo, o bien ¿no? cepillar una madera, que se yo, lo que sea o juntar la basura, si lo hacemos sin amor eso se vuelve una tortura.

Cuando nosotros entendimos que incluso el trabajo de todos los días, aunque sea agobiante y agotador tenemos que hacerlo con amor por el trabajo mismo, por lo que es el trabajo, porque lo que me permite hacer trabajando y por el dueño, que está haciéndome o dándome un trabajo para hacerlo ¿eh?. Cuando yo decida trabajar con amor todos los días, con buena intención, como dicen ahora: con buena onda, tiene buena onda ¿eh?, bueno, cuando uno tiene buena onda en el trabajo la vida es una fiesta, mientras que distinto es una tortura que termina enfermándonos, aguantar a este por ejemplo, alguien que lo manda, tantos años, yo no lo puedo ver, lo odio, ¿esa es tu vida?, eso no quiere decir que seas tonto y que aceptes y digas todo que sí, no, pedí tus derechos, claro que sí, pero que sea con amabilidad, con humildad, con afecto ¿mmm?.

El cristiano tiene que ser algo diferente, si somos como todo el mundo, ¿para qué?, no vale la pena, el cristiano tiene que ser diferente, como aquello que les conté tantas veces ya de Carlos de Foucould, que resistió de los que pasaban por el desierto toda clase de insultos, injurias, le quemaban la casa, le destruían la quinta, los frutales, y él en silencio seguía y seguía, pasado un largo tiempo un jefe del desierto le pregunta a Carlos: decinos ¿quién es tu Dios?, porque que si tu Dios hace hombres como éste debe ser el verdadero.

Entonces, en nuestras acciones de todos los días damos muestra de nuestra espiritualidad y de nuestro interior ¿mmm?, no es falsear la situación, no, para nada, es directamente ubicarse, bueno alguien tiene el genio podrido yo enojándome ¿voy a conseguir algo?, no, trataré incluso de ganarlo para mí hablándole bien, tratando de no ser podrido como él, así de simple ¿no?, bueno.

Volviendo al Evangelio, por supuesto todo está dentro del Evangelio pero a veces uno da ejemplos para ilustrar ¿mmm?. Hay una enorme consideración del Señor cuando mira a las personas ¿eh?, es decir la mirada tanto de Jesús como la nuestra sobre alguien ¿para qué es?, bueno, tiene un montón de significados, la mirada puede ser bondadosa, puede ser acusadora, puede ser maligna, puede ser amorosa, cincuenta cosas, en la mirada uno dice todo y cuántas veces uno se va de algún lugar porque por la mirada se dio cuenta que alguien no está como para hablar ¿no?, entonces Jesús también hace lo mismo, pasea la mirada por todos para ver qué es lo que hay allí, qué es lo que hay, tal vez todos tendríamos que hacer eso, mirar a las personas, yo me siento muy incómodo no poder mirar a la gente que está cerca del portón pero me gustaría hacerlo, ¿por qué?, porque recibo todo lo que cada uno tiene, bueno.

Entonces la mirada del Señor siempre, incluso hasta conviene decirle: Señor me gusta estar bajo tu mirada porque tu mirada me alienta, me da fuerzas para andar y también me está llamando la atención si estoy haciendo algo que a vos no te gusta, pero al fin y al cabo ustedes dirán: y ¿quién es Él para que le guste o no lo que hacemos?, y muy simple es nuestro Padre, Él nos creó a su imagen y semejanza, Él nos alienta, nos sustenta, nos dio la vida y nos va a dar toda una eternidad, así de simple, por eso uno desea la mirada del Señor sobre uno, una la desea por la razón tan simple, es mi Papá, es mi amigo, es mi hermano, es mi compañero, que hermoso Señor es que me mires, no quiero huir de tu mirada porque tu mirada me plenifica, me da fuerzas, me santifica, me hace realmente sentir tu hijo y eso es lo que somos, pequeños diositos porque Él nos creó a su imagen y semejanza y si somos semejanza de Dios Él es Dios, nosotros somos diositos, pequeñitos ¿eh?, bueno, entonces dice que Jesús miraba a las personas para o bien reprocharles algo, llamarles la atención, censurarlos si había necesidad o llamarlos a reflexionar ¿verdad?, la mirada del Señor, es una de las cosas esenciales del Evangelio de hoy y otra esencial es la mano seca que tiene uno de las personas ¿eh?, pero la mano seca como les dije antes, no es solamente una mano paralizada, es una mano que simboliza todo nuestro ser.

Estoy escuchando una voz por lo bajo, ¿alguno está mal?, ¿se siente mal por el calor?, dígame por favor ¿eh?, bueno.

La mano paralizada es nuestra vida paralizada, ustedes dirán: ¿y quien no tiene las manos?, bueno usará otra cosa, pero lo normal es que tenga manos, eso es lo normal ¿verdad?, y la mano es como una prolongación nuestra sobre las cosas, que también esto es hecho a imagen y semejanza de Dios, porque uno ve que en el Antiguo Testamento se habla continuamente de la mano fuerte de Dios, la mano fuerte de Dios, no fuerte porque me pega sino la mano fuerte que me sostiene, me lleva, me conduce, me guía, montones de veces encontramos en todo el Antiguo Testamento la mano fuerte de Dios y en este ejemplo del Evangelio de hoy Jesús sana la mano a este hombre que la tenía seca, como un símbolo también de que nuestras manos son más que de carnes, son espirituales, ¿por qué?, porque ellas nos permiten todo ¿o no? ¿verdad?, como dice por ahí el Señor que los hombres humildes y buenos y tolerantes les sale milagros por la punta de los dedos, qué expresión preciosísima: salir milagro de la punta de los dedos, ¿qué te está diciendo?, del valor de una mano, no es simple, la mano seca, listo, se la sanó, estaba paralítico, noo, es mucho más que eso, es un montón más, es la semejanza de la mano fuerte del Padre ¿eh?.

Cuando los adolescentes por ejemplo están en la etapa de la identificación sexual miran de sus papás muchas partes del cuerpo, las espaldas anchas ¿verdad?, miran también los órganos genitales ¿verdad?, pero los chicos jóvenes miran las manos, como queriendo decir: esas manos de mi papá ¿me dan protección o no?, porque la etapa de la identificación el muchachito se identifica con su papá y la criatura mujer se identifica con la mamá, ¿qué mira la criatura mujer?, las caderas de su mamá, los pechos, ¿por qué?, porque eso es la fecundidad, la vida ¿mmm? ¿verdad?, y cuando un hombre adulto mira demasiado los pechos es porque todavía no superó la niñez ¿eh?, tengan en cuento eso también, bueno, ese es otro tema.

Ahora, entonces volviendo a las manos, el jovencito mira las manos del papá porque son las manos que le dan seguridad a él, esas mismas manos lo tuvieron cuando era pequeñito, las manos lo sacaron de adentro, las manos del médico, las manos le dieron todo, entonces mira sus manos el hijo en la identificación sexual, mira las espaldas, claro que sí, mira la zona genital para ver si hay o no hay viste, así de simple, pero sobre todo las manos porque las manos son las que dan seguridad ¿eh?.

En una palabra, el hijo está pensando: mi papá ¿me sirve como ejemplo?, yo tengo que elegir mi sexo, es decir ya nació varoncito o mujer o mitad, mitad, ese es otro problema, pero el varón mira las manos de su padre, ¿estas manos me sirven de ejemplo?, piensen en un padre varón que siempre anda limpiándose las uñas o dejándosela larguita, no sé para qué, piensen en eso, que pueden pensar el chico, porque los chicos son tan observadores, cuando por ejemplo yo no encuentro algún hormiguero le digo a una criatura: a ver, ayudame a encontrar un hormiguero son tan observadores que ellos directamente la encuentran, los jóvenes y los niños son muy observadores y están mirando siempre las manos de papá si dan seguridad, vida o lo que sea ¿eh?. Por eso, yo les relaciono esto con la mano del que está en el Evangelio, la mano seca ¿verdad?, habría que pensar, nuestros hijos, a los padres ¿no?, ¿ven en nuestras manos que están secas, que no sirven, que no tienen trabajo, que no pasa nada con nuestras manos? ¿eh?.

Esto es para darle todo el simbolismo que tiene todo el Evangelio lo de la mano seca; ustedes dirán: ningún cura me lo dijo, y bueno no sabrá, que se yo, cada uno se arregla su cuenta ¿no es cierto?, allá, estamos en nuestras Casa y aquí hacemos lo que quiere el Señor y punto, entonces, nunca me lo dijeron, pero no importa lo estamos aprendiendo hoy lo que es la mano, no solamente la mano fuerte del Señor ¿verdad? que me protege contra todo y contra todos, no es solamente esa mano fuerte sino que es también ¿no? la mano que es creativa que me da alimento, me da sustento, me tiene en brazos y me da todo lo que necesito ¿eh?. Y los que les decía recién de la mirada, no perdamos en cuenta eso de la mirada ¿eh?, nuestra mirada puede llevar a través de ella todo un mundo de maravillas o de miserias, todo un mundo de bondad o de bronca, todo un mundo de dulzura o de resentimiento nuestra mirada, no nos olvidemos de esto nunca, y si tenemos una mirada triste, y bueno, también la mirada triste es importante porque le está diciendo al otro: comprendeme, mirá lo mal que estoy, mirá lo mal que está ¿eh?, bueno.

Entonces, la palabra de hoy nos deja unas cuantas enseñanzas para nuestra vida, no huir nunca de la mirada del Señor y por su parte al entender su significado, pensar: ¿cómo es mi mirada?, ¿a quiénes la dirijo?, ¿en qué momento?, porque vieron que hay alguien que no mira a los ojos nunca, vieron, yo me cuido de esas personas, sí, normalmente quien no mira a los ojos tiene algo que ocultar o mucho, no es que uno anda husmeando en la vida de los otros, no, así de simple, tiene mucho que ocultar, bueno, y no quiere que lo descubra nadie.

La mirada y la mano, la mano seca del Evangelio, todo el Evangelio gira en torno, los judíos miran: qué pasa con esa mano, los otros están mirando: qué pasa con esa mano, pero no es solamente la mano seca, entendámoslo, es en sí todo el simbolismo, ¿qué quiere decir simbolismo?, cuando nosotros vemos la luz verde quiere decir pasamos, si vemos luz roja hay que detenerse, eso es un símbolo y un signo, cuando nosotros cerremos la mano también tenemos un símbolo o un signo, verde pasar, rojo detenerse, mano, creación, creatividad, fuerza, trabajo, vida, la mano que mira nuestros hijos, la mano que mira la gente, la mano que mira nuestra esposa o nuestro esposo, sí señor, sí señor, a veces uno ve a las esposas que miran las manos de sus maridos con mucho cariñó porque se sienten tan protegidas con esas manos.

Entonces, no nos quedemos solamente con el ejemplito, Jesús restaura la mano seca, viene a restaurar en el Evangelio de hoy nuestras propias manos secas, ojo con esto, viene a restaurar nuestras manos secas, si nosotros nos sacamos esta enseñanza del Evangelio de hoy es un cuentito para bebés, entonces Jesús al sanar la mano y no cualquier día, en día sábado, cosa que los otros vieran que tienen que hacerlo siempre ¿eh?, sana la mano y me está diciendo: quiero sanar tu mano también, tus manos, porque están secas, a veces, a veces no, eso depende de cada uno, mirátelas vos, ¿tus manos están secas?, y pensá que te las mira tus hijos también para ver qué pasa con las manos de mi papá, ¿me sirven de ejemplo o no me sirven de ejemplo?, es muy duro cuando un hijo se para delante del padre, no lo dice pero lo piensa: papá no me servís de ejemplo, no me servís, que pena.

Así estamos entonces con todas estas cosas, la mano fuerte de Dios y la mano nuestra, que el Señor nos está invitando, quiere hacer con nuestras manos el milagro de todo lo que puede hacer las manos ¿eh?, es lo que les dije de la mirada y la otra idea fuerza de este Evangelio es que el día que sea, la hora que sea, cuando alguien llama a nuestra puerta tendremos que atender porque a nuestra puerta o la puerta de nuestro corazón, tenemos que atender por una razón muy simple, porque nuestras manos tienen que alcanzar para dársela a quién no la tiene en condiciones ¿eh?, la mano física y la mano de su corazón.
Disculpen los que tienen sed y me ven tomar agua a mí…

… (Se dio vuelta la cinta)…, sin saber a quién uno se lo da, sin saber su raza, el color de su piel, su idioma o lo que sea ¿eh?, tengamos muy en cuenta estas cosas porque es posible que se nos vaya escapando la vida y a lo mejor no hicimos nada que valga la pena, pero ahora con lo que dijimos de que nuestros hijos miran nuestras manos, a más de uno ¿eh?, le va a encontrar lo que digo ¿no?, bueno.

Aquí estamos en este día 21 de Enero, ya hace un mes que empezó el verano pero nosotros tendremos que manejarnos siempre más que con la temperatura ambiente para saber si es verano, primavera, invierno, otoño, con la temperatura de nuestro corazón, ¿y cuál debe ser?, y bueno la respuesta la tenés vos, tu corazón ¿es un corazón frío?, que está en el freezer siempre?, ¿es un corazón ardiente que late fuerte? ¿eh?, para vos, para los demás, para tu familia, para los que tenés cerca y los que no están tan cerca, ¿cómo es esto?, ¿cómo late nuestro corazón, de acuerdo a la temperatura ambiente o de acuerdo al amor que sentimos por todos?, ¿late en base a si hace frío o calor o late el corazón en base a todo lo que pasa a nuestro alrededor?, ¿y pasa mucho?, no sé, qué te parece todo lo que pasa a nuestro alrededor y en este día habrá que pensar en la temperatura de nuestro corazón para darnos cuenta que si Jesús nos trajo acá hoy es porque quiere darnos algo o mucho, ¿en qué sentido?, en todo.

Piensen todo lo que hablamos de las manos ¿verdad?, bueno todo eso está dentro de los propósitos del Señor: ¿qué hacer con nosotros?, hay tanta necesidad de que Él nos mire a los ojos, hay tanta necesidad que guíe nuestra vida, nuestra conducta, que Él nos señale el camino, nos haga amables, conscientes, genuinos, sinceros, humildes, bondadosos, es decir, buena gente, ¿seremos buena gente?, ¿o seremos taimados, arrapados, esperando el momento para dar una zancadilla al que pasa cerca nuestro para que caiga?, ¿qué haremos?, ¿cómo somos?.

Mientras yo digo esto mis queridos, Jesús está ahí al frente, está pasando por cada uno de los enfermos que hay ahí, en sillas o los que no están en sillas pero no están nada bien. Él está pasando, pero nosotros que estamos allí o los familiares que están allí ¿le damos entrada al Señor para que realmente entre en nuestra vida y haga todo nuevo?, no sé, depende de ustedes, ¿lo dejamos entrar nosotros?, porque el Señor siempre nos sigue, día y noche a través del tiempo y del espacio, pero a veces sin ningún éxito porque no lo dejamos entrar, a veces nos parece que lo dejamos entrar pero seguimos firme en nuestra tozudez, somos porfiados, somos leguleyos, queremos que todo se demuestre ¿no?, como alguien que vino el otro día y dice: hacerme tantos kilómetros para venir aquí, no poder hablar nada y que me hagan una crucecita en la frente, ¿no te dan penas esas personas que dicen así?, a mí me da una lástima, compasión, es decir, uno siente la soledad de esa alma ¿no?.

Yo pienso como decía el Señor que pasa por cada uno de los enfermos, la Virgen también que lo hace, porque primero pasó por todos ustedes, hoy se demoró un porque aquí a mi izquierda hay muchos afuera ¿mmm?, Santa Teresita, todos los Santos, los Ángeles, realmente es una fiesta del Cielo acá, los Santos que vienen siempre, Santa Rita de Casia, religiosas, religiosos, hay tantos, San Pío, Santa Faustina, bueno, Santa Teresa, los Francisco, bueno, montón ¿no?, pero sobre todo Jesús presidiendo la escena mirándolos a cada uno con toda esa fuerza que tiene Él en su mirada ¿eh?, que hermoso sería poder decirle así de frente, los invito a eso: Señor, mirame con tus ojos, yo quiero ser penetrado con tus ojos porque sé que ya nada después de esto puede temer, nada, bueno.

Estás cera nuestro Señor, yo te encomiendo tan especialmente a todas estas personas que están aquí mis hermanos, hay algunos de muy lejos, tanto, otros de muy cerca pero todos con sus problemas y sus cosas, esperando una vida mejor, con trabajo más digno, aunque este lo hacemos una fiesta como dijimos pero siempre queremos progresar, no por ganar más, que también viene bien sino para hacer lo que más nos gusta, bueno.

Todo, para todo, mirá Señor todas las necesidades de estas personas, todas las personas que están afuera que creo que me están siguiendo, miralos a todos Señor, pensá en todas sus necesidades, sus problemas, sus enfermedades, pasá sanando toda la herencia Señor porque la mayoría de los que estamos enfermos es por herencia y el Señor ya en este momento la corta, para eso nos trajo, para sanar la herencia. La herencia puede ser de muchas formas, puede ser física, puede ser psíquica, puede ser cultural, un hombre que pega a su mujer o la mujer que pega al hombre ¿no?, eso es una adicción hereditaria, de todo padre pegador el hijo es pegador también, por eso cortá la herencia Señor de todas las adicciones, porque a veces heredando una adicción podemos transformarla en otro tipo de adicción, el alcohol, la droga por ejemplo o lo que sea, o el pegar con la adicción a la velocidad, todo es heredado.

Por eso, vos nos trajiste acá Señor para sacarnos toda esa lacra que viene del pasado y que nos hace tanto daño, tanto daño y no nos permiten avanzar con bienestar en la vida, pasá sanando Señor todo nuestro cuerpo, todas nuestras necesidades, mirá nuestra casa Señor, limpiala de todas las cosas malas que hay, acá dentro hay 26 personas que tienen, que viven en una casa con memoria, ¿a qué me refiero?, son las casas donde vivieron otros antes o no ¿verdad?, y que hay cosas malas allí y uno las hereda ¿mmm?, se manifiestan ruidos,
movimientos, se mueven las cosas, aparecen sombras y desaparecen y que se yo cuantas, las casas con memorias, hay tantas, ya les dije las que hay acá dentro, no se puede vivir bien en una casa así. Por eso Señor, instalate en cada una de las casas de los presentes y pasá sanando todo lo que hay que sanar, todo lo que hay que mejorar, todo lo que hay que suprimir, todo lo que hay que ampliar, en nuestra casa, en nuestra vida y en todas las cosas que tenemos, sí Señor.

Me trajiste a este lugar, y los que aquí atienden, en este caso yo, tengo la obligación, valgo la expresión, con todo el amor del mundo de hacer esto que hago para liberarlos a ustedes en nombre del Señor de toda esa lacra de porquerías que no les permite vivir en paz, hay desórdenes en la familia, desórdenes en esto, desórdenes en lo otro, tantas cosas así, a veces fruto de la herencia de todo lo que hay en esas casas con memorias y por qué no hablar también de las casas donde el demonio baila la jota ¿mmm?, limpieza general Jesús de todo eso, limpieza general.

Mirá Señor estas personas, mis hermanos, mirá sus enfermedades físicas, psíquicas, espirituales, las de su familia, las enfermedades de los que ellos aman, mirá todos Señor, limpieza general de todo. Todo lo que sea casa con memoria Señor, limpieza general, la gracia que sobreabunde allí donde siempre estuvieron cosas malas. A veces en las casas con memorias es porque alguien enterró algún aborto o lo que sea ¿no?, o hizo ahí dentro o vivió el curandero o curandero ahí adentro, todo es posible, para malquistar nuestra vida y hacernos sufrir, no le demos el gusto a eso, si teniendo la mano del Señor que es fuerte y poderosa para poner en orden todo aquello que no lo está.

Bueno Jesús, con toda la fuerza de tu Misericordia, para todos aquellos que reciben la bendición sí pero para aquellos que no tienen tiempo de recibirla es lo mismo, es exactamente igual porque vos lo sanás exactamente igual cuando los sanás, los bendecís y le llevás de vuelta a la casa pero no te quedás aquí, te vas con cada uno Señor porque vos sos Dios y todo lo podés.

Que hermoso Señor es estar viviendo lo que estamos viviendo, un Dios de amor que se acerca a nosotros para decirnos: hijos, tengan fe, todo está resuelto, tu enfermedad está sanada y si ya el Señor dispuso otra cosa pensá que la sanación también es una buena forma para morir, para cada uno, porque nadie tiene la vid

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