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Mensaje del 04 de Marzo de 2009

Entonces, nosotros, con nuestra buena voluntad tenemos que ser nuestro propio cireneo para poder llevar mejor la cruz que tenemos, no que el Señor nos dio, cuidado, Él nos creó perfectos, la vida, las cosas, la herencia, los padres, el lugar donde vivimos hizo que nos pasara un montón de cosas, todo eso representa nuestra cruz ¿eh?. Mensaje del 04 de Marzo de 2009

Habla Artemio:


Después que hagamos silencio vamos a empezar, ¿hay algún conflicto?, ¿no
encuentran los bancos que marcaron o señalaron?, a ver, cómo están las cosas, bueno, saben porque tenemos que estar en paz sino no podemos recibir la palabra ¿no?, ¿no es cierto?, bueno.

Como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Tenemos en las manos el librito de los cánticos, hay como un murmullo por lo bajo, ¿hay alguien que no está cómodo, tiene algún problema?, diga, sabe, porque uno no sabe qué problema pueden tener, bueno. Atendiendo a que todos venimos un poco tristes por lo que nos pasa entonces aceptamos la invitación del Señor de estar contentos porque estamos en su compañía y con 5, en el librito decimos: sonríe que Jesús te ama…. Número 18, perdón 19, siempre decimos esto después de un momento de conversar, hoy lo decimos antes ¿no?, porque tenemos que tomar conciencia de algo, nosotros somos templo de la Trinidad, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo habitan siempre en nosotros, el problema es que a veces no los escuchamos ¿eh?, y si hay cosas raras es como si quedara arrinconada allí la Trinidad cuando uno le da lugar a otro tipo de cosas, las cosas malas, entonces decimos en 19: tan cerca de mí…. Ahora pasa que a veces lo decimos después esto porque evidentemente el Señor está aquí presidiendo la asamblea como ahora, pero nunca debemos perder de vista que Él está siempre dentro de nosotros el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo porque somos templo de la Santísima Trinidad, entonces siempre en nosotros, con nosotros, para nosotros. A ver lo decimos más sentido: tan cerca de mí….

Ahora vamos a pensar que estamos ya en el tiempo de Cuaresma, después del miércoles Santo, entonces es una preparación para vivir todos los episodios que llevan a la muerte de Jesús en la cruz, conmemoramos todo eso, es decir recordamos pero el Señor ya está triunfante entre nosotros, pero nos preparamos como quien dice: vamos a ver qué cosas tenemos que hacer bien, qué cosas tenemos que sanar en nuestra vida para poder estar a tono con Él ¿no es cierto?, entonces teniendo en cuenta eso vamos a, número 25, si habrá algo que sanar en nosotros, algo que salvar, algo que corregir, algo que limpiar porque la mayoría de las veces nos creemos muy limpitos porque nos hemos bañado y que se yo con olores lindos pero de ahí por dentro no se ve. Por eso, entonces 25, le decimos al Señor que si hay algo que no funciona en nosotros que rompa nuestra vida y la haga de nuevo porque si nos preparamos con mucha alegría para celebrar la Navidad porque Jesús nacía ahora tenemos que prepararnos mucho mejor, porque lo que viene, la Semana Santa, viernes Santos, el sábado de Gloria y el domingo de Pascua es realmente lo que debe conmovernos muy en serio, ¿por qué?, porque para Navidad que le dimos tanta importancia, como siempre, pero nada hay tan grande como la Semana Santa culminando con el domingo de Resurrección, como dice San Pablo: si el Señor no hubiera resucitado nuestra fe no tendría ningún valor ¿verdad?. Entonces nos encaminamos hacia el domingo de Resurrección, pero ¿cómo lo hacemos?, ¿de qué forma?, ¿qué hay en nosotros que hay que cambiar?, entonces 25 le preguntamos a Jesús y le decimos: tú eres el alfarero… ¿será para tanto?, sí y mucho más todavía. Rompe mi cántaro, es decir mi vida, mis cosas, todo y hacela de nuevo, si nosotros hacemos un acto así de entrega al Señor Él va a escuchar nuestro ruego y romperá todo para hacerlo de nuevo, entonces ahora lo decimos pero sintiéndolo un poquito más: tú eres el alfarero….

Es cierto que le pedimos eso al Señor pero marchamos en estos días hacia la Semana Santa donde el viernes Jesús muere en la cruz ¿verdad?, ¿qué parentesco?, ¿qué relación tenemos nosotros con la cruz del Señor?, ahí está el problema que tenemos que desentrañar, es decir aclarar, ver con mayor nitidez. Cuando uno piensa en las cosas que le tocó vivir, las angustias que padeció, las enfermedades que no pudieron solucionarse mejor que a través de mucho dolor, cuando pensamos en todas esas cosas que fueron apilándose en nuestra vida, decimos: y esta es mi cruz ¿verdad?, y si alguien tiene un niño que no está, que es diferente: esta es mi cruz ¿verdad?. Es decir, así como el Señor nos creó a imagen y semejanza de Él un buen día, haciéndonos pequeños diositos, así también a semejanza de Él también nosotros tenemos que llevar la cruz, por más que nos esforcemos siempre algo de cruz va a quedar sobre nuestros hombros, que se yo, algunos tenemos la cruz de la cara porque no nos toco otra en el reparto, otros tendrán la cruz de algún defecto físico, otro de su familia desparramada, que se yo, cincuenta cosas, tenemos que luchar para hacer la cruz lo más liviana posible. Es decir, tenemos que ser el cireneo de nuestra propia cruz, el cireneo es el campesino que volvía del trabajo y lo llamaron para que le ayudara a Jesús porque sino no iba a aguantar ¿eh?.

Entonces, nosotros, con nuestra buena voluntad tenemos que ser nuestro propio cireneo para poder llevar mejor la cruz que tenemos, no que el Señor nos dio, cuidado, Él nos creó perfectos, la vida, las cosas, la herencia, los padres, el lugar donde vivimos hizo que nos pasara un montón de cosas, todo eso representa nuestra cruz ¿eh?, tenemos la obligación de hacerla lo más liviana posible por eso luchamos contra las enfermedades, contra todos los problemas para hacerla liviana, pero que la tenemos, la tenemos ¿eh?. No podemos ser menos que Jesús, Él la llevó hasta morir a la cruz y nosotros tenemos que asumir nuestra propia cruz.

Entonces, en esa canción que vimos recién: rompe mi cántaro, rompe mi copa, tenemos que ver que pasa en nuestra vida con todos los dolores, angustias, penas y cosas que tenemos para ver cómo llevamos mejor nuestra cruz, que no nos dio el Señor, nos dio la vida, a lo mejor padres que no nos amaron lo suficiente, que se yo, hay tantas cosas, como cada hombre es único, entonces cada uno tiene su propia cruz a semejanza del Maestro, así como nos creó Él a su imagen y semejanza y Él muere en la cruz, también nosotros tenemos que llevar nuestra propia cruz, propio de vivir en un mundo, ¿hasta cuándo llevar esa cruz?, hasta el día en que cerremos los ojos y estemos delante del Señor para empezar a vivir la eternidad, ¿con cruz?, no, ya no, pero sí del otro lado, escuchen bien, vamos a tener que ayudarle a los que quedan en la Tierra a llevar la cruz, es decir nunca nos liberamos totalmente de la cruz, tener en cuenta eso ¿eh?.

Por ejemplo, ustedes están acá, hay muchos familiares que los trajeron, familiares que ya están muertos y si los trajeron es porque ustedes necesitan y si necesitan es porque todavía no pueden llevar bien la cruz, entonces cuando estemos del otro lado no crean que todo es mirar al Señor y gozar felicidad eterna, sí, por supuesto, pero también ayudarle a llevar la cruz a los familiares que aún tienen un cuerpo como tenemos nosotros ¿verdad? y cuando nos ayudan a llevar a nosotros, a nuestros familiares, amigos o a los que el Señor diga pero de la cruz no nos vamos a liberar nunca, con la diferencia que del otro lado va a hacer muy gozoso llevar la cruz de los otros porque estamos gozando también de la Luz del Padre.

Entonces, tiempo de Cuaresma, tiempo de pensar en la cruz y también de pensar en la Resurrección porque ese Señor que lleva la cruz es el Jesús que está triunfante en medio de nosotros, cuidado, Él está presidiendo la asamblea ahora, junto con la Mamá y los Santos. Entonces, en esto de romper el cántaro, romper la copa, la vida y hacerla de nuevo está también el aprendizaje de saber llevar la cruz de nuestros dolores; vos dirás: ¿no dijo que hay que luchar para que sea lo menos pesada?, sí, pero siempre va a ser un poco pesada o va a ser por lo menos.
¿Cómo puedo Señor llevar mi cruz sin ser quejoso, sin ser mal llevado, sin tener mal carácter, sin estar siempre gritando?, no ¿mmm?, ¿cómo puedo Señor, a ver si me ayudás, a que yo sea el cireneo de mi propia cruz ¿eh?, cireneo es el que ayuda a Jesús a llevarla, nosotros tenemos que poner la buena voluntad para hacer nuestro propio cireneo a llevar la cruz, que no la dio el Señor, la dio la vida. Tuviste un mal parto porque mamá no fue atendida a tiempo, tu hijo va a tener toda la vida menos oxigeno en su cerebro y en consecuencia va a ser retardado, que va a ser, ¿se equivocó el médico, se equivocó la madre?, no sabemos y no pensemos mal de nadie, pero la cuestión es que tenemos menos oxigeno en el cerebro y en consecuencia menos lucidez y esa es una cruz también entre tantísimas, bueno.

Entonces, no olvidemos en esta Cuaresma, allá al final nos espera el Jesús resucitado lleno de poder y Gloria pero para llegar hasta Él tenemos que aprender a llevar nuestra propia cruz, pensando en la cruz de Él y pensando también en la cruz de nuestros hermanos, si hay tres cuartas partes de los hombres se acuestan con hambre y dos cuartas partes con sed o bebiendo agua contaminada quiere decir que la cruz no es solo nuestra, sino de muchísima gente y son nuestros hermanos, ¿qué hacemos para ayudarles a llevar a ellos la cruz?. De eso no nos vamos a liberar nunca, porque repito, del otro lado todavía y para siempre vamos a tener que ayudar a los seres que quedaron, que todavía no partieron para ayudarle, esos mismos seres que hoy a ustedes, los veo detrás de ustedes, otros parados, sentados, los trajeron aquí para hacer que encuentren al Señor ¿eh? en este Santuario.

Bueno, vamos a leer la palabra y toda la palabra de este tiempo de Cuaresma tiene siempre una lección como todas las palabras por supuesto, pero todo está como encaminado hacia aquella Resurrección final donde vamos a gozar del Señor con gran poder y Gloria, en cuanto al tiempo, pero el Señor está siempre con gran poder y Gloria entre nosotros, entonces para que el Señor nos de lucidez para entender, discernimiento para saber incorporar a nuestra vida lo que nos hace falta, para poder aconsejar, para poder decir o desdecir, le decimos simplemente: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Hoy es miércoles 04 de Marzo, como todos los miércoles honramos a San José, nuestro Patrono, Patrono de cada uno de ustedes y hoy también es San Casimiro, bueno. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Ahora lo vamos a decir pensándolo ¿eh?, sintiéndolo, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro.
Tenemos que rezar así la señal de la cruz porque sino eso de mover la mano pensando en otra cosa, puede tener valor, yo no discuto pero lo otro pensando, con el corazón, hace que hagamos bien las cosas. El Evangelio de hoy es de San Lucas 11, 29-32, capítulo 11, los versículos: “aumentaba la multitud por la gente que llegaba y Jesús empezó a decir: la gente de este tiempo es gente mala. Piden una señal, pero no tendrán más señal que la señal de Jonás. Porque así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, de igual manera el Hijo del hombre será una señal para esta generación, y vamos a interrumpir un poquito para poder explicar esto, aparece un personaje acá que no conocemos, está en el Antiguo Testamento y se llama Jonás. Un buen día Jonás recibe del Señor la orden de ir a predicar, llevar la palabra de Dios a los ninivitas, es decir los habitantes de Nínive, entonces como era famoso en ese tiempo Nínive por todos los escándalos y todas las cosas malas que hacían, Jonás dijo: no, yo no voy, el Señor le repite: Jonás, andá a Nínive, no, no voy Señor. No solamente que se niega sino que además toma un rumbo contrario al de Nínive y se va por otro camino, en ese camino Jonás pasa de todo, se interna en el desierto, allí construye una choza, diciendo: aquí el Señor no me va a encontrar, no me va a mandar a Nínive. Pero el Señor viendo que estaba tan desprovisto Jonás allí hace que nazca un ricino, una planta de esa que tenemos en nuestros jardines para que le de sombra y de la semilla pudiera alimentarse, hasta que un buen día un gusano muerde la médula de la planta y se seca. Jonás dice: también el Señor me encontró acá, que cosa. Siguió caminando, caminando, pasó de todo pero lo principal es que llega a orilla del mar también ¿no?, y bueno allí se acerca a un buque que había arribado, no tan grande por supuesto y le pregunta a los que estaban si podían llevarlo con él para cruzar, entonces si, dijeron, ningún problema, hablaron con el capitán y lo llevaron. Pero ¿qué pasa?, en plena noche una tormenta enorme se desató y el barco como una nuez pequeña en el mar amenazaba con hundirse y entonces los marineros dicen: pero que raro todo esto, si estas tormentas no nos hicieran tanto daño, entonces empiezan a preguntarse como siempre cuando las cosas van mal uno se pregunta: ¿qué hago mal? ¿no es cierto?, empiezan a preguntarse: ¿qué hicimos mal nosotros para que nos vaya así en la vida?, bueno, en este caso la tormenta, y todos decían: y bueno, no es tanto y se acordaron que en la bodega estaba este hombre que había pedido ser llevado al puerto, van a la Bodega, lo encuentran a Jonás ahí durmiendo en la paja y le dicen: mirá, nosotros creemos que toda esta tormenta que se desató es por culpa tuya y Jonás se da cuenta nuevamente que él trae problemas ahí también, entonces lo llevan a la cubierta y lo arrojan al mar. En el mar Jonás creía, bueno, las olas me llevarán a la playa, pero no, se lo traga una ballena y parece que no le cayó muy bien a la ballena porque parece que indigesta, luego lo vomita en la playa. Y al último Jonás estaba cansado, dice: ya no puedo más, esto así no va, yo regreso otra vez y voy a tener que ir a Nínive nomás porque esta vida es insoportable, nada puedo hacer. Bueno, cuando se acerca a Nínive, a disgusto, con mala gana, como queriendo decir: no tengo más remedio, los ninivitas lo reciben pero de lo mejor, y entonces dice: pero ¿cómo no eran ustedes que eran tan desgraciados, tan podridos?, ¿cómo me reciben tan bien si yo vengo a decirles que hagan penitencia?, los ninivitas lo adoran a Jonás, pero él sigue de mal carácter, de mal genio para hablarles ¿no?, y por supuesto los ninivitas se convierten. Entonces Dios Padre se le manifiesta a Jonás y le dice: Jonás, ¿por qué tanto tiempo desobedeciendo?, viste, si Yo te mandaba a Nínive es porque sabía que te mandaba a hacer las cosas bien y te iba a recibir bien, pero Jonás no estaba conforme porque le dice al Señor: es una pena que te alegres tanto porque vos dijiste que ibas a castigar a Nínive, y ahora te alegrás porque se convirtieron y reflexiona para adentro Jonás y dice: ya me parecía, que un Dios lleno de Misericordia no podía castigar a nadie, Dios Padre ve lo que piensa Jonás y le dice: Jonás, ¿cómo querés que destruya esta ciudad entera con todos los habitantes, y además 350 animales que hay aquí? ¿no?. Ahí termina la historia de Jonás pero la comparación de Jonás sirve para nosotros. Continúo con el Evangelio: pero no tendrán más señal que la señal de Jonás. Porque así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, el Hijo del hombre lo es para cada generación. Es decir, el Hijo de Dios, Jesucristo, es un ejemplo para esta generación, para cada uno de nosotros como señal, ¿qué es una señal?, algo que nos indica por donde seguir, entonces en este tiempo como en todos los tiempos también está la señal de Jesús que nos dice: por acá, bien. Hace una comparación aquí: la reina del Sur resucitará en el juicio junto con la gente de hoy y los acusará, porque ella vino desde los confines de la Tierra para escuchar la sabiduría de Salomón. La reina a que se refiere es la reina de Saba y Salomón es el rey del pueblo hebrero, que en el Antiguo Testamento hay una buena parte de él que se llaman los cánticos del Rey Salomón ¿verdad?. Entonces la reina Saba era una mujer de mucha sabiduría y va a visitar a Salomón, va a visitarlo para probarlo a ver qué quería este hombre y cuánto sabía y después le dice una serie de cosas pero no es el problema aquí la vida de Salomón y la reina de Saba sino lo que esto dice ¿no?. Dice: vino desde los confines de la Tierra para encontrar la sabiduría de Salomón, claro, venía desde muy lejos, para el mundo conocido había cruzado todo el mediterráneo para llegar a los lugares donde estaba ¿mmm?. Y aquí tienen ustedes mucho más que Salomón: los habitantes de Nínive resucitarán en el día del juicio junto con la gente de hoy y los acusarán, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí ustedes tienen mucho más que Jonás, sin embargo no se convierten” . Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Jesús entonces nos llama la atención, dice que esta generación es generación de gente mala, esto hace dos mil años que se lee y cada día se dijo siempre lo mismo, pensando que la generación en la cual uno está viviendo no era buena, ahora ¿qué es lo que sacamos en conclusión de acá?, porque dice: cuando resuciten los habitantes de Nínive, dice: los acusarán a ustedes y cuando ustedes resuciten con ellos los acusarán, ¿por qué?, esperaban un signo, lo tienen y no le creen, por eso dice Jesús: gente mala, que aunque vieran resucitar a un muerto no le creerían ¿eh?, bueno.

Es decir, el hombre siempre busca señales, un consejo, una palabra, un gesto, algo que nos lleve por el buen camino, en aquél entonces Jonás es mandado por Dios a predicar a los Ninivitas, después la reina de Saba compara que viene a buscar la sabiduría de Salomón ¿eh?, como si fueran signos ¿eh?, es decir gente que se destacaba en aquél momento ¿verdad?, ahora los ninivitas creyeron enseguida, Salomón y la reina de Saba entablaron amistad y mutuamente intercambiaro su sabiduría pero los hombres de hoy parece que tienen todos los signos sin embargo no creen en el Señor.

Ustedes dirán: ¿se refiere a nosotros?, no sé si notaron que al principio cantamos: tu eres el alfarero, entonces es posible que nosotros también seamos gente no tan buena y habrá que corregir muchas cosas, por eso justamente este Evangelio está en tiempo de Cuaresma.

Bueno, ¿qué sacamos de todo esto para nosotros, para nuestra vida, para nuestras cosas?, ¿hay signos, hay señales en nuestra vida?, ¿qué podemos hacer?, ¿hacia dónde dirigirnos?, ¿a quién consultar?, ¿qué tenemos para ver?, ¿qué cosas?, ¿no hay nada ni nadie que nos indique hacia dónde?. Está el Señor ahí que todos pueden ver, oír, que todos pueden leer sus Parábolas sin embargo muy pocos lo siguen, por eso estamos viviendo el tiempo de la Cuaresma para prepararnos para encontrar la señal del Hijo de Dios, Jesús, en todo este recorrido de los tiempos de Cuaresma hasta que llegue la Semana Santa donde tendremos todos los signos, el Hijo de Dios viviendo todas las injusticias de su tiempo muriendo en una cruz, pero resucitando. Es decir, todo el padecimiento, todo el dolor pero coronado por la resurrección, la vida, la luz, la esperanza, todo.

Entonces, es fácil sacar conclusión de esta hermosa página del Evangelio pensando: ¿qué signos estoy recibiendo yo para construir mi vida, para volver a empezar, ¿qué signo estoy recibiendo?, la palabra signo quiere decir lo que está indicando, si uno ve una luz verde quiere decir: podes cruzar, nadie te pisa, si ve luz roja dice: no, porque alguien te va a pisar, eso es un signo ¿verdad?, si hay humo es signo de que hay fuego ¿eh?, bueno, entonces en este caso el signo sería algo que nos indique lo que hay, entonces en la Cuaresma a través de todo lo que va pasando se van viendo signos para saber cómo hacer para encaminarnos. Por eso dijimos: tu eres el alfarero, rompé mi copa, rompé mi vida y hacela de nuevo si es necesario, no sea cosa que pase esta generación y uno no se haya avivado lo suficiente como para cambiar, mejorar el camino. Porque normalmente todos creemos que estamos muy bien orientados pero nos pasa eso a veces ¿eh?, perdonen que tome agua mientras ustedes no pueden, perdonen ¿eh?, bueno.

¿Qué signos buscamos para orientar nuestra vida?, al principio dijimos algo, por ejemplo de que el dolor, el sufrimiento y todas las cosas que nos suceden en la vida nos están apenando, llamando para que nosotros pensemos: ¿qué es lo que pasa?, ¿por qué el sufrimiento?, ¿por qué mueren los niños inocentes?, ¿por qué los accidentes?, ¿por qué esto?, ¿por qué lo otro? ¿verdad?, y podemos dar una explicación diciendo: bueno, pero si un niño murió es porque alguien andaba muy fuerte, si un accidente por tal cosa, es decir, uno juega siempre con la libertad del hombre, el hombre hizo mano sobre su libertad entonces la vida misma, pero de lo que no somos capaces nosotros de hacer es asumir nuestros dolores, mientras el dolor es de los otros ningún problema: y calmate, esto ya va a pasar, las cosas no son tan difíciles, mirá esto, está bien, pero cuando nos toca a nosotros nos preguntamos: ¿y esto qué?, Señor, no puede ser, yo siempre fui un buen tipo, una buena gente, cómo es posible, este dolor, por qué a mí, ¿quién de ustedes no lo dijo alguna vez?, ¿por qué a mí?, ¿por qué el cáncer a mí?, ¿por qué las hemorroides?, ¿por qué el juanete?, ¿por qué el callo?, ¿por qué la pierna con problemas?, ¿por qué a mí?, este dolor es insoportable, Señor, ¿este es el mundo tuyo?, no, así no, estamos haciendo lo mismo que hizo Jonás cuando el Señor lo manda a predicar a Nínive, se va por otro camino.

Y nosotros ¿qué conclusión sacamos en cuanto a nuestros dolores?, cuando algo nos duele o vamos del médico o vamos de un consejero o vamos del psicólogo o del psiquiatra para poner fin a nuestros dolores, esos dolores pueden ser físicos, puede ser espirituales, pueden ser psíquicos y a veces nos va muy bien porque el dolor se pasa ¿verdad?, pero cuando no se pasa ¿cómo lo asumimos al dolor?, ¿sabemos sufrir nosotros?, no, no sabemos, porque ni siquiera un dolor de muela sabemos sufrir. El hombre aprende un montón de cosas pero no aprende a sufrir, entonces le dice al Señor: ¿por qué esto no? ¿mmm?.

Cuento algo mío, estaba yo en terapia intensiva y había una serie de problemas, bueno no viene al caso qué tipo de problemas, y yo me ponía medio violento por dentro ¿no?, porque decía: pero ¿para qué?, ¿por qué estos problemas tienen que pasarme si no había necesidad?, estoy aquí, protegido en una terapia, en una unidad coronaria, etc., y por las noches, con todo el amor del mundo sentía la mano del Señor y de su Mamá, la Virgen que me acariciaban la frente y me decían: paciencia, tené paciencia, tené paciencia, por ahí se me ocurría decir: pero, no, no, ningún pero, tené paciencia, esto pasa ¿eh?.

Y por más que uno quiera pero no tiene la paciencia para soportar esas cruces momentáneas, del momento, que tenemos que vivir ¿mmm?, por eso les decía al comienzo: tenemos que ser nuestro propio cireneo, es decir, así como el cireneo ayudó a llevar la cruz a Jesús, así nosotros con nuestra buena voluntad, nuestro razonamiento, nuestro corazón siempre ardiente de fervor hacia el Señor tendremos que decir: Señor ¿qué me estás queriendo decir con este sufrimiento que tengo?, pero yo soy creado a tu imagen y semejanza Señor y vos no hiciste las cosas mal, ¿por qué tengo que sufrir tanto?, ¿qué es lo que pasa? ¿eh?, decime Señor, explicame.

Entonces el Señor dirá con todo el amor que Él tiene:

Dice Jesús:

Mi querido, vivir en la Tierra no es fácil, ustedes mismos, los hombres bautizaron a la tierra como un valle de lágrimas, es decir donde se llora siempre, pero Mis queridos, ustedes han convertido la Tierra en un valle de lágrimas, no Yo ni Mi Papá cuando creó todo, al séptimo día Mi Papá miró todo lo que había hecho y vio que todo estaba bien, en orden, todo en su lugar, pero el hombre usó mal su libertad y fue haciendo todas las cosas peor de lo que se puede uno creer y desorganizó el mundo tan ordenado como lo había hecho Mi Papá.

Nadie Mis queridos le prometió a ningún hombre que la vida sobre la Tierra iba a ser siempre un jardín de rosas, no, ¿o acaso no decían ya los antiguos: lucha es la vida del hombre sobre la Tierra, un continuo luchar y luchar, ¿para qué?, para ser cada día más hombre, con todas las cualidades que debe tener un hombre cuando es persona, que siempre lo es, con todos los atributos que tiene una persona.

Ustedes han transformado la Tierra en un valle de lágrimas y me preguntan a Mí: ¿qué es lo que pasa Señor?.

En el Evangelio de hoy les digo con toda claridad: ¿no tienen suficientes signos para creer que hay un ordenador de todo?, ¿no tienen suficientes signos para saber que la salud perdida puede encontrarse, que la paz que no está puede poseerse, que la felicidad hace mucho que pasó de largo, puede recuperarse?, todo es posible, pero como cantaron al comienzo: rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe… (se dio vuelta la cinta) ….

Hoy les digo lo siguiente, tengan paciencia, pregúntense: por qué sufren, traten de ayudarse unos a otros para llevar mejor la cruz, tal vez miren televisión para entretenerse, no es justamente ese el sentido de entre tenerse, que quiere decir: tenerse entre todos, tenerse juntos.

Entonces, Mis queridos, hay que luchar para que la cruz sea lo más liviana posible, pero hay que asumir también el dolor, ¿creen ustedes que no he padecido sobre la Tierra tanto tiempo?, y soy el Hijo de Dios, sin embargo cuánto no tuve que padecer, ¿no es un signo, haber derramado Mi sangre para que descendiera sobre ustedes y les diera la vida en abundancia?, ¿no he muerto en la cruz sin pedir ni esperar nada?, ¿no he muerto en la cruz?, y que por algunas comodidades de algunos Evangelistas no habían puesto ni a Mi Madre mirándome ni a las amigas de Mi Mamá mirándome ni a Juan, el que amé y amo tanto.

Mis queridos, no me digan a Mí que están sufriendo mucho, no me pregunten a Mí: ¿por qué mueren los niños?, ¿por qué hay tantas desgracias en el mundo?, pregúntense mejor: ¿qué hemos hecho con nuestra libertad?, ¿qué hicimos los hombres con ese orden que Mi Papá puso en todos las cosas?. Cuando Yo vine hace 14 años el 10 de Marzo, 14 Mis queridos, toda una vida, dije en las primeras Revelaciones: vengo para hacer todo nuevo, en la Tierra y en el Cielo.

Creo que les he dado muchos signos, ¿quieren más todavía?, ¿tendrán que repetir la historia del Evangelio de hoy, de Jonás, que se va al desierto, es tirado al mar y todo por no seguir la palabra?, ¿qué signos necesitan para creer que Yo soy la Resurrección y la Vida, que si creen en Mí tendrán la vida en abundancia?, ¿qué signo más necesitan para saber que habito en este lugar?, ¿o no ven los milagros diarios?, ¿no ven como llueven las Gracias?, ¿no ven como ante cada pedido Mi Misericordia se derrama sobre todo para hacer todo nuevo?, ¿hacen falta más signos?.

Cuando en el comienzo del Evangelio de hoy dice: esta generación tiene gente mala, digo en general, ustedes Mis queridos son buena gente, pero como todos necesitan siempre volver a empezar todos los días, ¿no se les dijo aquí hasta el cansancio que habría que repetir en cada uno y cada uno por cada día que tiene que pasar las mismas palabras que dijo Mi Mamá cuando el Ángel le anunció de Mi Nacimiento?: “he aquí la Sierva del Señor, hágase en Mí según tu palabra”.

Mis queridos, si empezaran el día diciendo eso, verían con claridad cómo los dolores disminuyen, las enfermedades se sanan, los problemas desaparecen, la vida empieza a ser armonía, los hombres comienzan a entenderse y a entre tenerse, tenerse juntos, ¿no tienen montones de seres humanos cerca que tal vez padecen lo mismo que padecen ustedes?, porque no se entre tienen todos y tal vez no por mucho tiempo, porque después de cada tiempo viene otro y así como hoy están los nubarrones de la enfermedad o del dolor, mañana está el sol radiante de la alegría y de la plenitud de vida.

¿Quieren más signos Mis queridos?, ¿no tienen suficiente ya?, ¿no creen que sucede lo que Yo digo que caracteriza al cristiano?, no creen que se da plenamente aquello de que: los ciegos ven, los sordos oyen, los tullidos dejan de estarlo y la palabra del Señor, a pesar de toda la infinidad de guerras es predicada a todos los pobres y como pobres a los enfermos, ¿o encuentran en muchos lugares de la Tierra alguien que les hable a los enfermos?, ¿encuentran?, hay muchas soluciones paliativas, es decir para pasar el momento ¿no es cierto?, pero ¿solucionan los problemas?, no, tienen todos los signos.

Yo soy la Resurrección y la Vida quien cree en Mí no morirá, quien cree en Mí sacará de su cuerpo todas las enfermedades, todos los problemas, las familias estarán en armonía, los hombres dialogarán, las cosas se resolverán, los países podrán engrandecerse sobre bases humanas no otras bases como hasta ahora, están todos los signos Mis queridos, pero Yo estoy convencido también que la primer parte del Evangelio de hoy no les corresponde a ustedes porque no son gente mala, esa expresión está dicha hace dos mil años y tal vez alguien que no entendía tanto de Mi Misericordia, pero ¿acaso no saben que Mi Misericordia alcanza para todo y que Yo no considero que haya malos sino que cuando uno obra mal lo hace por ignorante, porque no entiende, por que está enfermo, por cincuenta cosas, entonces no tomen al pie de la letra la primera expresión del Evangelio porque fue escrito allá en el tiempo, tal vez para aquella gente pero no para ustedes.

Tengan en cuenta que el mayor signo que puedo darles es el de Mi amor, es el de Mi Misericordia que hace 14 años dentro de unos días, faltan 6, vengo diciendo, diciendo y ofreciendo y dando y prometiendo y cumpliendo, ¿quieren algún otro signo?, ¿no tienen bastante ya?.

Habla Artemio:

En este día como todos los días a que alcance nuestra vida, humildemente te decimos Señor: hacenos dignos de estar en tu presencia, queremos servirte Señor, queremos que estés en nuestra vida, queremos que se produzca por fin el encuentro con vos Señor, porque vos dijiste hace un momento que traés la vida en abundancia y eso vinimos a buscar al Santuario la vida en abundancia, pero la vida como la entendés vos Señor, no como la entendemos nosotros porque a veces nos equivocamos y creemos que somos los mejores y no lo somos, porque en las cosas estas del Señor nada peor que creerse que uno un montón de cosas, lo fundamental es pensar que uno tiene que ser un siervo.

Ayudanos Jesús a vivir esta Cuaresma con toda la plenitud que vos queres que la vivamos para tener un domingo de Resurrección realmente feliz pero no solamente nosotros Señor ¿eh?, nosotros queremos que todos los hombres vivan lo mismo, queremos que a todos los hombres el sol salga para ellos para darles todo lo que necesitan para estar en paz, vivir feliz, criar su familia con alegría y pensar en sus hermanos que necesitan a veces lo esencial para vivir.

Que hermosos Señor es que vengas a nosotros y nos des todas estas cosas que nos das, hasta uno se siente un poco culpable de pedir con insistencia sabiendo de que vos lo conoces todo, lo das todo, lo pensaste todo, lo programaste todo y nosotros a lo mejor protestamos porque el dolor es muy fuerte, porque la vida está muy opaca, porque los hijos no hacen caso.

Yo quiero sentirte en mi corazón Señor hoy, cada uno diga lo mismo para sí: quiero sentirte Señor en mi corazón, vení, tengo tanta necesidad Señor, tanta necesidad de tu Luz, de tu amor, de tu confianza, tengo tanta necesidad Señor de poder confiar en alguien, porque vos viste como es Señor, vos lo decís en el Evangelio: pobre del hombre que confía en el hombre, entonces tenemos tanta necesidad de confiar Señor, tenemos tanta necesidad que vengas a nuestro corazón, no mañana, no pasado, hoy, ya.

Por eso, te sentimos tan cerca Jesús que te decimos, como decíamos al comienzo pero de otra forma, con tu presencia aquí: tan cerca de mí….

Y si está aquí digamos: cantemos al amor de los amores….

Si sos el Dios del amor cómo no nos vas a sanar, dale Señor, hacelo: sáname Señor con tu Espíritu….

Quiero sentir Señor el fuego de tu amor en mi corazón, Señor, mirá todos los que estamos en este lugar, las fotos que hemos traídos, los problemas que tenemos, las cosas que padecemos, todo lo que nos falta Señor, nos falta tantas cosas Señor, además de la salud, la felicidad pasó de largo como dijo el Señor y no se detuvo en nuestra casa, ¿por qué?, por qué tanto sufrimiento, injusticias, negaciones, una vida difíci

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