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Mensaje del 06 de Septiembre de 2002

Hoy vamos a dar vueltas las cosas, Yo te voy a preguntar, Mi amado Hijo Artemio: ¿que pensás de estos casi ocho años de Revelaciones?.

Mensaje del 06 de Septiembre de 2002

Dice Jesús:

Hoy vamos a dar vueltas las cosas, Yo te voy a preguntar, Mi amado Hijo Artemio: ¿que pensás de estos casi ocho años de Revelaciones?.

Habla Artemio:

Pienso Señor que yo soy el ser más afortunado de la Tierra porque vos me elegiste para tomar mi voz y hablarles a los hombres de este tiempo y de todos los tiempos. Por eso Señor te doy gracias y te daré gracias hasta el último día a que alcance mi vida.

Dice Jesús:

Si, pero detrás de todo esto Mi querido, hay toda una vida de sufrimientos y de preparación para esto.

Habla Artemio:

Señor yo volvería a sufrir lo que sufrí y mucho más, con tal de tener el privilegio de que uses mi voz para hablarles a los hombres.

Dice Jesús:

Pero qué pensas Mi querido, de que los hombres son tal lerdos para escuchar los mensajes del Señor.

Habla Artemio:

Mira Jesús yo…, yo pienso lo siguiente que cada uno le va en la vida de una forma y vos sabes Señor que si algo viene desde lejos o del extremo de la Tierra tal vez es más escuchado que quien…, si quien lo dice vive a la vuelta de la esquina, o a pocas cuadras, o en el mismo pueblo, o provincia o país. Eso es histórico Señor y me tiene totalmente sin cuidado. Porque yo sé que todas las almas de bien escuchan todas estas cosas y sino las leen directamente ni por internet pero las intuyen, porque las personas en general, no lo dan mucho a entender pero en el fondo reconocen que hay cierta excelencia en el prójimo. Estoy usando palabras duras Señor.

Dice Jesús:

Si Mi querido, pero, ¿no es demasiado grande el precio que vos tenés que pagar por todo esto?.

Habla Artemio:

Señor yo no lo siento así, para nada. Yo creo que y estoy convencido, que las cosas se van dando de una manera y de una forma en que uno termina por acostumbrarse a todo, incluso, perdonáme, pero uno termina también acostumbrándose a esperarte todos los días a Vos y a tu Mamá. Uno se acostumbra a que le visites diariamente, interrumpas los trabajos, llames con urgencia porque tenés que decir algo. Es decir, uno arma la vida en base a lo que vos querés.

Dice Jesús:

Y Yo sé que no me vas a contestar pero, ¿vos crees que esto contribuye a tu Santidad, a que el día de mañana puedan incluso hasta venerarte?.

Habla Artemio:

Mira Señor, si yo razono fríamente veo que normalmente a las personas que vos les hablás después las toman en cuenta sobre todo después que mueren y entonces empiezan a hablar muy bien de ellas. Ahora yo eso no lo sentí nunca ni me preocupa tampoco. Yo me siento feliz Señor cuando veo que Tu palabra puede llegar hasta donde Vos querés que llegue.

Dice Jesús:

¿Y estas realmente, pero realmente, compenetrado de todo lo que esto representa?.

Habla Artemio:

No Señor, para nada, en absoluto. Para mi esto representa, por mi cortísimo alcance tal vez uno en un millón, y ni tampoco, de lo que realmente es. Y muchas veces Señor vos me sorprendes con cada cosa que mucho más aún me hace creer que tal vez este viviendo como un sueño donde uno es el protagonista pero, en el fondo, no Señor. No.

Dice Jesús:

Si tuvieras que pedirme algo Mi querido gusanito, ¿que me pedirías en este momento?.

Habla Artemio:

En este momento te pediría, que aquellos que aún no están convertidos y no quieren escuchar tu palabra se conviertan.

Dice Jesús:

Pues bien, si ese es tu pedido, dalo por hecho. Pero no exageremos tampoco en la cuestión esta porque las personas son lerdas para decir que si o dar la razón. Entonces hay que tenerles paciencia, hay que decir las cosas como cuando cae la tarde y se borra la figura del que las dice. Creo que todo eso lo has entendido demasiado bien a través del tiempo. Pero quisiera…, quisiera preguntarte: ¿vos estás realmente convencido que todas las palabras que Mi Madre y Yo hemos dicho aquí, en nada se oponen a la Ortodoxia Cristiana en ningún aspecto?

Habla Artemio:

Mira Señor, yo te digo esto. Puede que a lo mejor en la forma de redactar, de decir las cosas puede traspapelarse alguna palabra o bien no entenderse realmente, pero en todo el espíritu que rodea a esto, no he visto en vos la intención de borrar nada de lo que está escrito, al contrario, afianzarlo, agrandarlo, adaptarlo a los tiempos que corren.

Dice Jesús:

Si, pero algunos especialistas pueden creer que en todo esto hay mucho de cosas armadas, de intereses creados y muchas cosas más.

Habla Artemio:

Mira Señor, si hay algo en que no se puede pensar en intereses creados, es en esto. Si hay algo en que se quiere ser realmente fiel a la Iglesia es esto. Yo no te discuto Señor, Vos tenés palabras a veces fuertes conmigo o con cualquiera que forma parte de la Iglesia; pero yo acepto todo eso como las palabras de un Padre amoroso que le dice a su hijo qué debe hacer, cómo debe hacerlo, cuándo debe hacerlo. Es decir creo más Señor, creo que la extensión de tus palabras, lo largo de todos tus…, de tus revelaciones tiene un propósito que yo no alcancé a dilucidar todavía y no quiero ponerme a hacerlo.

Dice Jesús:

¿A que propósito te referís?.

Habla Artemio:

No sé exactamente Señor pero son muchas las hojas impresas, los cassette grabados y los mensajes dados. Y esto no ha ocurrido normalmente dentro de la Santa Madre Iglesia.

Dice Jesús:

Ahora, ¿por qué quieren quitarme a Mi, a Mi Madre, bueno digamos la Divina Providencia, quieren quitarme creatividad?. ¿Por qué las apariciones y los mensajes deben ser siempre cortitos y con la precaución de no tocar nunca a nadie?. Nooo. Por eso vos Mi querido tenes la ventaja de ser un seglar más allá si te creen o no es problema de ellos, pero las palabras dichas, están dichas por Mi. Y pasarán un día, dos, diez o mucho tiempo y se tendrán en cuenta. Yo te lo puedo asegurar, porque sino no las diría.

¿Acaso vos pensaste que el Hijo de Dios y Dios mismo puede perder el tiempo y hacer perder el tiempo a tanta gente en tantas cosas?, no ¿verdad?, pues bien. Estoy leyendo tus pensamientos Mi querido y veo que ves lejano el campo, las instalaciones, todo; querés contabilizar tus años y la obra y parecería que estamos escasos de tiempo, mirá Mi querido, Yo te digo esto: cuando es el Señor es el que construye, sea lo que sea, los tiempos son relativos al Señor. Tal vez en un día se haga más que en diez mil días y tal vez en diez mil días se haga mucho menos que en un día. Porque es importante que no humanicen las cosas razonándolas de una manera trivial y hasta poco seria diría Yo. Porque, cuando los que planean, planifican o construyen son los hombres con ideas de los hombres y proyectos de los hombres es una cosa; pero cuando Dios esta en medio todo adquiere una fisonomía diferente. No se confunda nadie. No se confunda.

Habla Artemio:

Señor pero, vos viste que por boca de nuestros amados padres los Obispos hay una tendencia, en algunos, a pensar que las últimas Revelaciones fueron las de Fátima y allí terminarían las Revelaciones. Que en adelante la Virgen y Vos harían las cosas por caminos naturales.

Dice Jesús:

La mente humana Mi querido siempre es chiquitita. ¿Cómo pueden pensar que de repente entrando al Tercer milenio, Yo Jesús el Hijo de Dios y Dios mismo, no puedo dar una serie de mensajes para decir con palabras actuales muchos temas que fueron dichos con palabras que ya no tienen contenido, o muy poco?. Es decir, Yo quiero que ustedes entiendan una cosa, si Yo pienso en los grandes doctores de la Iglesia, si Yo pienso en los grandes personajes que fueron armando todo un andamiaje me parece magnífico, pero también me parece que no se les ofende a ellos cuando uno dice cosas que si bien las había visto en ese momento después de muchos Siglos tiene que referirse a las mismas con palabras diferentes. ¿Quién puede dudar que Yo amo tiernamente a Mi Hijo Santo Tomás de Aquino?. ¿Quién puede ignorar que Yo amo también tremendamente a San Agustín de Hipona?. Sin embargo, entre los seguidores del Aquinate y lo seguidores de San Agustín a lo largo de la historia nunca se han puesto totalmente de acuerdo en montones de temas. Yo observo todo eso y sonrío porque a veces están diciendo las mismas cosas con distintas palabras, o uno se adelanta un poco y el otro dice que no esta bien, etc. Pero que nadie crea que porque en el Tercer Milenio se habla un vocabulario, un idioma, un lenguaje y conceptos cargados de contenidos determinados, ¿mmm?, pensando incluso toda la evolución de cultura a través del tiempo, de que alguna palabra no coincida e incluso algún concepto puede ser sino cuestionado por lo menos dicho de otra forma.

Entonces hay que ser lo suficientemente abierto para aceptar, repito, que la Providencia tiene una enorme creatividad. Pero escuchen Mis queridos, quién puso en orden los astros y las galaxias, quién ordeno todas las cosas, quién imaginó y llevó a cabo tantas maravillas, ¿se le puede poner de alguna manera algún freno o impedimento para que diga cosas en este momento que parezcan mucho más originales que un Siglo dos o diez Siglos atrás?. ¿Qué pensarían muchos si Yo hablara con palabras iguales a doce Siglos, o quince Siglos atrás?. Ya sé que la verdad es una y que la verdad se ve pero corre tanta agua debajo del puente. Es decir pasa tanto tiempo y los hombres evolucionan culturalmente que hay que responderle a los hombres con palabras que ellos puedan entender en este tiempo.

Habla Artemio:

Si Señor yo no te discuto todo esto, para nada. Pero, estoy totalmente de acuerdo con vos, pero me parece que muchos están como queriendo decir, bueno pero si ya está el Evangelio, y si ya está... se hace una pausa o interrumpe la grabación.

Dice Jesús:

Sigue la grabación ……y Yo trato de entenderlos, porque más que otra cosa siento compasión por ellos, es decir siento junto a ellos. Pero, también les digo que tienen que ser lo suficientemente abiertos, tiene que ser lo suficientemente creativos como para no repetir una cosa siempre igual a través del tiempo, y el tiempo, y el tiempo. Vuelvo a lo de antes , la verdad es una , no cambia pero cambian las formas en que se expresa la verdad; y el hombre que vive en el Tercer Milenio quiere palabras adecuadas a estos tiempos, entonces depende de la Providencia de acercarles respuestas que condicen con sus preocupaciones habituales. Sería una pena muy grande si se respondiera con palabras del Siglo XVIII, o XII, o X , a quién busca expresiones del Siglo XXI. La misma verdad.

Ahora por otra parte un pequeño reproche, pequeñisimo. Sí es cierto, que en la Sagrada Escritura esta contenido todo. Pero ya ¿cuántas veces lo dije Yo en las Revelaciones esto?, la parábola del Buen Samaritano por ejemplo, ¿no necesita que todos los días se la vuelva a repetir para encontrarles nuevas connotaciones a cada una de las expresiones de eso?. Sin embargo, no. Y muchos hay que a veces se apartan de los temas porque no quieren enfrentar esa realidad tan grande de reconocer que a pesar de dos mil años la parábola del Buen Samaritano tiene que ser dicha de nuevo, porque son tan pocos los que la han escuchado. Digo esto como puedo decir lo que otras veces dije, la parábola del Hijo pródigo, el que está…..- finaliza el lado A y continúa el lado B - No puede entender nunca las palabras del Padre cuando dice por ejemplo: le dice al hijo: que él había estado siempre a su lado, déjame alegrar con la alegría de este reencuentro. Muchos incluso hoy en esto tiempos, ¿qué quisieran?, quisieran que el Padre aplicara con el hijo, ¿mmm? castigos atroces, pero no. "Déjame alegrar con este reencuentro. Porque un hijo estaba perdido y ha regresado"; el que sigue la ley así en forma tajante seguramente no hubiera hecho lo que hizo el Padre con el Hijo Pródigo, con el hijo que regresó. Se hubiera desquitado, no hubiera hecho fiestas, lo hubiera puesto en penitencia, lo hubiera privado de montones de cosas, y pero cientos, cientos de cosas más. Entonces muchos, incluso hoy, disfrutarían del castigo que le daría el Padre del Hijo Pródigo. ¿Por qué?. Porque todavía no entendieron. Muchos se creen muy sabios en todo lo que sea Cristianismo, pero tienen que aprender todos los días de nuevo. Porque las palabras de vida que Yo he pronunciado todos los días tienen connotaciones nuevas, no porque cambie la verdad, sino que hay formas distintas de decirla y además y además Yo he sido muy claro cuando dije: si antes te dijeron tal cosa, pero Yo te digo esta otra, ¿mmm?. No para echar por tierra la ley sino para hacerla más grande y creativa.

Ya vamos a seguir hablando de todas estas cosas, por hoy es suficiente. Den gracias a Dios por estar vivos, en paz. Sigan rezando mucho que el Señor está con ustedes siempre y la Madre disfruta en tenerlos en su regazo.

Amén.

Mensaje del 07 de Septiembre de 2002

Habla Artemio:

Continuo conversando a las 04:15 ya del día sábado 07 de Septiembre.

Se hace una pausa....

Esta es la hora en que muchos del grupo de oración se levantan a orar por todo, por las ánimas y por todos los que tengan necesidades. Este diálogo continúa así:

Dice Jesús:

Mi querido, ¿estás feliz dentro de la Santa Madre Iglesia Católica?. ¿Te sentís feliz dentro de ella?.

Habla Artemio:

Si Señor, yo me siento muy feliz dentro de la Santa Madre Iglesia. Eso no quita que a veces pueda cuestionar algunas cosas, pero no, no son de critica de alguna forma dañina, sino porque al sentirme miembro de la Iglesia yo quiero que ella esté siempre a la altura de su esencia. Entonces, Señor tenelo vos y todos los hombres que escuchan, tenelo siempre en cuenta. Todas aquellas palabras que se dicen llevan la finalidad de aportar alguna palabra para corregir aspectos de la vida diaria de muchos de los que integran la Santa Madre Iglesia Católica para que su conducta sea de alguna forma ejemplar y no tenga que reprochársele nada. Esto en el sentido en que cuando uno pertenece a alguien uno quiere que hablen bien de ese alguien por razones obvias. Entonces si aparece por allí alguna palabra que parece un poco dura, o no dura sino demasiado crítica, es propio de querer ver que las cosas vayan bien.

Dice Jesús:

Si por supuesto que en todas nuestras conversaciones íntimas vos me has manifestado tus preocupaciones por ciertas acciones, conductas de mucha gente. Y te digo más, vos dentro de este recinto te sentís plenamente feliz porque aquí reina absoluta libertad para todo. Mientras que en los retiros, en las charlas, en los seminarios, en todas las cosas que vos frecuentaste mucho y mucho tiempo en muchos lugares, parecería que hay como una censura permanente y en otros una autocensura permanente. Pero, olvidan que el Espíritu Santo es la libertad por antonomasia, es decir, la posibilidad de la persona de manifestarse en totalidad.

Entonces cuando se hablan muchas cosas es posible que alguna de ellas no esté tan dentro de la Ortodoxia, pero Yo vuelvo a preguntarme lo que me pregunto siempre, ¿por qué tanta ortodoxia en las palabras y no en las acciones?; porque vos has tenido oportunidad mil veces de ver como aquellos que defienden las cosas que Yo dije o sus interpretaciones de las cosas que Yo dije, pero lo hacen con una soberbia, con un orgullo, hablan desde una altura que hasta parece inaccesible para aquel que esta en el llano. Ahora, Yo estoy en el llano siempre, no necesito palabras altisonantes ni nada por el estilo para que se vea mi estatura, ni para que se vea mi autoridad. Quiero decir esto, cuando alguien habla con autoridad si lo hace a través de un tono soberbio, de orgullo, y hasta chocante, entonces todo eso huele a falso ¿por qué?, porque el ser humano puede decirte que te ama pero hacerlo con un tono, un rostro, una actitud y un porte que lo que menos hace es amarte. Entonces, cuando por ahí me ven que Yo digo algo me refiero justamente a todos aquellos que por que ostentan poder o tienen prioridad sobre los otros, o pueden de alguna forma exigirles obediencia, entonces hacen un papel, es decir representan un rol pero tan desagradable que quien conversa con ellos seguramente dice por dentro: este a mi no me pesca más, para dialogar, para conversar, para lo que sea.

Es decir, me refiero a las formas, porque uno puede expresar las verdades más hermosas, más santas, pero si lo hace en un tono hiriente, soberbio, sobrador, altanero, grandilocuente, entonces el pobre que escucha dice: esto no es para mi, que pase. Y ese es Mi drama de todos los días, ¿por qué?, porque Yo vine para darles sosiego, paz, darle lo que necesita a los que menos pueden, menos saben, menos pueden resolver sus problemas, es decir todo aquel que necesita realmente una sanación de su ser o una palabra que lo haga seguir como quien dice tirando el carro de la vida. Y si escucha palabras resecas, dichas en un tono, entonces queda dentro de la persona una desazón, queda una impotencia, queda el sentimiento claro de que no esta escuchando al Jesús de la Misericordia hablar, sino que esta escuchando un pretendido funcionario que administra Mis cosas, pero las administra de una forma que no convence a nadie.

Por eso siempre que ustedes en mis palabras huelan a críticas, en general son todas referidas a temas humanos de aquellas personas que pudiendo ser la panacea del refugio, el cobertizo, el lugar para estar, el hogar para decir una palabra y que sea entendida, que pueda expresar sus cuitas, dónde prefiere que alguien le escuche en silencio, pero no que este allí con ojos inquisidores para en la próxima palabra, o en la próxima frase caer sobre él y prohibirle todo. ¿Prohibirle qué?, bien decías vos Artemio que no hace mucho escuchaste una Homilía de un Santuario muy famoso que hay aquí en la Argentina, ¿quienes eran los que estaban escuchando?, miles personas y la mayoría de ellas venían a ver a Mi Mamá como lo hacen tres o cuatro veces por año, esas personas que forman familias pero tienen trece o catorce hijos para criar tres o cuatro porque el resto se le muere por enfermedades o por hambre. Entonces todos esos hombres que bajaban de los montes y de las sierras, de la precordillera; qué podían entender de la palabras del pastor que justamente en esa tarde, cuando estaban todos ahí, les hablaba de concubinato, de amores prohibidos, de pecado y pecados y pecados..., como…, digan que muchos de ellos no entienden muchas palabras, entonces creen que se les esta hablando muy bien pero, los que logran entender, dicen: pero para mi no hay salida, no hay salvación, porque yo estoy totalmente en la ilegalidad, a mi no me contempla nadie, no me tiene en cuenta nadie, nadie nada. Y esos son los condenados en la Tierra por eso Yo vine, pero no a legalizar los concubinatos ni a aceptar el vale todo, nooo, sino para poderle hablar Yo a un hombre de legalizar su situación, etc, primero tengo que darle a ese hombre ciertas, o ciertos elementos fundamentales para que pueda vivir de acuerdo a la dignidad esencial de la persona humana. ¿Cómo puedo pedirle algo a quien ni siquiera tiene lo más elemental dentro de su hogar para vivir? y por otra parte tienen que caminar dos kilómetros, o tres, o cuarto para poder traer un pequeño balde de agua que apenas usan para tomar, no pensemos en bañarnos o lavarnos o lo que sea.

Entonces, Yo quiero que Mis hijos entiendan todas estas cosas. Yo quiero que Mis hijos no perturben la vida de aquellos pobrecitos que en el fondo son más limpios y santos que cualquiera. Porque si a Mi se me dieron oportunidades para montones de cosas pude aprovecharlas o no, pero en todo caso no puedo argumentar; pero a quien no se le dio nada nunca, entonces no hace falta que argumente porque su misma vida es un argumento constante, permanente, cotidiano para ver hasta que punto el sol nunca ha salido para ellos. Y sin embargo se aferran con dulzura y dos o tres veces por año bajan para ver a la Madre, para mostrarle los hijos que pudieron criar porque los otros murieron, murieron de hambre, murieron por falta de atención médica, murieron por falta de medicamentos, murieron por…, por todo una estructura social donde para ellos no hubo ni habrá, al menos por un tiempo largo, ninguna posibilidad de estar integrando un nivel donde se puedan hablar estas cosas. Pero no se dan una idea cuanto me gustaría a Mi de que Mis hijos pudieran... .

Se terminó el cassette.......

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