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Mensaje del 07 de Octubre de 2008

El hombre tiene un afán desmedido por amontonar cualquier cosa pero amontonar ¿para qué?, ¿para quién?, ¿no será posible de vivir con la sencillez del capullo que se abre, de la gotita de rocío que tiembla sobre la hoja?, ¿no es posible tener la transparencias del agua viva, que es agua pero que al verla, desde el ángulo del Señor se vuelve agua viva?.

Mensaje del 07 de Octubre de 2008

Habla Artemio:

07 de Octubre.

Dice San Francisco de Asís:


Me acuerdo cuando me visitaste, que yo te recibí en mi pequeño lugar, yo te recibí allí y vos no entendiste muchas cosas, ocurre que vivimos en mundos tan distintos pero tan distintos, que yo me acuerdo cuando tomé…, yo me acuerdo cuando tomé tus cuadernos de espirales y lo miraba, lo mismo la lapicera, estaba todo como perdido en el tiempo y era todavía yo un simple monje… (se dio vuelta la cinta)…, la Providencia te permitió visitarme antes de que yo terminara la vida sobre la Tierra y yo te decía muchas cosas y vos tenías cierta resistencia porque te parecía que mi vida tenía que ser un poquito mejor cuando mojaba el dedo en la saliva y sacaba miguitas de pan y vos me decías: ¿por qué padre?, por qué, si usted comiendo un poco mejor estaría muy bien, claro, vos no entendías que más allá de las miguitas que sacaba del pan con mi propia saliva tenía todo un sustento del Señor, porque aquello que comía no alcanzaba para alimentarme pero el Señor me alimentaba, mi fe, mis creencias en todo, eran tan grandes y hacía posible eso, pero no se entiende la vida de los místicos y cuando se opina resultan equívocos, más o menos aceptables pero a medias.

Pero dejemos los recuerdos y este momento que el Señor me permite hablarle a todos los hombres, este momento vuelvo a decir: hermanos, acompáñenme, quiero dar un paseo por la humanidad, quiero regalar en todos aquellos que tienen hambre y sed de justicia y también en aquellos que les falta el pan cotidiano. Quiero entrar en el mundo de todos los miserables que viven en un estado deplorable por causa de los demás hombres, que pena que todavía suscita la esclavitud, que pena que todavía no hayan podido entender el valor de una flor, la magnificencia de una noche de luna, la grandeza de un sol que sale para todos pero que muy pocos reciben su luz.

Quiero ir, quiero ir hacia tantos lugares, pasearme por esta humanidad que no encuentra el lugar para salir de su atolladero y todo es tan simple mis queridos, como el Señor les dijo: miren las aves del campo que ni siembran ni ciegan, sin embargo el Señor las alimenta. El hombre tiene un afán desmedido por amontonar cualquier cosa pero amontonar ¿para qué?, ¿para quién?, ¿no será posible de vivir con la sencillez del capullo que se abre, de la gotita de rocío que tiembla sobre la hoja?, ¿no es posible tener la transparencias del agua viva, que es agua pero que al verla, desde el ángulo del Señor se vuelve agua viva?.

Mis queridos, humanidad doliente, humanidad que sufre pero cómo habrá que decir que hay necesidad de ablandar el corazón, cuánta necesidad hay de decir que aquellos que me siguen están tan lejos, están tan lejos de vivir como el Señor enseñó.

Los invito a todos a amar las plantas y los animales porque sino están cavando vuestra propia tumba, no puede ser que por amontonar un poquito más estén dilapidando la obra del Señor que siempre fue perfecta pero los hombres la están trastornando.

Hermana piedra, hermana tierra, hermano pasto, hermanas hojas, levanten la voz con un coro gigante y extraño que anuncie para el alma un día diferente, una vida hecha sobre otros principios.

Sí mis queridos, únanse a las cosas, únanse a la madre tierra, a la madre naturaleza y entonen alabanzas al Señor, saboreen el olor del pasto después de la lluvia y la tierra removida esperando la mano cargada de granos, únanse a eso y empezarán a entender por dónde está la verdad. Algunos pensarán, algunos que entienden: ya no queda tiempo, siempre queda tiempo, porque diariamente el Señor está creando y recreando de nuevo todas las cosas.

Paz y bien para todos los hombres, paz y bien a todos los hombres del planeta.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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