Arriba los corazones Mis queridos, han nacido en este tiempo, porque el hombre es un ser que está situado en un lugar y fechado en el tiempo, eso no quiere decir que no traiga sobre sí y dentro todo lo que vivió, su familia, sus ancestros en general, pero a pesar de la libertad tan condicionada es necesario alinear la vida dentro del amor, porque en primera y última instancia, si nos ponemos a ver el problema siempre es la falta de amor que directamente hace tanto daño. Mensaje del 01 de Octubre de 2008

Habla Artemio:

01 de Octubre.

Dice Nuestra Madre, la Virgen:

Mirando el corazón de los hombres veo que a pesar de sus sonrisas, su cara de circunstancia pero noto que hay una profunda tristeza, ¿por qué Mis queridos?, es cierto, como siempre decimos: en la vida va de una manera, pero cuando uno va despertando a las verdades esenciales, que incluso se corporizan delante de todos. Ya sé, tal vez haya cierto reparo en esto pero hay que aprender a convivir no solo con nuestro dolor sino con el dolor de tantos, que de las más diversas formas están sufriendo o el presente o el presente mezclado con el pasado.

Arriba los corazones Mis queridos, han nacido en este tiempo, porque el hombre es un ser que está situado en un lugar y fechado en el tiempo, eso no quiere decir que no traiga sobre sí y dentro todo lo que vivió, su familia, sus ancestros en general, pero a pesar de la libertad tan condicionada es necesario alinear la vida dentro del amor, porque en primera y última instancia, si nos ponemos a ver el problema siempre es la falta de amor que directamente hace tanto daño.

Los invito Mis queridos a vivir una vida donde lentamente todo se vaya alineando dentro del amor, con los hijos que no responden tal vez a nuestros deseos o nuestros ideales, a los padres que ven pasar el tiempo y el tiempo se les escapa de las manos trayendo la incertidumbre de lo que es, de lo que fue y lo que aún puede ser.

Levanten vuestros corazones, miren al Señor, mírenme a Mí, soy la Madre que está siempre invitándolos a descansar en su regazo. Nunca podría ser de otra manera.