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Oración del 23 de Abril de 2008

Entonces, no confundamos las cosas, no cambiemos de lugar los problemas, el Señor es el que pasa sanando y en la medida en que cada uno se abra a su palabra entonces sanará o no, ahí está realmente lo que tenemos que tener en cuenta ¿eh?. Oración del 23 de Abril de 2008

Habla Artemio:

Buenas tardes.

Como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, Amén.

Entonces pensamos que vinimos de lejos, no tan lejos, más o menos cerca, más o menos lejos para darle gracias al Señor o pedirle por nuestra vida y por todo lo que nos hace falta, entonces si estamos en presencia del Señor pensemos que tenemos que estar alegres ¿no? a pesar de lo que nos pase ¿eh?, por eso le decimos simplemente así: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…. A ver de nuevo: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo….

Ahora vamos a pensar un poquito antes de decir la palabra del Señor, de estar lo suficientemente preparado para que la palabra de Él llegue nuestra vida y la transforme, nos traiga todo lo que nos hace falta, a ver, entonces quiere decir que entramos a un momento que ya no es como siempre, un momento donde los ruidos sobran, un momento donde las palabras hay que guardarlas para otra oportunidad, donde los chicos cuando a veces hacen ruido hay que sacarlos a pasear un poquito ¿mmm?. Les digo porque saben aquí todos los días desde hace trece años Jesús está, viene siempre, con su Mamá, viene aquí y yo he podido comprobar como cuando hablan, la Madre es como si, a veces quisiera pasar de largo en la persona que está hablando y yo entiendo, ella quiere darle la bendición, pero la persona está entretenida en otras cosas, así no, no se olviden, estamos en terreno Sagrado, no podemos pedirle a Dios nada cuando nuestra lengua no para de hablar ¿eh?. Entonces, yo no voy a hacer como hace el Padre Ignacio en Rosario que directamente cuando hablan dice: bueno, me voy y los deja a todos plantados, hasta ahora todavía el Señor no me ha dicho que haga eso pero les aviso por las dudas ¿vieron?, uno nunca sabe lo que puede el Señor a ultimo momento decirle ¿no?, pero sí que tomen conciencia de algo, estamos en lugar Sagrado, hemos venido aquí porque quién más, quién menos, salvo algunos curiosos pero quién más, quién menos, todos tienen algún problema y quien no los tiene a manifiesto los tiene latente ¿eh?, a veces uno quisiera hablar en forma personal con algunos de ustedes para decirle: mirá, tené en cuenta esto, lo otro porque hay muchas cosas en tu vida que no están bien, vas a tener que modificar esas cosas, por otras, por otras y pedir el auxilio a las personas que se dedican a las ciencias, los médicos que se dedican a eso para darnos lo que humanamente nos corresponde y más que eso, ya lo dirá el Señor, trabajando en planos diferentes, pero tener en cuenta eso. Ustedes dirán: no, a mí no me pasa nada, que yo sepa no hay ningún hombre ni yo mismo que no nos pase algo, siempre tenemos algún problema, alguna cosita, es propio de vivir en la Tierra, es propio de vivir entre todas las personas ¿eh?, bueno.

Entonces le vamos a pedir al Señor que envíe sobre nosotros al Espíritu Santo, si nosotros no hemos concurrido nunca a un Templo y no sabemos cómo se debe estar en un Templo el Espíritu Santo nos enseñe de cómo poder recibir su mensaje y su palabra, porque ustedes vienen desde todas partes, pero hasta hay gente de Brasil hoy aquí, entonces quiere decir que seamos muy respetuosos del silencio de las personas, porque si alguien vino de tan lejos, de cualquier punto de país y del exterior entonces quiere estar en una comunicación constante con el Señor, no le estropeemos la visita y la venida al Señor de todas estas personas, si no tenemos ganas de atender o nos cuesta esperar o lo que sea, nos vamos afuera y si no nos gusta nos vamos a casa ¿eh?, pero no hagamos las cosas mal, por los demás y por nosotros ¿eh?.

Bueno, muy bien, entonces atendiendo a que necesitamos tanto la presencia del Señor en nuestra vida, cuando vemos que una lámpara está empezando a alumbrar menos o quiere apagarse, pensamos: le hace falta aceite o kerosén o lo que sea, le hace falta aceite para seguir ardiendo, nosotros también a veces nos hace falta aceite, la gracia del Señor para seguir viviendo, dichosos aquellos que descubren que realmente la vida llega a uno cuando el Señor nos la da ¿eh?, entonces a ver, le vamos a pedir con el corazón, pero los hombres a veces no cantan, canten también los hombres che o que están tan sanos ¿eh?, o que estuvieran por cuánto tiempo digo yo no sabemos ¿eh?, entonces todos ¿eh?: pon aceite en mi lámpara Señor….

Y ahora pedimos la presencia del Espíritu Santo diciendo: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí…. Bueno, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén… (se escucha el llanto de un bebé). .., ese bebé por favor llévenlo que descanse un poco porque debe estar mal porque habla. El Evangelio de hoy miércoles 23 de Abril, como todos los miércoles veneramos a San José, el Padre Adoptivo de Jesús y también Patrono de la Iglesia Universal y también los Santos Jorge y Gerardo. El Evangelio de Juan, capítulo 15, 1-8, y 1-9, incluyendo el Evangelio de mañana. “Yo soy la vid verdadera y Mi Padre es el viñador. Si algunas de Mis ramas no produce frutos Él la corta. Y limpia toda rama que produce frutos para que de más. Ustedes ya están limpios, la palabra que les he dirigido los ha purificado, permanezcan en Mí y Yo permaneceré en ustedes. Como la rama no puede producir fruto por sí misma si no permanece en la planta; así también pueden ustedes producir fruto si no permanecen en Mí. Yo soy la vid y ustedes las ramas. Si alguien permanece en Mí y Yo en él, produce mucho fruto, pero sin Mí no pueden hacer nada. El que no permanece en Mí será arrojado afuera y se secará; como ramas muertas, hay que recogerlas y echarlas al fuego donde arde. Si ustedes permanecen en Mí y Mis palabras permanecen en ustedes, todo lo que desean lo pedirán y se las concederá. Mi Padre encuentra su Gloria en esto: que ustedes produzcan mucho fruto; llegando a hacer con esto auténticos discípulos” . Y continúa el de mañana que dice: “como el Padre me amó a Mí, así también los he amado Yo: permanezcan en Mi amor. Si cumplen Mis mandamientos permanecerán en Mi amor, como Yo he cumplido los mandamientos de Mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho todas estas cosas para que Mi alegría esté en ustedes y su alegría sea completa”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Alguno dirá: por qué se demora en hablar un momento teniendo en cuenta que hay muchas personas muy enfermas que necesitan irse ya ¿eh?, pero ¿qué es lo que pasa?, deben entenderlo, lo que sana es la palabra del Señor, no lo que pueda hacer yo o cualquiera de los servidores, la palabra del Señor los sana, el comentar su Evangelio que es de este día es realmente el que sana ¿eh?, más allá de lo que yo pueda hacer, por ejemplo, en este momento siento a una persona toser mucho y está muy preocupado él por su salud pero el Señor lo va a tener bien ¿eh?, lo va a hacer estar bien. Ahora, entiéndanlo hoy y siempre, el escuchar la palabra del Señor es como si fuera que de repente entrara en nosotros un fuego sanador que nos da todo lo que necesitamos, por eso pedimos ¿no es cierto?, el Espíritu Santo que es fuego: ven, ven, ven, Espíritu Santo decimos ¿eh?, que es fuego para sanarnos.

Entonces, no confundamos las cosas, no cambiemos de lugar los problemas, el Señor es el que pasa sanando y en la medida en que cada uno se abra a su palabra entonces sanará o no, ahí está realmente lo que tenemos que tener en cuenta ¿eh?. Ningún hombre, nadie hace más que lo que hace su Padre que está siempre con nosotros.

Confiemos, el Señor está presente, está presidiendo la asamblea y también está para aquellos que no lo pueden ver, está en la palabra que es lo que yo les estoy comentando ¿eh?, palabra es sinónimo de vida, la palabra, la que da vida ¿eh?, la palabra del Señor la que da vida, bueno.

Veo al Señor descender con su Espíritu Santo sobre cada uno de ustedes, es por
eso que me quedé sin hablar embelesado por la vida que está llevando a cada uno de los que están aquí, abran vuestro corazón que está llegando el Señor con toda su fuerza y poder para sanarlos. En la medida que ustedes abren vuestro corazón Él los sana, recíbanlo, no dejen que sea como un convidado de piedra, reciban al Señor y a su Madre que ya ha pasado buena parte de ustedes bendiciéndolos, reciban al Señor.

Le vamos a pedir a Jesús que mire a cada uno de nosotros, el mirar a la persona es una forma de decir, tener en cuenta todo lo que la persona está viviendo y no solo eso sino también de acuerdo a la cantidad de amor que tengamos por nuestras familias y todos aquellos que amamos ¿eh?, esa mirada se extenderá a cada uno de los que nosotros amamos, porque algunos de ustedes, por lo menos veinte personas de aquí, han venido para otros, es decir para personas que se quedaron en sus casas por diversos motivos ¿eh?, entonces, el que ustedes reciban hace que cada uno reciba.

Es tan hermoso lo que mis ojos están viendo que quisiera que ustedes también lo vieran, muchos lo ven, otros lo sienten, otros incluso hasta sentirán como un vientito tenue en la cara ¿eh?, esa es la presencia del Señor, el Señor se regocija tanto en amarnos ¿eh?, lo dice en el Evangelio: Yo los amo tanto, así como Mi Padre me amó Yo los amo a ustedes, y no es sentir el amor de Pedro, de Juan, de María, no, no, es el amor del Señor que permanece a lo largo del tiempo y el espacio, permanece hoy y siempre, por toda una eternidad, no son palabras, es la verdad. Cuidado a veces con menospreciar la verdad, porque la verdad nos aplasta ¿eh? ¿verdad?, entonces tengamos en cuenta estas cosas y con todas nuestras ganas, nuestra esperanza y nuestro fervor recibimos al Señor que quiere entrar en nuestra vida, ya, en este momento quiere entrar en nuestra vida para quedarse allí para siempre.

A ver, aquél que dejó entrar al Señor comience un diálogo siguiendo las palabras que les voy diciendo, te tengo Señor en mi corazón, él late con tanta fuerza pensando que vos sos el Padre, el amigo, el hermano, el compañero, Señor, quiero que tu estada en mi corazón no sea por hoy nada más sino que sea para siempre.

Te amo mucho Señor, a mi no me enseñaron tal vez a amarte, me enseñaron a respetarte y a cumplir las cosas nada más que por cumplirlas, pero desde hoy Señor yo no voy a cumplir, yo quiero amarte Señor, porque sé que estás en mi vida, en mis movimientos, en la luz de mis ojos, en el sonido de las palabras, en cada una de las cosas, en el llanto de mis hijos, en las alegría de ellos y en cada flor que se abre o el pasto que crece, no solamente en nosotros sino en todos. Sí Señor, pero yo te tengo dentro del corazón Señor, te tengo aquí dentro, cada uno piensa y te quiero decir las cosas que nunca antes se me había ocurrido decirte, quiero expresarte en todos mis dolores, mis angustias, mis problemas, quiero decirte todo el dolor que tengo por aquellos que partieron antes a la otra vida, me da pena Señor que partieron antes pero tengo que seguir, tengo que seguir Señor, porque vos tenés con cada uno un proyecto y yo no puedo hacerte fracasar el proyecto que tenés conmigo.

Miro mis manos y pienso: cuánto puedo hacer por vos Señor, miro mis piernas y te digo: cuánto puedo caminar por vos Señor, miro mis ojos y digo: cuánto puedo mirar por vos Señor, cuánto. Señor, hay algo en común en todo esto y dichoso aquél que lo tiene en su corazón para hablarle así como le estamos hablando, qué importante Señor es en mi vida, que sublime Señor es que estés infundiendo la fuerza dentro de mi corazón.

Sí Señor, eso es lo que estás haciendo, eso es lo que estás haciendo, si alguno no abrió su corazón todavía porque no lo conoce al Señor, si alguno todavía no lo abrió lo suficiente haga un esfuerzo ¿eh? y diga: Señor, ayudame, yo tengo tanta necesidad como tiene mi familia, mis hijos, mis nietos, mis bisnietos, tantas necesidades tengo Señor y aquí y ahora que estás en mi corazón yo quiero decirte todo lo que me pasa, Señor, no me fue tan bien en la vida dirá cada uno y se acordará de lo que no le fue bien, no me fue tan bien en la vida, ya sufrí en la panza de mamá y ya estoy sufriendo, ya estoy sufriendo porque muchas de las cosas que padezco me vienen de mis padres y de mis antepasados. Señor, grande es tu Misericordia para que en este momento con una mirada profunda vos saques de nuestro ser todos aquellos factores hereditarios, todos aquellos elementos, genes, como ustedes puedan entenderlo que están corriendo por mi sangre y forman parte de mi sistema nervioso, Señor, quiero que pases sanando mi herencia, siete generaciones hacia atrás y siete hacia adelante, para que de acuerdo a este numero, que en la Biblia significa siempre, siempre para atrás y siempre para adelante, no vuelva a repetirse la enfermedad que estoy padeciendo, pero no termina allí Señor mi planteo hacia vos porque quiero decirte, quiero decirte Señor que no me fue bien en la panza de mamá, yo sufrí tanto porque mi papá no me quería, a cada uno le fue de una manera Señor, no me quería, hasta golpeó la panza de mamá, cada uno acuérdese, trate de acordarse porque el Señor le auxilia en su mente para que vea cosas de su pasado, incluso en la panza de mamá, piensen en todo eso, piensen, piensen con el corazón ¿eh?.

Ya Señor he visto que pasaste sanando toda mi herencia para que esto no se repita, vos dijiste Señor ya en un Mensaje hace doce años, dijiste aquí: si se hicieran estas sanaciones de la herencia, no nacerían niños diferentes, mal dotados, que son tremendos, es decir son fruto del amor también Señor pero cuánto hay que sufrir Señor con ellos porque uno quisiera que estén bien ¿eh?, bueno.

Señor mirá toda nuestra vida y de las personas que amamos, en cada caso borrá las injusticias sufridas, limá las asperezas, danos la alegría que nunca tuvimos, la paz que no llegó nunca a nuestro corazón, la felicidad que en la vida nunca tomó ni echó raíces en uno, vivió uno Señor, vivió nada más. Por eso, porque no te tenía Señor diga cada uno, porque no te tenía pero ahora te tengo, estás en mi corazón, estás en mi corazón Jesús y ya no te voy a dejar más ir Señor hasta que no me des las cosas que necesito para vivir bien pero también Señor para servirte, porque la vida es servicio, la vida tiene valor cuando uno mira a sus hermanos, sean familiares o sean lejanos.

Señor de la Misericordia, aquí viniste con ese nombre de la Misericordia, entonces, entonces mirá cuánta Misericordia necesita mi familia y sobre todo piensen en aquellos seres que están más necesitados que otros, todos estamos necesitados pero algunos más que otros.

A ver, quiero pensar Señor con mi corazón para poder guiarte hacia aquellos que amo pero no están sanos, que sufren porque tienen alguna dolencia muy grande y tal vez en apariencia sea para siempre pero con tu intercesión y tu Misericordia todo lo malo terminará. Jesús, no me cabe tu amor dentro del pecho Señor porque quiero hacer entrar en él todos los rayos de tu Misericordia para que mi sangre esté llena de tu amor corriendo hasta los más íntimos capilares chiquititos, las venas más pequeñas y arterias para llegar a todo este organismo mío y de las personas que amo Señor.

Cada uno piense y se lo dice al Señor qué es lo que le pasa a ustedes o a cualquiera de la familia que tenga problema de cualquier tipo, aquí está Jesús, los trajo Él porque Él los trae para hacer lo que está haciendo, sanarlos, sanarlos.
Yo quiero que los hombres vivan tanto tiempo y se mueran de viejos, no por enfermedad dijiste Señor.

Señor de la Misericordia, que hermoso es pensar que estás llenando mi vida de toda tu gracia Señor, sin hacer mucho esfuerzo Señor siento un calor muy grande en todo mi cuerpo porque vos estás invadiendo todo mi ser para traernos la vida en abundancia Señor.

Que cerquita estás de nosotros Señor, que cerquita que estás, tan adentro nuestro que ya no sé dónde termino yo y dónde empezás vos Señor, por eso así tan preciosamente, tan preciosamente te decimos: tan cerca de mí…. A ver con toda el alma, Jesús está con ustedes y dentro de su corazón, por favor piensen, hay un hermano ahí afuera que está muy mal, todos tengan el pensamiento y el corazón puestos en él para que ya se sane ese hombre que está tan mal, ya, en este momento: tan cerca de mí…. Y para aquellos que todavía no pudieron abrir su corazón, por el tiempo, el espacio, por la educación que recibieron, por alguno que se les cruzó en la vida, entonces hagan esto: le hablaré sin miedo al oído….

Y si está aquí decimos: sáname Señor con tu Espíritu….

Piense cada uno en lo que le pasa, piense que Jesús está en vuestro corazón, que no haya ningún duro que no se abre porque el Señor a todos les propone lo mismo: quiero amarte un montón, abrí tu corazón que estoy ansioso por darte todo lo mejor, dale, abrí tu corazón, abrilo, abrí tu corazón y pensá en todas las cosas que te pasan y les pasa a aquellos que vos amás, dale Señor a cada uno lo que necesita, dale Señor, dale a cada uno lo que necesita.

(Habla una señora: buenas noches, yo soy la que estuvo hace un rato con un señor que lo llevamos muy mal al hospital, no sé si ustedes se enteraron, al hombre le agarró un ataque de asma, no le trabajan los riñones, hace diecisiete años que le está padeciendo esto muy mal, se ahoga, estaba ahogado, ustedes saben cuando lo llevamos urgente. Cuando lo llevamos al hospital, entramos al hospital yo me quedé afuera y en la silla de ruedas a este chico, al señor, lo llevan para adentro, corrían las doctoras, todo, entonces lo canalizan, le ponen el oxígeno, todo y entonces me dicen a mí: pase, pase, no es tan grave, pase, pase, cuando entramos adentro estaba él en una silla de ruedas y le habían puesto oxígeno colgando y todo. En una camilla blanca, grande que había allí aparece la Virgen, aparece la Virgen, algo insólito adentro de la sala de operación, de un hospital. A la otra chica la veo y le digo: mirá la Virgen, y cuando yo estaba delante, yo la vi pasar a la Virgen, porque cuando yo llegué me asusté tanto, llegué llorando, le digo: ay Madre, no va a venir de Río IV este chico, yo sé la fe que tiene, porque él hace diecisiete años que sufre esto, hasta hace poquito estuvo al borde de la muerte, como última esperanza vino acá. Resulta ser que veintisiete días estuvo en terapia intensiva en Río IV, tres días antes que estaba esperando que muriera él ve a la Virgen, como él es de la Virgen de Luján cree que es la Virgen de Luján que la ve, cuando nosotros le hablamos de Posse y le enseñamos la foto de Posse, de acá dice: no, esta es la Virgen que yo vi dice, esta es la Virgen que yo vi y cuando él entra acá y ve a la Virgen se emociona porque dijo: cuando yo estaba agonizando ella fue la que me sacó de la muerte a mí, yo estoy vivo si están esperando que muriera, es ella, es ella, por eso se emociona tanto que cuando está afuera le agarra ese ataque tan mal y me dice allá: mirá dice, yo siento que este es el último ataque me va agarrar y la doctora lo mira, está sentada en la cama, hace chistes, porque como tiene la patilla le dice Menen en Río IV, entonces él a la señora le ha puesto Bolocco y le dice: che, mi señora me va a venir a buscar dice tiene miedo la Bolocco que me muera y no sabe lo bien que estoy y la sorpresa que se va a llevar cuando me muera, pero ustedes sabe la Virgen hizo un milagro tan grande, en un segundo, él está sentado en la cama esperando que lo vengan a buscar, totalmente sano)….

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