• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración del 26 de Abril de 2008

Cuántas veces lo encuentro a Jesús sudando sangre y le pregunto: ¿por qué Señor?, a veces me contesta, a veces no, otras veces me dice: y vos sabés lo que pasa en el mundo, no todos Mis sacerdotes son buenos, los hombres se han olvidado de Mí, las mujeres abortan con total facilidad, nadie me ama en su semejantes, quien tiene mucho quiere más, quien tiene poco piensa: jamás podré tener más de lo que tengo. Oración del 26 de Abril de 2008

Habla Artemio:

Buenas tardes.

Bueno, como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Y como siempre le decimos al Señor: hoy perdóname…. Si el Señor los trajo al Santuario de la Madre quiere decir que no podemos estar tristes si Él nos eligió para venir acá, Él no hace las cosas porque sí, entonces que nos haya elegido ya es un motivo para estar alegre, se lo decimos al Señor: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…. Ahora vamos a pedirle al Señor que nosotros de alguna manera, quien de una forma o de otra todos estamos enfermos, si no tenemos una enfermedad física habría que ver hasta que punto nuestro corazón no está lleno de egoísmo, soberbia, no sé digo, a lo mejor sí, a lo mejor no, pero todos estamos enfermos de algo, por eso le pedimos al Señor que así como a una lámpara que ya no alumbra se le pone aceite, también que nos ponga aceite en nuestra vida, a nuestra lámpara con su gracia ¿mmm?, entonces humildemente le decimos: pon aceite en mi lámpara Señor….

Ahora para leer el Evangelio de este día, vamos a leer el de hoy y también el de mañana porque están muy unidos los Evangelios de hoy y mañana pero poder entender algo si quiera de todo lo que el Señor quiere decirnos vamos a pedir que nos envíe su Espíritu Santo, sobre todo porque el próximo domingo, no mañana, el próximo, es el día de la Ascensión del Señor, es cuando Jesús promete que va a enviar su Espíritu Santo para que siempre esté con nosotros: Yo me voy, dice el Señor, pero les voy a mandar Mi Espíritu para que esté siempre con ustedes, por eso el Espíritu Santo se lo llama el Consolador ¿eh?, el que viene a nosotros para darnos todo lo que necesitamos ¿eh?, todo, exactamente todo. Entonces preparémonos incluso para el otro domingo que es el día de la Ascensión, después vendrá el otro que será Pentecostés, la venida del Espíritu Santo pero el próximo domingo el Señor durante esta semana nos promete: Yo me voy pero les enviaré el Consolador ¿eh?, el Espíritu Santo. Que hermoso es pensar que Jesús viene, da su vida, muere en una cruz y nos dice: bueno, yo me voy porque he resucitado pero estoy resplandeciente de Gloria pero les enviaré alguien que esté siempre con ustedes, continuamente.

Para entender todas estas cosas pidamos el Espíritu Santo que venga con toda su fuerza y poder: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí…. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Sábado 26 de Abril, hoy es el día de Nuestra Señora del Buen Consejo, tanto el Evangelio de hoy como el de mañana es de San Juan, el de hoy es 15, 18-21, el de mañana es 14, 15-21, es decir, el de mañana está antes que el de hoy en la Sagrada Escritura por eso lo vamos a comentar juntos ¿eh?, dice así: “si el mundo los odia, sepan que antes me odió a Mí. No sería lo mismo si ustedes fueran de este mundo, pues el mundo ama lo que es suyo. Pero ustedes no son del mundo, sino que Yo los elegí de en medio del mundo, y por eso el mundo los odia. Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más que su patrón. Si a Mí me han perseguido, también los perseguirán a ustedes. ¿Acaso acogieron Mi enseñanza?. ¿Cómo, pues, acogerían la de ustedes?. Les harían todo esto por causa de Mi nombre, porque no conocen al que me envió. Si ustedes me aman, guardarán Mis mandamientos, y Yo rogaré al Padre y les daré otro protector que permanecerá siempre con ustedes, lo que recién les decía, el Espíritu de Verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes lo conocen, porque está con ustedes y permanecerá en ustedes. No los dejaré huérfanos sino que volveré a ustedes. Dentro de poco el mundo ya no me verá, pero ustedes me verán, porque Yo vivo y ustedes también vivirán. Aquél día comprenderán que Yo estoy en Mi Padre y ustedes están en Mí y Yo en ustedes. El que guarda Mis mandamientos después de recibirlos, ése es el que me ama. El que me ama a Mí será amado por Mi Padre, y Yo también lo amaré y me manifestaré en Él”. Estas preciosas palabras que dice San Juan es palabra de Dios, te alabamos Señor y te damos gracias.

Les decía entonces que el próximo, no mañana, es la Ascensión del Señor entonces por eso se las nombro por el hecho de que si no entendemos esto, de que el domingo es la Ascensión tampoco podemos entender mucho estas palabras, primero habla de que ustedes son menos que el patrón, es decir, el por supuesto que es servidor de su Padre, nosotros somos servidores de Él entonces nunca podemos ser más que Él y si a Él lo persiguieron con más razón a nosotros que somos apenas una pielcita que anda por el mundo ¿mmm?.

El que a Mí me ama el mundo lo odia, ustedes dirán: ¿es tanto así?, sí, por una razón muy simple, quien está en la Luz ¿verdad?, no es amado por el que está en las tinieblas, el que está en la Luz es alguien que despierta celos y odios de quien está en la oscuridad, vos dirás: ¿y por qué no se pasan a la luz?, es lo que todos nos preguntamos por qué ¿verdad?, pero no es fácil estar en las tinieblas y pasarse a la Luz, por una razón muy simple, porque hay que dejar de lado muchas cosas, muchas cosas que el mundo tiene y a nosotros nos gusta, a todos los seres humanos nos gusta tener lo que el mundo tiene.

A veces pienso que somos como esos pájaros, ustedes han visto las pirinchas, que no hay tantas ahora porque las han matado pero, se acuerdan de ellas y a veces las ven, las pirinchas amontonan durante dos meses por lo menos ramitas y ramitas y ponen y hacen y hacen y hacen, cuando deciden poner los huevos, en la última parte de todo ese montón de ramas que hicieron en un lugar chiquitito, casi como el puño, ahí ponen los huevos para tener a sus hijos y todas las ramas que amontonó antes no le sirve para nada. Los seres humanos a veces somos parecidos a esos pájaros, amontonamos tantas cosas mis queridos, tanto amontonamos, amontonamos ropa, calzados, muebles, artefactos que nos simplifican la vida, no digo que sea malo pero nos gusta llenarnos de cosas y cosas y cosas, de repente nos toma la enfermedad, cualquier enfermedad por pequeña que sea y ya vemos que todo lo que hemos amontonado no sirve de nada, para qué podemos usar enfermos un par de zapatillas de esas tan caras ¿eh?, prácticamente un par de esas zapatillas caras valen tanto en este momento como una vaca vieja ¿eh?, nada menos, bueno.

Entonces, nosotros amontonamos dije zapatillas como pude decir ropa, cualquier cosa, nos encanta amontonar y amontonar y amontonar, ¿para qué?, ¿para qué?, pero lo hacemos porque somos del mundo, cómo vamos a salir con un coche que no sea último modelo o un poquito mejor que el que tiene mi vecino, cómo me puedo poner algo inferior a lo que tiene otro ¿eh?, no se valora en sí a la persona, se valora a lo que la persona tiene y a lo que la persona muestra pero después por dentro las cosas son de otra manera, pero lamentablemente con todas las cosas que amontonamos los seres humanos no nos sirven en los momentos difíciles y en general tampoco nos sirven pero nos gusta amontonar, nos gusta ser orgullosos, envidiosos, nos gusta envidiar lo que los otros tienen, no somos humildes ni por casualidad, queremos aparentar más de lo que somos.

Por eso, cuando alguien se acerca al Señor como dice el Evangelio, ya no es bien visto, no, a veces uno piensa, los domingos a la mañana cuando se va a Misa hay montones de jóvenes que regresan recién a su casa, yo no digo que esté mal, si los padres lo dejan, cosa de ellos. Pero lo miran a uno como si uno fuera así de otro planeta porque va a Misa mientras que ellos la pasaron muy bien durante la noche, muy bien, muy bien y lo miran a uno como, como diciendo: pobre ¿verdad?, pobre santulón va a Misa ¿mmm?, y así es pero no se conoce por ejemplo que dentro de esos jóvenes, por ejemplo, el año pasado en este pueblo hubo treinta y dos intentos de suicidio, treinta y dos, lo que pasa que no se conoce públicamente ¿verdad?, bueno, y como eso tantas otras cosas.

Es decir, todos los seres humanos que están lejos del Señor porque les gusta vivir una vida llena de satisfacciones de todo tipo, cada uno sabe por qué, si los padres los dejan y le dan dinero sabrán pero uno piensa: ¿son felices?, ¿son felices?, ahí está el problema fundamental ¿eh?, ¿qué les espera para el futuro?, hay chicas a veces de veinte años que se creen viejas, es que han vivido tantas cosas ya que parecería que ya no quedan otras cosas que hacer que las que hicieron, esa es la característica fundamental del mundo, la gran joda comienza los días jueves, viernes, sábado, domingo, el lunes cuando se va a trabajar ¿qué pasa?, se está mal, se está cansado, se está molido, está destruido y entonces va para reponerse hasta el miércoles, para el jueves empezar de nuevo, que vida ¿no?.

Bueno, ese es el mundo y entonces dice el Señor en el Evangelio de hoy: si el mundo los odia es porque ustedes no están con el mundo, aquel que quiere formar una familia, tener hijos, educarlos, hacer que sus hijos sean normales como todo el mundo no les va muy bien, que pena ¿no?, que pena real, porque parece que nos hemos equivocado seriamente. El amor es una cosa como si fuera pasado de moda, más aún, yo me pregunto: en general los hombres de este tiempo y las mujeres ¿se enamoran?, yo creería que no, porque si una niña durante una noche en una confitería sale con tres personas distintas creo que lo que va a hacer no lo hace con amor ¿no?, no digo que la pase mal, en una de esas estoy hablando de envidioso ¿mmm?, como no, pero yo digo: ¿son felices?, realmente ¿son felices o son un problema para los padres?.

Por eso, si uno no es de este mundo, en el sentido en que a las cosas del mundo las usa pero las cosas del mundo a uno no lo crucifican, es decir, uno no vive para todas las cosas ¿eh?, el que quiere vivir cerca del Señor.

Pensemos todo esto, tal vez en nuestra vida diaria no hay nada que nos conforta queremos tener más, más, más y de tanto que queremos tener a veces ni sabemos cómo se aprovecha todo lo que tenemos, bueno eso es vivir de acuerdo al mundo. Todos los adelantos que el mundo tiene son muy buenos dice Jesús, siempre y cuando no nos deshumanice, no nos quite nuestra hombría o nos quite ser humanos y pensar en un futuro, pensar en la familia, pensar en la alegría de los hijos, pensar en que los hijos pueden mirarnos al rostro y decirnos papá: me servís como ejemplo, porque todo lo que hiciste es mucho y me servís como ejemplo, dichoso el padre que puede decir eso, de que los hijos le dicen, pero no son tantos los casos ¿eh?, por qué será ¿mmm?, por qué será.

Piensen ustedes como pareja, como padres e hijos, como hermanos, piensen: ¿se aman realmente o se toleran?, ¿se buscan entre ustedes para decirse una palabra amable, de confianza, para sostenerse en pie o tratan de perjudicarse unos a otros?, ¿qué nos está ocurriendo mis queridos?, hemos perdido el timón, porque cuando se tiene cierta cantidad de años para los más chicos ya se es viejo, cuando la persona todavía tiene montones de años por delante para vivir, ¿cómo estamos criando a nuestros hijos?, ¿cómo estamos criando a nuestros hijos?, y por otra parte, como hijos, ¿cómo somos con nuestros padres?, porque bueno, yo supongo que un padre muy enfermo a veces no se puede atender por muchas cosas y se los lleva a un lugar para que los atiendan pero hay mucha gente que está en los geriátricos, pero porque molestaban en la casa, son esas mismas personas que cambiaron los pañales de los hijos, les lavaron la ropa durante tanto tiempo, le dieron de comer, cariño, les dieron de todo, ¿y?, ahora porque mamá o papá están un poco viejos no oyen bien, no ven lo que corresponde, arrastran los pies: no, ya no servís viejo, al geriátrico ¿eh?, qué pasaría si a nosotros cuando éramos pequeños nuestros padres nos hubieran tirado porque éramos muy molestos, porque llorábamos en todo momento y en cualquier lugar, ¿qué hubiera pasado?, sin embargo yo estoy oyendo todos los días las confesiones de las personas que están solos, porque se puede tener un montón de familiares y estar tremendamente solo, ¿en qué sentido?, en el sentido de que quien ama a quien se está esperando tal vez que se enferme y muera para ver cuánto se puede heredar, aparecen los conflictos cuando hay algo para repartir, aunque sean cositas sin importancia.

¿Cómo hemos formado a nuestros hijos?, y nosotros como hijos ¿qué hacemos con nuestros padres?, los más desprovistos en esta sociedad son los niños y los viejos ¿verdad?, hubo un tiempo, yo no tengo tantos años pero lo suficiente como para pensar que hubo un tiempo en que las mujeres embarazadas eran un problema salir por la calle y mostrar su panza, porque había una especie de rechazo, treinta años atrás no hace, un rechazo muy grande por la mujer embarazada y ese rechazo significa psicológicamente un rechazo a la vida, porque si viene otro con vida me saca a mí del medio ¿mmm?, son cosas inconscientes que el hombre tiene, pero a medida que pasa el tiempo y entramos a vivir con todas las personas tenemos que darnos cuenta, ¿cómo tratamos a los que están cerca de nosotros?, si somos empleados a los que nos mandan, si somos a los que mandamos a las personas que tenemos bajo nuestro mandato ¿eh?, ¿cómo son sus sueldos, su obra social?, ¿cómo, están en blanco, están en negro?, ¿qué pasa? ¿eh?.

Estamos pidiendo que un hijo sea justo conmigo y yo con el que tengo empleado o empleada le hago pasar las mil y unas ¿eh?, ¿vieron?, este es el mundo el cual apunta el Evangelio de hoy, un mundo lleno de dolor, no el dolor de enfermedades sino el dolor de los que sufren, de los que sufren injusticias y para eso no hay ni capas social ni nada, el sufrimiento no es privativo de nadie, todos vivimos sufriendo porque hay como una desconsideración general de todo para con todos, dicho en otras palabras: nos falta un montón de afectos, no sabemos amar a los demás, que pena es todo esto ¿no?, que pena.

Cuántas veces lo encuentro a Jesús sudando sangre y le pregunto: ¿por qué Señor?, a veces me contesta, a veces no, otras veces me dice: y vos sabés lo que pasa en el mundo, no todos Mis sacerdotes son buenos, los hombres se han olvidado de Mí, las mujeres abortan con total facilidad, nadie me ama en su semejantes, quien tiene mucho quiere más, quien tiene poco piensa: jamás podré tener más de lo que tengo; porque si bien no son necesarias las cosas materiales totalmente pero alimentarse hay que alimentarse todos los días, hay que vestirse, calzarse.

Entonces, qué podremos hacer para poner un poco de orden, como un llamado del Señor al Evangelio de hoy, si me amás dice el Señor te odiarán, es duro eso, ¿por qué?, si se ama al Señor se predica al amor y por predicar el amor te odiarán, no entiendo, no lo entiendo eso, tendríamos que estar muy felices cuando alguien nos pone la mano sobre el hombro y dice: cómo te va, te amo, te quiero mucho, ¿las usamos esas palabras?, cuando regresamos a la casa, después de haber trabajado toda la mañana o la tarde o todo el día, le decimos a la señora: gracias vieja porque te quedaste en casa, atendiste todo, me hiciste la comida, me lavaste pero sobre todo me esperaste con mucho amor, yo te agradezco todo esto, cuánto hacés por mí y entonces ella dirá: y vos viejo cuánto hacés por mí, ganando el pan con el sudor de tu frente, exponiéndote a cualquier cosa, incluso estando enfermo también vas a trabajar para que no te descuenten nada, ¿pasa todo esto?, claro, con razón el Señor dice no, parece que no, no.

¿Los hermanos se hablan, se quieren, se ayudan, se apoyan con palabras, con gestos y con lo que sea?, por ejemplo aquí adentro todos somos muy mansitos y muy buenitos pero acá dentro ya mirando me he dado cuenta que hay ocho hombres que son golpeadores, yo digo: ¿cómo es posible?, estar delante de Dios, del amor y ser golpeador, de su esposa y también de sus hijos a veces, que cosa che, no digo mal, digo directamente: que doloroso, ocho hay acá dentro y otros que con palabras agraden también y son muy golpeadores con palabras pero al menos las palabras no producen moretones, en los ojos que yo sepa, en la mente sí.

Nos está pasando algo muy serio mis queridos, no nos amamos nosotros los seres humanos, ¿por qué no nos amamos? ¿eh?, ¿por qué no amamos lo suficientemente a nuestros hijos, a todos los que tenemos cerca?, ¿por qué no los amamos?, no es cuestión tampoco de andar a los besos y abrazos con todo el mundo, no, porque no es tal vez lo adecuado si de repente uno empieza así pero con nuestra mirada ¿estamos aceptando a la mayoría o hacemos distinciones por las cosas que tienen, la ropa que viste, el coche que usan o las cosas que compran?, ¿hacemos diferencias?.

No mis queridos, ¿somos malos por eso?, no sé, pero no estamos en el camino recto, el problema es que va a pasar el tiempo y de repente nos encontramos con el Señor y vamos a decir como decía alguien una vez también: tarde te amé Señor, hermosura tan antigua, tarde te amé. Pero el amor al Señor se explica en la medida en que uno quiera al semejante, empezando por lo de la familia y siguiendo por todo lo demás, dichoso el padre que puede decir: yo amo a mi hijo o a mis hijos, la madre: yo hago todo lo posible por ellos, y los hijos que retribuyen todo eso, está bien, a veces puede no irnos tan bien pero uno nunca sabe, cuando los hijos levantan vuelo porque hay que dejar que crezcan sus alas uno no sabe qué pueden hacer, en todo caso cuando hacen cosas que no son buenas habrá que preguntarse: Señor, decirle ¿no?, Señor, vos no lo quisiste esto, pero esto pasó porque el mundo no anda muy bien y en todo caso ¿qué me querés decir Señor con esto tan terrible que pasó?, ¿qué me querés decir Señor?, no me voy a poner en contra de vos Señor por las cosas que me pasan porque vos querés mi bien, pero yo te pregunto: ¿qué me querés decir Señor?, ¿en qué tengo que corregirme?, ¿en qué tengo que mejorar?, ¿en qué tengo que ser un poco mejor que siempre?, ¿en qué, tendré que cambiar o seré demasiado orgulloso, soberbio, o creeré que a lo mejor solamente yo valgo y los demás no valen?, no sé, cada uno piense en su vida, en sus cosas, porque si bien estamos llamados a vivir montones de años pero la vida no es tan larga mis queridos, decía Teresa de Jesús, es como pasar la noche en un hotel de corta y entonces por qué tenemos que después arrepentirnos y decir, no solamente a Dios, sino a la esposa, al esposo, a los hijos, a los vecinos, a los de más allá: tarde te amé, que lástima, podía haber vivido de una forma pero no, podía haber pensado que con lo que tenía más que me sobraba, sin embargo quería, quería, quería tanto que al último terminé aturdiéndome todo eso, podía haber tenido relaciones íntimas con mi esposa pero no me alcanzaba, tuve que saltar la tapia ¿eh?, podía haber tenido esto o lo otro, pero no me alcanzaba, tenía que, tenía que.

Hasta cuándo, hasta dónde, el Señor nos espera, Él no tiene problema de esperarnos, claro que no tiene problemas si nos ama tremendamente, el problema somos nosotros, cómo nos miramos, cómo miramos nuestra dignidad de personas, cómo miramos nuestro ser allá en lo más íntimo, qué me está pasando que nada me consuela, nada me conforma, nada me satisface, ¿qué me está pasando?, algo me está ocurriendo que no tengo ordenado como corresponde, ¿qué me está pasando Señor?, ¿habrá que cambiar?, ¿habrá que pedir perdón a quién ofendí?, ¿habrá que amar al que siempre desprecié?, ¿habrá que por fin bajar la cabeza a veces cuando es necesario y no llevarla siempre alta como si quisiéramos ser superior a todos los demás?, no mis queridos, no, así no puede ser.

Yo les hablo como alguien que los quiere mucho, simplemente por eso, y si el Señor los trajo acá yo tengo que decirle las palabras que me dice el Señor y los que no lo saben sépanlo, hace trece años en el mes de Marzo, el Señor todos los días dice y dice, lo mismo la Madre, esta mañana mismo, a las 05:15 me hizo levantar la Madre y me dice: quiero que grabemos el Mensaje, bueno Madre, como no, y entonces ella miró mi mente: sí, sí, ya dormiste suficiente me dijo porque te acostaste a una hora y son tantas, porque no hace falta que yo se lo diga porque ella conoce el pensamiento de todos y entonces me empezó a decir por qué los seres humanos, adelantándose al Evangelio de hoy, por qué los seres humanos no miran de otra forma, por qué siempre miramos solamente lo que llega sobre nuestras narices y no miramos un poquito más lejos, por qué a los que prometieron no esperamos a ver cómo van a cumplir, se llamen padres, hijos, autoridades, presidentes o lo que sea, por qué no esperamos a ver qué ocurre, por qué no damos tiempo a las personas para que resuelvan sus cosas y obren en consecuencia ¿eh?, ¿qué les pasa a los seres humanos?, decía la Madre y ella aconsejaba que cada mañana, que lindo sería que todos los hombres dijeran lo que Yo dije un día al Arcángel Gabriel cuando le dije: “hágase en Mí según tu palabra”, acepté la voluntad del Señor, no era nada poco aceptar, era una criatura casi con dieciséis años dice ella, pero sin embargo le dije sí al Señor inmediatamente, le dije que sí, que aceptaba ser la Madre de Jesús.

Ahora, nosotros al levantarnos cada mañana por qué no decimos lo mismo: sí Señor, yo quiero ser una persona que donde pase deje una huella de afectos, de luz, muchos creen que ser bueno es ser tonto, buenudo ¿no es cierto?, pero no es así, no es así, el primero en estar bien es aquél que hace las cosas bien y no es difícil ¿eh?, no es difícil.

Yo veo que acá dentro hay gente de todos los lugares, de tantos lugares ¿eh?, pero ¿somos todos hermanos?, y tal vez estemos sentados al lado de una persona que es de otra provincia o de otra ciudad, bueno, vamos a borrar todos esos límites, teniendo en cuenta lo que dice el Evangelio de hoy: así como ustedes me aman Yo los amo a ustedes, ustedes me aman a Mí y Yo los amo, y ¿qué es amar al Señor?, amar al hermano, ¿y qué es amar al hermano?, empezar a mirar al que tienen sentado al lado y decirle: pero te estoy descubriendo, sos mi hermano, vení te doy un abrazo, ni sé cómo te llamás, ni qué cosas querés, no sé nada pero sos mi hermano, te voy a dar un abrazo, y entonces yo le digo a ustedes: ¿son capaces de darse un abrazo delante del Señor?, ya, en este momento, a ver, miren al costado, ¿tanto les cuesta mis queridos, tanto les cuesta?, vamos, arriba, arriba… (se escuchan ruidos)…. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor…. Todavía no estamos acostumbrados a sentir la mano del otro sobre nuestro hombro, que lindo sería mis queridos, que lindo ¿eh?, que fuéramos más toquetones con los demás ¿eh?, por supuesto ubicadamente siempre ¿no?.

Bueno, cuando miramos al hermano a nuestro lado que necesita de nuestro afecto, nuestra palabra, cuando lo miramos así como dice la Madre: si alguno de ustedes ven a otro y les parece que no pueden amarlo, piensen cuando es de noche y está durmiendo, parecería que cuando duermen todos los hombres son buenos, están allí desprovistos, descansando, miren a un hombre, por muy enemigo que sea, cuando está durmiendo y lo van a ver un santo entonces con mis enemigos más terribles piénsenlos dormidos para no otra cosa que amarlos ¿eh?.

Que lindo es poder decir: Señor, así sí me gusta vivir porque sos un campo de amor Señor constante, así vale la pena Señor, así vale la pena, estás tan cerca de nosotros, que si nos ponemos a pensar un ratito y a sentir hasta podemos sentir el aliento del Señor, hasta podemos sentir el aliento del Señor en la nuca, en la cara, el calor del Señor está con nosotros, el calor del Señor, tanto es así que cuando se cae uno así es porque el Espíritu Santo le inundó ¿eh?, y entonces le decimos a Jesús así: tan cerca de mí…. A ver con todo el alma, pensando cuánto lo aman al Señor y pensando que ese ser va a entrar en ustedes para sanarlos de todo y traerles todas las gracias, a ver, como lo diríamos entonces: tan cerca de mí….

Y así como recién teníamos cierta como desconfianza en abrazar al hermano, así como teníamos recién cierto pudor para poner la mano sobre el hombro a otro porque viste siempre la gente piensa mal con las manos sobre el hombro, tenemos la mirada media torcida ¿eh?, entonces, y pero nos decidimos y lo hicimos y con el Señor pasará lo mismo, está cerca de nosotros, está triunfante, quiere traernos la vida en abundancia, ¿y nosotros vamos a quedar ahí parado?, noo: le hablaré sin miedo al oído…. Con fuerza: tan cerca de mí….

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos