Mensaje del 16 de Marzo de 2005

Habla Artemio:

Entonces Señor Jesús vos querés que cada día conozcamos más cosas de tu vida, de todas las que pasaste, de todo lo que hiciste, porque vos decís siempre que cuando más te conocemos más te amamos, entonces la sanación de este día la vamos a hacer en base a esta fotografía del Jesús sangrante ¿eh?. Nosotros no tenemos que olvidar que Jesús estuvo seis hora nada más en la cruz pero las heridas las tiene todavía, las manos, en los pies, en el costado y no es un tajito sino que es una tremenda herida de un lanzazo, así como tiene heridas en las piernas y en todo su cuerpo, además tiene ¿no es cierto?, un montón de patadas en el estómago, en todo su cuerpo, en la zona de los riñones ¿verdad? y la cruz que tenía cuando murió era de acacia, que son unas espinas muy pero muy duras, setenta pinchazos en la cabeza, era esto suficiente para que Él muriera, esta corona reemplazó a la corona que le habían puesto en el huerto de los Olivos que era de juncos, si bien los juncos de ese lugar tenían espinitas pero eran muy pequeñas al lado de las espinas de acacia ¿no?.

Bueno, en tu nombre Señor pensando en todos los enfermos que pasaron en este día, por este lugar, que son tantos y que otros no pasaron pero llamaron telefónicamente o a través del correo electrónico, entonces para todos esta sanación y además para todas las personas que ustedes aman y que pueden estar cerca o lejos, no importa, para todos los que ustedes aman, enfermos, para todas las personas que se relacionan con nosotros, en nuestro pueblo, en pueblos vecinos, ciudades, hoy estuvieron representados aquí veintiún pueblos y ciudades, veintiuno, que esta sanación alcance para todos los enfermos de todos esos lugares desde donde vinieron en este día, también para todos aquellos que amamos pero ellos no nos aman, para nuestras autoridades municipales, provinciales y nacionales, para nuestros Sacerdotes, nuestro Obispo y su Santidad el Papa, que esta sanación entonces llegue a todos.

Jesús, por los méritos de todas tus heridas que recibiste en tu cabeza Señor pasá sanando Jesús todas las enfermedades referentes a la parte que corresponde a la cabeza, por supuesto los ojos, la nariz, la boca, y lo que está dentro ¿no?, todo nuestro cerebro, no solo por hoy Señor sino para siempre, para que evites Jesús cualquier accidente cerebro vascular, que es tan común ver en la gente, hoy había varios para que no haya mal de Alzheimer, vejez prematura, demencia senil. Cuida nuestro cerebro Señor en base a los méritos de todas las heridas que sufriste en tu cabeza, cuida nuestros ojos Señor, que no pierdan nunca la luz Señor, nunca y aquellos que no la tienen que la consigan... (se dio vuelta la cinta) ... .

Todos aquellos problemas que nos vienen por la columna vertebral, desde el atlas que es la primer vértebra que se hunde con la cabeza que está en contacto con el cerebro, con el cráneo, el cóccix que es donde termina, toda nuestra columna vertebral Señor y la de todos los enfermos por los méritos de la sangre derramada, por los méritos de los golpes que te dieron Señor pasa sanando Jesús, pasa sanando, por supuesto Señor que esos problemas en la columna traen sus consecuencias también en las caderas, en los huesos de las caderas y además en el sistema nervioso que llega hasta los dedos de los pies, por los méritos de tu Preciosísima Sangre Señor pasá sanando todos nuestros problemas de la columna vertebral, todo lo relacionado con nuestras caderas y las piernas, el famoso nervio ciático, que es justamente un nervio ofendido por la mala ubicación de estos huesos. Señor, también por supuesto, todos los problemas que vienen en nuestros huesos, en los brazos, por los méritos de las heridas que recibiste en tus manos Señor, pasá sanando Jesús. Mirá todo nuestro cuerpo Señor y de acuerdo al lugar de tus heridas yo quiero darte las enfermedades que padezco para que las guardes en cada uno de los lugares que a vos te hicieron tanto daño.

Quiero Señor que mi corazón lo cuides con la herida de tu costado, así como todos los órganos, el hígado, el páncreas, los pulmones, los riñones, todos los intestinos, todo, todo lo que esté en el abdomen, el corazón Señor. Además no solamente lo nuestro sino siete generaciones para atrás y la descendencia, siete generaciones hacia adelante para que no haya ningún problema de herencia y que nuestra descendencia tenga que pagar por nosotros porque recibe la herencia de algo.

Por las heridas Señor que recibiste en los testículos que fueron pinchados por los soldados romanos, pasá sanando Señor todos los problemas genitales de los hombres y de las mujeres, de los hombres todos, especialmente la próstata que es el fantasma de todos los hombres después de los cuarenta y por supuesto, lo relacionado con la vejiga, los conductos de las vías urinarias, que tienen relación con los riñones, bien. Y para las mujeres por supuesto todo lo referente a los ovarios, todo lo referente a fibromas, tumores y todo ese conjunto de cosas que altera la vida de la mujer y esto está relacionado por supuesto con las mamas en la mujer y las tetillas en los hombres, porque tiene una tremenda relación, yo he visto varias personas con cáncer en las tetillas. Las tetillas son las mamas que tiene la mujer pero atrofiadas porque están en el varón.

Pasá sanando Jesús, pasá sanando Señor, pasá sanando todo, cada uno piensa en sus enfermedades y piensa también en las enfermedades de las personas que ama y si no están enfermos piensa también para proteger todo ¿mmm?. Todo lo referente a la circulación de la sangre, sea en los brazos, sea en las piernas, quien no tiene problemas de circulación de la sangre, las mujeres por su maternidad, todas tienen várices internas o externas por su maternidad, entonces Señor pasá sanando, los varones también tienen várices, pero en sí todo lo que sea problemas de circulación, en base a las heridas que tuviste Jesús en tus piernas, en tus rodillas pasá sanando todo. Sabemos Señor que las operaciones de rodillas son tan difíciles, que queden bien, por lo tanto en mérito a tus rodillas sangrantes pasá sanando Señor las rodillas de tantas personas enfermas.

Dice Jesús:

Todo lo mencionado hasta aquí es algo de todo lo que tengo que sanar, Yo
derramé casi tres litros de sangre pero una pequeña gotita hubiese bastado porque Mi sangre es la sangre del Señor y Mis heridas como hace dos mil años aún hoy siguen sangrando, no tanto como en aquél entonces pero están sangrando. Todo esto ya estaba decidido en el seno del Padre al comienzo de los tiempos el día que viniese a la Tierra moriría muerte de cruz para pagar todas las deudas de los hombres, todas, todas las deudas de los hombres.

Recién se habló de todo lo que padecí espiritualmente, psíquicamente pero el abandono de Mis amigos, pues bien, cuando observan vuestro pasado o el pasado de vuestros padres o de personas que conozcan unan todos esos sufrimientos a los Míos, porque de esa manera van a contribuir a la sanación de todos los hombres. Piensen en todas las injusticias que sufrieron, los dolores que padecieron, las indiferencias que les han hecho a través del tiempo, el amor que les negaron, pero sobre todo las injusticias que padecieron en mano de aquellos que estaban cerca de ustedes, que a lo mejor los amaban pero el amor no alcanzaba para todo.

En esta noche como siempre en que este hijo Mío me presta su voz para que Yo la use tengan presente, por supuesto, todas vuestras enfermedades y la de vuestros seres queridos y de todas las personas que ustedes conocen y por las intenciones que se pusieron al comienzo pero no olviden, no olviden cuando pienso por las noches que cuatro billones de niños y adultos y personas se acuestan con hambre, siento todavía el golpe del martillo en Mis heridas, cuando los niños se han escandalizados por las cosas más increíbles lo aplico en Mi salivazos, eran una forma de humillarme, entonces cada niño que sufre Yo estoy ofreciendo la humillación de los salivazos que tuve en Mi cuerpo y en Mi rostro. Cuántos hombres sobre la Tierra no tienen ni lo elemental para vivir.

Sigo sintiendo los martillazos en Mis heridas que Yo aplico por todos ellos, porque Yo vine a pagar las deudas de todos. Cuando estos días recuerdan Mi Pasión, recuerden también todos aquellos que en el mundo son diferentes, por su raza, por su religión, por su sexo, no es fácil en estos tiempos ser árabe o judío, gitano o cualquier raza, digo raza y digo religiones y digo sexo y digo todas las diferencias sociales terribles que existen y también me estoy refiriendo a la cantidad de niños que han sido abortados, desde que ustedes están reunidos aquí teniendo en cuenta los abortos en el mundo llegan al millón, desde que ustedes están reunidos esta noche. Ofrezcan también así como Yo lo ofrezco Mi Pasión por todas esas viditas.

Mis queridos, el mundo es grande, a cada uno le duele sus propios dolores y está bien que lo tengan en cuenta pero no se olviden también de los dolores de los demás, es una consecuencia de vivir en la Tierra, donde cada uno usa su libertad y muchas veces sin la responsabilidad suficiente, por eso hay tantas cosas que me duelen. Nunca Yo castigo a nadie ni pongo piedras en el camino para nadie, pero los hombres sufren mucho en manos de los demás hombres, acuérdense de ellos cuando ofrezcan Mi Pasión y también Mi Resurrección. Yo estoy vivo entre ustedes y junto, ustedes y Yo, estamos observando los golpes que me dieron, las heridas que me produjeron, todas las indiferencias, las humillaciones que he recibido y en todas ellas tenía muy presente en Mi mente los rostros de ustedes Mis queridos hijos, mientras más profundamente taladraban Mi cuerpo más tenía presente Yo el rostro de cada uno de ustedes, de cada uno de los hombres que vivieron, viven y vivirán. Por eso ofrezcan Mi Sangre Preciosísima porque Yo quiero ser eficaz en vuestras vidas, Yo quiero darles la felicidad que ustedes necesitan, la paz que ansían y vivir siempre con la alegría del momento que sigue en paz.

Mis queridos, cuando recuerden los pasos de Mi Pasión y todas las que padecí, las cosas que padecí, tanto en el huerto de los Olivos, como en el camino del calvario o en el Gólgota vayan poniendo todos vuestros dolores y los dolores de los hombres para con ellos completar lo que le falta a Mi Pasión como dice San Pablo y así poder redimir a toda la humanidad. La humanidad está necesitada del amor de ustedes, no se lo nieguen, cuando ustedes pueden ofrezcan Mí Sangre por cada una de las necesidades que vean en los seres humanos y en ustedes también.

Así como al comienzo de los tiempos, así en Mi Pasión y así en este momento los sigo amando y sigo derramando Mi sangre por todos, porque los amo, los amo con todas las fuerzas de Mi Corazón, así como también los ama Mi Mamá, la
Virgen.

Habla Artemio:

Cantemos al amor de los amores, cantemos al Señor, Dios está aquí...

Se terminó la grabación..............