Mensaje del 31 de Agosto de 2003

Habla Artemio:

Ya está el Señor con nosotros, hoy es 31 de Agosto de 2003.

Te doy gracias Señor porque ayer dije en voz baja: no conozco tanto de la vida de Santa Rosa y anoche me hiciste sentar y conectarme con el canal que dio la película sobre la vida de Santa Roda de Lima, gracias.

Dice Jesús:

El Mensaje de ayer, creo que fue muy esclarecedor y espero que el de hoy sea también lo suficientemente esclarecedor.

Sin más paso a explicar, tengo que hacer un poquito o dar un poquito de detalles para que se entienda más, vos ante un animal muerto me decís: Señor, esta muerte no altera nada, no altera absolutamente nada de todo el orden que hay dentro de la naturaleza pero, si vos querés darle vida, ya que en este momento no la tiene porque está frío y muerto desde hace muchas horas, si vos querés, en todo caso esto sea para mayor Gloria de Dios y que sirva como una alabanza. Vos te olvidaste de esto, pusiste el pequeño animal en un lugar que recibiera calor pero como todo ser humano creíste, pero había una evidencia, el animal estaba muerto y dejaste que Yo resolviera sobre esa muerte. Ahora, al día siguiente fuiste, tuviste que pensar un poco lo que había pasado el día anterior al ver que el animal había revivido; es decir, estaba muerto y volvió a la vida.

Cualquiera que escucha esto seguramente dirá: el Señor se entretiene en estas pequeñas cosas, sí, me entretengo en estas cosas, porque para Mí son muy grandes. Cuando vos me hablabas me dijiste cuánto es el respeto por la vida que tenés, y sí, es la base de todo; esto tal vez piensan algunos que daría motivo para una teología sobre los seres menos lúcidos en apariencia de la naturaleza, como llamamos a las plantas y a los animales, pero toda la potencia del Señor, toda la grandiosidad de la Misericordia puede ponerse de manifiesto aún en un pequeño animalito. En sí no se altera toda la situación porque un pequeño animal muera o no, pero sí un pequeño animal puede poner de manifiesto la mayor Gloria del Señor.

Quiera…, que todos entiendan lo que estoy diciendo, ¿por qué?, porque es la base de tantas cosas, tal vez de todas, nada hay pequeño para el Señor, nada. Vida es ánima o alma, entonces la vida de una planta o de un animal tiene grandes significaciones y es totalmente abarcativo de tantísimas cosas. Claro, que a lo largo de dos mil años de cristianismo ustedes nunca han oído hablar así, pero alguna vez tenía que ser ¿no?.

En ese pequeño acto, o aparentemente pequeño, en que algo muerto vuelve a la vida, se consuma también todos los grandes problemas que tiene la humanidad, no interesa a quién, sí interesa que el Todopoderoso se incline con diferencia, incluso ante las pequeñas cosas para todos, para mostrar su grandeza y hasta donde llega su Misericordia. Yo no me hago la ilusión de que todos me entiendan lo que estoy diciendo, salvo que esté muy cerca de ustedes el Espíritu Santo y haya en ustedes la suficiente humildad para abrirse lo necesario y entender todo, no todo como lo ve el Señor pero todo como puede verlo el hombre.

Ahora, ¿qué quiero significar con todo esto?, y lo que se entiende, que nadie es pequeño o grande a los ojos del Señor, todas son sus creaturas y la magnificencia del Creador se inclina tanto hacia una cosa como a otra, a nada con exclusividad y ¿por qué?, porque quiere despertar en todos la consideración y el amor por toda la creación. Porque nadie ignora que el hombre está peleado con la naturaleza, ya sea con las cosas, con las plantas y con los animales, entonces está torciendo todo lo genuino y natural y este torcer significa perjudicarse a sí mismo y perjudicar a los demás.

Pablo dice: “todo lo que está sobre la Tierra les pertenece pero ustedes pertenecen al Señor”, muy bien, ahora que a ustedes les pertenezca no quiere decir que tienen que abusar, denigrar, estropear, manipular las cosas de la naturaleza, sean inanimadas o sean animadas. Cuando el hombre logre entender lo que acabo de decir entonces comenzará una etapa en la vida de toda la creación distinta, no como está encaminada, nadie en nombre de nada puede no tener respeto por las cosas o por la vida, nada justifica. No solamente digo el amor, eso ya es superior sino el respeto por las cosas.

Este hijo Mío querido, tantísimos años atrás, les enseñaba a las futuras educadoras que nunca matar a las hormigas delante de los niños y menos mostrando satisfacción al matarla, porque las hormigas se alimentan con plantas, plantas que uno a lo mejor uno quiere de otra forma o más, dentro de los objetivos que cada uno tenga; entonces les decía: sí, háganlo porque protege a otras cosas pero que las mentes pequeñas no vean matar porque no entenderían nunca, sí un ser más grande puede entender que uno no mata a todas las hormigas sino que quiere quitar el paso aquellas que están estropeando su obra, pero al hacerlo no siente placer por eso, sino que está ordenando las cosas. Entonces alguno dirá: pero es que los animales tienen libertad de acción, no, no tienen libertad, entonces uno tiene más responsabilidad en la acción sobre ellos que cualquier otro.

Yo esto Yo lo hablé una vez, o dos o tres, pero no enfocado como hoy, que partió de la base de que volvió a la vida ese pequeño animal muerto, ¿qué ocurre de aquí en más?, ya no es un problema a tener en cuenta, por supuesto que nos alegramos si la vida continua, pero el signo ya está y los signos como ustedes saben muy bien deben ser interpretados. Por lo tanto…, dirán algunos: ¿qué pretende el Señor con todo esto?, ordenar, simplemente ordenar, todo lo que se va haciendo tiende a restituir el orden que Mi Papá imprimió en todas las cosas ya en los primeros tiempos y por supuesto que el hombre después desordenó. Acuérdense de aquella expresión cuando Mi Papá mira todo, dijo: “que todo lo había hecho bien”, bien es sinónimo de orden, es sinónimo de salud, es sinónimo de todo lo que es positivo y bueno.

Que queden claras todas estas cosas, incluso por ejemplo tendrá que llegar el momento en que tal debe ser el orden que hay en todo que no habrá necesidad de poner elementos que perjudiquen a las hormigas, porque también eso va a llegar a ordenarse, mientras tanto ustedes tienen que cuidar el orden pero solamente antes quieren entiendan, porque es muy, muy serio hacer que los más pequeñas reciban un doble mensaje. Para ser más claro: sí me dicen que no hay que matar, ¿cómo es que están matando estos animalitos?, entonces los pequeños recibiendo el mensaje, porque en su frescura infantil aún no comprenden muchas cosas, pero dentro de todo llegará el momento que ciertas cosas no habrá que hacerlas tampoco.

Vuelvo a lo anterior, todo lo que está sobre la Tierra les pertenece y ustedes pertenecen al Señor, sí, para usar, no para abusar de ellas, como alimento, como lo que sea pero con todo el respeto y el amor que corresponde, o ¿ustedes qué creen?, que si arrancan violentamente un vegetal de su hábitat natural porque eso les alimenta, piensen que ese vegetal puede tornarse hasta un veneno para ustedes, pero si ustedes lo hacen con toda la discreción, con todo el respeto y el amor que eso merece, entonces, diría Yo que hasta un vegetal se encamina para beneficiar al rey de la creación que es el hombre.

Esto que les estoy diciendo es posible que rompa un montón de estructuras en las cuales ustedes se están moviendo, hablo para todos los hombres del universo, pero todo tiene que ser hecho nuevo, en los Cielos y en la Tierra, todo Mis queridos, todo. Así como está claro lo dicho en la Carta de Pablo, pero esa Carta hay que traducirla a términos actuales, sino no tiene valor.

No se olviden de todas estas cosas, que en primera y última instancia son las reflexiones de un padre que tiene como objetivo fundamental ordenar todo.

Amén.