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Mensaje del 20 de Febrero de 2002

Cuando piensan en Mi Padre, no lo pueden imaginar, piensan en una luz. Cuando piensan en el Espíritu Santo también, o las manifestaciones que él tiene en perfumes, en piel de gallina, frío, calor. Pero a Mí me tienen como a un hombre que pueden tocar.

Mensaje del 20 de Febrero de 2002

Dice Jesús:

"Yo soy el camino, la verdad y la vida. Quien me sigue a mí no anda en tinieblas".

Mi corazón está acongojado por una parte y muy alegre por la otra. Acongojado porque miro todas vuestras vidas y vuestros dolores y vuestras angustias. Pero también muy contento porque han venido desde lejos y están aquí. Saben, Yo no me voy a olvidar.

Estos mensajes son para todos los hombres de los cinco continentes, pero que todos los hombres sepan que los quiero a todos por supuesto, pero teniéndolos así al alcance de Mi mano siento una especial satisfacción. ¿Saben qué pasa Mis queridos? Muchos a veces ponen piedras en el camino para que Yo llegue a ustedes. Pero no importa Yo estoy cerca de cada uno, participo de vuestra vida, trabajo con ustedes; pelo las papas para el puchero con ustedes porque los amo y estoy cerca, muy cerca. Así quiero que me vean. Es cierto que en Mí hay naturaleza divina, pero también naturaleza humana.

La misma naturaleza humana que lloró la muerte de Lázaro, la misma naturaleza humana que tantas veces juntó un yuyo del campo para frotarlo contra Mi cuerpo y oler mejor cuando a veces teníamos los ríos lejos para bañarnos, Tan humana cuando Mi aliento olía mal por las mañanas como el de ustedes. Así quiero que me vean Mis queridos, el Hijo de Dios y Dios mismo, pero el hombre, el Jesús humano que está en cada una de las cosas de ustedes.

Cuando piensan en Mi Padre, no lo pueden imaginar, piensan en una luz. Cuando piensan en el Espíritu Santo también, o las manifestaciones que él tiene en perfumes, en piel de gallina, frío, calor. Pero a Mí me tienen como a un hombre que pueden tocar. Este hombre que tiene bajo este manto la misma piel de ustedes, los mismos órganos que ustedes, todo igual que ustedes, Por eso Mis queridos los entiendo, los comprendo. Sé de vuestras luchas, sé de vuestras tristezas de vuestras penas; porque Yo como hombre también las tuve.

Díganle a todos estuve con Jesús, que si bien tiene naturaleza divina, a mi me mostró su humanidad, porque estoy vivo entre todos y quiero llevarles a todos los que todos necesitan. Pues cuando rezan el Padre Nuestro dicen que se haga tu Voluntad Señor y Mi voluntad es que ustedes sean felices.

Todos aquellos, como dije antes, que ponen piedras en el camino, a veces dificultan un poco el llegar hasta ustedes, perdónenlos, ténganle paciencia, ustedes han respirado Mi mismo aliento, el mismo aire que Yo respiro, el aire de Mi Mamá y de todos los Santos que están presentes, lo demás no importa Mis queridos; a cada día le basta su propia afán, el mañana déjenmelo a Mí que Yo me encargo de él.

No sea cosa que por pensar demasiado nuestros dolores pasados y querer un futuro mejor se estén olvidando de vivir este momento.

Ustedes me dijeron que me aman. ¿Saben cuánto los amo Yo?. Ya en el principio de los tiempos estando en el corazón de Mi Padre los amaba. Un día me hice carne en el cuerpo de la Virgen, de Mi mamá, hasta que llegó la cruz. ¿En quién pensaba cuando estaba en la cruz? ¿En quién pensaba cuando había los golpes clavando en las manos y en los pies? ¿En quién pensaba? Estaba pensando en vos. En vos estaba pensando Mi querido y cuando derramaba Mi sangre estaba pensando en que con ello te abría las puertas del Paraíso.

Cuando le dije a Juan: "He ahí a tu madre"; y cuando le dije a Mi mamá: "He ahí a tu Hijo", también les dije a todos ustedes: "He ahí vuestra Madre". Si hay algo que me alegra Mis queridos, que me pone tan contento es que amen mucho a Mi mamá. Eso es algo que me conmueve profundamente, además ustedes saben que todo lo que Yo les concedo pasa por Mi Mamá. Ámenla mucho, ámenla, amen a María y díganle a los demás: Amen a María, ámenla.

Mis queridos, ustedes dirán qué raro el Hijo de Dios y Dios mismo me dice esto, pero sí, Yo les digo les agradezco verlos aquí cerca de Mí.

Les agradezco infinitamente que estén cerca de Mí.

Todas las lágrimas que han derramado o las penas que han tenido, yo las recojo para devolvérselas en felicidad, en salud, en vida plena, en santidad como dice ahí Romanos 14.

Los amo Mis queridos, no se olviden nunca de eso. Estén donde estén; hagan lo que hagan, se porten bien o se porten mal, aunque Yo no creo que nadie de ustedes se porte mal, por ahí hay algún desliz de algo pero no es nada eso.

¿Saben qué es lo grave? Negarme. ¿Saben qué es lo grave? No querer a Mi Mamá.
El resto es tan fácil de perdonar Mis queridos, y ese es Mi trabajo perdonar. ¿Y por qué los perdono? Porque los amo. Los amo.

Y cuando regresen a vuestras casas esta noche, piensen viene conmigo Jesús. Pero no cualquiera, viene alguien que me ama y me ama para siempre.

Les doy Mi bendición que es del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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