• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 26 de Julio de 2002

No se olviden que en aquel ser humano más simple que encuentran en la calle, puede que sea Yo, vestido como ese ser humano y parecido o igual a ese ser humano.

Mensaje del 26 de Julio de 2002

Dice Jesús:

“Nadie enciende una lámpara para ponerla debajo de la cama, la pone en un lugar visible para que los demás la vean y se guíen por esa lámpara”. La lámpara es luz y la luz normalmente se enciende de noche para que no tropecemos en la oscuridad con aquellas cosas que están delante nuestro.

Yo quiero que ustedes sean lámparas, Yo quiero que ustedes sean lámparas para vuestros hermanos, estén donde estén, hagan lo que hagan, estén lejos o cerca, si ustedes tienen buenos pensamientos, aman a los demás, se preocupan por ellos, eso es encender vuestra lámpara y Mi Misericordia se encarga de llevar la Luz hasta donde ellos están.

Todo hombre o mujer puede ser una Luz en la vida de muchas personas y no crean que algunos, todos pueden ser una hermosa Luz en la vida de los demás, ¿qué es necesario para ello?, ¿qué combustible tiene que tener la lámpara?, la lámpara debe tener el combustible de la humildad, de la paciencia, de la honradez, debe tener como combustible también todas aquellas virtudes que son fundamentales en la vida del hombre, entonces serán Luz, no solo en la noche sino también de día para todos aquellos que aman. ¿Y hace falta rezar mucho para eso?, noo, es una cuestión de actitud, es decir una posición del espíritu donde uno dice: yo quiero ser lámpara, quiero ser Luz para los otros, y eso es hermoso; ¿y en qué sentido Luz?, en un consejo, en una ayuda, en una palabra oportuna, en todo aquello que beneficie a alguien.

No miren si vuestra Luz solamente es para los familiares, piensen que pueden ser para otros también y por supuesto que esto supone la base de un amor muy grande por los demás, no buscarle los defectos, ni las cosas malas, todo ser humano tiene algo bueno que podemos alabar ¿mmm?. Entonces sean Luz para todos, Luz, Luz, ustedes no se verán tal vez, pero a medida que pasan los días, cuando ustedes tienen ese propósito, realmente cuando lleguen a un lugar van a sentir que los demás sienten la influencia de esa Luz.

No se olviden que en aquel ser humano más simple que encuentran en la calle, puede que sea Yo, vestido como ese ser humano y parecido o igual a ese ser humano, por eso que conocidos o desconocidos, amigos o lo que sea, nunca dejen de pensar: detrás de este hombre ¿no estará Jesús?, detrás de esta mujer ¿no estará la Virgen María?, entonces nunca desprecien a nadie por malo que les parezca, nunca desprecien a nadie, nunca. Cuando golpean la puerta de vuestra casa, miren quién golpea porque uno nunca sabe pero mientras puedan abran la puerta, sean prudentes, pero abran la puerta porque el que llega a vender algo, o a pedir algo o a preguntar cualquier cosa, puedo ser Yo y si no soy Yo, es un hermano de ustedes y Yo les dije claramente: “ámense unos a otros como Yo los he amado”, y…, y ustedes saben muy bien como Yo los he amado a todos, tanto que para pagar todas las deudas, he muerto en una cruz, como un malhechor pero qué importaba si con eso abría las puertas a alguien.

Olvídense de ustedes, no se acuerden de ustedes, primero piensen en los demás, ¿por qué?, porque cuando el ser humano empieza a pensar en los otros, desaparecen sus problemas, el que se mira demasiado a sí mismo, no ve a nadie y termina como hasta odiándose a sí mismo, mientras que el que mira a los demás termina ganando él, ¿por qué?, porque hay una ley de compensación natural: aquél que siembra tomates no cosechará berenjenas, es decir que si uno se desprende de algo por pequeño o grande que sea, un simple saludo, una palabra amable, un gesto cordial, la mano sobre el hombro dando un poco de calor, será retribuido plenamente. ¿Acaso no les digo Yo en el Evangelio: “que hasta una copa de agua dada en Mi nombre será recompensada”?, pero nosotros los hombres, me incluyo en todos los hombres porque Yo también tengo una parte humana, no tenemos que pensar tanto en que vamos a tener retribuciones, no, hagamos las cosas bien por el placer de hacerlas bien y después ya tendrán la recompensa y si no la tuvieran, no hay mayor recompensa que hacer el bien a alguien aunque a lo mejor ni lo sepan y ni te lo agradezcan nunca.

Todo aquello de lo que uno se desprende por los otros será recompensado y no así nomás simplemente, sino por toda una eternidad, porque Mis queridos Yo no les ofrezco el amor por un día, les ofrezco el amor para siempre; ¿qué quiere decir eso?, quiere decir que por toda una eternidad van a estar en presencia del amor, bien vale la pena soportar algunas cosas en este valle de lágrimas sabiendo que hay una eternidad maravillosa que nos espera y además aquel que procede bien, ya tiene en su alma la satisfacción de haber hecho bien las cosas.

Sean Luz Mis queridos, sean Luz para los demás, no dejen que se empañe vuestra lámpara, no dejen que se empañe, que esté siempre lo suficientemente limpia y clara para que vuestra Luz llegue y llegue lejos.

Saben cuánto los amo, piensen: hay alguien más feliz que yo si tengo un Dios de amor que me ama y que no me abandona nunca, por toda una eternidad, entonces los pequeños dolores de todos los días pasan desapercibidos, ¿cuándo?, cuando saben que están conmigo, Yo estoy siempre a vuestro lado o en vuestro corazón, siempre, siempre y no lo voy a abandonar nunca, tampoco me abandonen ustedes, porque cuando comenzamos dijeron: ”que el Hijo del hombre no tenía donde reclinar su cabeza”, pero ahora sí se dónde reclinarla, en el corazón de cada uno de ustedes.

Desde este sitio quiero estar siempre en vuestros pensamientos, en todas vuestras cosas, ¿por qué?, y es muy simple Mis queridos, porque los amo, los amo tiernamente, los amo más allá de todo lo que ustedes puedan imaginarse que los amo. Y ahora cuando regresen a vuestros hogares piensen: el Señor viene conmigo, está dentro de mí, el Señor viene conmigo, está dentro de mí y si yo quiero Él no se irá nunca.

Los amo, los amo, los amo tiernamente, así también como los ama Mi Madre.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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