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Mensaje del 12 de Abril de 2001

No se impresionen con toda Mi sangre, Yo estoy vivo, ya he resucitado y esto así de estar cubierto de sangre lo hago para manifestar Mi presencia, no para dar lástima sino para que unan vuestros dolores a Mi sangre para ayudarme a seguir redimiendo a los seres humanos.
Mensaje del 12 de Abril de 2001

Habla Artemio:

Hoy es Jueves Santo, 12 de Abril de 2001.

Señor, ayer me pareció que me había quedado la mano como aceitosa Señor por todo la saliva que hay en tu cabello, la sangre que hay en todo tu cuerpo.

Dice Jesús:

Recuerdo lo que dije ayer, las aves del campo tienen donde refugiarse en la noche, las bestias, hasta las feroces tienen su guarida y el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar su cabeza, pero aquí sí, porque vos querés verme realmente, no hacés otra cosa que esperarme durante todo el día y no es por la costumbre de tantos años, no.

Esa pequeña sangre que te sale de la cabeza, aunque te duela un poco no es nada al lado de las espinas que Yo he tenido, por eso no me pidas por ahora heridas más grandes porque son muy dolorosas, aunque lo de las manos tanto no te duele, toda la sangre que perdiste hoy ya la he recogido con las intenciones que vos pediste, perdiste mucha sangre, pero una gota era suficiente.

Hoy tuvieron la gracia de recibir a esta hermanita, que realmente se hizo en la escuela del dolor a lo largo de toda su vida y si ella no lo cuenta su dolor, que mal le va con sus hermanas por ser como es, les ha traído un montón de bendiciones hoy.

No se impresionen con toda Mi sangre, Yo estoy vivo, ya he resucitado y esto así de estar cubierto de sangre lo hago para manifestar Mi presencia, no para dar lástima sino para que unan vuestros dolores a Mi sangre para ayudarme a seguir redimiendo a los seres humanos.

Habla Artemio:

Señor, nunca has manifestado o muy indirectamente tus dolores pero pienso que debe ser atroz tener un hueso descubierto sobre el hombro derecho.

Dice Jesús:

Mi querido, cuando se ama, ayer algo dije, los dolores no son tan intensos, por eso no hay que enloquecerse con Mis dolores porque habrá seguramente tantos en la Tierra que estarán padeciendo más de lo que Yo padezco, entonces….

Haba Artemio:

Yo creo Señor que lo que más me preocupa no es tanto los dolores y la sangre, me preocupa el que te hayan escarnecido así, tirado de la barba, tirado del cabello, pateado por todos lados, por más que vos venías Señor a dar tu vida pero se ensañaron demasiado con vos Señor, demasiado.

Dice Jesús:

El Hijo del hombre debía morir en una cruz y antes debía derramar su sangre, que algunos cálculos dicen que son como dos litros y medio pero Mis queridos una sola gota o un solo glóbulo rojo bastaba para la redención del hombre, digamos una gota y cada vez que vea salir de tus heridas sangre estás uniéndola a la Mía para lo que Yo debo aún hacer por los hombres hasta la consumación de los siglos. Vos derramarás sangre y acumulás penas, otros lo harán de otra manera pero Yo lo que necesito es esa generosidad de ofrecer, piensen en la palabra ofrecimiento, dar.

Ofrézcanme todo lo que tienen que ofrecerme, ofrézcanme toda la vida con todos sus recodos y todas sus cicatrices que aún no se borran y pídanme todo lo que necesitan.

Habla Artemio:

Que bello rostro que tenés Señor, que nariz perfecta, a pesar de tu cara sucia de sangre pero tenés esas facciones tan, tan delicadas, este cuerpo que no es grande pero es de alguien que trabajó. Señor en la panza Señor, tenés esas arruguitas que tienen los que no tienen grasa Señor y tenés una hilera de pelitos que te van hasta el ombligo y pasan abajo hasta el pubis, no tenés muchos bellos, el ombligo es como el de todos nosotros.

Dice Jesús:

Cuánto los amo, no importa si se los repito diariamente pero los amo, los amo, porque me ofrecen vuestros corazones y vos me ofrecés tu casa y no hay una cosa que no arregles o hagas si no estás pensando cómo injertarla dentro de Mi proyecto.

Tener en cuenta las palabras leídas en la Sagrada Escritura de hoy, a todos les viene muy bien y son una prolongación de lo que dijo la hermana, de la aceptación, ¿se dan cuenta que lo que dijo la hermana continua con la palabra que hemos tenido?, hasta hay palabras iguales, todo es una sola cosa cuando se está con el Señor.

No traten y vos menos que los demás, que estás viendo todo lo que ves, no procesen nada, no analicen, porque el Hijo del hombre en estas condiciones permite la compasión, pero Yo estoy vivo y esto lo he sufrido con muchísimo gusto a pesar de las quejas que he tenido, porque Mi Padre, como dije ayer y lo seguiré diciendo siempre, me envía, no podía pasarme menos que a los Profetas, que a casi todos los mataron. Traer algo de arriba no es tan fácil, no es tan fácil convivir con los demás cuando se trae algo de arriba, es una continua lucha diaria de incomprensiones, de humillaciones, de segregaciones, de todo, pero si Yo les dijera: ¿quieren cambiarlo todo lo que tienen en ustedes?, ustedes me dirían que no porque han sido creados a Mi imagen y semejanza y nadie quisiera dejar la piel que tiene, nadie, porque hasta se llegan a amar los dolores que uno pasó cuando uno entiende el valor del dolor ofrecido.

Y en todo esto no hay normas Mis queridos, no hay normas.

Habla Artemio:

También lo dijo la hermana hoy cuando recordó que nos pusiéramos cómodos, que ninguna forma de estar ofendía al Señor, eso lo dijiste en las primeras Apariciones en el 96 aquí. Perdoname si injerto yo alguna cosa Señor.

Dice Jesús:

Vuelvo a repetir, porque en las cosas fundamentales hasta da gusto ser reiterativo, ¿acaso no les suena bien al oído cuando alguien les repite hasta el cansancio que los ama y sin embargo es la misma palabra: te amo, te amo, te amo y nadie se cansa de que repitan una palabra así melodiosa al oído, por eso a veces soy reiterativo y vivan de acuerdo a las cosas que Yo les digo, despréndanse de todos los oropeles y las grandes manifestaciones y los grandes actos litúrgicos y los grandes actos de aquí y de allá.

Te acordás el ante año pasado cuando ibas a la ceremonia del Jueves Santo y me encontraste en la plaza y te quedaste boquiabierto y Yo te dije: estoy aquí porque no hay lugar para Mí ahí adentro, entonces soportar la ceremonia fue una tortura.

Habla Artemio:

Más de una vez quise escaparme afuera.

Dice Jesús:

Sí, Yo te sostuve porque sino te ibas afuera, hubiera quedado mal para todos esos que miran, que van a mirar nada más.

Si me siguen a Mí nunca tengan miedo de estar fuera de la Iglesia y repito lo que dije: la Trinidad solamente puede decir quién está dentro y fuera de la Iglesia, el Padre, Yo, el Espíritu Santo, nadie más, entiéndanlo muy bien. Si rezan con fuerza al Espíritu Santo que es el Gran Comunicador de todo, Él siempre les dirá lo mejor pero sean lo suficientemente humildes para no distorsionar la palabra del Gran Comunicador, esta palabra que en general pocos la usan de comunicador, porque la usaron algunas escuelas filosóficas de los primeros siglos, escuelas filosóficas que a algunos no les gusta tanto pero eso es el Espíritu Santo, el Gran Comunicador.

No me extenderé más Mis queridos, sepan que los amo, refúgiense en Mis heridas, no me causan dolor, sino me causan gozo.

Si mueven un poquito la boca se van a dar cuenta que toda esta sangre les ha impregnado también vuestra boca, ustedes en este momento están sintiendo el gusto de Mi sangre y también están aspirando este aire caliente por la fiebre que tengo.

Un pequeño pedido, no importa si no entienden como el Cireneo que no entendía pero ayúdenme a llevar la cruz, necesito de vuestro auxilio para llevar la cruz. No me puse a pensar qué habrá creído el Cireneo pero él me ayudó a llevar la cruz, no lo hicieron por caridad por supuesto, si no ponían a alguien que me ayudara no tenían la fiesta de la crucifixión en el Gólgota.

Sean Mis cireneos, ayúdenme a llevar la cruz, ya lo están haciendo y desde hace muchos años.

Los amo Mis queridos, que todo este rojo que sale de Mí, que es el símbolo de la vida, los cubra a ustedes y a todos vuestros familiares y amigos y enemigos, a todos aquellos que aman o aquellos que directamente no aman, porque Yo vine para todos, que los cubra a ustedes especialmente pero que los cubra a todos, ¿para qué?, ¿hace falta decir los beneficios que trae el ser cubierto con Mi sangre?.

Cuánto los amo, cuánto los amo, cuánto los amo.

Amén, Amén, Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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