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Mensaje del 26 de Mayo de 1998

Mientras el hombre no reconozca que su soledad existencial solamente la puedo llenar Yo, ese hombre aún no entendió nada, porque todos los afectos humanos y toda la compañía humana tarde o temprano se termina, los niños crecen y levantan vuelo, los adultos están en otra cosa y los viejos acarician ya la idea de la muerte, ¿qué amor prevalece a pesar de todo?, Mi amor, el que les tuve desde el comienzo de todos los tiempos, les seguí teniendo, el que les tuve cuando estaban en el vientre de vuestra madre y el que les seguí teniendo a través del tiempo, hasta este día y que seguirá en adelante.

 

Mensaje del 26 de Mayo de 1998

Habla Artemio:

Hoy es 26 de Mayo, martes.

El mandato de Jesús es oren, por ahí dice que cuando está en el huerto de los Olivos: “si es posible Padre aparta de Mí esto”, pero el Padre no se hace oír para nada y después vemos toda la flaqueza de Pedro cuando lo niega todo, antes de eso cuando Jesús los encuentra durmiendo a todos, Él oraba, los otros dormían, parecería que somos así los seres humanos, en los momentos más tremendos dormimos, dormimos de muchas formas, dormimos cuando estamos cansados y dormimos también cuando no nos comunicamos con el Señor ¿no?, bueno.

Vamos a hacer ahora una oración, que al mismo tiempo será acción de gracia: yo te agradezco Señor en este día, te agradezco todo lo que he vivido, desde que mis ojos vieron la luz esta mañana hasta el momento en que cierre los ojos para dormirme. Yo te agradezco todo este día Señor porque es un día más en mi vida, un día en que tuve la oportunidad y la posibilidad de hacer muchas cosas y aunque esas cosas a lo mejor no tuvieran nada que ver concretamente con vos, pero si yo tenía la actitud de estar junto a vos, todo lo que hice durante el día se convirtió en una larga oración, cualquier cosa: pelar una papa, cambiar un chico, atender a un familiar, hacer la comida. Señor, si lo hice como pensando en vos, como una actitud de servicio y pensando que vos estabas aprobando esto vale como oración Señor, por eso te doy gracias Señor y no hace falta ni hoy ni mañana ni pasado que Yo te diga: Señor mirá, esto lo hago por vos y para vos, porque si Yo me he entregado a vos Señor, si Yo te he ofrecido mi libertad para que sea tuya entonces cada paso que doy, cada movimiento que hago, cada actitud que tengo va a ser una forma Señor de estar rezando, esto también lo decía la Madre Teresa.

Ahora, entonces no me voy a preocupar por cuántos Rosarios dije, si dije varios está muy bien, pero si no dije ningún Rosario pero en mi mente te cruzaste Señor un montón de veces y todo lo que fui haciendo lo hacía con paciencia, con ganas, con humildad, con gusto, como una forma de servir al semejante y una forma de vivir de mi trabajo entonces Señor yo te agradezco porque todo el día estuve rezando, todo el día, porque yo que te he descubierto Señor, yo que te he encontrado ya no hay placer dentro de mí tan grande como comunicarme con vos, hay otras cosas hermosas en la vida también pero parecería que esta, la de comunicarme con vos Señor es la mas hermosa porque no es de un día para otro, ni por un tiempo sino es para siempre, es por toda una eternidad.

Por eso Señor, yo te doy gracias por haberte conocido, gracias por haberte comprendido en la medida de mis posibilidades, te doy gracias Señor porque sos mi amigo, mi compañero, mi Padre, mi hermano, mi conocido, sos todo eso Señor y mucho más, por eso te doy gracias Señor. Ya teniéndote a vos como testigo de todo lo que pasa en mi día Señor ya veo que todo es diferente, las cosas dolorosas son menos dolorosas porque te tengo a vos de testigo y las cosas lindas son mucho más lindas porque las comparto con vos, pero Señor también pienso toda esa relación que vos y yo tenemos, la pienso cuando me acuerdo de ese niño que está allá lejos, mi mente quiere que ese niño siga viviendo Señor, pero yo no sé si esa es tu voluntad, ¿hay un castigo en eso Señor?, no, las cosas suceden, en la vida nos va de una manera y después vos te acercas Señor para consolarnos, para darnos la palabra justa y oportuna, eso no lo podemos entender bien Señor, como es que muere un niño o está enfermo un niño, no lo podemos entender Señor, porque cuando uno piensa en un niño piensa en la inocencia y uno dice: si sufre un hombre bueno, pero si sufre un niño parecería que todo se conmueve, parecería que todo tiene otro color.

Nadie puede permanecer indiferente ante el sufrimiento de un niño, incluso se supone que vos tampoco Señor, por eso esa insistencia Señor de pedirte la salud para él, pero en el fondo Señor sabemos que en todo caso se va a hacer tu voluntad y no la nuestra, pero reconocé Señor que nos duele esto, nos duele mucho Señor, nos duele una enormidad Señor, porque al pensar en este niño estamos pensando Señor que en este país, en este día un promedio de catorce niños se han muerto de hambre y otros no se han muerto pero tal vez morirán mañana o pasado porque no tienen qué comer y eso no está en tierras lejanas, no, sí hay muchos por ahí pero otros a veces están cerca de nuestra casa, a pocas cuadras, porque eso de que la tuberculosis ya no existe es una historia que nadie cree porque a pocas cuadras de nuestra casa hay niños con tuberculosis y lo más importante de esto es que no están tomando ningún antibiótico y nadie se ocupa de ellos, entonces Señor qué es lo que está pasando en este mundo Señor, qué es lo que está pasando Señor. Es cierto, vos nos hacés libres para que nosotros construyamos todo sobre la Tierra y entonces si hay niños que mueren de hambre quiere decir que las cosas están mal organizadas y que si algunos mueren porque no tienen qué comer tal vez otros mueren porque comen demasiado. A veces Señor cuando uno ve la mesa puesta y la comida en la mesa uno siente vergüenza, yo siento vergüenza, y a veces uno no sabe si servirse o no porque piensa: ¿todos pueden hacer lo mismo que yo en este momento?, no y sin embargo es mi hermano, que está cerca o está lejos pero es mi hermano.

Entonces Señor hay una cosa clara acá, muy clara, habrá que tomar conciencia de cuantos hermanos nuestros mueren porque no tienen qué comer y otros si no mueren se crían tan débiles y tan mal que a lo mejor se mueren más grande o quedan retardados para toda la vida. Es fácil hablar Señor, aquí nosotros estamos con luz, calor, bien sentados y acomodados, con el estómago lleno y todos en paz, es fácil Señor hablarte, pero tantos millones no pueden hacer lo mismo, para nosotros es fácil hablar de vos Señor y con vos pero para ellos no, entonces quiere decir que las cosas no andan nada bien en esta Tierra. Yo no estoy descubriendo la pólvora Señor porque en los Mensajes y Profecías tanto tu Madre como vos lo dicen: “es hora ya que dejen de tener el pie sobre la cabeza de vuestro hermano” dice la Virgen ¿no? y lo que nos rodea Señor es corrupción, sabiendo que aquellos que manejan la cosa pública directamente no les importa ni en lo más mínimo quienes sufren y quiénes no sufren pero a nosotros Señor sí nos importa, porque son nuestros hermanos Señor y cuando esta noche hundamos la cabeza en la almohada Señor seríamos muy mal nacidos si no nos acordáramos que tantos no pueden hacer lo mismo y no pueden conciliar el sueño porque su estómago está vacío desde hace muchos días. Ya sé Señor que nosotros tanto no podemos remediar, pero sí sé Señor con claridad que tenemos que tomar conciencia de todo eso, porque sino dejamos de ser hombres para transformarnos en ratones. Cuando alguien por ahí dijo: mi alma estará triste hasta la muerte, tal vez nosotros participemos de esa expresión, porque quién puede ser feliz plenamente cuando sabe que a lo mejor a pocas cuadras de su casa alguien no puede conciliar el sueño porque en su estómago no hay nada.

Yo no quiero exagerar las cosas porque el hombre es libre y en consecuencia pagará sus deudas, pero mientras tanto todos los que pasan injusticias qué, qué, ahora el problema no es solo Señor de hambre de pan, el problema de muchos es hambre de amor. Vamos a pensar juntos Señor, cuántos hay en este pueblo, en esta provincia, en esta nación, en América y en el mundo pero pensemos aquí cerquita en nuestro pueblo, cuántas personas ya ancianas tienen todo el cariño que debieran tener, cuántos niños son o están desprotegidos de sus padres porque sus padres están en otra y los han tenido como fruto de una noche de joda a sus hijos, cuántos educadores hay en las Escuelas que realmente se desviven o se preocupan mucho por todos esos niños que ven con un rostro triste, con una cara que les está indicando que en su vida el amor es una cosa que nunca existió, porque si es terrible Señor el hambre de pan, también es terrible el hambre de amor y no solamente Señor los niños o los viejos, muchos, hombres y mujeres que pasan a nuestro lado que están seco de afecto.

Nosotros sabemos por las leyes de la psicología que un ser humano no puede vivir más de un mes sin tener afecto, porque empieza a morirse por dentro, empieza a secarse como una planta que no se riega, ahora cuántos hay que cruzan nuestra vida, nos pasan en la calle o vemos diariamente que a lo mejor con la apariencia de tener mucho están padeciendo una sequedad total de afecto, porque muchas veces Señor insistimos en el hambre de pan de harina, pero yo lo veo aquí dentro que tantas veces los hambrientos más grandes son los hambrientos de amor Señor, como hoy decía una señora: toda mi vida matrimonial fue hermosa, desde afuera, porque a mi nunca me faltó nada pero yo no lo quería a mi marido, entonces hace veinticinco años que vengo fingiendo y los nódulos que me aparecieron en el pecho y dieron que es cáncer es una consecuencia de haber vivido toda una vida sin amor, sí, mi marido fue muy bueno conmigo, como lo puede ser un hermano pero yo me equivoqué, me equivoqué, entonces todo ese drama interior se canalizó a través de los nódulos en un pecho que dieron malignos, y razonó bien y tiene toda, toda la razón esa mujer pero, dice: yo estoy estructurada de una forma en que nunca me movería, aunque hace muchos años estoy enamorada de una persona pero nunca me atrevería a dar un paso y ya está resuelta, si tengo que morir así, voy a morir así. Me dejó pensando largamente esa mujer, porque si fuera un caso aislado, pero es a diario y muchos, qué pasa con los seres humanos Señor que se equivocan tanto, cómo Señor confunden tanto los seres humanos los afectos, cómo es posible Señor que nadie intervenga, aconseje, ayude para clarificar algo respecto a esto.

Señor, si seguimos hablando de todas estas cosas vamos a terminar pensando en que tendríamos que dedicarnos totalmente a servir a los demás en sus necesidades de todos los días, por otra parte Señor te pregunto: ¿y quién se ocupa de nuestras necesidades?, ¿quién?, se vuelve muy duro Señor el planteo porque no podemos dar naranja si no tenemos naranjas para dar, no podemos dar amor si no estamos ordenados interiormente porque siempre vamos a estar tironeados entre lo que quiero dar y lo que no tengo para dar, o bien porque me estafaron en los afectos, o bien porque en la vida me fue de una forma en que no los tengo o bien..., por cincuenta motivos, pero yo comprendo, hay tantos huérfanos de amor y me pregunto a mí mismo: ¿no seré yo también uno de los huérfanos del afecto?, está comprobado que el afecto es el que lo mantiene en pie al ser humano, un ser humano con afecto hasta tiene las defensas mejores para luchar contra cualquier enfermedad, sin afecto no, ¿entonces?. Pero aquí hay una solución Señor, yo sé que vos me amás Señor y si en la vida por una cosa o la otra aquellos que debieron darme afecto no me lo dieron, tal vez Señor tenga que pensar por fin en vos y decirte con toda sinceridad: vení a mi corazón Señor porque te tengo preparado este corazón vacío, vacío de muchas cosas, ya sé que tengo necesidades de otros afectos también pero ahora estoy hablando con vos Señor entonces vení a mi corazón y como vos decías en el Evangelio: “y Yo iré y cenaré con él”, es decir compartirás mis dudas, mis penas, mis alegrías, todas las cosas que yo tengo.

Qué pasaría Señor si no te tuviera a vos para que llenés todos los agujeros que puede haber en mi alma, porque Señor yo no he encontrado todavía un ser humano, uno que me diga: estoy completo, lo tengo todo, porque incluso los matrimonios que más se quieren, en uno o en otro o en los dos hay un pedacito de tierra de nadie donde nadie llega, ni nadie comprende, ni nadie entiende ni nadie..., es decir donde el ser humano está solo, pero Señor si vos venís a mi corazón yo te abriré mis puertas y llenarás todo mi ser con tu amor y esto no son palabras, es una tremenda realidad. Ya sé Señor que necesito otros afectos también, porque soy una persona, o soy un hombre, o soy una mujer, o soy un niño o soy un anciano, necesito otros afectos, pero empecemos Señor por vos dentro de mi corazón y vos me irás señalando como yo puedo ir solucionando mis faltas de afecto y mientras tanto te tengo a vos conmigo que me dirás: qué hago, cómo lo hago, cuándo lo hago, hasta qué punto lo hago, etc. No es fácil vivir Señor, nada fácil, pero si vos estás con nosotros todo cambia, todo se vuelve hermoso, porque incluso los dolores más duros de soportar cuando uno te tiene a vos de testigo Señor el dolor ya es mucho menor y ya diría yo que es, no es casi dolor, porque vos estás con nosotros, estás en el corazón.

Ahora, cómo haré Señor yo para quererte como vos o amarte como vos querés que yo te ame o como vos merecés que yo te ame, no sé, porque si en la vida no me fue tan bien entonces estoy medio reseco por dentro, no sé como amarte Señor, no sé, entonces empezá por amarme vos Señor, aquí estoy Señor, todo mi pecho está abierto Señor para que entrés en él y me ames, podés entrar de muchas formas Señor, podés entrar por medio de tu cuerpo cuando comulgo, podés entrar en este momento que yo abro mi corazón para decirte: entrá en él, entrá Señor porque sino la desesperación... (se dio vuelta la cinta)..., y también Señor tendré que encontrar otras formas de amor por ejemplo, tendré que ser feliz si puedo hacer sonreír a un niño, tendré que ponerme muy bien si un anciano logra encontrar algún motivo para vivir en su vida, podré también alegrarme y disfrutar la sonrisa de un niño. Es decir, hay cincuenta formas Señor de encontrarte, también en las llagas de un enfermo, en esas heridas que a veces tienen olor, en esos pies torcidos, con los dedos torcidos por la artrosis de tantos años de trabajo y ese pequeño amor que podré darle Señor a esa mujer o a ese hombre tocándole las manos o la cabeza o mirándolos muy fijamente a los ojos como queriéndole decir: entiendo todo lo que pasaste en la vida, entonces Señor voy a empezar a descubrir que ya no estaba tan solo, que estaba rodeado de hermanos, que estaba rodeado de montones de personas que estaban haciendo posible salir de mí mucho afecto para darlo y por más que tal vez mi afecto no sea correspondido ya no me importa tanto porque he descubierto otra dimensión del amor, otra dimensión del amor. La Madre Teresa era feliz cuando podía apretar contra su pecho a alguien que moría, sentía su aliento a podrido, sentía nada más que piel y huesos, sin embargo era feliz diciéndole palabras consoladoras a ese ser que moría.

Por ahí debe andar nuestro camino Señor, descubrir a todos aquellos que nos rodean y que están resecos de amor y que mueren sin que nadie les de una sonrisa, eso no quita que yo te pida para mi en forma personal mis propios afectos, por supuesto que sí, pero mi vida va a ser muy diferente, muy distinta, porque es una elección Señor, es una forma de vivir, eso de poner la mano sobre alguien y devolverle la vida, porque una mano caliente sobre el hombro hace tanto bien, prueben.

Ahora todo esto Señor que te estoy diciendo, que sea como una forma tremenda de acción de gracias porque sos mi hermano, mi amigo, mi compañero, mi guía, porque sos el faro que alumbra mi vida, la sangre que corre en mis venas, el que le da fuerza a mi corazón para latir, por eso todo esto es una tremenda acción de gracias Señor, por tenerte, porque estás conmigo, porque nunca me abandonás, porque nunca me vas a traicionar y van a pasar los años y vas a estar siempre conmigo y en cada época de mi vida me vas a dar todo aquello que yo necesite para poder seguir viviendo. Que suerte que tengo Señor, que suerte en tener un compañero, un amigo como vos, gracias Señor, gracias porque después de todo esto que estamos diciendo he descubierto que te amo Señor, que te amo mucho Señor, mi amor es pobre, es chiquitito, es precario pero yo siento que te amo Señor y amo también a tu Madre Señor, porque sé que ella siempre está pensando en mi y amo tu Padre Señor porque desde el comienzo de todos los tiempos ya tenía pensado el mandarte a vos Jesús para rescatarme, para que seas mi amigo, mi compañero, mi guía, mi Padre, mi hermano. Te doy gracias Señor porque de tanto dolor que me rodea veo que si estoy con vos y te tengo en mi corazón ya todo ese dolor me parece menos dolor Señor, porque vos encendés dentro de mi una fuerza enorme Señor, enorme, que no cabe dentro de mi ser para poder amar a los que están cerca y los que están lejos y a los que corresponde que ame especialmente porque son mi familia, o mis amigos o mis compañeros.

Gracias Señor, gracias, gracias Señor porque realmente a pesar de tanto dolor me siento feliz si estás conmigo, me siento feliz Señor, porque sé que me vas a dar fuerzas para que si bien no voy a cambiar el mundo Señor, al menos todos aquellos que tenga a mano van a ser más felices si tienen mi presencia. Gracias Señor, gracias y una vez más te digo: te amo Señor, te amo Señor, no por lo que me prometes ni por la Bienaventuranza Eterna que voy a vivir con vos, si no te amo porque sos vos Señor, porque en la cruz, en el calvario y a lo largo de tu vida me fuiste dando montones de ejemplos para que yo te ame Señor, porque cuando el Hijo de Dios pierde su sangre y cada gota la perdió por mí entonces solamente me queda una actitud digna, tratar de retribuirte de todo ese amor que vos me tenés, entonces mi vida se va a llenar, se va a llenar de cosas hermosas, aunque mis manos estén vacías y esté solo en medio del desierto porque a veces uno puede tener cientos de personas alrededor pero estar tremendamente solo y si esa soledad Señor la compartís entonces ya todo cambia y la vida puede seguir siendo amor y proyecto.

Ven Señor Jesús, porque además de todo esto que hemos hablado está también tu plan Señor que es ir desgranando Mensajes, todas las veces que nos reunimos o a veces a solas para poder construir un mundo más habitable, mejor, distinto, en todos los órdenes.

Y ya estás acá Señor, no te voy a preguntar Señor quién, pero cuando vos pedís el almohadón para arrodillarte es porque alguien ha resucitado, es decir estaba tan mal, estaba del otro lado casi y ha vuelto a la vida, no te voy a preguntar Señor quién, lo fundamental Señor es que haya ocurrido, esa es la contraseña que tenemos vos y yo, pedirme el almohadón para arrodillarte. Habla Señor que tu siervo escucha, habla Señor.

Dice Jesús:

Que mis palabras tengan no solo el valor directo para ustedes que son Mis hijos, Hijos de la Luz, sino para todos los hombres de buena voluntad que quieran escuchar estas palabras, sirva esto entonces para todos.

Mientras el hombre no reconozca que su soledad existencial solamente la puedo llenar Yo, ese hombre aún no entendió nada, porque todos los afectos humanos y toda la compañía humana tarde o temprano se termina, los niños crecen y levantan vuelo, los adultos están en otra cosa y los viejos acarician ya la idea de la muerte, ¿qué amor prevalece a pesar de todo?, Mi amor, el que les tuve desde el comienzo de todos los tiempos, les seguí teniendo, el que les tuve cuando estaban en el vientre de vuestra madre y el que les seguí teniendo a través del tiempo, hasta este día y que seguirá en adelante.

“Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me elige no se arrepentirá jamás, pero quien no me elige andará en tinieblas”, por eso hermanos Yo les doy gracias a ustedes ahora porque me han elegido.

Yo les amo tiernamente, les amo con un amor muy profundo y cuando salgan de aquí y regresen a vuestros hogares sepan que son como una Luz que alumbra por donde pasa y que aunque no se vea sensiblemente pero llenarán todo de Luz, porque ningún ser está en presencia de Mi si no se llena de Mi Luz y de Mi amor. Algunos de ustedes solamente me ven pero todos saben que estoy y todos me sienten presente, entonces quiero volver a agradecerles vuestra presencia acá, que es un testimonio hermoso y es una forma de decir: Jesús, te amo, cada uno a su manera, cada uno de una forma diferente, cada uno de acuerdo al lugar en donde está pero todos diciéndome exactamente lo mismo: Jesús te amo.

Habla Artemio:

Las manos de Jesús sobre mis rodillas y muslos, prácticamente me están quemando, las heridas de sus manos están tiernas, como si estuvieran perdiendo sangre aún y pensar que hace dos mil años que están perdiendo sangre, ¿por quién todo eso?, por nosotros, por mí, por vos, por vos, por vos.

Dice Nuestra Señora:

La llama de amor que sale de Mi Corazón Inmaculado ha llenado todo este recinto y cuando, como dijo Mi Hijo: regresen a vuestro hogar Santificarán todo lo que tocan y aunque no lo vean brillarán como el sol en mitad de la noche.

Yo soy la Madre amorosísima, la Madre amorosísima que aquí se llama Nuestra Señora del Espíritu Santo, o si quieren Nuestra Señora de la Justicia porque todo lo que hablaron al comienzo, todo está previsto dentro de Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo para de alguna forma remediarlo, no crean ustedes que la Madre de Jesús, la Madre de Dios puede permanecer indiferente ante un niño que muere, o ante un anciano que acaricia sus últimos días de existencia sin tener un chiquito de amor, la Madre del Señor nunca podría permanecer indiferente.

Tengan plena confianza que todo se está elaborando y todo a su debido tiempo tomará cuerpo y entonces todo ese dolor que hay en vuestros corazones al decirme lo que me dijeron esta noche se apaciguará, porque verán reinar por fin el amor, quedarán muchos todavía sin querer recibir la palabra de Mi Hijo ni la Mía, pero ya es problema de ellos, todos van a tener la oportunidad de la Misericordia de Mi Hijo que los alcance la llama de amor que sale de Mi Inmaculado Corazón.

Dice la Madre Teresa:

Cuando los oí hablar al comienzo y cuando sentí el termino soledad, no crean que cuando yo estaba en los sitios de la muerte, muchas veces humanamente no me sentí sola. Es muy duro hermanos ver que todo alrededor son personas que esperan morirse, pero no porque les llegó la hora sino porque los hombres, otros hombres cercanos y lejanos, les niegan el pan para vivir.

El amor del Señor siempre sustentó mi vida, pero eso no quita que a veces me haya sentido tremendamente sola, ante el egoísmo y el olvido de los hombres y el olvido de sus hermanos, ocurre que a medida que pasó el tiempo fui sublimando todo eso y a veces hasta me enojé y grité y pataleé para conseguir aunque sea un pedazo de pan. Ese pedazo de pan que después les entregaba a los hambrientos y que no comían rápidamente sino que lo iban comiendo miguita por miguita para que les durara más, ¿saben queridos míos lo que es comer un pedazo de pan miguita por miguita para que dure?, piénsenlo, piénsenlo.

Los amo mucho, porque sé todo el amor que hay en vuestros corazones.

Amén.

Habla Artemio:

Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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