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Mensaje del 28 de Marzo de 1998

Estamos en la era de la Misericordia y necesito que ustedes confíen en Mi amor, tengan todas las esperanzas, vivan alegres y felices, que los problemas cotidianos no les amargue ni les ponga cara triste porque si Yo estoy con ustedes nada les puede faltar.

Mensaje del 28 de Marzo de 1998

Habla Artemio:


Esto lo grabo porque alguno lo quiere después, no sé.

Señor Jesús, hemos leído tu palabra y estamos agradecidos Señor que desde el comienzo de todos los tiempos ya nos amabas Señor, eso nos indica Señor que tu Misericordia es gratuita, no hace falta que hagamos méritos Señor porque vos nos regalas tu amor en forma gratuita. Ya te amaba en el seno de tu madre, en el seno de tu madre ya te había consagrado como dice el Profeta Ezequiel, ahora por todo eso Señor, por todo lo que amaste a través de los milenios y me seguirás amando por toda una eternidad yo quiero darte gracias Señor, quiero darte gracias Señor porque gratuitamente, sin que yo te diera nada vos ya pensabas en mi Señor, vos ya me querías, me amabas, respetabas siempre mi libertad Señor pero te alegrabas enormemente cuando yo seguía tus caminos y siempre conmigo Señor, siempre conmigo, respetando mi libertad pero al mismo tiempo dándome las posibilidades para que yo fuera creciendo, te fuera aceptando, te fuera conociendo, te fuera comprendiendo y fuera armando mi vida en base a todo el amor que vos me tenés Señor.

Gracias Señor porque eres grande, gracias Señor porque eres bueno, gracias Señor porque eres Todopoderoso, gracias Señor porque cuando nací podrían haber nacido cientos de miles de hermanos míos pero justo el espermatozoide que llevaba mi ser se unió al óvulo en el cuerpo de mi madre y me diste origen a mi, ahí ya fue también otra elección que hiciste de mi Señor, por eso yo te agradezco Señor, entre tantas posibilidades la posibilidad principal fue mi vida Señor. Entonces, ya por eso Señor tengo motivos para agradecerte Señor, tengo motivos para hacer que todo mi ser, todas las células de mi ser, todo mi cuerpo, todo, sean un himno de acción de gracias continuo, permanente, continuo, permanente y aunque yo a veces no me acuerde de pensar en esto Señor que mi presencia en cualquier lugar sea también un himno permanente de acción de gracias para vos Señor, porque eres Todopoderoso, porque eres bueno, porque eres generoso, porque siempre me amaste como un padre, como un amigo, como un hermano, como un hijo pero con un amor sin contaminar.

Por eso en las buenas y en las malas siempre conmigo, siempre conmigo, siempre conmigo, siempre, gracias Señor, te doy gracias Señor porque estoy orgulloso de que seas mi Padre Señor, estoy orgulloso de andar por el mundo sabiendo que vos estás dentro de mi corazón porque yo te he dado lugar en él Señor para que vos hagas de mi corazón, hagas tú casa Señor. Entonces yo voy por el mundo, hago mis cosas, me relaciono, pero mi rostro, aunque puede estar serio está siempre alegre, porque tengo a Dios conmigo, te tengo a vos Señor conmigo, entonces todo me resulta distinto, hasta los problemas mas terribles se vuelven una pavada, porque si vos estás conmigo a quién le voy a tener miedo, de quién puedo temer. Lo único que ocurre a veces Señor es que no te amo como debería amarte Señor, entonces vienen las dudas. Ahora Señor yo no sé cómo amarte porque tu amor es tan grande, es tan ilimitado, es tan generoso, es tan considerado conmigo, entonces Señor yo no sé amarte como vos te merecés, por lo tanto te pido que me amés vos a mí, amame Señor como vos solamente sabes amar, entonces yo voy a estar feliz porque por muchos problemas que tenga, por cualquier cosa que me pase, por todo lo que ocurra, si yo te tengo a vos conmigo Señor estoy en paz, en paz.

El mayor problema de vida sería Señor que vos te fueras de mi corazón, te fueras de mi casa, pero estando vos conmigo ya no hay problemas y si los hay los miro de otra forma Señor. Nosotros Señor tal vez lo primero que hacemos en la mañana es lavarnos los dientes pero lo primero que deberíamos hacer Señor cuando abrimos los ojos es decirte gracias Señor, gracias porque estás en mi corazón y mientras yo dormía en esta noche larga vos estabas en mi corazón despierto y amándome, yo era como un pequeño niño en tus brazos Señor o un gusanito Señor, pero vos amándome Señor. Entonces el día es largo, difícil, terrible, pero Señor si vos estás conmigo ya no va a ser ni tan largo, ni tan difícil, ni tan terrible porque si yo tengo dentro de mi corazón todo el amor ¿qué me interesa el resto?, ¿qué me interesa?, tendré que poner todo el empeño para hacer las cosas bien pero yo te dejo que vos hables por mí, actúes por mí, me guíes en cada cosa y sé que no voy a tener un guía mejor, no lo voy a tener Señor, no lo voy a tener Señor un guía mejor que vos.

Por eso, gracias Señor por estar siempre conmigo, yo te alabo Señor, yo te glorifico, yo pongo mi espíritu para que se arrastre como un animal por el suelo para humillarme delante de vos Señor porque no soy digno Señor y sin embargo vos me has elegido y me amás Señor, vos me amás Señor, por eso yo te agradezco, te alabo, te glorifico. Toda mi vida quiero hacerla Señor un canto, un canto enorme Señor a vos pero para eso también vos ayudame a que yo te descubra cada día en cada cosa Señor, en la flor que se abre, en el pasto que crece, en ese animal que está molestando ahora Señor, en el que se irrita delante de mi o en el que sonríe y me quiere, ayudame Señor a encontrarte en cada una de las cosas que van pasando a lo largo del día en mi camino, ayudame a encontrarte Señor para así alabarte Señor, para así disfrutar más de todo Señor, porque voy a disfrutar más de mi vida al sentirme que estoy vivo Señor, al poner en mi boca un alimento y saborearlo y sentirle el gusto Señor, porque eso es legítimo que yo saboree un alimento porque a vos te agrada enormemente que yo goce hasta en el alimento que ingiero, yo sé que a vos te agrada hasta el infinito de que yo pueda tener una sonrisa y mucho más cuando esa sonrisa va dirigido hacia alguien que sufre Señor.

Yo sé que a vos te alegra Señor cuando voy pasando así a lo largo de mi día y voy tomando todas las cosas con naturalidad porque a cada día como vos decís: le basta su propio afán, mañana Dios dirá que pasa, entonces yo este día lo disfruto, lo siento dentro de mi alma como algo prodigioso, entonces se hace una relación constante Señor entre mi alma y vos Señor, mi corazón ya no tiene sentido si no late para vos Señor y cuando yo vea a mis hijos, vea a mis hermanos, vea a mis amigos, vea a cualquier persona entonces todo será diferente porque se dan todos ellos como un reflejo de tu rostro Señor, es decir alguien que me está invitando a que le ame, porque mal nacido sería si con todo el amor que me das Señor yo no amara a los otros. Me acuerdo que en el miércoles antes, el día antes del miércoles de Ceniza, en el Mensaje de la Virgen dice que cuando yo no quiero a alguien porque me resulta de una forma, o de la otra o de la otra hasta tendría que pedir permiso Señor para no querer al hermano, dame permiso Señor para no mirarlo con agrado porque me hizo muchas entonces no lo puedo mirar con agrado, dame permiso Señor, dame permiso, porque solamente con tu permiso puedo no querer por un momento a alguien sino tengo que quererlos a todos, incluso a aquellos que tienen cinco cuchillos en cada mano, aquellos que se burlan de mi o me aman profundamente, aquellos que son mis enemigos y me cavan la fosa o aquellos que construyen junto a mi en mi casa. Señor, si yo no los amo tendré que decirte: permiso Señor para no amar a esta persona, porque dentro de la armonía de mi alma debe quedar bien claro una cosa: que el otro malo o bueno es mi hermano y mi hermano merece todo porque él y yo somos hijos de un mismo Padre, que eres vos Señor y en la medida en que yo no ame a mi hermano o que mi hermano me odie, estoy fallándote a vos Señor, te estoy fallando Señor y vos estás triste dentro de mi corazón porque tu ley es el amor Señor.

Por eso, por todas estas cosas yo te alabo Señor, yo te glorifico, yo entono como dice Bécquer: “un himno gigante y extraño que anuncia en la noche del alma una aurora” y estas palabras son ese himno Señor de acción de gracias por todo lo que sos, por todo lo que representas, por todo lo que me das, por todo lo que fuiste haciendo de a poco en mi Señor y fuiste edificando en mí Señor, poco o mucho es lo que vos me ayudaste a edificar Señor, entonces yo te agradezco todo eso Señor y eso me ayuda a suavizar mi carácter, a estar en paz, a vivir bien y me ayuda a tener paciencia y me ayuda a que las cosas siempre me caigan del lado bueno, a pensar bien de todo el mundo aunque ellos no piensen bien de uno, así Señor la vida es diferente, es otra, es distinta, es completa, es maravillosa.

Señor yo no puedo estar solamente con vos cuando te necesito por alguna cosa porque eso sería un comercio, yo te amo no por lo que vos me podés dar, te amo porque sos vos Señor y si me das o no me das ese es un problema tuyo Señor porque si no me das por algo debe ser y si me das también por algo debe ser. Ya sé Señor que mi alma sufre mucho por los problemas que puedo tener por enfermedades, por dolores, por enfermedades de un familiar o de otro Señor, pero yo debo preguntarme a cada rato: esto que pasa Señor vos no me lo mandas pero sí al tenerlo te tengo que preguntar: ¿qué me querés decir Señor con esto?, ¿qué estás queriéndome anunciar con esto?, tal vez sea mi forma para santificarme el sufrir este dolor, el sufrir la pérdida de algo, me querés santificar con esto Señor, ya sé que vos no me lo mandas el dolor, yo lo sufro porque el mundo está organizado así y a uno le va de una manera en la vida Señor pero vos vas aprovechando todo eso como va para que yo pueda interpretarte mejor, comprenderte mejor, amarte mejor y darte gracias mucho mejor.

Señor solamente así mi vida tiene sentido, cuando todo mi cuerpo y toda mi alma y todo mi ser se levanta como un himno de alabanza a tu Gloria Señor, a tu Gloria Señor porque me amas Señor, no hay nada más maravilloso Señor que sentir esas palabras: vos me amás desde siempre, desde toda una eternidad y me seguirás amando, entonces a nadie y en nadie podré confiar tanto como en vos Señor, entonces mi vida se transforma y mis palabras serán otras y mi mirada será distinta y el mundo me chocará o tal vez me destruirá pero si yo te tengo a vos Señor ¿qué puede hacer el mundo conmigo?, nada Señor, absolutamente nada, al contrario, me dan más motivos para seguirte amando.

Por eso, gracias Señor, yo te alabo Señor, yo te alabo, yo te agradezco, yo te quiero mucho, yo te amo y yo ofrezco toda mi vida Señor, te ofrezco mi libertad, te ofrezco todo a vos Señor, incluso te ofrezco mis dolores, mis penas, toda mi vida Señor te la ofrezco, te la ofrezco Señor porque vos querés que yo te la de para purificar todo lo que no está purificado, para amarme mucho más porque vos querés pagar mis deudas Señor, incluso deudas que yo no contraje y vos querés pagarlas igual Señor, querés pagar todo Señor, pero yo no te amo por eso Señor, te amo porque sos vos, que aunque pasara lo que pasara y viniera lo que viniere yo te seguiría amando Señor y me abrazaría a tu cruz pero a tu cruz vacía Señor porque vos estás vivo, estás a mi lado y esa cruz representa tu muerte pero vos estás a mi lado vivo Señor, vivísimo, porque has resucitado y entonces me abrazaré a la cruz pero una cruz vacía que me indicará que ese es el precio que vos tuviste que pagar para que yo fuera feliz pero no te veré en la cruz Señor porque vos estás vivo Señor, estás a mi lado o estás en mi corazón Señor.

Y además Señor te quiero agradecer que me hayas dado una Madre tan maravillosa como Nuestra Señora, la Virgen, que maravilla es tener una Madre como la que vos nos has dado Señor y nosotros sabemos que todo lo que podamos pedir va a pasar por manos de Maria antes que llegue a vos, porque ella es Mediadora de todas las Gracias y también que pase por sus manos todas nuestras alabanzas Señor, todas nuestras glorificaciones Señor, todo lo bueno que puede salir de nosotros y también lo malo Señor porque vos lo querés para purificarnos Señor.

Gloria Señor, Gloria, Gloria a ti Señor, Gloria, porque haces maravillas Señor, hazme entender esas maravillas, hazme comprender con mi corazón todas las maravillas que hacés con mi vida, con los demás y con las cosas Señor, entonces todo mi día será un himno y un canto constante a vos Señor y ya si te tengo a vos qué me puede falta Señor.

Por el lado del hall viene Jesús, la Virgen, la Madre Teresa, el Cardenal Pironio, San Benito de Nursia y siguen entrando más, gente que no conozco.

Antes de pedirle que Jesús hable y nos de su Mensaje y la Virgen, presentémosle aquí todas nuestras necesidades, todas nuestras cosas, toda nuestra vida, todo, a María y a Jesús, presentémosle todo y yo le presento en nombre de todos nosotros y todos los grupos diseminados por todo el país que en este mismo horario se reúnen a rezar con nosotros, que deben ser como treinta grupos o más, pongo Señor delante de ti todos los enfermos Señor, y todos los necesitados, no solamente de esta semana sino desde siempre, esos miles y miles y miles de nombres anotados y especialmente Señor todos los que tienen para los médicos enfermedades terminales pero para nosotros Señor no son terminales, porque tu voluntad puede hacer que sanen de eso que tienen, todos te presentamos, cientos de miles de nombres Señor, que sería ridículo querer acordarse de tantos nombres Señor pero ahí hay bolsas de papeles llenos, cuadernos llenos de nombres, hay ahí un montón de nombres debajo de la mesita, cientos y cientos de nombres pidiendo Señor, pidiendo. Te presentamos todos esos pedidos Señor y todos aquellos que a veces uno no anota porque en el teléfono a veces no hay tiempo, no hay algo cerca para anotar Señor y todos aquellos que llaman por teléfono y nadie les puede contestar porque no hay tiempo para contestarles, pero vos dijiste que con solo hecho de llamar aunque nadie conteste ya tendrán la respuesta de sanación, entonces Señor te presentamos todo eso Señor, que es mucho Señor, es enorme, es enorme el dolor que aspira a tu redención para que vos con tu amor en un instante cambies las cosas totalmente.

Y ahora Señor que estás parado aquí en medio de nosotros junto a todos esas personas, algunos se quedaron cerca de la mesa, otras se pusieron cerca de la puerta, otros están por ahí, todo, todo lleno, ha desaparecido la pared, esa se ve todo un conjunto enorme de seres, por la cara anaranjada deben ser almas del Purgatorio que todavía no han salido de allí y esperan nuestras oraciones para salir, pero hay un montón. Se han borrado todas las paredes y se ve que está cayendo el sol, ya ha caído prácticamente el sol, entonces los rostros se nublan porque el sol de atrás les da como sombra, pero todos los que tienen el rostro anaranjado es porque son almas del Purgatorio que esperan nuestras oraciones y toda esta actitud que tenemos de estar con vos Señor para salir de ese estado y gozar eternamente de vos Señor.

Habla Señor y si es posible, si es tu voluntad Señor que los presentes también sientan tu presencia y vean tu presencia, así como la de los demás, dales el carisma de la visión y de las Revelaciones y de todo, si es tu voluntad Señor, que vean Señor, que vean, que vean Señor, que vean. Habla Señor.

Dice Jesús:

Todo el amor que les tengo desde siempre ustedes no se ofendan pero apenas pueden entender un poquitito, pidan luces al Espíritu Santo para entender más todo el amor que siempre les tuve y les tengo, como ya una vez dije: “la palabra Misericordia dice mucho pero no la dimensión exacta de lo que es Mi Misericordia”, no hay nada que ocurra en el universo que no esté signado por Mi Misericordia y cuando sacaste ejemplos de Santa Faustina es hermosa esa expresión de que: “entre el Padre que es la Ley y ustedes, los hombres, estoy Yo”.

Estamos en la era de la Misericordia y necesito que ustedes confíen en Mi amor, tengan todas las esperanzas, vivan alegres y felices, que los problemas cotidianos no les amargue ni les ponga cara triste porque si Yo estoy con ustedes nada les puede faltar. Miren como dice el Evangelio: “las aves del campo que ni siembran ni ciegan pero el Señor las alimenta”, “y miren también los lirios del campo que ni Salomón en su época de esplendor tuvo en su ropaje colores tan hermosos”, si esos que son animales y plantas reciben tanto de la Misericordia de Mí, cuánto no ustedes que los amé desde siempre y los sigo amando por toda una eternidad. La peor ofensa que pueden hacerme es no creer que los amo y también es ofensa pensar que Yo los estoy castigando, o que Yo los estoy poniendo a prueba o que Yo los estoy midiendo, no, Yo no les mando sufrimientos, si ustedes sufren es porque les va en la vida de una forma, cosas de ustedes o que heredan pero Yo aprovecho de todo eso para decirles cosas.

Les decía recién, me duele cuando creen que Yo podría probarlos o castigarlos, nunca piensen que la Misericordia que sale de Mi Corazón puede estar castigándolos o probándolos, nunca, Yo he sido hecho para perdonar, para amar, si alguien sufre algo o castigo o lo que sea es una consecuencia lógica de sus propias obras como aquél que siembra tomates no puede recoger berenjenas.

Hermanos, cada día tomen conciencia de todo el amor que les tengo y siéntanse dichosos y vayan por el mundo, por las calles del mundo como si realmente fueran un sol o un faro que donde, que donde van iluminan todo lo que tienen a vuestro alrededor, aunque no se vea totalmente, aunque algunos pueden verlo, pero sean un sol adonde vayan, entren a los más diversos lugares con el ánimo de bendecir, con el ánimo de amar, con el ánimo de mirar a todos como los miraría Yo, con amor, no importa la respuesta que reciban. Aquél que ante una sonrisa de amor hace una mueca de desprecio, esa mueca no debe quedar grabada en tu alma porque ya quedó grabada en el que la hizo, vos seguí adelante y pensá que sos una Luz que alumbra y alguien que bendice todo lo que toca.

Estamos en todos estos días de la preparación de la Pascua y ustedes saben que no hay Pascua de Resurrección sin Viernes Santo, díganselo a la gente que sufre, díganselo, díganle que sepan encontrarle valor al sufrimiento, que ese sufrimiento no se los mando Yo porque un Padre no castiga ni se puede sentir feliz viendo sufrir a sus hijos, ese sufrimiento se los ha ocasionado alguien, alguien que usa mal su libertad pero que ustedes pueden aprovechar para compararlo con todo lo que he sufrido en todo el tiempo de Mi prédica en el mundo anunciando la Buena Nueva y además en el huerto de los Olivos, en el camino del calvario y en la cruz, pero no se queden hermanos con la imagen Mía inclinando la cabeza en la cruz cuando digo: “Padre todo ha terminado”, quédense con la imagen del sepulcro vacío del Jesús que resucitó como dice Pablo, Mi querido hijo: “si Jesús no hubiera resucitado vana sería nuestra fe, de nada valdría”.

Por eso, piensen que están en Cuaresma pero que todo esto estamos como volviendo a pensar todo lo que Yo he sufrido por ustedes pero véanme siempre a vuestro lado porque Yo he resucitado y juntos conmemoramos todo estos acontecimientos para reavivar más el amor.

Los amo a todos, tengan siempre eso presente, sobre todo cuando abren los ojos al amanecer, Yo los amo, pero no por un día, dos, o diez, sino por toda una eternidad y desde una eternidad.

Habla Artemio:

Nuestra Señora, con su atuendo, su vestido que viene siempre de Nuestra Señora Reina del Espíritu Santo pero según los teólogos Reina de los Cielos. Nunca me dijiste Señora ese trapo rojo que te sale de la cabeza y llega hasta abajo que función cumple en tu vestido, porque una capa se sabe que hace, un vestido también pero ese trapo rojo me tiene intrigado porque nunca me dijiste que significa, ahora es hermoso Señora que te proclames Reina y no tengas corona, que hermoso Señora porque el hacerte, el aparecerte con una corona eso es muy de los hombres.

Dice Nuestra Señora:

Quien es Rey o quien es Reina no le hacen falta coronas que simbolicen nada, por eso no tengo corona siendo Reina, no me hace falta.

En todo la alabanza de hoy recién al final te acordaste de Mí, aunque muchas veces antes lo citaste pero en la alabanza recién al final, no estoy celosa, por favor, pero nunca te olvides que Yo soy Medidora de todas las Gracias y nada llega a Jesús si no es a través de Mí.

Vos dijiste cuánto los amaba Jesús y Yo te pregunto: no has dicho nada cuánto Yo los amo, los amé desde el mismo momento en que el Ángel me visita y Yo le digo: “he aquí la esclava del Señor hágase en Mi según tu palabra”, Yo contribuí a dar forma en Mi cuerpo al Hijo de Dios, en consecuencia Mi amor por vos, es decir por todos los hombres es tan grande, tan inmenso, es el amor de una madre sin querer definir como ama un hombre pero piensen que es muy diferente como ama una mujer, porque una mujer ha sentido latir dentro de su seno a su hijo y entonces siente que su hijo forma parte de su propio ser, no digo que el hombre no entienda, digo que en Mi caso los amo tremendamente, profundamente desde el mismo instante en que acepté: “he aquí la esclava del Señor”.

Los amo a todos, gritalo fuerte, en todos lados pero no con voz humana sino con tu presencia, que tu presencia les diga a todos cuánto los amo.

Dice la Madre Teresa:

Por ahí está escrito en los libros que yo no me acordaba de mis defectos y yo dije no acordarme de mis defectos porque no tenía tiempo y es cierto, no hacía caso de mi persona, en absoluto y a ustedes les cae bastante mal que yo me bañara tan poco y que me presente a las reuniones siempre con los pies sucios, pero yo quisiera que ustedes tomaran conciencia una vez más de lo que es vivir en medio de la muerte, tomaran conciencia una vez más de lo que es pensar: si yo higienizo mi pie ya no tengo agua para darle a un hombre, entonces qué me interesa mi pie sucio si puedo darle de beber a un hombre.

Y volviendo a lo de recién, no piensen tanto en vuestra vida, en vuestras cosas, en vuestros problemas, en vuestras preocupaciones, piensen en la vida, en las preocupaciones y en los problemas de los otros que esa es la mejor manera de olvidarse de sí mismo y de ser muy feliz, porque solamente un ser humano logra la felicidad cuando se olvida de sí mismo y empieza a pensar en los otros. Yo creo que toda mi vida y todas las cosas que hice a través del tiempo, con todos los hombres que estaban en esos lugares de la muerte, esperando la muerte casi todos los días, entonces en todos esos lugares se darían cuenta que no habría tiempo de pensar en uno mismo, ni en higienizarse ni nada, porque hay alguien que está necesitando de tu palabra, de tus cosas, de tu todo.

Entonces, no pierdas tus horas en cosas vanas y tontas, pensá que lo mejor que puede pasar en tu vida y en todas tus obras es vivir para tus semejantes, llámense hijos, hermanos, parientes, amigos, enemigos, bienhechores o lo que sea. Viví para los otros, que es la mejor forma de vivir y al vivir para los otros vas a vivir para vos y al hacer felices a los otros vas a ser feliz vos también y vas a cumplir los mandatos del Señor, de querer a los demás como te querés a vos mismo.

Yo creo que quien dice esto tiene sobrados motivos a lo largo de toda su vida para decir: mírenme, este es un ejemplo, modestia aparte porque míos no son los meritos sino del Señor que eligió a este pobre gusanito para llenarla de todas las cosas que le dio.

Amén.

Habla Artemio:

Jesús dice que se preparen, porque Él va a pasar por cada uno de ustedes y les va a hacer la señal de la cruz en la frente.

Empieza por la señora que está a mi izquierda, se acerca, le hace a un lado el cabello y le hace la señal de la cruz, le demora un poco la mano izquierda sobre el hombro.

Llega hasta H., le hace la señal de la cruz, lo mira y sigue.

A todo esto la Madre Teresa y la Virgen están mirando a todos, a todos lados y miran todo, todo, todo, como si miraran si hay alguna telaraña, no sé miran para todos lados.

Ahora Jesús va de I., le pone la mano derecha en el pecho y le hace la señal de la cruz.

Va de P., le hace la señal de la cruz y le pasa la mano izquierda por la mejilla derecha.

De M., le toca las dos piernas, la rodilla y le hace la señal de la cruz.

De C., le pone la mano izquierda sobre el hombro y le hace la señal de la cruz.

De O., le hace la señal de la cruz y con la mano derecha le rodea el cuello, como una muestra de afecto y cariño, más que con la mano un pedazo de brazo también.

Me había olvidado de decirles que Jesús está vestido como el Sagrado Corazón, llega de M., le hace a un lado el flequillo y le hace la señal de la cruz, demora un poco su mano derecha sobre sus brazos.

De A., pone el dedo debajo del cabello y le hace la señal de la cruz y la toca en el brazo izquierdo.

Viene hacia acá, me hace con el dedo que pare porque me estoy hamacando y Él no quiere que me hamaque…, me hizo la señal de la cruz.

Los mira a todos, como queriendo grabar sus rostros en su mente y empiezan a irse por donde vinieron y ahora se ve que empezó a volver a su lugar la pared pero se ve mucha gente que va y que viene para un lado, para el otro, no conozco a nadie, se ha borrado todo.

Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor, Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu de amor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor. Alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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