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Mensaje del 15 de Noviembre de 1997 (1º)

El objeto de Santa Faustina era que pudieran discernir más sobre la Divina Misericordia, los hombres todavía no conocen casi nada de lo que es la Misericordia y lamentablemente aquello que debieran y haciendo un poco de luz se prestan a juegos retóricos, se prestan a las más diversas artimañas para no encarar de lleno las cosas como son.

Mensaje del 15 de Noviembre de 1997

Dice Jesús:


Todo lo que pasó el jueves no hay que darle tanta importancia, ocurre que no todos los días son iguales, no todos y a veces hay fuerzas extrañas que pueden perturbar un poco el ambiente y en consecuencia las cosas no van a salir como uno hubiera deseado, ahora, cuando ibas a poner el cassette Yo te inspiré a que borraras lo del jueves y pusieras esto nuevo pero también hubiese sido necesario que los que después leen los Mensajes y Profecías se enteraran que a veces no van las cosas como uno realmente quisiera que fuesen; es decir, hay que entrar en el juego del mundo, del mundo de la gente y de todos porque Yo soy tremendamente respetuoso de la libertad del hombre y en consecuencia me adapto o espero el momento oportuno para hacer las cosas; es decir, lo que dije tantas veces: más que hacer las cosas las dejo hacerse, pero no hay duda y sin ofender a nadie que me siento muy tranquilo y muy bien en este momento en que estás solo aquí adentro con esa criatura de Dios.

El objeto de Santa Faustina era que pudieran discernir más sobre la Divina Misericordia, los hombres todavía no conocen casi nada de lo que es la Misericordia y lamentablemente aquello que debieran y haciendo un poco de luz se prestan a juegos retóricos, se prestan a las más diversas artimañas para no encarar de lleno las cosas como son. Ahora, Yo no quiero decir que vos ya estas en condiciones de decir las cosas como son, como debieran ser pero veo un arrojo y un saltar a cada instante al vacío, que realmente es conmovedor, lo digo cuando hablás con los enfermos; es decir me quedo maravillado cuando puede haber la cosa más terrible delante de tus ojos, que vos decís: para Dios no hay nada imposible, pero lo decís cada día con más convencimiento, ¿qué ocurre?, lo que ocurre ahora, por supuesto que todas estas cosas que están pasando pueden que te traigan algún pequeño dolor de cabeza pero Yo sé que vos te sentís muy..., cuando tenés ataque de algunas personas, sobre todo Ministros de la palabra, por eso montones de veces te he cuidado como una joya para que no tuvieras que sufrir eso y ¿sabés porque lo hago?, porque tu mente ha sufrido tanto durante toda la vida que es fácil hacerte vulnerable porque allá en el fondo están subyaciendo todos los recuerdos malos, horribles de las cosas que tuviste que pasar, por eso más de una vez vos te preguntaste: ¿a los otros, el Señor no los prueba?, si no permite que les ocurran tantas cosas, ¿y por qué a mí no?, es que tu alma es tan delicada, tan hipersensible que tengo que cuidar hasta las miradas de quienes te miran para que no te hagan mal porque después entras en un proceso de recuperación que te demora algunos días y Yo te necesito con una lucidez del cien por ciento y no apesadumbrado por lo que el mundo puede traer, el mundo con todas sus cosas. Te lo puedo decir así directamente porque sé que no te vas a malcriar a esta altura de los acontecimientos, ya he comprobado que con vos puedo usar cualquier palabra y que te alabe u otra cosa sin que por eso altere tu humanidad.

Pasando al tema específico de la Divina Misericordia, cada día a medida que el Espíritu Santo provea de mayor discernimiento a vos y a tantos se irá entendiendo mejor, ¿cómo puedo hacerme ilusiones de que se entienda tanto el problema, no problema sino la problemática de Mi Misericordia, si todavía hay montones y naciones enteras que no han reconocido las Revelaciones a Santa Faustina?, como podemos pretender entonces que siendo palabras tan enormemente grandes de salvación como les promete Mi Misericordia algunos andan con unos puritanismos tremendos, teniendo miedo de que tal vez Santa Faustina pudo haberse equivocado o haber dicho alguna cosa que no era la adecuada. Ahora, que tremenda torpeza porque abran la Biblia en donde quieran, pidan luces al Espíritu Santo y les diría tanto sobre Mi Misericordia que no hubiese sido necesario decirles todas estas cosas a la Beata Faustina pero siempre hay que volverles a repetir al hombre porque el hombre se olvida o no quiere reconocer las cosas como son y como Yo respeto hasta las últimas consecuencias esa libertad del hombre entonces espero que no tengas problemas, ahora, los problemas deberían hacerlos ustedes porque tienen al alcance de las manos montones de cosas maravillosas y vienen y permanecen en la ignorancia y a veces la ignorancia más terrible.

Si queremos entender un poquito más sobre todo pensemos en toda la problemática del amor, porque fruto del amor es la Misericordia como ya lo saben, ahora bien, ¿qué pasa?, habrá que revisar pero no a solas sino con el Espíritu Santo pidiendo la intercesión de Mi Madre que es Mediadora de todas las Gracias, la intercesión de los Santos que se les ocurran y que les tienen más confianza, a mayor acercamiento de esa manera van a ir descubriendo, descubriendo con el corazón, el verdadero sentido del amor.

Ahora, ¿qué es el amor?, el amor es alegría, la alegría que sentiste ayer cuando esa señorita dejó sus muletas y empezó a caminar y al mismo tiempo empezó a llorar de alegría; es amor cuando rechazaste el desodorante que te ofrecía la coordinadora y entró esa mujer que tiene fama de tener todos los olores arriba, vos no lograste sentir el más mínimo olor a pesar de todos sus kilos y a pesar de todo el problema que tendrá para higienizarse, ahora es amor estar delante de alguien que huele mal y no sentirlo, aunque uno lo sintiera podría ser hasta un hermoso perfume, es amor el que esa mujer se haya ido con esperanza porque la escuchaste, cosa que nadie hace y por su gordura y por su color y por toda su indumentaria se siente, aunque no lo diga, un ser terriblemente inferior; es amor cuando ante la palabra incisiva por ejemplo de ese periodista de Catamarca lo llamaste y le explicaste pero no de una forma blandita o débil sino con energía, sin llegar a ser una agresión y después de todas las cosas que había dicho, que surgiera de vos decir: ahora te doy la bendición para que Dios te cuide y te proteja a vos y a toda tu familia; es amor cuando no cuidás tu salud y la exponés a largas horas para escuchar a la gente; es amor cuando me pedís con desesperación que ese ciego vea, que ese niño tullido camine, ese hemipléjico pueda mover sus músculos nuevamente y esas arterias tapadas se destapen. El problema del amor no es tanto lo que se puede hablar con ellos sino la seguridad total y definitiva de que Mi voluntad se va a hacer en esa persona para bien, para que todo termine bien. Si te oyera algún Ministro de la palabra prometer la vida a alguien que se está muriendo te dirían que estás generando expectativas en un ser que ya no tiene remedio; ahora quien dijo que no tienen remedio, los hombres dijeron, Yo no he dicho todavía si tienen o no remedio, entonces cómo me voy a quedar con la opinión de los hombres si sé que el Señor lo puede todo y si el Señor quiere, quiere y si no quiere no quiere.

Démosle a las palabras el sentido real y definitivo que tienen, entonces si uno logra entender en profundidad lo que es el amor pero no racionalizado con la mente sino sentido con el corazón, entonces es fácil hablar de la Misericordia, que en primera y última instancia es un compartir con el semejante, lo que al semejante trae. Más claro voy a ser, “compartir”, partir juntos, partir juntos al dolor, el pan, el tiempo, la vida, todo, en eso reside la Misericordia, que la mente humana nunca podrá explicar en forma concreta y definitiva porque solamente podrá ser entendida en plenitud en aquellos que aman de la misma manera, ahora si el amor del hombre..., si en el amor del hombre pueden verse los frutos del amor que es pequeñito, precario, simple, lleno de defectos e intereses personales, cuanto más será grande ese amor cuando lo siente el Hijo de Dios, porque detrás de ese amor no hay ningún, de ninguna naturaleza pedidos o querer cobrarse, me refiero a querer una retribución de lo que se dio de alguna forma cuando se logra hacer bien a alguien sin esperar nada de retribución, ni siquiera de agradecimiento. Entonces estamos bien encaminados para entender lo que es la Misericordia, ya sé que el hombre tiene tantos defectos y tantas debilidades, que su amor siempre es precario pero a veces, muchas veces el amor del hombre es sublime, porque hay un identificación con todo lo que el otro es, con todo lo que el otro tiene, con todo lo que al otro le falta, con todo lo que es necesario para que el otro salga de su estado; es decir, estar continuamente saltando al vacío esperando que la red del Señor esté abajo para sostenerle, sostenerle en todo sentido, pienso que todo esto aclara bastante la cuestión.

Ahora, el dar la vida por nosotros es una de las formas máximas de Misericordia, ahora ¿qué ocurre?, Yo también tuve y tengo naturaleza humana y entonces cuando sufrí de una manera o de otra sobre la Tierra buscaba los medios técnicos o estrategias que también usaban otros hombres, y también lloré, reí, me compadecí, entonces si el Hijo de Dios llora ante su amigo muerto sabiendo sin embargo que va a resucitar, cuánto no deberá darse permiso el hombre para ser humano, ¿o acaso no creen y que dije en ese momento: Gloria a ti Señor?, en el primer momento habré preguntado desolado y trágicamente: ¿por qué Padre este dolor?, para luego reaccionar, pensar en el Padre parecía no escuchar el lamento de su Hijo pero tenía que consumarse algo que desde siempre se supo porque Mi Padre amó tanto al hombre como dice San Juan que mandó a su Hijo para que muriera en una cruz y derramara su sangre para pagar las deudas de todos los hombres de todos los tiempos. Sería este el ejemplo máximo de la Misericordia, es decir en la medida en que todo el amor que se sienta por uno mismo, por una mano, un dedo, una arteria, o bien por los ojos, por los oídos, todo el amor que se sienta por uno en el sentido que no es de uno pero no un día así como con una varita mágica vino desde el comienzo de la creación dejando las cosas que se hicieran pero habiéndole impreso desde el comienzo una orden a todo por eso que todo ese orden el hombre tiene sobre sí un montón de disgustos pero no es porque ni Mi Padre ni Yo ni el Espíritu Santo castiguen. Ahora decía recién cuando puede amar a otro con total desinterés sin esperar el más mínimo reconocimiento en el más absoluto de los silencios, incluso sin que el otro llegue a enterarse cuando diariamente cada una de las cosas que se hacen en la vida están supeditadas al servicio del otro; es decir, cuando uno puede ir acomodando todo para servir lo mejor posible al otro vemos allí como brilla la Misericordia, muchas veces esa Misericordia está contaminada de cosas humanas, ¿por qué?, porque el hombre es precario, vive con un pie en el pecado siempre y toda esa precariedad hace que montones de veces su amor por los otros o por sí mismo esté contaminado pero no por eso dejan de tener delante de Mis ojos un tremendo valor.

Repetimos entonces, cuando el amor se muestra en forma total y absoluta, humanamente hablando, sin tener temor de lo que puede pasar y confiando en que el Padre, Yo y el Espíritu Santo pueden hacer estamos bien encaminados y nuestro discernimiento funciona muy bien, en cuanto a si sentido y el alcance de la Misericordia, cada día que pase, cada acontecimiento que llegue a nuestra vida, cada abrir y cerrar los párpados, cada una de las cosas que uno realiza a lo largo de la jornada, entonces pensar un instante nada más hasta qué punto fueron hechas sin algún interés particular y allí entonces veremos reverdecer la Misericordia. Ahora, hay que entender también y tratar de discernir quienes en el mundo están necesitados de amor porque el hombre muchas veces se equivoca y se equivoca seriamente respecto a esto y puede creer que alguien que no necesita nada está necesitando todo o casi todo y otro que parece necesitar, viéndolo simplemente, uno puede llegar a la conclusión de que está caminando mucho más arriba de lo que camina uno en el amor por los demás.

Cuidado con infravalorar las cualidades humanas porque pueden tener grandes sorpresas ya en la Tierra por supuesto, pero el día que entren al Reino de algo, hay que convencerse en la sangre del hombre que corre por su cuerpo, en toda la sangre que corre por su cuerpo y sustenta con el oxígeno hasta las más diminutas partecitas de ese organismo, hay en esa sangre corriendo elementos que hacen que una persona proceda de una manera o proceda de otra o cien mil maneras diferentes; ahora bien, cuando alguien tiene ya preestablecido dentro de su organización corporal y psíquica una forma de ser, de proceder, de actuar y esa forma no es justamente totalmente buena, ocurre que alguien antes estuvo programando la elección continua de su libertad sobre ese hombre que a su vez está programando de sus otros antecedentes, entonces solamente mirando con los ojos del amor, con los ojos de Misericordia podrá entenderse al menos algo de todos los seres humanos y cuando lleguemos a entender algo de los seres humanos entonces vamos a ver que quien procede de una manera, la mayoría de las veces está programado para que proceda así, eso no quiere decir que no haya que luchar contra las malas formas de proceder por supuesto, pero una cosa es el error y otra cosa es la persona, entonces haré con este ser humano lo que me parece necesario y conveniente pero al hacerlo estoy usando mi amor y el fruto del amor, la Misericordia. Esto me llevará a conclusiones tremendas como por ejemplo preguntarme quien es el culpable para que un hombre sea culpable, tiene que gozar de una libertad prácticamente absoluta y quien no tiene en lo más íntimo de su ser corriendo por su sangre elementos justamente que no son los adecuados para vivir de una manera determinada entonces repito, haré con este ser humano lo que crea conveniente pero lo tendré que hacer con amor, lo tendré que hacer con el fruto del amor que es la Misericordia.

Si uno llevara estos conceptos a las cosas más disímiles que ocurren sobre la Tierra de repente la faz de la Tierra cambiaria porque uno distingue muy bien entre la persona y su error, la persona que necesitará siempre de mi afecto incondicional y del error para corregirlo pero también en la corrección se plantea con peso total el problema de la Misericordia. Nosotros hemos vivido, cuando digo nosotros hablo por ustedes hermanos, nosotros hemos vivido siempre dentro de una forma de educación determinada y aunque pasan los siglos siempre todo está igual, no ha cambiado mayormente, si hubiera cambiado el siglo XX no hubiera tenido las guerras que tuvo y no solamente las guerras sino todas las enfermedades más estrafalarias o exquisitas han aparecido, ¿esto que va indicando?, me va indicando que bueno, por supuesto, nunca se hizo distinción entre las personas y el error, entre los miembros de una nación y los errores que cometen sus gobiernos y entonces ocurren las grandes injusticias y el que no entiende dice: cómo el Señor hace estas cosas, el Señor no hace más que tolerar la libertad del hombre y hacer en cada momento, en cada circunstancia, en cada tiempo, en cada época.

El Mensaje de hoy es un poco largo de Mi parte pero creo que vuestro discernimiento ha podido captar muchas cosas y tengo esperanzas que el hombre deje un poquito de lado su egoísmo y todo su amor propio exagerado para que por fin pueda empezar a vivir de otra manera y todo esto con los grandes vendavales, desgracias que llegará de todos lados muchas cosas van a cambiar, Yo diría una enormidad de cosas van a cambiar.

Otro día seguiremos hablando sobre el problema de la Misericordia pero invoquen con toda vuestra alma al Espíritu Santo para que les diga ante cada caso determinado como obraría un hombre con Misericordia y como obraría sin Misericordia; es decir, si digo esto es porque Yo puedo dar muchas pautas pero en última instancia el que decide es el hombre, ante cada caso determinado, por Mi parte hoy los dejo, no sé si vendré esta tarde porque ya dije mucho esta mañana. Ahora Mi Madre va a decir alguna palabra:

Dice la Virgen María:

Algo que hoy al comienzo me gustó que lo tengan en cuenta que Yo soy Mediadora de todas las Gracias entonces no teman en volcar sobre Mí toda vuestras peticiones, vuestros dolores, angustias, alegrías, etc., para que en ese caso Yo pueda discernir y encausar, encaminar si todo aquello que piden lo hacen de corazón. Soy Mediadora de todas las Gracias, no sé si hace que les diga que recen, pero si algunos rezos le son un poco tediosos o no le trasmiten las vivencias que ustedes quisieran tener entonces pidan luces a Jesús, al Espíritu Santo, al Padre, a Mí para que todos juntos podamos resolver tantas cosas.

Yo los amo con mucha intensidad y Yo voy preparando todas las cosas que son necesarias para que algún día esa imagen que van a tener aquí adentro pueda ser entronizada en Mi Templo. Ahora, las cosas siempre van a ocurrir de una manera, no de hoy para mañana, porque no necesitamos que el Señor haga milagros para este tipo de cosas pero sí necesitamos que el Señor tenga todo en cuenta, lo que estamos diciendo y haciendo, asi que confíen en Mí Corazón, hártense de Mi amor y van a ver que van a ser muy felices.

Dice la Madre Teresa:

Ahora que estoy del otro lado puedo decirles con total seguridad que si observan mi vida a lo largo del tiempo verán que ha sido continuamente un acto de mí, más allá de mis errores, de mis defectos y de mis desplantes y más allá de mi genio un poco arrebatado, pienso que el Señor me regaló el proceder siempre con Misericordia, si no fuera así yo no hubiera quemado mi vida como la quemé, en medio de esas personas que directamente eran y son los últimos seres que tiene la Tierra, digo últimos porque así lo son en la consideración social de los gobiernos y también de la Iglesia.

Es muy importante, muy importante y ténganlo en cuenta para siempre, que la mayor parte de vuestras energías estén orientadas al pueblo, es decir a todos los hombres que parecería que nada tienen, nada pueden y que además viven sus vidas en la ignorancia, en el egoísmo y en todas esas cosas que no pudieron cambiar porque nunca tuvieron la posibilidad de hacerlo.

Entonces, yo agregaría, que otro acto para entender la Misericordia es dedicar la vida, directamente o como actitud, a favorecer a aquellos que Jesús tiene especialmente en cuenta en el Evangelio, todos aquellos que no son lúcidos, que no tienen cosas, ni siquiera lo elemental para comer, aquellos que son los reventados de la Tierra, los marginados de la Tierra. Hacia ellos hay que dirigir la mirada, hacia todos por supuesto, pero hacia ellos especialmente, porque esa es la forma en que puedan manifestar una real Misericordia. Si yo le hago daño al más pequeño de ellos, me refiero al que nada tiene, nada puede, etc, es evidente que estoy totalmente fuera del plan de Señor, porque el Señor lo dijo con claridad: “Él vino al mundo por todos aquellos que directamente parece que entraron al mundo por la puerta de atrás”.

¡Gracias, gracias!, ¡gracias por escucharnos con tanta devoción!, y gracias porque todo esto va a ser tenido muy en cuenta.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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