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Mensaje del 19 de Abril de 2009

¿En qué lugar estaremos mis queridos nosotros, en el lugar de Tomás o de los Discípulos?, ¿en qué lugar estaremos?, creemos sin ver o tenemos que tocar, manosear, no sé cuántas cosas más para creer, ¿en qué lugar estaremos?. Yo les pregunto esto y me lo pregunto yo también, por una razón muy simple, porque es posible que nos pasemos la vida razonando y lo esencial se nos escapa, ¿o vas a razonar por qué una rosa es tan perfumada?, como decía San Francisco Javier: el encanto de las rosas es que siendo tan hermosas no conocen lo que son ¿eh? ¿verdad?.
Mensaje del 19 de Abril de 2009

Habla Artemio:


(una señora cuenta su testimonio:… vos vas a estar totalmente sanada. Yo voy el 13 de este mes y el médico abre este sobre y me dice:. estás totalmente sana, totalmente sana, no te vamos a hacer las quimio me dice, por Dios, tengan mucha fe en Dios, por favor, pasamos horas acá dentro pero vale la pena porque Dios hizo un milagro sobre mí, un milagro muy grande. Yo para venir acá hago más o menos tres horas y media tengo de acá pero vale la pena, tengamos fe, Él es el único que los va a salvar de todo, Él, yo vivo con mi hijo en mi casa, estamos solos los dos, pero tengan mucha fe en Dios, yo tengo abierta mi cabeza de acá a acá para que me sacaran el tumor y gracias a Dios estoy sana pero gracias a Él y la fe de uno y gracias a él porque él me habló y me dijo que no me iban a hacer las quimio y aquí estoy gracias a Dios, sana, no me duele nada de nada de nada pero gracias a Dios, fue un milagro muy grande que Dios hizo en mí, tengan mucha fe, eso sí, mucha fe y mucha paciencia que Dios los deja andar y andar pero que después llega. Gracias, Gloria a Dios)… (Otra señora da su testimonio: bueno, primeramente voy a recordarles que yo me sané de mi asma, gracias por estará acá, por segunda vez voy a decirles que mi cuñado no vino, mi sobrina tampoco que Artemio los conoce, que son de Laborde, ella no tenía vida, porque la verdad que le dijeron que lo de él no tenia nada que hacer, mi sobrina me habló justamente me venía el domingo y ella me habló el sábado, le van a hacer otros análisis en Córdoba pero no tienen nada para hacer y como ella, lo quiere muy mucho a Artemio, lo conoce mi sobrina porque es del Sagrado Corazón de Jesús, entonces ella dijo: bueno, vos si vas allá le digo ponete que yo voy a llevar la foto y esto también lo hago para que crean lo de la foto llega, porque yo traje solo una foto y no llegué acá delante, tuve fe y me dice ella: después el martes llamame hija pero ponete en penitencia de las seis en adelante hasta las diez y él me dice, mi cuñado que él tenía fe que yo iba a llegar acá y que todo iba a llegar. El martes llamo, pensar que le dijeron que era un cáncer maligno de próstata que no tenían nada que hacer, el martes llaman para decirme que lo que fueron a Córdoba le dio negativo, gracias a Dios y llegar acá de Artemio. No es solo traer las fotos, por eso tengan fe que lo de las fotos llega, si lo piden con mucho amor y fe llega)… (Habla otra señora que da su testimonio: buenas tardes hermanos, yo soy de Río III, hace 9 años que tuve el privilegio de llegar a este lugar en el cual he recibido muchas bendiciones. Mi primer bendición fue las tiroides, el Señor me sanó de tiroides, segundo, un cáncer de mamas, hace un año atrás me operaron, me hicieron quimio, cuando iba a la quimio, Artemio ya me dijo de un principio que el Señor me iba a sanar, cuando ya iba por la quinta quimio me dijo: el Señor te sanó, yo hace un año terminé el tratamiento y aquí estoy y sana, fuerte, como me verán que estoy fuerte y feliz, feliz por estar acá, por conocer todos ellos y también les voy a contar que en diciembre mi marido también tenía un cáncer fulminante en el cual no caminaba ya ni media cuadra, no hablaba casi y vine un domingo acá y Artemio me dijo: bueno el Señor tiene la última palabra, el lunes fuimos a sacar ecografía, no había nada, el martes le hicieron los análisis estaban todos perfectos, el miércoles salimos a caminar, hicimos tres kilómetros, volvimos, ni siquiera se cansó y está de diez más iva le digo yo. Gracias al Señor, gracias a Artemio, gracias a todo este lugar. Por eso, la fe, la fuerza, el llevarlo dentro a Jesús, el sentirlo, el ser amigo, compañero, todo, para mí es todo, Jesús y María, yo me levanto con ellos, me acuesto con ellos, voy a comprar con ellos, me baño con ellos, o sea, todo, todo, todo lo hago compartiendo con ellos y a la mañana cuando me levanto le digo: Señor, aquí me tienes, porque si Él me salvó a mí que me ayude a poder ayudar a aquella gente que necesita y aquí estoy, es la mejor paga que puedo hacerle e Él, lo amo con toda mi alma y tengan fe y fuerza que tomado de la mano de Él y de María todo se puede lograr. Que el Señor los bendiga)… (Otra señora cuenta su testimonio: buenas tardes, yo soy de acá de Posse, pero vine de Santa Fe, yo tenía un tumor, quistes de agua en la cabeza, estaba muy mal, me dijeron que a lo mejor ya me iban a tenían que operar. Yo empecé a venir acá estaba muy flaquita, muy terminada, empecé a venir sin tener mucha fe, pero cuando empezaron a aflojarme los dolores, me empezaron a bajar las drogas que yo tomaba, me empecé a sentir bien, me empecé a levantar porque yo casi no me levantaba y bueno, después cuando me hicieron la otra tomografía salió que estaba todo parado, que estaba todo seco. Yo esperé mucho para dar mi testimonio porque yo decía, dudaba, dudaba, pero hoy en día veo que estoy sana, que estoy bien, que ya puedo salir afuera sin tantos límites porque no podía más ver la luz. Así que le doy muchas gracias al Señor Jesús, lo amo con toda mi alma, lo amo, gracias)… ¿alguien más quiere decir algo?… (Otra señora da su testimonio: soy de Rio II, hace nueve años que vengo, hemos venido por distintas oportunidades así que testimonio tendría para dar muchos, pero voy a trasmitir el que nos ha tocado personalmente en mi familia, mi hija mayor tuvo un tumor glandular toroide, la apariencia era negativo, todo, los médicos que le hicieron la punción y todo lo demás, vinimos un 25 de Diciembre, el 27 nos daban el resultado de la biopsia. En el momento de la Oración, Artemio dijo: pasa Señor sanando, sana las gargantas, sana el estómago, en el momento que mi hija sintió que él decía: sana las gargantas, ella sintió una explosión en su garganta. Y el 27 no tenía nada, alabado sea el Señor)… ¿alguno más quiere decir algo?, ¿alguno que esté afuera a lo mejor quiere darle gracias al Señor como una alabanza?, bueno.

Ahora sí le vamos a decir al Señor con toda el alma de nuevo: que viva Cristo….

Vamos a leer la palabra pero antes pedimos la asistencia del Espíritu Santo para que nos llene del fervor necesario, para que nos de lo que necesitamos para entender lo que el Señor quiere decirnos, teniendo en cuenta siempre que su palabra es la que nos sana, nada más que su palabra.

Entonces tal vez la mayoría que está aquí, que no ha venido todavía nunca, no conoce muchas de las cosas que aquí pasan pero entiendan que vivimos siempre un estado de vida casi sobrenatural, porque el Señor y su Madre son nuestros compañeros, nuestros guías, nuestros soportes, ellos deciden todo, hacen todo, digo humanamente, no hablemos como Dios ¿verdad? que todo lo puede, que todo lo hace, que todo lo conserva y lo sostiene. Entonces, hagan un pequeño esfuerzo para dejar de pensar en otro tipo de experiencias como éstas, porque no hay otras, estas son únicas ¿eh?, yo no conozco otro lugar que se de lo que pasa aquí y ustedes dirán: ¿por qué?, por una simple razón, Jesús y su Mamá eligieron este lugar para acampar hace 14 años y en un primer momento ya el Señor dice que en este lugar iba a continuar con las Revelaciones que le hizo a Santa Faustina, en un país europeo, Santa Faustina vivió en la década del 30, 1938, bueno Él continúa aquí con los Mensajes de la Misericordia, ¿y por qué este día se conmemora?, porque el Papa Juan Pablo II cuando canonizó a Faustina elevándola a los altares en el año 2000, puso de acuerdo al pedido de Jesús el primer domingo después de Pascua como el día de la Misericordia, por eso hoy estamos conmemorando, acordándonos juntos quiero decir de todo esto tan maravilloso.

Los Mensajes de la Misericordia que quedaron inconclusos en el año 38 continúan acá, es cuestión de enterarse, porque son muchos años, son muchas cosas, son tantas alegrías pero sobre todo tanto sufrimiento porque lo que es magnífico, muy grande cuesta entender, por eso uno perdona y tolera que muchos no puedan entender lo que pasa acá, es una pena, pero tampoco podemos exigir que alguien entienda más que lo que puede entender, pero hay necesidad de una apertura, porque si el Señor los trajo es porque seguramente tiene que darles algo, si Él los trajo acá porque Él trae a las personas, nadie invita a este lugar, nadie, vienen porque el Señor los trae, según sus palabras ¿eh?, entonces si están acá por algo es. Algunos saben concretamente que su venida es para poner fin a su enfermedad, otros no, otros vienen bueno, para ver, para tener más fervor, para afianzar su fe que siempre es un regalo del Señor ¿verdad?, pero piensen: no están aquí porque sí, si Él los trajo incluso aquellos que vienen de curiosos el Señor los trajo por algo porque todos curiosos son hijos de Él, todos somos hijos suyos.

Vamos a leer la palabra y después seguiremos con el tema y para hacerlo le decimos al Espíritu Santo simplemente: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mí….

Hoy es domingo segundo después de Pascua, día de la Divina Misericordia, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio de hoy es de Juan 20, capítulo 20, del 19 al 31. Hay como un murmullo por ahí… ¿por qué?, vamos a esperar que se termine, ante la palabra del Señor tenemos que quedar mudos mis queridos, no podemos hablar y quien está al lado dígale al otro: no, ahora no. “Llegó Jesús, se paró en medio de ellos y les dijo: la paz esté con ustedes. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los Discípulos se alegraron mucho al verlo. Jesús les volvió a decir: la paz esté con ustedes. Como el Padre me envió a Mí, así los envío Yo también. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: reciban el Espíritu Santo, a quienes descarguen sus pecados, serán liberados, y a quienes se los retengan, serán retenidos. Tomás, uno de los doce, llamado el mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros Discípulos le dijeron: hemos visto al Señor. Pero él contestó: hasta que no vea la marca de los clavos en sus manos, no meta mis dedos en el agujero de los clavos y no introduzca mi mano en la herida de su costado, no creeré. Ochos días después, los Discípulos de Jesús estaban otra vez en casa, y Tomás con ellos. Estando las puertas cerradas, Jesús vino y se puso en medio de ellos. Les dijo: la paz esté con ustedes. Después dijo a Tomás: pon aquí tu dedo y mira Mis manos; extiende tu mano y métela en Mi costado. Deja de negar y cree. Tomás exclamó: tú eres mi Señor y mi Dios. Jesús replicó: crees porque has visto. ¡Felices los que no han visto pero creen!”. Esta es palabra del Señor ¿eh?, te alabamos Señor y te damos gracias.

Entonces Jesús se aparece a los Discípulos, ya antes de esto, de esta aparición se aparece a María Magdalena, se aparece a su Mamá, a otros, se aparece a los compañeros de Emaús, que es lo que leímos el otro domingo y ahora se les aparece a todos ellos reunidos, primero sin Tomás, después con Tomás, los saluda, les desea lo mejor y sopla sobre ellos el Espíritu Santo, eso de soplar es una figura muy importante que se ve en muchos pasajes de la Sagrada Escritura el soplar algo, no en este caso el Señor lo hace, tiene un tremendo significado, porque involucra la voluntad de uno, el deseo de hacerlo, las ganas de hacerlo, es algo movido por la voluntad: quiero hacer esto, en este caso del Señor también, para infundir en ellos el Espíritu Santo, ahora, plenamente lo recibirán el día de Pentecostés pero ya habían comenzado a recibirlo cuando Jesús está en la cruz.

Ahora, cuando le cuentan a Tomás lo que había pasado Tomás no cree, quiere comprobar por sus propios medios y después se aparece de nuevo Jesús cuando está Tomás y le dice: vení a poner los dedos en Mis llagas para que compruebes que esto es así, y lo hace y dice esa expresión que nosotros tenemos cuando levantan la Sagrada forma: Jesús mío y Dios mío ¿no?, aquí está dada la vuelta la frase pero eso quiere decir.

Ahora, hay que mirar en este Evangelio, mirarnos a nosotros en qué lugar estamos, si en el lugar de los Discípulos que creen en todo lo que ven o en Tomás, que no cree hasta que no toca y comprueba, uno respeta la dos posiciones, hay personas que están más iluminadas que otras, con más gracias del Señor e inmediatamente aceptan algo, porque intuitivamente están viendo que eso es así, pero hay otras que no, que razonan las cosas, pero como decimos siempre: con la razón, con la mente todo lo que se hace es un razonamiento, en la fe las cosas se creen sin razonarlas, que la razón nos ayude, claro, puede ser, pero las cosas se creen, bueno porque hay una condición, un carisma especial del Señor que les hace ver con claridad todo, en otros no. Por eso debemos tolerar ¿no es cierto?, que cada uno use las armas que tiene en sus manos, algunos entienden con el corazón muy fácilmente y rápido, otros no y hay que esperar, hay que esperar. Ahora, el problema a veces está en que mientras se espera, porque hay gente en ese sentido que razona demasiado las cosas de Dios, no pueden razonarse porque están en otro nivel, así de simple, nosotros estamos en el nivel natural y nos manejamos con nuestro razonamiento que es producto de nuestra inteligencia, pero en las creencias nos manejamos con la fe, es decir, esto es así, porque íntimamente estoy sintiendo sin poderlo explicar que esto es así y no de otra manera.

Ahora, esto que estoy diciendo tiene mucho que ver también con toda la vida del cristiano, cuidado, porque San Juan que saca su Evangelio, es decir publica su Evangelio cerca de la finalización del siglo I, mientras que los otros tres lo habían publicado para el año 60, es decir Juan aparece cincuenta años después, no aparece sino que publica su Evangelio, ya era muy viejito, al decir viejito me refiero más de ciento quince años y dice San Juan en muchas partes de su Evangelio que cuando el hombre cree firmemente, cuando entiende con su corazón que el Espíritu Santo habla en él y le dice todo lo que hay que decir, ese hombre puede caminar en la vida haciéndose la idea que no comete pecado, de que no comete pecado, es decir nada malo, ¿por qué?, porque si alguien está siempre disponible para escuchar dentro de sí la voz del Señor, entonces quiere decir que esa persona atento a como está a la voz del Señor es muy difícil o imposible, dice San Juan, que cometa cosas malas.

Ahora, por eso les digo que, por supuesto que la fe es un regalo del Señor pero también es cierto que más conocemos la vida, obra y todo lo que se refiere a Dios, eso también acrecienta nuestro amor y en consecuencia a mayor amor, mayor comprensión a un nivel diferente, porque el amor no puede explicarse, ni siquiera el amor que le tiene la madre a su hijo, ¿por qué lo querés a tu hijo?, porque es mi hijo, pero eso no es explicación, no se puede dar explicaciones por qué uno ama.

Por eso, entonces en estas cosas pasa lo mismo, como decía el Santo cura de Ars cuando le preguntaban: ¿qué hacés horas delante del Sagrario?, bueno yo estoy ahí, Él me mira, Yo le miro, Él me habla, yo le contesto, a veces así y a veces los dos estamos en silencio y ninguno dice nada pero nos entendemos totalmente, ¿por qué digo esto?, porque cuando razonamos demasiado, hace falta razonar claro, pero cuando razonamos demasiado nos perdemos siempre lo esencial, es como si quisiéramos explicar, como si quisiéramos explicar por qué una persona se enamora de otra, ve por sus ojos, toca por sus manos, etc., no tiene explicación porque es algo que se siente. Todo lo que es valioso no se razona, la belleza, el amor y las cosas fundamentales en la vida del ser humano no se razonan, están en otro ámbito, lo mejor que pasa en nuestra vida no se razona, por supuesto nos movemos en un mundo en el cual caminamos, nos movemos, vamos, venimos, pero puede que nuestro espíritu esté tan lo suficientemente bueno, elevado o atento o disponible o como quieran llamar, para entender las cosas así en forma directa y concreta.

Me acuerdo también en este momento un día mamá Margarita, la madre de San Juan Bosco, saben que San Juan Bosco es el fundador de la orden salesiana y viene la madre y le dice: hijo, los hijos, tus hijos, es decir los chicos que él recogía de la calle, porque en ese entonces Italia tenía guerras entre los estados, entonces él tenía un oratorio donde tenía todos los chicos que recogía en la calle. Ella le dice: pero Juan, no puede ser, los chicos han entrado en la huerta y han destruido todo, no puede ser dice, han destruido hasta su comida, claro, había setecientos chicos en el oratorio, entonces él sin levantarse, toma una cruz, se la pone delante de la madre y le dice: mamá, Margarita se llamaba, ¿es suficiente que te muestre esto?, la madre entendió y se retira. Pienso que si nosotros fomentamos todos los días esa forma así profunda, total, completa de mirar las cosas la vida se nos hace mucho más simple, más fácil y el Señor puede hablar mucho más en nuestra conciencia, cuando vamos a buscar tantos argumentos y cosas para demostrar esto o lo otro evidentemente se nos escapan las cosas y a todos nos ocurre.

Un día estaba yo aquí adentro y digo: pero Señor, ¿cómo es posible que vos tenías la misma altura que la Madre y ahora tenés como siete centímetros más alto?, no entiendo Señor, entonces Jesús, no disgustado pero poniendo cara de circunstancia me dice: Mi querido, Yo que ordené las galaxias, Yo que puse en orden toda la Tierra, creé todas las cosas y organicé todo en forma perfecta, ¿no podés creer también que hago crecer la piedra?, le dije: perdón Señor, yo creí que solamente las plantas y los seres vivos crecían, Él no contestó más nada pero yo me sentí bastante avergonzado, ¿por qué?, porque uno había cometido una torpeza, porque cuando uno piensa en el Señor ya desde el vamos tiene como ir aceptando todo; vos dirás: ¿y si uno se equivoca?, mirá, hay una cosa que es fundamental, el amor a uno no lo hace equivocar nunca, jamás, si algo que tenés en tu conciencia es fruto del amor que tenés por algo quedate tranquilo que no te equivocás y si llegaras a equivocarte por ignorancia o lo que sea el Señor sacará de ese error, algún provecho muy grande para uno o para los demás. Por eso, guiándose por el lenguaje del amor no se equivoca el ser humano pero entendamos qué es el amor ¿no es cierto?, bueno.

Ahora bien, ¿y por qué uno dice todo esto?, y refiriéndonos a Tomás, el que no quiere tocar para creer y los otros que creyeron, por eso dice: felices los que no ven y creen, eso no quita que tenemos que estar siempre como avisados ¿no es cierto?, porque tampoco es cuestión de creer cualquier cosa ¿verdad?, se supone que esta creencia está basada en una formación, no por leer cosas sino una formación del corazón cuando está lo suficientemente derecho para saber que algo es de esa forma y no de otra y cuando pasa eso hay que acordarse de aquellas palabras del Señor, Dios Padre cuando dice: nadie puede detener a un pueblo, a un hombre o a un hombre cuando el Señor le dio la fuerza para caminar ¿verdad?, ahora, ¿cuándo el Señor da la fuerza para caminar, para vivir, para hacer todo?, cuando hay una creencia total y completa, cuando hay una entrega de nuestro corazón a Él y esa entrega solamente es posible cuando en el corazón del hombre anida la humildad; ustedes dirán: esa expresión la conocemos, pero una expresión dicha hace un rato o ayer, dicha de nuevo ya no nos toma de igual manera y ya no es algo repetido, aquellos que dicen: yo esto ya lo sé, cometen un error muy grande porque lo supo en otro momento de su vida, lo supo en otra circunstancias pero no en este momento.

Por eso que en las cosas del Señor y en las cosas esenciales ¿verdad? nunca terminamos de aprender, ¿por qué?, porque lo que sabíamos de ayer ya es viejo, tenemos que vivir la experiencia de este día, por eso con tanta razón Jesús dice que a cada día le basta su propio afán, su propio esfuerzo, el mañana es del Señor ¿eh?, si a cada día le basta su propio afán, su propio esfuerzo ¿verdad? no tengo por qué apelar a cosas tan viejas para comprobar si esto, por este camino, cuando uno está delante del Señor la cuestión es decir que sí, ahora dichoso aquél que su corazón es lo suficientemente dócil, dócil dije y lleno de humildad para decir creo ¿eh?, dichoso, porque ya nada que pueda ocurrir se le va a negar de parte del Señor.

Cuando el Señor dice: Yo cosecho donde no siembro y recojo donde no pongo, ¿qué está diciendo eso?, algo que suena a muy difícil o imposible de entender, pero hay montones de expresiones en el Evangelio que son difíciles de entender vistas razonándolas, lo mismo cuando decimos: para ganar la vida hay que perderla, eso tiene que entenderlo el corazón sino para la razón es una estupidez, para ganar hay que perder, razonando no lo voy a entender jamás ¿mmm?, si el grano de trigo no cae en tierra y nace no sale la planta ¿verdad?, es decir, tiene que el grano morir, el hombre tiene que morir, ¿a qué morir?, a la soberbia, al egoísmo, al creerse sabelotodo, a creer que tiene la verdad del Señor así servida en una bandeja porque a lo mejor estudió muchos años sobre el Señor o lo que sea, flores de sorpresa se lleva el hombre cuando ve que toda la sabiduría acumulada es paja ante un momento de la experiencia del Señor en el corazón, toda la sabiduría se vuelve paja, nada, ante la experiencia del Señor, ¿por qué?, porque es otra dimensión, no se puede razonar todo eso, el corazón tiene que entenderlo y para que el corazón entienda como les dije tiene que estar disponible para entender.

Es decir, no una creencia ciega y hasta torpe sino algo, es decir, con todos los ojos del alma y de la mente abiertos para no equivocarse pero no llevarlo a un plano, a un nivel como hace Tomas: si yo no meto los dedos en sus llagas yo no creo ¿eh?.

¿En qué lugar estaremos mis queridos nosotros, en el lugar de Tomás o de los Discípulos?, ¿en qué lugar estaremos?, creemos sin ver o tenemos que tocar, manosear, no sé cuántas cosas más para creer, ¿en qué lugar estaremos?. Yo les pregunto esto y me lo pregunto yo también, por una razón muy simple, porque es posible que nos pasemos la vida razonando y lo esencial se nos escapa, ¿o vas a razonar por qué una rosa es tan perfumada?, como decía San Francisco Javier: el encanto de las rosas es que siendo tan hermosas no conocen lo que son ¿eh? ¿verdad?.

Entonces, ¿ven?, lo esencial, lo fundamental los ojos no lo pueden ver, no, no lo pueden ver, hay que abrir el corazón, abrirlo, uno dice el corazón, el corazón es una bomba que bombea sangre pero se identifica a todos los afectos, a los sentimientos y las emociones en el corazón, ahora, pero hay una parte del cerebro que está en la parte de arriba que se llama hipotálamo donde tienen asiento todas las emociones y los sentimientos, todos los afectos, el poder saber encontrar una vida valiosa, un camino adecuado, etc., ¿no?, pero usamos la palabra corazón porque damos por sentado que allí se almacena todos los sentimientos, todas las emociones y todo lo más valioso de la vida, ¿en qué lugar estaremos nosotros, seremos Tomás o seremos los Discípulos?, habrá que pensarlo largamente en este día de la Misericordia.

Cuando Jesús vino aquí hace 14 años, el 11 de Marzo, junto con su Mamá, dijeron así con toda claridad: que Él, Jesús iba a continuar los Mensajes de Santa Faustina en este lugar, claro, en ese momento tengo que confesarles que a mi me pareció que era tan desproporcionado, tan enorme, que uno se siente nadie, bueno dijo el Señor: porque creés que sos nada Yo puedo poner ahí Mi todo, en las personas que se creen que son algo jamás puedo entrar y poner Mi todo, para que Yo entre en el ser humano tiene que reconocer que es nada, es decir: nada soy Señor ante vos que todo lo podés, todo lo tenés, todo lo hacés, todo, todo.
Entonces, no importa dijo el Señor, dejate llevar, no preguntes ni te preguntes, dejate llevar y fue así como me fui dejando llevar. Por eso en los primeros tiempos el Señor me hablaba como que yo era el gusanito, Mi gusanito decía, durante muchos años dijo eso, Mi gusanito, Mi gusanito querido, pero en última instancia un gusanito, y ¿qué es un gusanito?, un gusanito es algo tan, que no hace ruido ni nada, nada, nada, no es nada un gusanito, algo que está pasando por ahí que ni se ve, bueno.

Algunos de aquellos que criticaron tantas cosas también dijeron como esa irreverencia del Señor de llamar a una creatura suya gusanito pero después cuando investigaron, incluso a nivel universitario, se dijeron cuenta que en el 1200, a Teresa de Ávila, Santa Teresa de Ávila también la había llamado así el Señor, salvando las distancias ¿no?, salvando las distancias.

Es decir, y esa expresión: hay que hacerse nada para que el Señor pueda poner su todo, es la base para entender las obras de la Misericordia, por eso, la Madre viene aquí como la Mensaje del Espíritu Santo para que nosotros podamos entender la Misericordia de su Hijo, porque según el Señor todavía de su Misericordia no sabemos nada.

¿Qué es la Misericordia?, lo repetimos por enésima vez, el amor obrando, entonces respecto al amor obrando no sabemos nada, porque ¿cómo lo manejamos mis queridos?, te quiero, me querés, formamos una pareja, tenemos hijos, parís los hijos con dolor, yo lo quiero, soy su papá, lo alimento, sí pero ¿a eso se reduce todo?, ¿nuestra vida es así tan opaca, tan poquito? ¿eh?, somos creados a imagen y semejanza de Dios, entonces somos pequeños diositos, en consecuencia habrá que pensarlo esto, incluso para sentirse dentro de nuestra pequeñez o nada, sentirse valioso porque el Señor puede disponer de nosotros ¿eh?, ahora, eso en cuanto a qué amor practicamos nosotros, ¿se han puesto a pensar qué escasos, qué tacaños somos en el amor?, ¿a quiénes amamos?, a quienes nos aman, amamos a nuestra familia, a los amigos y pare de contar, el resto pasa de largo, ¿ese es todo el amor que el ser humano puede dar?, mirá que fácil que es amar a los amigos y mucho más fácil amar a la propia familia y a los hijos, quién no lo hace eso, pero el Señor se refiere a otro amor… ( se dio vuelta la cinta)…, lleno de vida y de vitalidad pero cuando entendió que su misión era otra, San José cambia sus planes, ya no escucha más a su cuerpo que le pide como nos pide a cada uno de nosotros sino que era otra la misión que él tenía, no era un viejito como lo presentan por ahí como si ya no pasara nada viste, no, nada que ver, un hombre muy fuerte, muy viril, por eso se lo representa con esas flores en las manos que es el símbolo de la virilidad.

Bueno, cuando la Virgen explica eso hace ver qué amor ella siente por José y José por ella, qué amor siente Jesús por Juan que por mucho tiempo y todavía hoy algunos mal interpretan el amor de Jesús por el Discípulo amado, era el más chico, tenía 17 años no cumplidos cuando empezó, bueno y la Madre explica entonces el amor de Jesús por la Magdalena, que después otros, lo digo esto para aclarar porque hasta han hecho una película de los amores de Jesús con Magdalena, nada que ver, es otra altura, otra dimensión del afecto, otra dimensión del amor. No creamos que solamente existe el amor que nosotros sentimos, porque ese es un amor pequeño, pero el amor no es pequeño, es pequeña nuestra forma de mirar las cosas, creemos que todo eso, que está debajo de nuestros ojos y juzgamos a los demás, hablamos de los demás en base a esa poquísima luz que tenemos ¿eh?, para poder entender a los otros hay que estar siempre en presencia del Señor pensando que ese es mi hermano ¿verdad? y por otra parte, aunque no me lleve bien con él, pero no me llevaré bien con los errores que él comete pero no con su persona, a la cual nunca tengo que dejar de amarle, hay que distinguir muy bien entre la persona y el error que comete, la persona siempre es nuestro hermano, que merece todo nuestro afecto, esa persona murió en la cruz Jesús como por nosotros.

Ahora, para entender entonces todo esto hay que tratar de poner el corazón así como a la expectativa constante para ver qué otra dimensión tiene el amor además de la dimensión que nosotros sentimos: me miró, le miré, nos quisimos, nos casamos, tuvimos hijos, ¿eso es nada más?, hay otras formas de amor, cuando entremos a otras formas de amor entonces vamos a empezar a entender la Misericordia del Señor, ¿y saben quiénes son los que empiezan a entender la Misericordia del Señor?, aquellos que reciben un milagro, se dan cuenta que hay algo que no va por el camino que uno cree que va todo sino que va por otro camino, como lo escuchamos hoy de las personas que dijeron, cuando la señora dijo: sintió una explosión, y es así, a veces la sanación se da después de un dolor muy fuerte en lo que ya no dolía, o como dijo la señora: una explosión, claro, porque es un camino diferente. Ahora ¿nosotros nos prestamos para que haya caminos diferentes en nuestra vida teniendo un amor diferente?, repito, que sentimos así todos los días, un amor que tampoco no nos deja satisfecho, porque muchas veces es como comerse un chori pan, pasó y ya pasó el hambre ¿no?, cuidado, porque a veces pasa eso ¿eh?, no nos engañemos con ciertos afectos que tenemos ¿eh?, la fuerza de un chori pan, cuando entró en nosotros, sacó el hambre y pare ¿eh?, no, así no, bueno.

Entonces, para entender a Tomás en el Evangelio de hoy y para entender a los Discípulos hay que plantearse seriamente, en el caso de los Discípulos un amor diferente que el de Tomás, lo de Tomás es muy lento y tal vez no llegue nunca, o llega de una forma muy precaria, una forma siempre retaceada por haber razonado demasiado las cosas, no se puede mis queridos con Dios hacer eso ¿eh?, porque es tomar conciencia de que uno ha sido creado por Él pero no es nada ni nadie al lado de todo lo que es Él, entonces despojado de toda esa hoja seca que tenemos, tenemos que dejar al descubierto nuestra piel, nuestro corazón para que se conmueva hasta con el roce de una hierba, de una hoja para que el corazón empiece a sentir ¿eh?, por eso la Madre viene como Mensajera del Espíritu Santo, ¿para qué?, para que ese Espíritu Santo nos haga entender qué es la Misericordia, qué es el amor obrando sino no se puede entender; ustedes dirán: ¿y quién entiende?, no sé, yo estoy diciendo y no sé que entiendo, no lo sé, no lo sé, cuáles son los caminos del Señor, no lo sé, vislumbro algo, estoy atento para escuchar su voz pero no sé otra cosa, por qué tengo que razonarlo todo decir: pero ¿y esto?, no sé Señor, vos me podés transformar toda la realidad en un instante cuando me dijiste: ¿no puedo hacer crecer la piedra?.
Claro, yo miro a veces cuando vengo a cerrar la Capilla y miro la sombra del Señor que tiene seis centímetros más por lo menos y digo: mejor ni miro porque no sea cosa que me asalte un razonamiento y estoy haciendo mal.

Cuando antes les cité el Evangelio de San Juan, San Juan se maneja con todos estos conceptos, porque incluso Juan vivió muchos años con la Virgen, muchos años cerca de María Magdalena, muchos años cerca de Susana, Susana es una mujer que se habla tres o cuatro veces en el Evangelio, no, no llega a cuatro, tres creo, el padre me dirá después, tres veces y el trato que Él tenía con esas personas era de una amor tan elevado ¿eh?, por eso que cuando Juan no entregaba los escritos del Evangelio, del cuarto Evangelio que leemos y leímos hoy pero me parece que falta decía, me parece que le falta y un día el Señor le dice: Juan, mirá, todo el Evangelio Mío, todo lo que Yo hice sobre la Tierra, todo se puede concretar en lo que les dije no muchas horas antes de morir: ámense unos a otros como Yo los he amado, cuando San Juan escucha esto, ya era viejito ¿no?, o muy grande, entonces ya no duda más y entrega los escritos del Evangelio y durante muchos años en la homilía subía al lugar donde hablaba y decía nada más que eso: ámense unos a otros como Yo los he amado.

Claro, el amor más o menos entendemos algo pero como Yo los amé, ¿y cómo nos amó Él?, entrega la vida ¿no es cierto?, por nosotros, se hace colgar en una cruz, pierde su sangre, ahí podemos entender eso de que para ganar la vida hay que entenderla, solamente ¿eh?, ámense unos a otros como Yo los he amado, todo se puede concretar en esto, claro porque todo lo demás se desprende de esto, ahora y yo pregunto, por mi casa, en mí y en la casa de cada uno de ustedes: ¿cómo anda esto?, ¿podremos pensar que nuestro amor por los demás, al menos por nuestra familia y por los amigos, puede llegar tan lejos?, y ni hablemos el amor por los demás.

Aye

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