• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración del 28 de Enero de 2009

¿Dónde caerá nuestra semilla?, ¿dónde caerá la semilla del Señor que estamos enunciando hoy?, ahora ustedes dirán: y bueno si cae bien, cae, y sino, pero el problema está en que si no cae en una tierra fértil, lo que vinieron a buscar no se da, así de simple, no se da. Oración del 28 de Enero de 2009

Habla Artemio:

Numero 12: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…, bueno, vamos a pensar que el Señor quiere darnos toda su gracia para que aquellas cosas que vinimos a buscar la encontremos ¿eh?, bueno, buscamos en el cuadernito 20, cuando decimos que el Señor ponga aceite estamos diciéndole que llene nuestro corazón de gracia ¿eh?, entonces decimos: pon aceite en mi lámpara Señor.

Bueno nosotros vamos a leer la palabra del Señor, como veo que la mayoría son gente que viene por primera vez tienen que pensar que toda la sanación gira en torno a la palabra, por eso hay gente que a veces viene durante la semana pero yo les digo: es una pena que no escuchen la palabra del Señor porque lo que sana realmente es la palabra, la palabra del Señor es palabra de vida y de vida en abundancia, entonces a ustedes, las fotos, los que piensan, todo, todo, piensen: toda la ceremonia gira alrededor de la palabra, entonces tenemos que dejarnos invadir por la palabra del Señor, estar como habiéndose olvidado de todo y abrir el corazón para recibirlo. Aquellos que ya han venido otras veces piensen que todos los días hay que renovar de nuevo esa llegada de Jesús a nuestro corazón, así como en la vida todas las mañanas tenemos que decirle al Señor que venga a nuestro corazón.

Por eso, para los que están por segunda vez no hay nada repetido, sino siempre la palabra trae algo nuevo para nuestro ser, bueno.

Entonces, toda la ceremonia gira alrededor de la palabra, el resto, si alguien se quiere quedar a la bendición se queda pero sino ya todo está consumado en la palabra y además por una razón muy simple de que hay que cuidarse la salud, la sanación es hasta las 12, más no, por una razón muy simple, no se puede llegar a las cuatro de la mañana porque ni ustedes están en condiciones ni yo ¿eh?, bueno.

Ahora que hemos pensado un poco al cantar nuevamente esto va a tener un sentido mucho más profundo, el 20 siempre, ahora sí, lo vamos a decir no como un grito cualquiera sino como algo que vale la pena ¿no?: pon aceite en mi lámpara Señor…, bueno.

Para leer la palabra tenemos que pedir al Espíritu Santo que nos llene de su gracia para estar en más condiciones para recibirla ¿eh?, le digo a los sacerdotes que están presentes, que son 4, que pueden pasar aquí adelante así colaboran con algo, con el canto por lo menos ¿no?, bueno, yo les respeto el lugar que tienen pero si quieren pasar pueden pasar aquí adelante, los 4 ¿eh?, no hay ningún problema, hay lugar.

Hoy es día miércoles 28 de Enero, oigo hablar, ¿por qué?, estamos en el Templo, a mi derecha atrás está el Sagrario, cuando llegaron hoy que estaban haciendo tanta bulla ¿no’, ¿no pensaron que está Jesús ahí en el Sagrario?, no es un salón de fiestas ¿eh?, porque hay que aprovechar el tiempo que uno está delante del Señor ¿eh?, hay que aprovecharlo, para los que nunca entraron a ningún Templo el Señor está siempre donde hay una lamparita encendida, siempre está allí, entonces no hay que hacer ni bulla y conversar con el Señor como adelantándose como para recibir lo que venimos a buscar ¿eh?. Y los días miércoles honramos como todos los miércoles a San José, Patrono de la Iglesia Universal, Padre Adoptivo de Jesús y muchos otros patronazgos que tiene, bueno.

Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio de hoy es de San Marcos 4, 1-20, Jesús les enseñaba así, escuchen esto, el Señor siempre enseñaba con parábolas, es decir haciendo comparaciones ¿eh?, parábola quiere decir eso, comparación. Escuchen: “el sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando, una parte de la semilla cayó a lo largo del camino, vinieron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó entre piedras, donde había poca tierra, y las semillas brotaron enseguida por no estar muy honda la tierra. Cuando salió el sol, las quemó y, como no tenían raíces se secaron. Otras semillas cayeron entre espinos, los espinos crecieron y las sofocaron, de manera que no dieron fruto. Otras semillas cayeron en tierra buena, brotaron, crecieron, y produjeron unas treinta, otras sesenta y otras cien. Y Jesús agregó: el que tiene oídos para oír que oiga” . Así de simple, esta es la palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Bueno, como decíamos recién el Señor siempre usa comparaciones, que normalmente lo conocemos como parábolas ¿eh?, y en este día miércoles 28 nos toca la parábola del sembrador, bueno. Como ustedes escucharon el sembrador arroja las semillas pero todas las semillas no caen en el mismo lugar.

Bueno, a ver si escuchamos, nos quedamos quietitos, denle lugar a ese hombre que no puede estar parado ¿eh?, hay una silla desocupada, preocupémonos por el hermano que no puede estar parado ¿eh?, ahí está, Gloria a Dios que te pudiste sentar, porque no dabas más, no dabas más, bueno.

Entonces, decíamos, las semillas caen cuando uno siembra y depende siempre cómo esté la tierra para que eso germine, ustedes dirán: ¿y qué comparación estamos haciendo acá?, muy simple, la semilla es la Palabra del Señor, la tierra somos nosotros, entonces muchas veces la tierra es fértil, la semilla arraiga, nace y en el tiempo necesario da sus frutos ¿eh?, pero no todas las semillas caen en tierra fértil, muchas caen entre los espinos, otras caen en la piedra, otros donde hay poca tierra, así pasa con la palabra respecto a nosotros.

Ahora, yo les pregunto y me pregunto: la palabra del Señor en este día ¿qué tierra encontrará dentro de nosotros?, ¿tierra fértil?, ¿encontrará espinas y no podrá nacer ni crecer?, ¿encontrará poquita tierra con entusiasmo en nosotros y al poco tiempo la semilla se seca? ¿eh?.

Algunas personas me están diciendo: sea más claro que no entendemos, bueno, entonces yo estoy diciendo que la semilla es la Palabra del Señor, ¿cómo estás vos para recibirla?, ¿viniste acá por curiosidad?, entonces tu tierra no es muy fértil, tu tierra es una tierra que pronto se agota ¿mmm?, y ni siquiera recibe semillas, otros tal vez ponen la tierra fértil porque están buscando un milagro del Señor ¿verdad?, es decir reciben la semilla, la palabra pero para hacer un trueque: te doy tantas oraciones por la sanación de mi columna, tampoco esa es tierra fértil, es una tierra que pone condiciones: si me das te doy, te doy si me das, eso no es sincero. Ahora, yo no puedo hacer un juicio sobre la tierra que cada uno tiene para las semillas, cada uno tiene que hacer su propio juicio ¿eh?, piensen por ejemplo, acá dentro hay 18 curanderos, curanderos o curanderas ¿no?, hay 26 personas que vinieron porque trajeron a sus familiares y están curioseando, hay 18 personas que directamente Dios para ellos no fue nunca nada. Cuando yo paso a mirarlos a todos, afuera y por adentro es para ver quiénes vinieron, entonces aquellos que son curanderos vinieron a buscar algo para aplicar y sacar algún pesito más, que pena ¿no?, entonces hacen alguna cosita que aprenden, triste, triste historia ¿eh?, porque se está lucrando con la vida del enfermo y eso es imperdonable ¿eh?, bueno.

Aquellos que no creen en el Señor pueden tener dos actitudes, una actitud seria para ver qué pasa o pueden tener una actitud decir: no importa un carajo, que pase lo que pase. Bueno, le damos lugar a esa señora porque sino va a joder todo el día, bueno, querida sentate por favor, no me interrumpa la palabra, por tus hermanos hacelo, no por vos ¿eh?, bueno.

Entonces, qué pasa con nuestra tierra ¿está fértil?, ¿vinimos a curiosear?, ¿vinimos porque somos curanderos y vinimos a aprender algo?, Gloria a Dios si pueden aprender algo del Señor ¿no?, por supuesto. Entonces, estamos ante toda esta gente que cada uno tiene su propia tierra, no se llamen a engaño ¿eh?, uno por gracia del Señor conoce todas las cosas para saber de qué se trata, con quién trata y qué quiere cada uno, bueno.

¿Dónde caerá nuestra semilla?, ¿dónde caerá la semilla del Señor que estamos
enunciando hoy?, ahora ustedes dirán: y bueno si cae bien, cae, y sino, pero el problema está en que si no cae en una tierra fértil, lo que vinieron a buscar no se da, así de simple, no se da…, (¿no encontraste dónde sentarte?, bueno, entonces quedate tranquila un poquito, bueno)…. A mi me pasa que cuando me distraigo pierdo el hilo, qué va a hacer, Gloria a Dios por perder el hilo.

Decía que cuando uno está sin la atención disponible recibe la palabra con una tierra que no es la que corresponde, viene al Santuario pero se va más pobre de lo que vino, en apariencias, porque si vinieron al Santuario, aunque sean curiosos, ateos, o lo que sea ¿eh?, el Señor los engancha de alguna forma, porque Él dice siempre: Yo no traigo la gente a este lugar para que se vaya como vino, no lo hace de tramposo, lo hace porque nos ama ¿mmm?. Los curiosos terminan viniendo a los pocos días y dicen: yo vine por curioso para ver que pasaba y poder ir a comentarle al cura pero me enganchó esto, bueno, nosotros seguimos con nuestro trabajo, porque es una orden del Señor con todo el amor haciendo lo que está de nuestra parte, aquél que lo quiere tomar lo toma, lo lleva a su corazón y disfruta, el que no, no sabe lo que se pierde, así de simple ¿eh?, no lo digo con orgullo ni nada, lo digo simplemente viste, porque a veces los palos llegan de tantos lugares, pero yo les puedo, sobre todo porque hay sacerdotes presentes ¿no?, varios, 4, que los palos esos ya no tienen ningún eco ¿no es cierto?, yo no llevo la cuenta de los milagros y las gracias que suceden en el Templo, pero si les digo 10.000 o 20.000 tal vez les esté mintiendo porque de muchos no lo se, porque no vienen a dar testimonio que se sanaron. Habría que preguntarles a estos buenos señores si en sus Templos pasa lo mismo, si no pasa lo mismo algo en ellos está fallando, algo muy serio está fallando, porque el Señor en el Sagrario está en todos lados, ¿qué pasa entonces?, ¿por qué aquí tantos milagros y por qué en otros lados nada?, bueno, es un problema de donde cae la semilla ¿no?, porque a veces es bueno, ya que hay sacerdotes presentes, que la semilla caiga también en los sacerdotes porque viste cuando uno es especialista de algo, en este caso los que tienen el culto, creen que lo saben todo y los seres humanos nunca sabemos todo, sabemos algo para defendernos, el resto es del Señor ¿verdad?, bueno.

Perdonen que tome agua y ustedes están allí con sed y no pueden tomar ¿eh?, disculpen que yo tome pero estoy hablando, perdónenme, y ustedes no pueden
tomar, bien.

Entonces, con esto que conocemos del Evangelio de este día miércoles 28 vamos a hacer una oración profunda al Señor para que Él escuche nuestros ruegos, mire nuestra alma, partiendo de una base que la mirada del Señor es un milagro tan grande en nuestra vida, Señor me has mirado a los ojos ¿eh?, dichoso el ser o cristiano, humano, que el Señor le mira a los ojos ¿verdad?, porque la mirada del Señor es como si nos llenara de gracia de todo lo que necesitamos, pero hay mucho más, porque en el Templo del Señor de la Misericordia, Jesús Misericordioso como quieren que le llame ¿no es cierto?, tenemos los rayos, ustedes tienen a la izquierda el Jesús que salen de su Corazón, esos rayos están invadiendo nuestra persona para traernos todo lo que necesitamos. En la medida en que tenemos nuestro corazón lo suficientemente abierto, esos rayos van a producir como la semilla del Evangelio mucho fruto en nosotros ¿eh?, y nos vamos a ir de aquí sanos. Ustedes dirán: ¿por qué tanta preocupación por la sanación?, porque la preocupación para Jesús era también la primera, llegaba a cualquier lugar y decía: ¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?, esa era su principal preocupación, había otra sí, pero esa es la primera, y ¿por qué ese celo tan grande por sanar?, por una razón muy simple, la salud es un desorden en el cuerpo y Jesús dijo: Yo quiero poner orden, ya en las primeras Revelaciones, en las primeras, del año 1995 y a partir de entonces todos los días Jesús y su Madre y algunos más vienen al lugar ¿eh?, vienen acá, porque esta es su Casa.

Bueno, entonces, Él quiere sanar porque quiere poner orden así como su Papá al crear el mundo creó todo con orden ¿eh?, así Jesús quiere sanarnos porque quiere poner orden en nuestro cuerpo y para Él es lo primero la salud, si no hay salud nada vale, ¿qué importa el trabajo, el dinero, las propiedades si no tenemos salud?, no, no vale nada y todo se viene abajo.

Entonces estamos en el Templo del Señor de la Misericordia ¿verdad?, donde Él nos trajo para darnos lo que nos hace falta, algunos estarán muy sanos, pero a lo mejor su corazón está enfermo de orgullo, de soberbia y de otras cosas más, ¿o no?, algunas mujeres pensaron en su esposo que las engaña, algún hombre pensaran en las mujeres que los engañan o las novias, bueno, eso es una estafa, de la estafa también hay que sanarse ¿no?, sí. Es decir, nosotros llamamos enfermedades aquello que duele en lo físico pero hay montones de enfermedades que son del alma, eso es lo serio, cómo hacer para sacar de nosotros el orgullo, la soberbia, el egoísmo, el resentimiento, el odio. Por ejemplo acá dentro hay 42 nueras que se llevan pésimo con su suegra, por ejemplo, hay 33, 32 hombres que se llevan mal con su suegra, ¿cómo perdonarlos?, ¿cómo hacer que les caiga mejor esa mujer que se le mete en la casa y se llama suegra y le hace la vida difícil? ¿eh?.

Entonces, como ustedes ven hay muchas formas de enfermedades, de las más diversas y las peores son las del corazón, ¿por qué?, porque tarde o temprano las enfermedades del corazón terminan enfermándonos el cuerpo, cuidémonos de eso. El odio en el alma va a traer algún cáncer che, el resentimiento, la falta de perdón, ¿cómo hacemos para sanarnos ¿eh?, ¿cómo hacemos para sanarnos de todo eso?, bueno.

El Señor nos trajo aquí para eso, para sanarnos de todo, lo único que tenemos que hacer es abrir nuestro corazón para dejarlo entrar ¿eh?, ustedes dirán que hay muchas personas que tal vez no entienden lo que digo, pero están sus familiares que entienden y pueden hacer un acto de fe muy grande, hay otros que han traído sus fotos de personas que pueden estar cerca o muy lejos, perfecto, pueden hacer por ellos ¿eh?.

Esto que estamos diciendo es lo que la Iglesia llama: el Cuerpo Místico de Cristo, es decir todos piensan para todos ¿eh?, yo puedo estar muy bien de salud, vos, vos, pero pensá todos aquellos que están en una situación desesperante y están presentes ¿eh?, entonces si nosotros entendemos algo de la palabra vamos a entender que si no nos pasa nada a otros sí, entonces si realmente formamos parte de ese Cuerpo Místico de Cristo vamos a pensar por nuestros hermanos y va a tener un resultado óptimo también, o podemos pensar en los enfermos que hay en algún lugar del África o de la India, no importa, el Señor se encarga con su Misericordia ¿verdad? de llevar esas gracias a quien las necesita.

Por ejemplo un señor de los cascos azules o blancos, no sé, de las Naciones
Unidas trabajando en un lugar de África se conecta con la embajada Argentina en Buenos Aires y desde allí mandan una fotografía de este señor que estaba en África, padeciendo un cáncer, es un militar, bueno, la sanación se hizo en este lugar, ese señor se recuperó y también a través de la embajada, porque él no puede venir ¿eh?, manda su testimonio y su agradecimiento, fíjense, algunos dicen: tiene que tocarme sino no me puedo ir ¿eh?, ese señor del África hace el trámite a través de la embajada Argentina, la embajada es los representantes del país nuestro allá en África o aquí ¿no es cierto?, bueno.

Entonces, tenemos que pensar también todos aquellos que no tienen ningún problema, que formamos parte del Cuerpo Místico de Cristo, el dolor de cualquier hermano por lejos o cerca que esté también debe ser nuestro propio dolor, así como las alegrías también nuestras alegrías. Por ejemplo, yo recién tomé agua que está ahí arriba y pasó por mi mente: gracias Señor porque puedo tomar agua ¿mmm?, porque dos cuartas partes de los hombres del mundo no tienen agua potable para beber y algunos ni tienen agua. En un viaje por Irak yo he visto personalmente cómo algunos esperaban que sus compañeros orinaban para tomar el agua que ellos orinaban, el orín o comer los excrementos, cuando se pasa tres o cuatro días sin tomar agua el orín no da ningún asco ¿eh? tomarlo, por eso cuando yo tomé el agua pasó por mi mente: gracias porque yo tengo esta agua para tomar, dos cuartas partes de la población del mundo no, no la tienen y muchos de la República Argentina.

Entonces, si yo estoy pensando así formo parte de lo que se llama el Cuerpo Místico de Cristo, ese cristiano que está perdido en no sé en dónde, lejos, es mi hermano también y lo que Él padezca lo tengo que pensar yo y pensar por él, ¿te lo va a agradecer una vez?, eso no corre, ¿te va alguna vez decir gracias?, nooo, ¿va alguna vez a traerte algo?, no, porque no se recibe nunca nada ¿eh?. Es decir, todo por el Señor, porque somos sus hijos creados a su imagen y semejanza, herederos de su Gloria y sabemos que nuestros hermanos estén donde estén, sufran lo que sufran, ahora podemos ayudarlos y después nos encontraremos del otro lado para vivir eternamente juntos.

Por eso, no creamos que nuestra vida está limitada por el cuadrado de nuestra casa, nuestra pieza, cocina, comedor y afuera nada, no, eso es el lugar donde vivimos pero la humanidad son todos los hombres del mundo y yo creo que lo sé y lo sé muy bien que Jesús murió por todos, por todos y por cada uno, incluso aquellos que menos compasión nos inspiran el Señor también murió por ellos, sí Señor, ¿y esos zaparrastrosos que están en la cárcel porque violaron a no sé cuántos?, también por ellos, ¿y aquellos que mataron?, también por ellos, ¿y por Bush que hizo la guerra y mató a tantos?, también por Bush, todo, todo.

Ese es el gran misterio del Señor, que su amor alcance para todo, así de simple; vos dirás: pero entonces ¿no hay un premio para algunos que hacen bien las cosas?, los que hacen bien las cosas no piensan en el premio, si viene, viene, y si no viene no importa pero tenemos que hacer carne en nosotros que el dolor de nuestro hermano es nuestro propio dolor, aunque viva en el África, en la India o en el Canadá ¿verdad?.

Entonces, esta semilla del Evangelio de hoy ¿en que tierra cae?, si ustedes quieren puede caer en todo el mundo, en todo el mundo, no solamente en ustedes ¿eh?. Ahora, yo pienso, suponete que en vos haya una decisión de decir, la decisión de decir: también vine por mis enfermos, mi problema, mis cosas ¿no? pero también quiero pensar en aquellos, no sé cuántos Señor, vos sabés quién está enfermo y quién necesita tanto, no te pido solamente para mí, te pido por aquellos, por cualquiera, no sé nombre, no sé nada, pero vos sabés Señor quien necesita ¿eh?, eso mis queridos se llama Cuerpo Místico de Cristo, si no estamos dentro del Cuerpo Místico de Cristo de cristianos tenemos poco y nada, no, porque no amamos a nuestros hermanos, así de simple, entonces. Claro, el que ama al Señor en sus hermanos ¿tiene que ir diciéndolo?, no, simplemente que se vea, porque a nadie le gusta que le vayan a refregar en la cara algo del Señor ¿no es cierto?, eso lo vemos cuando pasan en las calles nos levantan a las 08:00 de la mañana, si es que estamos acostados todavía, para decirnos: lea la Biblia, la secta que andan por todos lados, de esa forma no se lleva la palabra, la palabra del Señor se lleva con el ejemplo, una vida de una manera ¿eh?, bueno.

Entonces, la semilla del Señor hoy, es la palabra, apunta a que cada uno de nosotros seamos una tierra fértil, pero no solo para nosotros, porque lo nuestro es fácil, es fácil, qué rápido el Señor dice basta a un cáncer que nos está comiendo o algunos que a lo mejor ya los está comiendo y no lo sabe, qué rápido dice el Señor, pero la cosa va más allá, ¿quiénes otros necesitan y de ellos nadie se acuerda?, ahí está nuestro problema. Claro, si nosotros no tenemos la idea de lo que es Padre no podemos querer al otro como hermano, el problema de no amar a los semejantes está en que uno no reconoce que Dios es el Padre de todos, porque se supone que los hermanos se aman entre sí, es lo lógico ¿no?, aunque a veces se vayan a los golpes pero lo lógico que los hermanos se amen.

Por eso, cuando empezamos y le decíamos al Señor: poné tu gracia en nosotros, como se pone aceite en una lámpara era justamente por esto, para que la palabra de Él germine y empecemos una vida diferente, donde todo a partir de hoy tiene que ser de otra forma, eso es lo que quiere el Señor, que haya un antes y un después de hoy en la vida de cada uno, ¿cómo un antes y un después?, sí, porque Jesús dice que la conciencia de los seres humanos… si escuchamos va a ser mejor, Jesús dice que la conciencia de los seres humanos es como un tanque de nafta o de gasolina que se prende fuego, una vez que empezó a arder arde hasta que se consume todo, por más que usés extinguidor o lo que sea y lo que busca el Señor trayéndolos al Santuario es encender el tanque de nafta, el resto lo hará el fuego por sí mismo, el fuego de su amor; entonces ustedes dirán: entonces cuando vinimos aquí caímos en una trampa, dichosa trampa que nos pone el Señor, es una trampa dictada por el amor, te traigo porque quiero hacerte una buena persona si no lo sos y si lo sos que seas mejor, así de simple.

Será tramposo el Señor, dichoso ser tramposo como Él, digo en broma por supuesto, es decir, traernos aquí para que piquemos ¿no?, y nuestra conciencia como el tanque de nafta empiece a arder y cuando empieza a arder ya no se para más y les puedo asegurar que por las noches se duerme tan bien cuando uno tiene el tanque de nafta que se prendió fuego, es decir, la conciencia parpadea, es decir, cuando empezamos a ver que todos los hombres son nuestros hermanos, se duerme tan distinto, cuando uno no hace diferencias por el dinero que se tiene, por el color de la piel, por la ropa de marca que lleve, no hace diferencia de nada, si es hombre, si es mujer, si es una cosa y la otra ¿eh?, la raza que tenga, nosotros no tenemos tantas razas aquí pero piensen que en Europa por ejemplo, conviven siete u ocho razas junta a veces en un lugar.

Bien, entonces, se duerme tan distinto mis queridos, la almohada que es la confidente de todo, de nuestros pensamientos se vuelve tan maravilloso lugar cuando uno forma parte de ese Cuerpo Místico de Cristo, y ¿cuándo empezamos a formar parte de eso?, como dice el Evangelio: cuando la semilla cae en tierra fértil, si somos tierra fértil hoy ya nace en nosotros ese Cuerpo Místico, no solamente la solución de nuestros problemas sino la humanización de todos los hombres, es decir el llegar a todos los seres humanos porque todos necesitan, no solo cosas materiales sino sobre todo cosas espirituales, muy lejos, no tan lejos, no tan cerca, muy cerca, todo el mundo está necesitando así como ustedes necesitan, nosotros no podemos ser únicos para pedir, noo, nosotros tenemos que acordarnos de todos ¿eh?.

Hay un globo terráqueo ahí sobre un armario, para que cuando miremos el Sagrario miremos también todos los países del mundo, está cerquita del Sagrario, fue puesto ahí por indicación de la Madre, la Virgen ¿eh?: hay que poner un globo terráqueo aquí decía la Madre, para que cuando miren a Mi Hijo en el Sagrario, miren también la Tierra completa con todos sus países, para que la mirada esté cerquita del Sagrario y del globo terráqueo, por esto que les digo, por el Cuerpo Místico, porque todos esos hombres son nuestros hermanos, ya sé, que tenemos obligaciones para los que están más cerca, ya sé, ya sé, pero tenemos también obligaciones para con los que están más lejos, claro que sí.

Bueno, Señor, aquí estamos Jesús para conversar con vos Señor este día y todos
los días a que alcance nuestra vida, y ¿por qué esto?, y porque somos tus hijos Señor, creados a tu imagen y semejanza, herederos de tu Gloria, sabiendo que vamos a estar una eternidad con vos. A veces nos preguntamos y yo le pregunto al Señor: ¿por qué hay ciertos seres como estamos viendo, así, que son diferentes, no tienen todo? ¿eh?, entonces el Señor dice: también son un fruto del amor y son más felices que vos, bueno Señor, pero ¿los padres?, para los padres también son un fruto del amor, pero agrega Jesús: Yo ya dije en el año 95, en las primeras Revelaciones en este lugar que hay que hacer la sanación de la herencia ¿verdad?, para que todos esos seres humanos que podrían nacer bien pero no nacen bien, sanando la herencia, porque la mayoría de las cosas son heredadas esas, de los padres o de los antepasados porque uno conoce hasta dos o tres generaciones, más no, entonces con la sanación de la herencia esas cosas ya no tendríamos que verlas y todos podrían decir mejor su palabra; vos dirás: sí, pero ¿aquél que nace en un parto demorado?, si estamos en contacto permanente con el Señor le vamos a pedir también que no haya partos demorados, parto demorado quiere decir menos oxígeno, menos oxígeno quiere decir que la persona no va a estar bien el resto… (se dio vuelta la cinta)…, también esos problemas tienen que solucionarse porque uno supone y supone bien que un hijo no es fruto de cualquier cosa, es fruto del amor y entonces se esmera profundamente para que cada niño en la panza de mamá crezca bien ¿eh?.

Es decir, si estamos en contactos con el Señor las cosas se resuelven, el Señor siempre como un mago encuentra algo para sacar de la manga, valga la expresión ¿no?, para darnos lo que necesitamos, siempre, si pero a veces, no, no, no, siempre, depende en gran parte de nosotros. Por eso antes de terminar esta parte primera que es la principal vamos a hacer la sanación de la herencia también, pero la sanación de la herencia tiene efecto cuando uno toma conciencia y dice: el Señor ha sanado mi herencia.

Les voy a explicar un poquito a ver para que nos entendamos, cuando papa y mamá tuvieron una relación ¿eh?, en la mamá hay un óvulo, que está ahí esperando, dos segundos y papá pone su parte, en el semen ¿no es cierto?, entonces dentro del semen un espermatozoide va con urgencia, perfora el óvulo y ya está la persona, aunque hay que verla en el microscopio pero ya está la persona ¿eh?. En ese momento cuando el óvulo es engendrado por el espermatozoide, todavía papá y mamá no se higienizaron después del acto íntimo y ya está la persona adentro, bueno, en ese momento de mamá y de papá pasan al niño todos los factores hereditarios, así como pasa el color del cabello, de los ojos o la forma de caminar también pasan todas las enfermedades que te puedas imaginar, veinte años atrás los médicos no hablaban de herencia, diez años atrás algunos, ahora todo el mundo habla de herencia, enseguida pregunta: ¿quién hay en la familia que tenga tal cosa?, les fue un poco difícil aceptar que en esa pequeñísima célula pasaran tantos factores hereditarios, tantos elementos de la herencia, repito, así como el color de los ojos, la forma de caminar o el cuerpo ¿verdad?, para no decir, hay chicos que son clonados, idénticos al papá, porque el papá tenía más fuerza en su fecundación ¿no es cierto?, bueno.

Entonces, en ese momento toda la herencia pasa a los hijos ¿verdad?, y si se hace la sanación de la herencia el Señor se encarga de todo aquello que no está bien ¿verdad? anularlo, destruirlo, ¿no lo podría hacer la medicina eso?, no, porque destruiríamos al ser humano, solamente lo puede hacer el Señor, ¿con el tiempo no podrá?, y el Señor a lo mejor de los medios para que se pueda, mientras tanto no ¿eh?, bueno.

Bueno, este Evangelio del sembrador nos ha hecho pensar en muchas cosas y
entonces nosotros reflexionamos: ¿cómo es la tierra?, ¿cómo es mi ser para recibir la palabra, es decir la semilla?, ¿cómo es?, ¿o mi corazón tiene un cascarón tan espeso de resentimiento, odio, venganza, egoísmo y todas las cosas por el estilo?, ¿tan grande es el cascarón que no puede entrar nada?, no sé, probemos, todos tenemos posibilidades. El Señor nos está ofreciendo una bandeja con posibilidades de una vida mejor, por qué no la aprovechamos, Él está allí como ofreciendo, ustedes tienen que tener en cuenta que Jesús está presidiendo la asamblea allí ¿no?, cuando yo dije que se abrieran era pasar pero también para que el Señor pueda mirar todo desde ahí, eso ocurre aquí hace 14 años en Marzo, el 10 de Marzo y la Madre también, pero la Madre ya ha pasado haciendo la sanación de todos ¿eh?. Chicos, cuando ustedes estén del otro lado y yo también, ahí vamos a ver si les dije mentira o les dije verdad, porque todo llega a saberse en la vida, todo, todo, no queda nada sin saberse, del otro lado nos vamos a ver y van a decir si yo les mentí o les dije la verdad hoy ¿eh?, bueno.

Entonces, es hermoso descubrir que aquél que nos creó, nos llamó por nuestro nombre, nos dio la vida en abundancia y nos siguió amando en la panza de mamá y después, es hermoso saber que nos sigue amando, que nos está ofreciendo todas las posibilidades para eso el Señor los trajo, aunque ustedes creían a lo mejor que venían porque traían a la familia nomás o por compromiso o lo que sea, no, Él los trajo porque quiere que esa semilla, de su palabra, sea o quede en la tierra fértil de vuestros corazones para fructificar, cuidado que también cuando uno siembra ¿no es cierto?, hay que esperar que llueva, que haga calor, que haya sol, es decir la semilla crece en la medida que tenga humedad y calor, ¿qué quiere decir eso?, y si no tiene humedad y calor va a pasar como en el Evangelio de que muchas semillas no nacen ¿verdad?, que dolor da cuando uno ve que los maíces se secan o la soja está achucharrada y uno dice: que falta de agua que hace, calor tiene y agua no, y cuando uno ve a una persona que anda mendigando un poco de afecto o algo del Señor para salir de sus problemas uno también dice: le hace falta un poco de agua de la gracia del Señor, un poco del calor que son los rayos de su Misericordia, así de simple ¿no?, porque sino la semilla no va a dar fruto, va a nacer, se va a criar una plantita raquídica y se va a morir ¿eh?, bueno.

Así estamos mis queridos, ustedes vieron cómo hemos ido cambiando a medida que pasó el tiempo y estábamos acá, ¿qué es lo que cambió?, nuestra predisposición para escuchar, porque el Señor llega con tanta fuerza, con tanta verdad que si no le abrimos el corazón la palabra de Él nos aplasta, porque quién no se va a preocupar para que sus hijos nazcan sanos, haciendo la sanación de la herencia, quién no se va a preocupar, imaginate vos las parejas cuando se unen dice: uy, puede ser que sea sanito, bueno.

Entonces, quién no se va a preocupar ¿verdad?, llegamos, estábamos de cualquier forma, algunos, y ahora esto de la palabra, de la semilla hizo que nuestra conciencia como el tanque de nafta empezara a arder ¿verdad?, y como dijimos cuando algo con nafta se enciende fuego arde hasta que se termine, no hay vueltas. Uno puede muy bien hacerse a un lado y decir: yo no quiero escuchar, en mí esto, pero ¿podés huir muy lejos sabiendo que el Señor está siempre disponible para ofrecerte lo mejor para vos, para tus hijos, para tu esposa, tu esposo y para todos los que amás?, ¿se puede uno hacer a un lado?, ¿puede uno dejar de oír cuando el Señor te ofrece todas las posibilidades para que lleves una vida linda?, ¿se miraron al espejo ustedes?, y yo también, tenemos la cara lleno de dolor y eso ¿cómo lo fuimos acumulando?, a lo largo de los años con las injusticias, las malas situaciones, los problemas, la falta de afecto, o no tanto afecto como deberíamos tener, miremos la cara en el espejo y vamos a ver todas las cicatrices que tenemos del dolor que tenemos adentro, es cuestión de así como uno toca una cascarita y sale sangre así es cuestión de decir alguna palabra y sale todo de adentro como, y ahora todo eso que hay adentro hay que dejarlo acá a los pies del Señor para que Él lo queme con su amor.

No se puede vivir mis queridos con una mochila tan pesada, injusticias, hambre de pan, hambre de amor, hambre de todo lo mejor, una vida siempre postergada, mirando el horizonte porque se trabajaba o se trabaja de sol a sol sin tener la retribución que corresponde, trabajando en negro, sin obra social y todas las cosas por el estilo, injusticias, más injusticias, más injusticias y otras que son las más duras, la falta de afecto de nuestra familia, de nuestros padres, ellos hicie

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