• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Oración del 27 de Enero de 2008

Es decir, el Evangelio tiene que llevarnos hasta la vida practica, de todos los días, porque Jesús quiere ser eficaz en nuestras vidas, no pasar así nomás total yo vivo como quiero, el Evangelio de hoy es claro, cambien de vida dice, cambien de vida.

Oración del 27 de Enero de 2008

Habla Artemio:


Como todas las cosas del Señor empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo, Amén.

La hojita del cancionero, el número 6: hoy perdóname…. Nos pasamos al
número 9 y decimos: no puede estar triste el corazón que alaba a Cristo…. Bueno ahora lo que sigue es número 8, le decimos simplemente al Señor: pon aceite en mi lámpara Señor….

Antes de leer el Evangelio, la palabra de Dios de este día vamos a pedirle al Espíritu Santo que nos llene de su gracia, su fervor y todo lo que necesitemos para realmente la palabra del Señor llegue a nuestro corazón: ven, ven, ven, Espíritu Divino, ven, ven, ven, acércate a mi….

Sentados nomás vamos a leer el Evangelio, porque no pueden levantarse, hay muchos enfermos, por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Domingo 27, hoy conmemoramos Santa Ángela de Meris, una Santa de la Iglesia, el Evangelio es de San Mateo, capítulo 4, versículo 17 de 23: “desde entonces Jesús empezó a proclamar este mensaje: renuncien a su mal camino porque el Reino de los Cielos está cerca. Mientras Jesús caminaba a orillas del mar de Galilea, vio a dos hermanos, uno era Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Eran pescadores y estaban echando la red al mar. Jesús los llamó: síganme, y Yo los haré pescadores de hombres. Al instante dejaron las redes y lo siguieron. Más adelante vio a otros dos hermanos: Santiago, hijo de Zebedeo, con su hermano Juan; estaban con su padre en la barca arreglando las redes. Jesús los llamó, y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Jesús empezó a recorrer toda la Galilea; enseñaba en la sinagoga de los judíos, proclamaba la Buena Nueva del Reino y curaba en el pueblo todas las dolencias y enfermedades” . Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

Bueno, vamos a ver qué nos está diciendo el Evangelio de este día ¿eh?, estos acontecimientos ocurren en Cafarnaúm, un lugar donde se movía Jesús, no olviden ustedes que gran parte de la infancia y más lo pasó en Nazaret y ahora se traslada a Cafarnaúm, Cafarnaúm era un pueblito de 300 metros, chiquito, pero allí vivía Pedro con su familia, entonces Él se instala en la casa de Pedro según la tradición ¿mmm?, se instala en la casa de Pedro y de ahí empieza a recorrer toda esa zona de Galilea, toda esa zona y como eran pueblos chiquitos las cosas se sabían rápido, como en todos los lugares y fíjense que dice: Jesús predica la Buena Nueva, justamente Evangelio quiere decir: la Buena Noticia, la Buena Nueva y sana los enfermos, recorre las sinagogas, es el Templo que tenían los judíos y había muchas sinagogas porque estaban en el pueblo judío, recorre las sinagogas, pero su principal preocupación era llevar la palabra, ¿de qué forma?, sanando los enfermos.

Es decir, lo que nos muestra Jesús con toda la plenitud es justamente predicar la Buena Noticia sanando a los enfermos, ténganlo muy en cuenta, más aún es una de las características que Él dice que tiene que verse en los cristianos, porque los Discípulos cuando le preguntan: Señor cuándo vayamos a lejanas tierras ¿como nos van a conocer que somos cristianos?, y Jesús les dice: porque se aman, porque se aman y sanan a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos ¿mmm?.

Quiere decir entonces que la prioridad uno de Jesús es sanar a los enfermos, incluso cuando Jesús dice: Yo hice la opción por los pobres, muchos traducen la palabra pobre por la palabra enfermo, porque es cierto, nadie es tan pobre como el que está enfermo ¿verdad?, y ustedes piensen, mientras tenemos salud todo parece posible hacer pero cuando uno se enferma ya todo cambia, todo es diferente, se empieza a mirar la vida de otra manera. Qué importante es para nosotros que el Hijo de Dios y Dios mismo, lo primero que hace con las personas, sí, como dice el Evangelio es llamarlo: síganme, síganme, los voy a hacer pescadores de hombres, eran personas analfabetas, no sabían nada pero lo seguían. Y lo que a todos les llama la atención y lo que empieza a moverse dentro de la gente es ese interés que tiene Jesús por todos los desposeídos, los que no tenían, los que no podían, los presos, los esclavos, los que sufrían el poder del imperio en ese momento, es decir, de parte de lo que Jesús llamó siempre aquí: los que están en la cuneta de la vida, seríamos nosotros. En la cuneta de la vida ¿por qué?, porque cuando uno está enfermo, tiene problemas, le pasa cincuenta cosas estamos mal, nuestra vida bueno sigue, transcurre pero de una manera en que más que vivir nos dejamos vivir por la vida ¿no?, nadie puede decir lo contrario porque en los rostros de ustedes está marcado todo el dolor que tienen adentro o el dolor que fueron padeciendo a lo largo de vuestra vida y ustedes al mirarme a mi dirán lo mismo ¿mmm?.

Entonces, Jesús viene al mundo para pagar todas las deudas de los hombres, de todos los hombres ¿verdad?, cuando muere en la cruz, etc., de todos los hombres pero su dedicación especial es para los enfermos, y yo me pregunto: ¿quién no está enfermo?, porque una cosa es tener alguna enfermedad bueno, en el cuerpo ¿no?, y otra cosa es que no la consideramos así pero es también estar enfermo de orgullo, de egoísmo, estar enfermo de celos, de envidia, estar enfermos de bronca, odio, eso también es una forma de enfermedad. Repito, celos, envidia, bronca, odio, soberbia, egoísmo, habría que preguntarse si en nuestro corazón no están esas cosas también porque aunque estemos muy sanitos físicamente pero nosotros al tener eso, ese tipo de sentimientos también nos enferma, una persona que odia termina mal, ese odio termina por manifestarse en su cuerpo en alguna enfermedad. Hasta un niño, pequeñito si los padres no lo quieren lo suficiente, la criatura está mal y termina enfermándose, cuántas veces dicen: los chicos lloran y no saben por qué lloran y la criatura por pequeña que sea respira todo el ambiente que hay en su casa, si los padres no se llevan bien, si hay discusiones, si hay mal estar, si hay problemas.

Es decir, entonces tenemos que pensar que no solo son enfermedades las cosas que sanan los médicos sino, o el Señor, sino también todos estos problemas que nosotros tenemos en nuestra relación con las personas, con las que convivimos.
En las familias hay mucha desunión cuando no hay odios muy grandes, sobre todo después de los repartos, de las herencias y todo, hay ciertas familias que permanecen unidas mientras está papá y mamá, cuando alguno muere ya empieza cada uno a trabajar su propia quintita, es decir buscando su propio dinerito ¿eh?, lamentablemente todos tenemos el corazón en el bolsillo ¿mmm? y los afectos desaparecen cuando hay plata de por medio, que grave que es eso, muy grave, sumamente grave, porque todo eso va transformando nuestra vida y nos hace acostar con ese gusto amargo de no estar en paz con los demás ¿mmm?.
Una persona que duerme en la noche cuando no ha resuelto sus problemas y hay en su corazón odio, rencor, egoísmo y todas las cosas por el estilo su sueño no puede ser reparador, su sueño está desprovisto de paz porque no vive bien.
Cuando el Evangelio de hoy dice: que enderecen el camino, se está refiriendo a eso, habrá que revisar vuestro corazón para ver si está en el buen camino, es decir, ¿qué nos indica que estamos en el camino que no corresponde?, cuando en nuestro corazón hay odio, hay soberbia, hay envidia, hay un deseo de querer tener lo que tienen los otros, reprocharle al Señor porque no tengo exactamente lo que tiene mi vecino ¿eh?, eso sería estar en el mal camino, nuestro corazón sintiendo todo eso está en el mal camino y Jesús dice: enderecen vuestra vida por el buen camino. Lo dice por nosotros y por los demás pero por nosotros porque el no estar haciendo las cosas bien, cuando hay desunión y las cosas que hemos nombrado todo eso termina enfermándonos.

La mayoría de las enfermedades que tenemos uno dice sí por contagio, sí también puede ser por herencia, por muchas cosas, pero en general es nuestra conciencia que está un poco perturbada o muy perturbada. Hay gente que no ama a nadie ni a sí mismo, hay gente que no se ama ni a sí mismo, cuando uno come más de lo debido, toma más de lo debido y cualquier cosa que haga demás ¿mmm?, es no quererse a uno mismo, si yo sé que 6 milanesas me caen pesada, con 2 me parece que está bien, y así en todos los órdenes de la vida.

Lo que dice el Evangelio de enderezar ¿no es cierto? la vida por el buen camino, es justamente, aprender a vivir de otra manera, incluso a los Discípulos que llama les dice: sígueme, vení conmigo, Yo te haré pescador de hombre, es muy simple el llamado de Él, pero siempre el llamado de Jesús es un llamado a un cambio de vida, a un cambio de vida, gente que está remendando las redes: dejá, vení conmigo Yo te voy a hacer pescador de hombres. El seguir al Señor siempre representa un cambio y siempre para bien, lo que pasa que nosotros no podemos entenderlo eso, nos manejamos dentro de la religión con tres o cuatro cositas nada más que aprendimos de chiquito o no aprendimos bien y con eso seguimos queriendo afrontar todos los problemas y todas las cosas y analizándonos cada uno encontrará que tiene mucho de egoísta, tiene mucho de celoso, tiene mucho de orgullo, es decir ese estado al que uno se cree dueño de todo ¿no?, esa soberbia, es decir nadie nos puede hablarnos porque con nosotros no se puede, el vivir diciendo mentiras por ejemplo para aparentar algo que no somos, es tan común, todos los días.

No me refiero solamente a las mentiras de los negocios o comercios ¿no es cierto?, porque sabemos que la mayoría miente para ofrecer su mercadería, sea lo que sea ¿no?: es lo mejor que hay, no me refiero a ese tipo de mentiras, me refiero a las mentiras dentro de la familia, las mentiras para uno mismo, saber que uno está obrando mal y sin embargo dicen: no, si yo obro bien, yo no tengo nada de que arrepentirme, habrán escuchado esas palabras y a veces los varones mucho más que las mujeres ¿no?, digo en general porque el varón quiere ser el duro, el que realmente todo lo puede pero pobre de nosotros, cualquier enfermedad que golpea nuestra puerta nos hace ver que somos los más débiles de todo, que la mujer sobrelleva mejor el dolor que el varón, nosotros somos enseguida quejosos ¿verdad?, toda esa fortaleza que revelamos todos ¿no es cierto?, se apaga tan rápido, sin embargo hay en general en muchos hombres ese deseo de estar pisando a los demás, sobre todo creyendo que si en el hogar no tiene el pie puesto sobre todas las personas, especialmente su esposa las cosas no funcionan: sí, porque hay que mostrar los dientes porque sino hacen lo que quieren, si porque…, el hombre en general vive muy equivocado respecto a la vida familiar y dentro de los presentes hay seis hombres que golpean a sus esposas, y aquí tienen la presencia de buenas personas ¿no?, sí señor, digo seis las que golpean con la mano también pero hay otros que golpean con las palabras que también es muy duro; ustedes dirán: ¿tanto?, y si empiezo a analizar más todavía.

Es muy duro golpear y sin embargo cuando uno sale a la vida así social como acá todos parecemos buenitos ¿no?, sin embargo ¿mmm?, y eso a veces ocurre hasta cuando la mujer está embarazada y los hijos después nacen con todas esas barbaridades que el padre cometió con mamá que lo llevaba en la panza ¿no?, después pretendemos que los hijos estén sanos y no tengan alguna tara.

Por eso, cambien de camino dice el Señor, si estamos equivocados habrá que cambiar de camino y el cambiar de camino no puede ser así bueno, como alguien decía: sí, yo le pego a mi señora pero voy a empezar, le voy a pegar en vez de pegarle todos los días, dos veces por semana y con el tiempo le voy a pegar una vez y después no le voy a pegar más, no, pará, si uno hace las cosas mal tiene que cambiar ya, ya tiene que cambiar. Yo decía recién golpes pero hay palabras que son peores que los golpes ¿no?, y no me digan que no, acá hay muchos hombres que golpean a sus esposas con palabras muy hirientes, muy hirientes, miro para abajo para que nadie se sienta aludido ¿no?. A veces uno piensa que el ver las mentes de la personas produce mucho dolor, ¿por qué?, por una razón muy simple, es doloroso ver que en apariencia las parejas se llevan bien, pero en la casa hay golpes por todos lados, incomprensiones, sometimientos, hay muchos que quieren tener siempre el pie sobre la cabeza de otro y si no lo tienen sobre su esposa a veces lo tienen también sobre sus hijos, y por supuesto, sobre las personas que tiene empleadas ¿no?, a la gente le encanta poner el pie sobre la cabeza del otro, dominar a otro, no me diga que no. A lo mejor otro trata bien pero paga unos sueldos miserables, no, tenemos que cambiar de vida, así no se puede ¿eh?, no. Miren ustedes, analicen.

Es decir, el Evangelio tiene que llevarnos hasta la vida practica, de todos los días, porque Jesús quiere ser eficaz en nuestras vidas, no pasar así nomás total yo vivo como quiero, el Evangelio de hoy es claro, cambien de vida dice, cambien de vida.

Ahora, y cada uno puede hacer lo que quiere por supuesto, cada uno es dueño porque es un ser libre pero hay que abstenerse siempre a las consecuencias, ¿por qué?, porque en la vida siempre hay una compensación natural, uno se desprende de algo bueno y lo recibe de vuelta, uno se desprende de algo malo y a la corta o a la larga lo recibe uno. Entonces, aquél que anda por un camino torcido es evidente que no lo va a pasar bien, porque ¿Dios lo castiga?, noo, nada que ver, al Señor le da mucho dolor, la vida misma le castiga; ustedes dirán: ¿por qué me pongo de ese lugar para hablar?, y es muy simple, porque está Jesús ahí adelante y quiero verle la cara, no darle la espalda ¿no es cierto?, bueno. Para el que no saben hace trece años, en Marzo, que todos los días Él y su Mamá vienen siempre, están siempre aquí, están pisando ustedes suelo Sagrado que el Señor pisa todos los días ¿eh?, es cierto, el Señor está en todos lados pero aquí también está de cuerpo presente, lo mismo que su Mamá y los Santos, por eso estoy en este lugar hablando ahora, bueno.

Entonces, cambien de vida dice el Señor, ven, sígueme, te voy a hacer pescador de hombre, y además el cambio de vida lo relaciona el Evangelio de hoy con la sanación, porque para estar sano hay que pensar un poquito, cuando tenemos pocos años, es decir los pocos años nos ayuda a que zafamos fácil de las enfermedades y de las cosas, pero a medida que pasan los años nos llenamos de achaque de todo tipo, ya de por sí la vida misma nos trae ¿verdad?, pero otra cosa es que nosotros querramos vivir en un camino torcido ¿eh?, y eso de una forma u otra nos va a traer consecuencias en nuestro cuerpo y en nuestra alma y va a llegar un momento que hasta nos cansamos de nosotros mismos, ¿de qué nos cansamos?, y de aguantarnos así dañinos como somos y no puede ser todo eso ¿eh?, no debe ser.

Ustedes dirán: yo vine de muy lejos para escuchar este tipo de cosas, no tengo otra para decirles que las palabras del Evangelio ¿no es cierto?, aunque a veces sean un poco duras ¿verdad?, yo les preguntaría a los que tienen enfermos en sus casas: ¿cómo son con sus familiares enfermos?, ¿los llenan de amor, de comprensión?, ¿o los enfermos son una carga para ustedes?, si un enfermo es una carga y el enfermo se da cuenta ese enfermo se muere, sí o sí, porque la falta de amor para con un enfermo necesariamente lo empieza a terminar, algunos dicen: me cansé de pedirle al Señor que sane a mi mamá, a mi papá o a cualquiera ¿no?, pero de su parte no puso absolutamente nada, nada, al contrario. Esos mismos padres que cambiaron los pañales durante años, midieron la fiebre e hicieron tantas cosas, después cuando los hijos tienen que atender a los padres rezongan cuando tiene que cambiarle un pañal o ponerle una chata o lo que sea y a veces alguna vez nada más y sin embargo rezongan o los tiran en un geriátrico. El tema de los geriátricos y de los niños pequeños es algo que me obsesiona porque el que no estuvo nunca en un geriátrico no sabe lo que pasa ahí dentro, aunque sean lugares muy buenos, como algunos los hay, pero siempre es la casa de otro, no es la casa de uno ¿eh?, y si hay medios como para que uno pueda tener a su gente enferma dentro de su casa por qué dejarlos allí depositados esperando la muerte, no, así no se puede vivir.

Yo comprendo, los enfermos son difíciles a veces sobre todo cuando pierden la memoria o lo que sea ¿no?, pero siempre hay que buscar la forma de que viva dignamente, además está bien claro en la Sagrada Escritura, en el libro de la Sabiduría cuando dice que todo aquel que hasta entierra a sus parientes sin el debido respeto merecerá castigo, no del Señor, de la vida, hasta de cómo uno entierra a un muerto, cuánto será cuando uno malquista a los vivos y le quita la fuerza y le quita la alegría y le quita todo aquello que es esencial para vivir, pensar en todo esto ¿eh?, pensar, porque si bien la vida es larga pero no es tanto como para desperdiciarla y después viene el arrepentimiento, no tenemos otra vida, porque aquellos que creen que tenemos otras vidas, no, tenemos una sola, nacemos, morimos y vamos al Cielo o a la oscuridad pero no hay otra vida, eso de la reencarnación es un cuento que mucha de las religiones orientales pusieron pero no hay nada que ver con la reencarnación, es decir no es cristiano creer en la reencarnación. Entonces, tenemos una sola vida y si es sola esa vida pues bien aprovechémosla, el Evangelio es claro: cambien de vida, cambien, alguno tendrá que cambiar nada, otros sí.

Ahora, algunos por ejemplo ante todo el egoísmo, la injusticia y todas las cosas que recibió vos decís: qué tengo que cambiar yo si la pasé tan mal en mi vida, sí, tenes que cambiar la actitud en cuanto a eso, perdonar a aquellos que te hicieron daño, perdonarlos de corazón, no es como para tirarse al suelo y revolcarse decir: perdóname, no, no, simplemente que sepa que uno ya no tiene nada contra aquellos que le hirieron, aunque la ofensa haya sido grande ¿verdad?, también en el perdón se nota el cambio de vida, en la pareja, ambos, tanto el marido como la mujer, el perdonarse las ofensas, es decir bueno basta, pero cuidado, el perdonar tiene que ir acompañado de un cambio, porque yo no puedo dar un golpe y decir perdóname, al rato darle otro golpe y decirle perdóname, no, no, no, representa un cambio también en la continuación de las cosas ¿mmm?.

Lo que está hecho ya en nuestra vida hecho está, por ejemplo, pensemos, yo habla recién de injusticia pero vamos a hacer más claro, como estoy mirando para adelante el Señor donde está, no miro a ninguno de ustedes, acá dentro por ejemplo hay entre las personas mujeres, varias, ocho que sufrieron violaciones y entre los varones ¿mmm?, cinco, también tuvieron problemas en su casa con algunos familiares que se propasaron con ellos ¿verdad?; ustedes dirán: ¿y esa injusticia, qué hago con esa injusticia amontonada adentro?, no podes vivir toda una vida pensando: mira, hijo de mala madre lo que hiciste conmigo, no podemos toda la vida así, entonces tratar de ordenar todo eso. Quien tiene más juicio tiene que demostrarlo: vos procediste muy mal conmigo, me hiciste mucho daño, tendrán que decir, en el corazón aunque la persona a lo mejor ya se murió, pero yo te perdono porque vos no sabías y al fin y al cabo pasaron los años y ya lo superé, no puedo quedarme con esta herida toda la vida sin cicatrizar porque es terrible. Yo nombré unas personas acá dentro, cantidades ¿no?, pero hay más también, sobre todo violaciones con palabras, porque a veces las personas son violadas con palabras, la mente queda violada, decirle a un hijo: tarado, estúpido, porquería, no sé para qué te habré tenido, no es violarlo de otra manera pero es violarlo con palabras, esas palabras me resultan bastante conocidas yo que anduve siempre entre chicos ¿eh?, que los padres dicen barbaridades a veces: sos una porquería, no servís para nada, esa es una forma de violación también en su mente ¿eh?, o bien si el hijo nació rarito por ejemplo ¿no?, mirá que deshonor para la familia, mirá el deshonor, hay cinco familias acá dentro que tienen lo que ellos consideran un problema que es ese, dentro de la familia hay alguien que nació así y los tienen a mal traer y a veces hasta se puede lograr que se suiciden ¿no?, ellos no tienen la culpa porque nacieron así, habría que preguntarle a la madre si vos ya en la panza lo tenías así, porque eso no se hizo en el mundo, vino hecho así, bueno sin embargo dale con ellos, o bien porque no es tan capaz como los otros hermanos y todos son capaces pero vos sos inútil, eso es una violación también ¿mm?.

Cambien el camino dice el Señor hoy, bueno, eso espero que hagan, ¿cuál es el trato con vuestros hijos?, ¿hay alguno que son porquerías?, ¿los aman a todos o desprecian a alguno? ¿eh?, ¿qué pasa?, no sé, ustedes sabrán ¿mmm?, a vuestro esposa, siempre que la amen por supuesto ¿le son fieles?, a vuestro esposo ¿le son fieles o son querendones con cualquiera por ahí?, si no hay amor bueno se dice: mira se terminó el amor, yo no necesito más de vos y vos entendelo, que yo ya no te quiero más y tomemos otro camino, pero mientras tanto no tengamos doble o triple vida ¿no?, porque adónde nos lleva todo eso de fingir un amor que no sentimos, decir cosas que no hacemos, vivir de una manera que nos perjudica más que beneficiarnos ¿eh?.

Ahora, entonces, cuando Jesús dice en el Evangelio de hoy: cambien el camino, se refiere a todo eso, sería fácil decir dos palabras nada más, pero no, empecemos a hurgar en lo que dice el Señor para ver a qué se está refiriendo, cómo tenemos que vivir, qué es lo que hay que hacer, yo como padre, yo como madre, yo como hijo, yo como hermano, yo miembro de una comunidad, yo jefe de familia, ¿qué es lo que hago?, ¿cómo tengo que vivir?, ¿en qué tengo que cambiar?. ¿Cómo funciona mi lengua, destroza todo aquél que toca?, porque hay lenguas que destrozan a la gente che ¿eh?, y hay pensamientos que viven destruyendo a los demás y no se da cuenta uno que al destruir a los demás se está destruyendo uno mismo ¿eh?. Cambien de camino.

Jesús vino a sanar a los enfermos, reconozcamos ante el Señor: mirá Señor, yo estoy enfermo, estoy enfermo de egoísmo, estoy enfermo de que se yo, hago las cosas mal, soy prepudo, creo que tengo que tener autoridad por eso tengo a todos sonando, no, pará, una cosa es tener autoridad y otra cosa es ser autoritario, quien dirige algo tiene que tener autoridad porque sino todos hacen lo que quieren pero ser autoritario es otra cosa, la injusticia es otra cosa.

Bueno, ya tenemos suficiente con todo esto para entender aquello de cambien de camino, cada uno analizará en su conciencia qué tiene que cambiar y qué es lo que está bien ¿mmm?, y dejar de mentirse a sí mismo, decir bueno total, soy joven, tengo tiempo, ¿qué sabes si te levantas mañana?, yo no sé si me levanto mañana, ¿ustedes están seguro si se levantan mañana?, no, tampoco, ¿qué sabés que va a pasar luego?, entonces si no hay tiempo empecemos ya, empecemos ya.

Bueno, nos ponemos delante del Señor todos así como estamos, con toda la atención que tenemos, con toda nuestra fe, la que tenemos, no importa si es un montón o si es poquito, uno no puede medir la fe porque eso la mide el Señor, la fe la mide el Señor, a lo mejor les parece que es poquita y es una enormidad, a lo mejor les parece que es mucha y es todo palabra nada más y es mentira y falsedad.

Entonces, delante del Señor con toda nuestra alma, con la humildad necesaria, empecemos a reconocer qué cosas hice mal, ¿qué cosas hago mal?, ¿quién sufre por mi culpa?, ¿a quién hago padecer?, ¿cómo soy con mi esposa o mi esposo, soy justa, soy injusta?, ¿qué soy?, ¿con mis hijos, y los hijos que voy a tener?, ¿cómo los voy a tener?, ¿realmente serán hijos del amor o hijos de la noche y la jodita?, cómo serán mis hijos, yo estoy eligiendo la vida de mis hijos en la medida en que hago las cosas bien o las hago mal, yo estoy eligiendo… (se dio vuelta la cinta)….

Jesús de la Misericordia miranos a todos y a cada uno, enseñanos Señor cuál es el camino que debemos seguir, enseñanos Jesús, sí, nosotros no sabemos Señor cómo podemos hacer las cosas, enseñanos vos, sos nuestro amigo, nuestro hermano, nuestro compañero, estás siempre con nosotros, sabés todo lo que nos pasa, sabés siempre todo Señor, entonces como nos creaste libre mirás y no decís nada pero yo te pido que te metas en mi libertad Señor y me empieces a decir: mirá esto no, esto sí, esto no funciona de esta manera, esto funciona de otra. Quiero entender Señor, enseñame, y todos hacen mal, por qué yo tengo que hacer bien las cosas, sí pero todos no soy yo, todos son los otros, todos son otras personas ¿mmm?.

¿Qué pasa si nosotros descubrimos que el que tenemos sentado a nuestro lado en este momento es nuestro hermano?, vos dirás pero si no lo conozco, sin embargo Jesús dijo que todos somos hermanos y Él murió en la cruz por cada uno de nosotros y nos pidió como el más grande de todos los mandamientos que nos amemos unos a otros como Él nos amo, y nosotros ¿qué?, a lo mejor nos hacemos medio a un costado para no tocar el brazo del otro, vivimos así tan… ¿mmm?, somos capaces ni siquiera de darle un beso a mamá y si estamos jugando un partido de fútbol nos abrazamos con otros jugadores porque hicieron un gol, que forma de vida mas rara que tenemos, desubicados, tremendamente desubicados Señor.

Por eso, vos nos proponés en el Evangelio de hoy Señor que cambiemos de camino, nosotros te pedimos que lo hagas Señor, y además Jesús, mirá todo nuestro cuerpo, nuestra alma, tené en cuenta cada una de mis enfermedades, cada uno dice lo suyo por lo bajo ¿no?, por dentro, yo vine acá Señor porque yo sé que vos me vas a escuchar ¿eh?. Vení Señor, necesito en mi alma tu presencia, necesito en mi corazón que vos latas con él, necesito Señor entender que tu Mamá ya pasó por cada uno de nosotros dándonos la bendición, porque la Virgen ya terminó de bendecirlos a todos. Esto ocurre aquí nomás no porque a mi se me ha ocurrido sino porque al Señor se le ocurrió ¿mmm?.

Jesús, no sé de qué forma pero nosotros te amamos Señor, si estamos aquí estamos dispuestos a cambiar de camino, estamos dispuestos a ya no ser injustos, estamos dispuestos a no cometer maldades con todos aquellos que tenemos cerca o no tan cerca, porque es necesario Señor que vivamos bien ¿mmm?.

Tan cerca de mi….

A ver en serio, ahora digámoslo con muchas ganas: tan cerca de mi…. Y para aquél que nunca le dijo nada al Señor, para aquél que nunca se comunicó con el Señor porque se creyó, porque directamente nadie le enseño, que se yo, cómo tendrá que hacer ¿no?, porque hay tantas formas pero cuál, cuál será la mejor, y así: háblale sin miedo al oído….

Si está aquí el Señor, que por supuesto lo está, le pedimos que pase sanando toda nuestra vida, con todo nuestro fervor le decimos: sáname Señor con tu Espíritu….

De nuevo: sáname Señor con tu Espíritu….

Ahora vamos a hacer las bendiciones, no solamente para ustedes sino para vuestro hogar y todos vuestros familiares, que el Señor se instale en cada uno de los hogares de ustedes para expulsar todas las cosas que no son buenas, todo, absolutamente todo, todo lo que no esté bien, todo lo que no esté por el buen camino como dice el Evangelio y que el Señor comprenda los problemas de cada uno de nosotros para que nos de su respuesta, por lo que tenemos, por lo que hacemos, por lo que pensamos, como vivimos, como deberíamos vivir.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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