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Oración del 30 de Enero de 2005

Teniendo en cuenta todo esto, apelamos Señor a tu amor tan grande y no desconfiamos Señor, al contrario, confiamos plenamente para agradecerte todo lo que nos das, para pedirte todo lo que necesitamos, para alabarte Señor a cada instante con la obra que hacemos.

Oración del 30 de Enero de 2005

Habla Artemio:

Si podemos concentrarnos con los ojos abiertos lo hacemos y sino los cerramos pero lo fundamental es que pensemos hasta que punto estamos en presencia del Señor porque Él dijo: “cuando haya dos o mas reunidos en Mi nombre Yo estaré en medio de ellos”, pues bien, cada uno entonces siguiendo las palabras que yo hoy digo y agréguenle todas las que quieran vayan dialogando con el Señor, en base a todo lo que se habló y en base a toda nuestra vida, en base a todo lo que nos pasó a través del tiempo, seamos honestos en reconocer las cosas, no las cosas malas sino que a veces fueron malos con nosotros, fueron injustos y uno dice: ah, que me voy a acordar de eso, no, no es que uno busque culpables sino lo que uno busca es encontrar las causas de lo mal que nos va ahora a veces, bien.

Señor, en este día, casi terminando Enero de 2005 y antes del día de San Juan Bosco, un Santo varón que dio tantas enseñanzas a la humanidad, fue uno de los Santos que menos tiempo duró su canonización, bueno mucho menos duró de la Madre Teresa ¿no?, bien, 31 es San Juan Bosco y ya que hablamos de conmemoraciones no olviden que el que quiere ver mañana por la noche hay una película en TELEFE que es Juana de Arco, Juana de Arco fue canonizada quinientos años después que fue quemada viva como bruja, fue elevada a los altares por Pío XXII en el año 1950 como una de las cosas hermosas del Año Santo, lo que el lunes por la noche a las 22:00 pasan por TELEFE si ustedes quieren mirar, ya es Santa, está en los altares, Santa Juana de Arco, quinientos años después de estar quemada viva por bruja, como hacían en ese entonces a quien tenían Revelaciones místicas la elevaron a los altares ¿eh?, bien.

Siempre Jesús apelamos a los Santos y Santas que vivieron en la humanidad y aún viven algunos, tal vez mucho más de lo que uno cree, apelamos a las almas que están en la oscuridad que todavía no pudieron ver al Señor para que al ayudarnos hagan méritos para salir de allí, a todos los Santos y Santas del Antiguo Testamento, los patriarcas que dieron la sangre por las verdades que predicaban, que todos le insistan a María Santísima para que ofrezca en el altar del Padre: la vida, pena, pasión, muerte y resurrección de Jesús, tantas veces como sea necesario, a cada momento, y no por un día o dos sino por toda una eternidad y que los méritos de este ofrecimiento de la Virgen que hace a cada momento y por toda una eternidad que se apliquen sobre cada uno de nosotros, sobre cada uno de aquellos que amamos, sobre cada uno de los que trabajan con nosotros, conviven con nosotros, tratamos diariamente, incluso aquellos que hasta hoy fueron ignorados por nosotros, aquellos que no nos merecían ninguna consideración, que también se aplique sobre ellos los méritos de la sangre del Señor y de toda su vida.

Entonces pensemos que a partir de este momento, el Señor está derramando su Sangre Preciosísima, los méritos de su Sangre Preciosísima sobre cada uno de nosotros y de todos aquellos que amamos y los que dijimos y aquellos que amamos pero ellos no nos aman, todos, acuérdense de los doce hermanos que llevaban trigo al molino, cada uno hacía las cosas bien sin querer que el otro se enterara y el Señor dijo: “si este lugar, en este lugar se aman tanto, pues bien, donde los hombres se aman siempre hay un Templo, una Iglesia, un oratorio, un lugar donde reunirse, porque allí se aman”.

Teniendo en cuenta todo esto, apelamos Señor a tu amor tan grande y no desconfiamos Señor, al contrario, confiamos plenamente para agradecerte todo lo que nos das, para pedirte todo lo que necesitamos, para alabarte Señor a cada instante con la obra que hacemos, con el trabajo que realizamos, con todas las cosas que manipulamos todos los días, queremos darte gracias Señor, queremos pedirte favores y también perdón por aquello que tal vez no hagamos bien, sí Jesús, pasa sanando Señor, al mirar toda nuestra vida ya que dijimos que somos la suma de todo lo que nos pasó a lo largo del tiempo y entonces habrá una necesidad de sanar todas las etapas de nuestra vida y por otra parte, hay necesidad de sanar nuestra imaginación, recordando aquellos momentos hermosos que tuvimos y multiplicándolos, es decir buscar en nuestra vida todo aquello que suma en vez de buscar lo que resta, en el sentido de que todas esas cosas van a ayudarnos a salir de nuestros problemas y de nuestras enfermedades; y como sabemos Señor que heredamos de nuestros antepasados tantas cosas y a veces muy malas y nosotros estamos pagando por ello, entonces pasá sanando Jesús todos nuestros antepasados, nuestros padres y allí todo lo que heredamos de ellos a nivel físico, psíquico, espiritual, cultural, étnico, en todos los órdenes, todo lo que heredamos, para que nosotros ni nuestra descendencia tenga que pagar penas de otros, faltas de otros, deudas de otros, porque existe dentro de la naturaleza una ley de la compensación que ya la conocen porque siempre lo decimos, uno se desprende de algo bueno y siempre le vuelve, uno se desprende de algo malo y también le vuelve y a veces no solo para uno sino para los que descienden de nosotros, no se olviden que hay ciertas leyes que no podemos torcer, ninguna ley se puede torcer y mucho menos estas.

Jesús de la Misericordia, ten compasión de nosotros Señor, en la vida nos fue de una manera Señor, nacimos en un tiempo y en un lugar, nos tocó tener la familia que tenemos, por más que digamos que algunas cosas nos gustan y otras no nos tocó en suerte eso, nos tocó una forma de ser que podemos mejorar, que podemos corregir, que podemos hacer muchas cosas pero también tenemos que tener en cuenta que si el Señor nos dio eso a través del tiempo por algo debe ser.
Cuando uno quiere desprenderse de algo pero ve que no puede entonces habrá que preguntarse: ¿por qué no me puedo sacar esto de arriba?, será que tengo que usarla en mi propio beneficio ¿mmm?, nunca se consideren con culpas de ninguna clase, porque el Señor los creó a cada uno de nosotros y en consecuencia Él es responsable de cómo somos nosotros porque nos creó a su imagen y semejanza y en consecuencia cuando a ustedes les parece que tienen defectos ¿te creés que el Señor no lo sabía de antes ya?, e incluso ya ¿te creés que no los había perdonado o las cosas que hicimos?. Por eso acéptense como son, vivan como corresponde que vivan, con lo que tienen entre manos, con lo que hacen, santifiquen cada una de las cosas que pasan por vuestras manos, no consideren que ningún oficio es menos que el otro, todos los oficios, trabajos, profesiones agradan al Señor porque antes que las pensáramos nosotros Él en su proyecto ya lo tenía; es decir, no nos condicionó por eso pero sí ya veía como nos iba a ir.

Entonces, librémonos de las culpas, librémonos de esos fantasmas que quieren hacernos sentir, algunos sobre nuestro pasado, nada que ver, tenemos que aspirar a lo que dice el Padre Nuestro: “que se haga la voluntad del Señor” y la voluntad de Él es que seamos felices, vivamos en paz, estemos alegres, no que estemos amargados, quejosos y hecho un desastre, alegres, felices, tratemos de edificar sobre todo lo bueno que tuvimos y que tenemos, busquemos los lados lindos de la vida, qué es lo que quiere el Señor, seamos confiados en su Misericordia, por eso siempre que tengamos necesidad a cada instante, una vez al día o de tanto en tanto como cada uno quiera, diga en lo más profundo de su ser o gritándolo si quiere: Jesús de la Misericordia, ten compasión de mí, o ten compasión de aquellos que yo amo, o ten compasión Señor de este enfermo o de mi enfermedad.

Gracias a Dios por más que ustedes no me digan pero yo sé por iluminación de Él de qué están enfermos ustedes, qué cosas les preocupan, qué problemas tienen ¿mmm? y cuando ustedes se decidan a amar mucho a sus semejantes ustedes también van a saber todo lo que les pasa a los demás, porque lo que se mira con los ojos del amor se entiende todo, se comprende todo, cuando recién decíamos: Señor, ten compasión de nosotros, la palabra compasión quiere decir: sentí Señor lo que yo estoy sintiendo, con junto, pasión sentir, sentí lo que yo siento, si yo tengo un cáncer pues bien: sentí Señor mi cáncer, si yo tengo hemorroides: sentí Señor, si yo tengo la nariz que se me tapa por las adenoides: sentí Señor, si yo tengo los pies que me duele o las rodillas que ya no me llevan o las caderas que tengo una prótesis o que se yo: sentí Señor con nosotros, si yo tengo los intestinos que se mueven con mucha facilidad y tengo que ir muy rápido al baño: sentí Señor conmigo, todas las cosas que nos pasan: sentilas Señor ¿mmm?, y además está prohibido envejecer delante del Señor, no como un mandato sino como un regalo, ¿por qué?, porque el Señor quiere que vivamos mucho tiempo, la enfermedad es un desorden en la vida del hombre y del mundo, entonces quitemos ese desorden de las enfermedades, ¿de qué forma?, y apelando a los especialistas en cada enfermedad, en cada cosa, pero sobre todo confiemos en el Señor para que nos indique el especialista o el médico pero también que nos indique todas las cosas que tenemos que hacer ¿mmm?.

Sí Jesús, quiero vivir como vos me decís que viva Señor, quiero sentir las cosas que vos sentís, quiero comunicarme con los demás como vos lo hacés y sobre todo Señor no sé si hoy, mañana pero quiero amar tanto a los demás como vos me pediste que lo hiciera. Te lo digo siempre pero ahora te lo digo como si fuera una oración Señor, sí Jesús, aunque mañana yo esté en otra cosa, esté en el trabajo, o esté de aquí o esté de allá, pero voy a considerar siempre Jesús que me estás mirando, pero no para reprocharme nada sino porque querés ayudarme en todo aquello, en todo aquello que vos ves me está haciendo falta, en todos los órdenes porque para Jesús nada hay inferior, todas las cosas tienen importancia, un simple pedazo de carne llevado a mi interior a través del metabolismo me da las fuerzas para amar a Dios o al hermano o sostenerme en pie, entonces ¿qué hay inferior?, hay cosas que no son tanto como las otras pero todas son importantes para el Señor, no se olviden nunca de eso.

Ven Señor Jesús, pasa sanando todo Señor, mirá mis enfermedades Señor y además Jesús que la enfermedad de la cual ya sané no aparezca de otra forma en mi cuerpo, por eso Señor líbranos siempre de los imprevistos, tanto sea en nuestro cuerpo como en las cosas que nos pasan porque estamos muy débiles Señor y a veces los imprevistos nos hacen mucho daño, ¿qué es un imprevisto?, algo que ocurre de repente sin saber que nos iba a pasar. Entonces, el ayer ya no es, el mañana todavía no, este es el momento que tenemos entre manos, quiero vivirlo bajo tu mirada Señor para que me des todo lo que vos ves que necesito y el mañana te lo dejo a vos Jesús porque el mañana es tuyo, a cada día le basta su propio afán, el mañana es del Señor, si yo estoy con vos Señor en este momento no puedo tener miedo de lo que va a pasar mañana porque quiere decir que vos lo estás viendo ya y lo viste desde siempre Señor porque vos sos Dios y en consecuencia nada te es velado a tu mirada.

Pasa sanando Señor todas las etapas de nuestra vida, pasa sanando todas aquellas heridas que aún sangran y si ya tenemos cicatrices Jesús borrá las cicatrices porque uno no quiere acordarse de las cosas malas, no es porque sea flojo Señor sino que las cosas malas nos van haciendo daño a través del tiempo. Sacanos Señor todas las culpas, hoy quiero dejártelas aquí Señor todas mis culpas del pasado y si alguien hice daño con mi forma de vida o mi forma de ser, quiero remediarlo Señor, quiero remediarlo Señor, de las formas en que puedo y las formas en que vos me digas. Si yo descubro en un momento de mi vida que le hice mal a un hijo con mi conducta o mi falta de amor tengo que remediarlo, de alguna forma vos Señor me indicarás de qué manera pero hay que remediarlo, no como una culpa, no como una carga sino porque uno ama y cuando amamos siempre queremos beneficiar a quienes amamos, no se olviden nunca de eso, siempre beneficiamos a aquellos que amamos y perjudicamos a aquellos que odiamos o no queremos lo suficiente.

Señor Jesús, con toda la fuerza de mi corazón, te decimos: Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la Tierra como en el Cielo, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a quienes nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal, Amén.

Sí Señor, líbranos de todo mal, con todas las formas que tiene el mal y procúranos Señor que dentro de tu amor también haya un amor humano o muchos amores humanos para que compense nuestra vida, porque nosotros sabemos Señor que sin amor uno se va muriendo, entonces valoramos tanto el amor Señor que te tenemos y que nos tenés pero también necesitamos un amor humano o muchos amores humanos, necesitamos Señor alguien que nos acaricie, alguien que ponga su mano sobre nosotros, alguien que nos bese con amor y sin cálculo, alguien que además de buscar otras cosas busque hacernos feliz. Muchas veces los hombres Señor se acercan a uno para sacarnos en vez de para darnos, pues bien Señor, que cuando nos toquen se den cuenta que la verdadera dimensión es: me das pero también te doy un montón y mucho mejor si te doy y no me das.

Vos conoces mejor que nosotros Señor los corazones humanos y sabés cuánto bien nos hace unos ojos que nos miran, una sonrisa que nos dispensa, la mano sobre el hombro o rodeándonos el cuello, Señor, desde hoy te prometo que todos mis sentimientos y mis afectos también lo voy a demostrar con mis manos, con mis ojos, con mis pies, con mi cuerpo, con todo, porque todo es bueno y nada es malo cuando está Santificado por vos Señor, no quiero ser reacio en caricias a nadie, aunque a veces sean mal interpretadas, no quiero dejar pasar el tiempo sin amar a aquellos que están desprovistos de afecto, no quiero que pase el tiempo Señor sin dormirme cada noche, con tu imagen por supuesto, pero también con una imagen humana que me mire cálidamente y me ame, a la distancia o a mi lado. Señor, todo eso es sagrado, porque es tuyo Señor, nada hay sobre la Tierra Señor que no sea tuyo y sobre todo el uso que vos hacés hacer de las cosas Jesús.

Quiero amar Señor y quiero que me amen, quiero sentir sobre mis hombros el abrazo cariñoso, no solamente de aquellos que amo Señor sino también de los que no me aman tanto, al principio me resultarán un poco difíciles porque uno desconfía humanamente pero a medida que pasa el tiempo veré hasta qué punto es trabajo tuyo Señor. No nos evites sacrificios Jesús, porque detrás de los sacrificios tenemos que encontrar mucho amor también, cuanto amor encontramos cuando ofrecemos un dolor por alguien, hacemos un ayuno de comer menos en un día para ofrecértelo a vos Señor o bien cuando, en vez de devolver una palabra hiriente cuando la hicieron con nosotros decimos una palabra amable y cariñosa. Sí Jesús, tengo unas ganas bárbaras Señor de vivir de otra manera como vos querés que uno viva, atendiendo aquello de “ámense unos a otros como Yo los he amado”, sí Señor, dame la oportunidad para amar y también Señor quiero sentir sobre mí el afecto de los otros porque necesito para vivir, lo necesito para vivir Señor, y el afecto, venga de donde venga siempre es sagrado porque es amor, como decía San Agustín hace tantos siglos: ama y haz lo que quieras, porque el que ama no se equivoca nunca y si se equivoca el Señor sabe remediar las cosas.

Señor, este diálogo en esta tarde y todas las tardes y días a que alcance nuestra vida lo hacemos Señor porque te amamos, sabemos que lo único importante, totalmente importante que hay en nuestra vida sos vos Señor, vos que nos amaste desde siempre, vos que nos diste todo a través de los tiempos, que nos diste un alma inmortal, que nos miraste crecer. Señor, cuidá mi vida, que se pasen mis enfermedades, no quiero tener estos dolores que me angustian ni quiero tener todos estos problemas que me sacan la paz, dame Señor por tu parte la fe necesaria porque es un regalo tuyo, para creer realmente Señor que teniéndote a vos nada me falta y aunque la vida a veces se muestre un poco extraña con uno, Señor si te tenemos a vos Jesús todo está bien, todo está en orden y las cosas pasan.

Te amamos Señor, este día y todos los días a que alcance nuestra vida, se que tu Madre está ofreciendo en el altar del Padre tu pasión Jesús y yo quiero decirte Señor que con lo poquito que soy: te amo, te amo un montón Señor porque sé que lo único importante sos vos y todo lo que de vos se desprende, todos mis otros afectos Señor y todas las demás cosas, te amamos Señor, te amamos Jesús, tanto te amamos Señor, tanto, tanto te amamos Señor, hacé que nunca este amor decrezca, al contrario, cada día sea más grande Señor.

El Maestro... (se dio vuelta la cinta y se termina la grabación) ... .

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