• CAPILLA ABIERTA TODOS LOS DÍAS

Mensaje del 22 de Enero de 2003 (1º) y (2º)

El problema es de muchos, de la mayoría, que no entendieron que se cosecha lo que se siembra y que no se puede pedir más que lo que uno se merece, es posible que detrás de estas palabras esté condensada toda una filosofía de la vida.

¿Es culpa del hombre?, no sé de quién es la culpa, pero como decía ese Santo varón, Juan XXIII: “el Espíritu Santo es siempre, ha sido siempre el gran olvidado”.

Mensaje del 22 de Enero de 2003 (1º)

Habla Artemio:

Hoy es 22 de Enero de 2003.

Atendiendo Señor todo lo que dijimos, que en general tu palabra es una paradoja, porque se aparta de lo corriente, es decir de cómo obran, casi todos los hombres, entonces Señor, de este remotísimo lugar de la pampa gringa, perdida en el confín, en los confines del mundo, unos poquitos seres enloquecidos por tu amor y convencidos de que sos la única solución para todo, nos atrevemos a decir: Señor ten piedad de nosotros.

Señor si no hemos crecido lo suficiente en nuestros afectos, hacenos crecer Señor, para poder amarte, para poder amar a nuestros semejantes y sobre todo y tal vez antes que todo, abrir nuestro corazón para dejarte entrar Señor, porque vos tenes un deseo tan grande de amarnos, porque somos creaturas tuyas Señor, pero a veces nos seguís a lo largo de toda nuestra vida y nosotros no abrimos nuestro corazón, pero nuestro corazón no, no es cuestión solamente de decir: Señor vení a mi porque yo quiero que estés en el y quiero que me ames y quiero que transformes mi vida, pero el problema está Señor en que el rostro de mi hermano es el indicador de cuánto debo yo amarte y cuánto tengo que dejar que vos me ames Señor.

Pero nosotros no vemos a nuestros hermanos, estamos tan deslumbrados con nosotros mismos que no tenemos lugar para dejar entrar a otro y así pasa nuestra vida y un buen día llega la muerte y nos preguntamos: ¿qué es esto?, pero ya es tarde, ya es tarde, demasiado tarde y por supuesto Señor vos no vas a castigar ni mucho menos, pero no podes regalarnos un traje más grande que el que nos conviene y entonces es posible que por tontos, o por desubicados o por distraídos no hayamos entendido nada y nos dejes entrar en el paraíso Señor pero por toda una eternidad Señor, nuestro gozo de ver al Padre será tan pequeño en proporción a otros, que parecería que hasta ni entusiasma.

Señor, pero quién te presenta a vos cómo el que ama, cómo que quiere que le abran el corazón para dejarse amar y que la forma fundamental de amar Señor, de que a uno lo, de que vos entres en uno y uno entre vos, es ver al hermano, se llame como se llame, esté donde esté, haga lo que haga, piense lo que piense, quiera lo que quiera, etc. Por ahí Señor está todo, por ahí Señor y como decimos todos los días: gira el molino y no muele, gira el molino y no muele.

Sí Señor, te escuchamos.

Dice Jesús:

Es posible que falten milenios para que el hombre realmente descubra lo esencial, es posible, pero todos aquellos que mientras tanto lo descubren tienen que sufrir la impotencia, tienen que sufrir la impotencia de que todos aquellos que dicen servirme y lo que menos hacen es servirme y por otro lado, lo que menos hacen es permitir a aquellos que quieren servir genuinamente, tal vez sea ese Mi más grande dolor.

Pobre de la higuera que no da frutos, pobre, es decir Mi Misericordia alcanza para todos pero, no nos equivoquemos, debe existir una compensación, ¿por que a Mí se me ocurre?, noo, porque en sí cada acción humana o de cualquier cosa, está predispuesta a entrar dentro de las reglas de una compensación. El problema es de muchos, de la mayoría, que no entendieron que se cosecha lo que se siembra y que no se puede pedir más que lo que uno se merece, es posible que detrás de estas palabras esté condensada toda una filosofía de la vida.

¿Dónde están los culpables?, ¿que hay que hacer para que todo esto se solucione o empiece el proceso de solución?, Yo ya estoy cansado de decirlo, para que lo voy a repetir una vez más… ¿para qué?, si todo es tan simple, tan concreto, tan evidente, tan claro. Por esto Mis queridos, después de mucho tiempo he vuelto a romper el silencio en estos paisajes tan chatos y tan feraces, donde los granos se multiplican el mil por uno y donde a pesar de todos los hombres todavía, algunos por lo menos, siguen entendiendo que a pesar de todo, la vida puede seguir siendo amor y proyecto.

Amén.

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Mensaje del 22 de Enero de 2003 (2º)

Habla Artemio:

Sigue 22 de Enero de 2003.

Señor Jesús te alabamos Señor, te alabamos, te bendecimos y te glorificamos y pensamos convencidos que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Pobre cosa la vida del hombre sobre la Tierra Señor, vive en una aspiración constante de lograr un poco de afecto Señor y normalmente lo único que consigue Señor es, como decíamos esta tarde: reveses, reveses y reveses, porque los hombres no aman, los hombres usan a los demás, son como esponjas que le acercan a uno para absorber todo lo que pueden y se van.

Ten piedad de nosotros Señor, ten piedad, ten piedad de nosotros Señor, te decimos lo mismo que dijo el ciego de Jericó: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mi, Jesús, Hijo de David, ten compasión de mi; y ¿qué querés que haga por vos?, que vea Señor, que vea; ve”. Eso es lo que esperamos Señor, mañana, tarde, noche y trasnoche, ver; ¿ver qué?, algo que nos indique que la vida merece ser vivida y que hay acontecimientos que sirven como para ir apilando ladrillos sobre ladrillos para hacer la casa, dichoso Señor si podemos fabricar la casa sobre la roca porque nadie la destruirá.

Alabado seas Señor, alabado seas, alabado seas Señor Jesús, alabado seas. Alabado seas y ten piedad Señor, ten piedad de nosotros, de los hombres que estamos en el mundo y tenemos de una u otra forma, la idea de que el mundo puede ser más habitable, puede ser mejor y que el hombre puede ser un poco más feliz.

Está con nosotros Nuestra Madre, la Virgen, solamente ha venido con Santa Teresita y Santa Faustina, que la tiene una de cada lado del sillón.

Dice Nuestra Madre:

“He aquí la esclava del Señor, hágase en Mi según tu palabra”.

Esto que parece tan repetido, parece tan metido en el tiempo y en la historia, tienen tanta vigencia y actualidad, que si los hombres, si los hombres concientemente cada mañana, cada noche lo repitieran y lo llevaran a cabo, estaría resuelto más de la mitad del todo. Pero cuántos cristianos sobre la Tierra han tomado conciencia de esas palabras, cuántos cristianos sobre la Tierra conocen el Magnificat, sí, hay unos cuantos, pero algunos creen porque lo han leído y lo saben de memoria, ya todo está cumplido y todo está hecho, mientras que en realidad no pasa nada, es decir son todos aquellos cristianos de la boca hacia fuera.

Yo les pido Mis queridos que invoquen diariamente la presencia del Espíritu Santo sobre ustedes, para que el Espíritu Creador descienda sobre cada uno y le oriente, le guíe, le proteja, le cuide, le perdone, le solucione, etc, sin esa presencia activa del Espíritu Santo actuando en cada hombre, no hay posibilidades de nada y los hombres son muy reacios a decir: “ven, ven Espíritu Santo y llena mi alma con el fuego de tu amor”. ¿Es culpa del hombre?, no sé de quién es la culpa, pero como decía ese Santo varón, Juan XXIII: “el Espíritu Santo es siempre, ha sido siempre el gran olvidado”. ¿Y si un cristiano no tiene el auxilio del Espíritu Santo?, ¿de quién tiene el auxilio?, para proceder en cualquiera de sus actos y comprender, desde las cosas más simples hasta las más complejas y sobre todo la Misericordia de Mi Hijo.

Si no tienen el Espíritu Santo, es muy poco lo que pueden comprender o prácticamente nada, pero los hombres viven de una forma así donde les alcanza, como vos dijiste una vez: tres comidas al día y un amorcito por la noche, y la mayor parte de los hombres del mundo son exactamente así. Pero… Yo les propongo, todos aquellos que tienen conciencia de esto, que diariamente hagan que el Espíritu creador descienda sobre todo el mundo y llene a los hombres su corazón. Hay una necesidad tremenda de que el hombre entienda por fin en qué consiste la Misericordia de Mi Hijo y si no estás lleno del Espíritu Santo no pueden entenderlo, ni por casualidad.

Es por eso que les hago a todos un llamado muy grande, para que hagan tomar conciencia a todos los hombres que tienen que abrir su corazón, para que el Espíritu Santo penetre en ellos y pueda darles Mensajes y palabras que transformaran su vida y los pondrán contentos y harán felices. Cuántos dicen, teóricamente que el Espíritu Santo es el amor entre el Padre y el Hijo, pero… pongámonos a pensar un poquito: cuántos dentro de la realidad entienden estos planteos si no se los aclaro un poco y si no se les da la vivencia necesaria, además es muy simple Mis queridos, cualquier hombre que hable, aunque diga solamente: buenos días, es suficiente para darse cuenta si está en él el Espíritu de Luz, el Espíritu creador o no está, y si no lo está ese hombre es prácticamente un muerto sin sepultura, porque aquél que camina por el mundo sin el auxilio del Señor, librado solamente a sus propias fuerzas, lamentablemente es un muerto sin sepultura.

Cada uno en la medida que pueda, hable del Espíritu Santo y además vivan de acuerdo a cómo el Espíritu Santo les indique, les guíe, les conforte, les de ese conjunto de cosas necesarias para entender lo esencial, si no lo esencial no se entiende jamás y no me digan que no porque esa es la realidad.

Muchas veces en el día, cuando se acuerdan, o cuando sea o aunque sea una sola vez, tengan la delicadeza para decir: “ven Espíritu Santo, ven Espíritu creador y llena mi alma con el fuego de tu amor”; cuando han logrado decir eso, cuando tienen conciencia de que llegó hasta al Padre ese pedido… entonces pueden darse por satisfechos porque en adelante cada palabra que pronuncie vuestra boca tendrá el sello del Espíritu, de otra manera y de otra forma, nada que valga se alcanza, sean realistas y comenten todas estas cosas, díganlo en las reunión de amigas o de amigos, en algún momento determinado invoquen la presencia del Espíritu Santo, cuando están en grupo o lo que sea… pidan, bueno para tener una tarde amable o una noche amable, pidamos que el Espíritu Santo nos indique qué cosas le gustaría al Señor que hiciéramos.

Así es, no se olviden, ya volveré sobre el particular.

Amén.

Fundación Jesús de la Misericordia y Corazón Inmaculado de María  |  Aprobada por Res. 139 A - Gob.de Córdoba – Sec. De Justicia – Dir.de Ins.de Pers.Jur.  |  Dirección: 9 de Julio 1162  |  Teléfono: 03537 – 431197 - 2553  |  Justiniano Posse – (Cba.)

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