Mensaje del 20 de Noviembre de 2001

Habla Artemio:

Es la primera vez que San José se sienta en ese sillón y es la primera vez que es el primero en hablar.

Dice San José:

En realidad Yo tendría que hablar de muchas cosas porque a Mi me conocen bastante poco. Soy el Padre putativo de Jesús. Esa es la palabra, no adoptivo, eh. Represento al trabajo porque toda Mi vida eso es lo que hice, trabajar duro para mantener el hogar de Nazaret. Por allá, en la historia, Santa Teresa escribió sobre Mi; luego Juan Pablo II escribió una especie de carta bastante larga sobre Mi, pero en general no me tienen en cuenta.

Soy Patrono Universal de la Iglesia, o Patrono de la Iglesia Universal. Represento al trabajo, me festejan como San José Obrero. ¿Ustedes creen que no tengo autoridad para pedirle a Mi Hijo lo que ustedes me pidan?. ¿Quién de ustedes es devoto Mio?. ¿Cuántos devotos de Mi persona hay?.

¿Estoy reprochando algo?. No, simplemente estoy diciendo que se ubiquen. Cada Santo tiene su especialidad: Si Yo quiero hablar de educación le pediré a San José de Calazans o a San Bosco, si quiero cosas muy difíciles y en forma inmediata tendré que pedírselas a San Expedito. Si quiero tener cosas muy difíciles o imposibles tendré que pedírselas a Santa Rita, si tengo problemas en el trabajo, y si el trabajo es la base esencial del sostenimiento de la familia, ¿cómo es que Yo estoy prácticamente ignorado?. No es que esté celoso de otros Santos, no, en absoluto.

Solamente quiero ofrecerles todo lo que yo pueda hacer por ustedes.

Cuando alguien ve que en cualquier tipo de trabajo proceden indebidamente, ¿por qué no me rezan una oración a Mi para la conversión de ese elemento deplorable?. ¿Por qué no me confían las personas a Mi, sobretodo a aquellas que son indeseables, o que son dentro del trabajo malos elementos?.

Ustedes dirán "San José hoy está hablando como descolgado" porque todos esperaban que Jesús hablara y salgo Yo hablando de estas cosas. Pero si hice esto es porque los oí antes hablar a ustedes y me pareció que vuestra conversación era bastante… bueno, dejémoslo ahí. ¡Pero Mis queridos, soy Patrono de la Iglesia Universal, el padre de Jesús!. ¿No creen que puedo ayudarlos en vuestras necesidades como intercesor delante de Mi Hijo?.

Varias veces les propuse, y María también lo hizo, escribir cosas sobre Mi que Yo les diría. Porque nadie va a dejar de reconocer que hay un vacío respecto a datos sobre Mi en la historia de la Iglesia. Entonces, ¿quién se interesó por eso?. Ustedes saben que Yo tuve la responsabilidad de criar al Hijo de Dios hasta bastante grande. En la Biblia no lo dice, habla hasta los doce o trece años, pero Yo viví mucho más con Jesús, y todo lo que hablé con El, todas las cosas que dialogamos, fueron de enseñanza para El y enseñanzas para Mi.

La intimidad que había con Jesús fue muy grande porque El estaba más horas conmigo que con María, su Mamá, y Yo conversé largamente con El de todos los problemas humanos y Yo le mostré todo el mundo oprimido del trabajo. Yo le mostré a Jesús todas las grietas que había en el mundo del trabajo, le mostré la explotación del hombre por el hombre, le mostré hasta qué punto son contadas las personas que realmente tienen un trabajo que es creador, es decir, en donde puede volcar toda su creatividad.

Todas esas cosas conversé con Jesús: ¿no les interesaría que algún día las conversáramos?. Es decir, ustedes ven que a lo mejor ahora hay una opresión de parte de los que más tienen, más pueden, pero esa opresión estuvo siempre y además de una forma perversa.

Entonces les ofrezco, Mis queridos, interceder delante de mi Hijo y del Padre para todos aquellos problemas que ustedes puedan tener. No estoy celoso de María, de que la veneren, pero tampoco cometan la injusticia de olvidarse del padre de Jesús.

Les pido, Mis queridos, que desde hoy me tengan un poco más en cuenta. ¿Estoy pidiendo algo por favor?. ¡No, no, nada que ver!. No estoy mendigando nada. Solamente les estoy haciendo ver que quieren estar informados de todo, pero del Patrono Fundamental, principal de vuestras tareas diarias, saben poco y nada.

¿Quieren luchar contra las opresiones?. ¡Puedo aconsejarlos!. ¿Quieren poner fin a tantas injusticias en las tareas laborales?. ¡Puedo decirles muchas cosas!. ¿Quieren realmente lograr una paga equitativa respecto al trabajo que hacen?. ¡Puedo asesorarlos!. ¡Y como eso todo!.

Sí dentro de estos mensajes se están dando pautas para organizar el Tercer Milenio en base a la Misericordia de Mi Hijo y en base a la Gran Cruzada del Espíritu Santo, no olviden que puedo serles útil. ¡Es una pena que tenga que pedirles Yo a ustedes que me tengan en cuenta!. ¡Es una verdadera pena que tenga que pedirles Yo que me tengan en cuenta!. Pero no se preocupen por eso. Junto a María y Jesús los amo tiernamente y vengo seguido aquí, a visitarlos. Solamente que hoy Mi Hijo me dijo "podés hablar papá, tal vez tu palabra sea muy oportuna en este día".

No conocen a José, el padre putativo de Jesús ¡aprendan a conocerlo!. ¡Averigüen sobre El!. Miren su Vida y sus Cosas y tal vez tengan mucho que aprender, mucho más de lo que ustedes se imaginan, además les ofrezco siempre ser intercesor.

¡Los amo tiernamente!. ¡Pienso en ustedes!. A vos no te hago ningún reproche sobre Mi porque en la misma cuna ya bebiste las palabras de tu madre respecto a todo lo que te decía sobre Mi.

Porque ella era tremendamente devota de Mi persona y también es una consecuencia de su formación porque cada Santo, cada personaje religioso debe ocupar un lugar en la vida de las personas. Yo ocuparé el lugar que corresponda en la vida de ustedes. ¡Piénsenlo!

Amén.