Mensaje del 08 de Diciembre de 1997

Habla Artemio:

… poder comentar, mirá, Jesús tenía el cabello así, este lo tenía sobre la espalda, otro poco le caía, sus orejas son de esta forma, a veces incluso hasta se rasca un poquito la oreja si tiene necesidad ¿no es cierto?, sinceramente yo le digo: Señor, yo no soy digno de que me muestre todas estas cosas, pero Él parece como si no me oyera cuando le digo eso, pero cuánto me gustaría comunicarlo para poder decirle: miren esto, miren lo otro ¿eh?, yo podría decirle con lujo y detalle por ejemplo: las heridas de las manos ¿no?, como está la piel puesta, como se fue…, así como unas pequeñas crostitas a lo largo del tiempo, como se fue poniendo así ¿no?, sin infección por supuesto, pero así como recargadas las heridas, son frescas, frescas ¿eh?. Como por ejemplo a veces Jesús se levanta del hombro derecho la túnica, se la levanta un poco así ¿no es cierto?, para que no se le pegue a la herida que tiene en el hombro derecho que es la más dolorosa que tuvo y es la que justamente se le pega a la túnica, entonces Él a veces hace así, se levanta la túnica y se la despega como haríamos nosotros con cualquier herida ¿no?.

Sinceramente todo esto es emocionante pero y a pesar de haberlo visto tantísimas veces sigue teniendo para mi la novedad de la primera vez. Ahora, todo esto que debería ser motivo de conversaciones, de explicaciones, de contar, así como quien dice contarnos algo, la que se muestra siempre más te diré, más recatada, no lejana pero mas recatada es la Virgen María ¿no?, por ejemplo nunca se dio que ella se recostara en la cama por ejemplo, jamás, pero Jesús sí, varias veces se acostó ahí al lado ¿no?, que te digo que cuando suena el teléfono a mi ni se me ocurre cruzar con el brazo por arriba de Jesús, porque… que siga sonando nomás porque me da un poco de…, bueno, piensen que me da ¿no?. Ahora, eso lo hace Jesús sin ningún problema pero la Virgen no, ese tipo de cosas no las hace, tiene un poquito de distancia ¿se dan cuenta?, yo pienso que es por el mismo trato humano que tiene una mujer con un varón ¿no? ¿verdad?, pero lo mismo algunas Santas que aparecieron muchas veces tienen…, como te diré, las mujeres tienen cierto recato ¿no?, incluso con los otros Santos que tienen cerca ¿no?; es decir, parecería que la naturaleza humana del otro lado sigue teniendo unas características de este lado, como decían los teólogos hace ya siglos que el ser que está del otro lado vive añorando el cuerpo que tuvo en este, porque el cuerpo que se tiene del otro lado es una materia incorpórea, se ve a través de ¿se dan cuenta?, pero el Señor les permite mostrarse así, Él se muestra así porque nosotros tenemos sentido, tenemos que verlo de esa manera, no podemos ver de otra ¿eh?, bueno, muy bien.

Ya está con nosotros Jesús pero me dice que yo no me arrodille sino que hoy se quiere arrodillar Él, la Madre Teresa se ha sentado en el espaldar del sillón como siempre en la puntita, yo no sé como no se cae, mira para acá y le da como la espalda a M.

Señor Jesús, yo me siento super incómodo porque vos estás arrodillado delante de mi y yo estoy sentado, me ha puesto la manos sobre las rodillas, las manos de Jesús son de una real belleza increíble, tienen como una rosa así de la carne en las heridas que llega hasta arriba de la muñeca, me está diciendo que me deje de mover. Yo te agradezco Señor esta generosidad tuya de venir como siempre a vernos pero me siento sumamente incómodo Señor que yo esté sentado y vos de rodillas. La Madre Teresa tiene las dos manos agarradas entre sí puestas sobre su hábito y como siempre tiene las sandalias franciscanas y da la impresión que nunca se lava los pies porque siempre los tiene llenos de tierra pero su hábito está siempre muy limpio.

Ahora si tienes que darnos algún Mensaje o Profecía podes hacerlo Señor, dije que estaba vestido como el Sagrado Corazón de Jesús, solamente tiene la túnica con un cordón grueso en la cintura, tiene abierta la túnica donde se ve su corazón porque las dos manos las tiene sobre mi rodilla, aunque ustedes no lo crean, siento caliente las manos sobre mis rodillas. Señor te digo lo que te digo siempre, me gustaría que los presentes tuvieran algún signo de que vos estás aquí y que la Madre Teresa también, me gustaría que tuvieran algún signo porque sino esta buena gente va a pensar que yo estoy delirando o algo por el estilo.

Dice Jesús:

Hoy has hablado sobre Mi aspecto humano, sobre Mi Madre, sobre las Bodas de Caná cuando hago la voluntad de ella, has mostrado los dos Jesús diferentes, el de la Bienaventuranza y el del látigo del Templo para ver Mi humanidad, todo es así, ahora porque me he arrodillado delante tuyo en vez de arrodillarte vos, como sería lo lógico. Te lo voy a decir en silencio.

Bien, el trabajo realizado en el día de hoy me parece hermoso, me parece de un contenido increíblemente bueno y el énfasis cuando habla del Espíritu Santo me parece ideal. Me sentiría muy feliz si pudieras reproducir ese cassette del Espíritu Santo en cientos de miles para enviarlos hacia los cuatro puntos cardinales pero todavía no es posible, hay que esperar un poco más. Estoy orgullos de vos porque cuando te dijeron por teléfono que en Catamarca te llamaban Jesucristo a vos te resbaló como si hubieran dicho cualquier cosa, me parece extraordinario y de una madurez increíble y vos me dijiste: si rezo les acerco a Jesús, ¡Gloria a ti Señor!, eso dijiste.

Habla Artemio:

Ahora está hablando en la mente.

Dice Jesús:

Bueno, es necesario que siga hablando en voz alta porque eso de hablar en voz baja donde hay muchos se toma como un signo de mala educación, por tanto basta de Mensajes en voz baja, todo está muy bien, todo está muy claro, todo está organizado como Yo quiero que esté organizado y si te quedaban algunas dudas esa señora internada en el Sanatorio realmente estuvo de este lado y volvió otra vez a la vida. Anótalo en tu agenda, es el primer muerto que resucitás, no estoy diciendo cosas porque sí, el médico si quisiera podría ser testigo y los familiares son testigos y todos están convencidos de eso, sobre todo porque la abuela describió de lo que vio del otro lado, a pesar de sus 92 años, anótalo en tu agenda, es el primer muerto que resucitás, vos pediste un milagro, vos no sabías que ella estaba ya del otro lado, vos pediste un milagro y el milagro se hizo, ese es un regalo, también para confirmarte con esto que el carisma de resucitar a alguien ya lo poseés, eso no quiere decir que vaya a haber resurrecciones con demasiada frecuencia pero va a haber y va a haber muchas cuando vos hablabas de sanar a los enfermos, expulsarlos de muchos demonios y resucitar a los muertos, decís la verdad cuando hablabas de resucitar a los muertos, vos creías que era una forma de expresión en la cual se manifestaba que aquellas personas muertas, espiritualmente muertas en vida, esos muertos sin sepultura que andan por la calle, vos te pensabas que eran esos, sí, también son esos pero ahora has visto que son otros también. Entiéndanlos todos los hermanos que están presente, que vos me prestás tus manos, tus pies, tus piernas pero sobre todo tu corazón, tu mente para que Yo realice cosas, los méritos no son tuyos. Lo que hay en vos es una enorme disponibilidad y un amor sin límites y todo eso lo aprovecho para lograr Mis objetivos de evangelización, porque por lo menos ya 15 personas que se enteraron de esa abuela, giró dentro de tu corazón Mi concepto 180º, eso te indica que sentado en tu sillón podes hacer una gran evangelización. Alguien podría decir que Yo te estoy usando ¿no?, vos me pertenecés desde la panza de tu madre, en consecuencia, tu libertad es tan relativa que no sé si existe, vas, venís, te movés y creés que hacés las cosas como vos querés pero no te engañes, Yo soy el que obra y uso de tus manos generosas, de tu corazón grande y de tu mente lúcida para hacer todo lo que estoy haciendo.

Se verán muchos prodigios todavía, ¿para qué, para enaltecerte a vos?, en absoluto, vos, un discípulo, lo que Yo quiero es mostrar como el Tercer Milenio se va a dar un Nuevo Pentecostés y no sé si lamentablemente o no pero la gente para convertirse muchos de ellos deben ser prodigios pero también es cierto que bienaventurados aquellos que no ven y creen esto de arrodillarme y vos estar sentado parece una incongruencia y si te viera algún prelado importante diría que es una falta de respeto hacia Mí, casi una blasfemia pero Yo te prometo que aquí o en el extremo del planeta cada vez que resucites a alguien por acción tuya Yo me arrodillaré en tu presencia.

Los amo mucho, los amo a todos y celebro a las personas que vinieron desde lejos y pudieron estar cerca de Mí, están pero ahora lo están de otra manera, piensen que por eso reciben un montón de gracias que ni remotamente ustedes se imaginan, solamente les digo que mañana y tal vez pasado van a estar bastante mareados. No es que Yo quiera perjudicarlos pero es un fenómeno natural que ante la fuerza que se desprende de Mí produce este estado a las personas y algunos no están acostumbrados aún.

Los amo, los amo, los amo y seguiré arrodillado mientras la Madre Teresa quiere decir algunas palabras.

Dice la Madre Teresa:

Yo no estoy desconforme con las formas que tenés para tratarme, en absoluto, pero recalcas demasiado mis cosas humanas. Esta noche por ejemplo, dijiste que tenía los pies sucios y ¡podrías haber dicho otras cosas también!, yo no te reprocho nada, está muy bien, digo nomás, porque no lo hacés con ninguna maldad ni mucho menos, querés mostrar mi humildad total, bueno hacelo nomás si querés, pero describí también otras cosas. Podés decir por ejemplo, que mi cara está más arrugada que un pergamino antiguo, para que los demás entiendan estas arrugas no están porque sí en el rostro de la Madre Teresa, las han provocado los sufrimientos que tuve que padecer, y ¡ojo!, no me hago la víctima ni nada, ¡si he sufrido lo he hecho con mucho gusto!. Y no creas que aún no sigo sufriendo, pero no por mí, sino por todos los atropellos e injusticias que veo diariamente.

¡Parecería que ahora puedo ver tanto más, mucho más!, se te llena la boca de gusto a azúcar cuando hablás de mí y le comentas a la gente sobre muchas cosas y eso me alegra de sobremanera y si antes te dije que nunca más me iba a retirar de tu casa, ahora te lo confirmo nuevamente, eso no quita que esté en otros lugares también, pero aquí me siento sumamente cómoda y de aquí no me muevo, porque esta es una casa de oración, pero no de una oración pasiva como una limonada desabrida, es una oración activa, ¡totalmente activa!, que conmueve los Cielos y la Tierra.

He visto que te causa extrañeza que yo haya procedido de la forma en que procedí en muchos lugares adonde me invitaban, adonde iba, etc, pero tenés que pensar en que las virtudes que se practican a esta altura de los tiempos no pueden ser o mostrarse de la misma forma en que se hicieron en otras épocas. Ya lo dije el otro día cuando hablé de San Juan de la Cruz, por ejemplo, la humildad sigue siendo la humildad por supuesto, pero yo he inaugurado una nueva forma de humildad, me he hecho valer y valer con una gran intensidad para lograr las cosas que yo quería para mis hambrientos, no dejé de ser humilde en absoluto, pero la energía de mi voz y a veces hasta el prepo de pedir muchas cosas fueron válidas para que mucha gente no tuviera hambre. Yo no te digo que calques tu vida en mis virtudes, hacé lo que vos quieras, pero por lo visto estoy tan cerca tuyo que te estoy influyendo demasiado, espero que no te disguste.

Mi compasión en vos cuando ves que se te terminan las cosas para darle a la gente y no tenés más y me parece mal, tomá de mí el ejemplo: yo me levantaba a la mañana y sabía que tenía que conseguir cientos de kilos de pan para mis hambrientos y llegaba la hora del almuerzo y tenía el pan, si vos me preguntás de dónde lo sacaba, yo no sé, ¡pero tenía el pan!.

Hay que tener esa fe ciega, hay que tener esa fe, como dice Jesús hasta ingenua, entonces te vas a dar cuenta que hasta las cosas más inverosímiles se dan. Así como te pareció tan extraño cuando el jueves dije: mañana tienen las estampas, en ese momento no me creíste, pero al día siguiente te maravillaste porque las estampas habían llegado.

¡No tengo otra forma de ser!, yo era una joven muy tímida y sumisa cuando solo pensaba en mí, pero a medida que fue pasando el tiempo y ví la necesidad de pensar en los demás, cuando ví la necesidad que tenían los hambrientos, entonces mi sumisión quedó enterrada y mi timidez voló por los aires, porque ya no hacía las cosas para mí sino que las hacía por los otros y en consecuencia no era yo sino que era Jesús dentro de mí el que avanzaba, el que hacía y Él se las ingeniaba para que mis hambrientos tuvieran el pan necesario, no todo el pan que hubiera hecho falta pero al menos el pan necesario para aquellos que todavía tenían perspectivas de vida.

Está en vos si querés calcar mis virtudes o no, yo pienso que las virtudes son de cada persona, nadie cambia la naturaleza de nadie, nadie tiene la pretensión de cambiar la naturaleza de nadie porque todos tienen sus propias virtudes y su propia forma de ser, en consecuencia armá tu vida como mejor te parece.

Pero para terminar te diré una sola cosa: ¡quiero más confianza en la Providencia del Señor!, y todo esto no lo digo solamente para vos, lo digo para todos los hermanos que están oyendo y para todos aquellos que van a leer los Mensajes y Profecías. La confianza en el Señor está muy debilitada y hace falta tener una confianza ciega, entonces todas las cosas tienen solución, todas las cosas pueden resolverse. No quiero que tengan de mí la idea de que mi voz es siempre rezongona.

Les diré que los amo mucho, que estoy agradecida por la acogida que todos me han dado, sinceramente no lo hubiera creído, ¡pero todo esto me maravilla!.

Amén.