Mensaje del 05 de Noviembre de 1997

Habla Artemio:

Señor Jesús, en la conversación que tuvimos esta noche me parece maravillosa en el sentido de que a veces tienen que pasar ciertas cosas para que uno afine la punta del lápiz para poder escribir mejor, es decir, vos no nos mandaste cosas sino que al ocurrirnos cosas pudimos sacar un aprendizaje, más vale que ese aprendizaje esté bien acentuado dentro de nosotros porque es posible que a lo mejor dentro de un mes pase lo mismo y volvamos a caer en lo mismo pero el hombre es el único animal que tropieza no dos veces, cincuenta veces la misma piedra asi que no nos vamos a hacer problemas, vamos a tener que seguir tropezándolas.

Jesús, si es tu voluntad de venir solo o acompañado te esperamos Señor, “vos sos el pan bajado del Cielo, quien come tu cuerpo no morirá” y tu presencia entre nosotros nos da todo el calor necesario para que no nos enfriemos en nuestra forma de pensar y en nuestra forma de vivir.

Ven Señor Jesús, ven, ven, si es tu voluntad Señor yo no te quiero forzar, ven, ven Señor. El Señor Jesús está con nosotros, el Jesús de la Misericordia entre nosotros y como ocurre siempre toda la pieza se llenó de una Luz tan grande, tan grande que uno automáticamente quiere cerrar los ojos porque hace daño tanta Luz, los ojos humanos no están acostumbrados a tanta Luz y a su lado está la Madre Teresa, Señor, si es tu voluntad darnos algún Mensaje con mucho gusto lo estamos esperando.

Dice Jesús:

Después de la tempestad viene la calma y eso es lo que está ocurriendo en nuestros corazones.

Todo el razonamiento que hicieron esta noche Yo no agregaría ni siquiera una sola palabra porque es el planteo que corresponde hacer, el tema está contenido muy bien, el problema ahora es vivirlo de esa forma pero no se preocupen tanto, no se miren demasiado, ustedes mismos acuérdense de lo que decía la Madre Teresa, que ella no tenía tanto tiempo de mirarse a sí misma para mirar a los otros, es cierto, ya lo sé que cuando uno no tiene fuerzas se siente mal o cuando uno se siente invadido por todas las cosas que pasan en el mundo, es cierto que uno se siente legión; es decir, ya no es más de uno sino que son muchos dentro de uno, que parecerían que están en un conflicto, en un conflicto permanente, no caigan tampoco dentro de un puritanismo, en el sentido de decir que a ustedes todo siempre les va muy bien, no, eso no es lo que corresponde, a ustedes les va bien, mientras no les va mal y ambas cosas deben ser asumidas, analizadas y sacar de todas ellas las consecuencias correspondientes para en adelante tratar por lo menos de que lo que pasó haya resultado un aprendizaje. En la casa de nuestras Hermanas ya ocurrido ayer que al prenderse fuego una imagen dejó las huellas de una inmensa paloma; es decir el símbolo del Espíritu Santo, eso debe ser tomado aunque parece una incongruencia, porque si hubo algo que se quemó entonces uno dice: pasó algo malo, no, debe ser tomado como una especie de bendición especial porque he aprovechado de esa circunstancia lograr algo hermoso.

Piensen todos ¿qué hubiera sido si no hubiera aparecido esa imagen?, hubieran quedado con el remordimiento de que se quemó una Virgen, Mi Madre, Mi Madre, pero eso debe ser tomado como una forma clarísima de bendiciones especiales para toda la casa. Ahora, los demás es posible que tengan en casa prodigios diariamente pero ocurre que como están tan metidos con la mente dentro de las cosas de todos los días no alcanzan a visualizarlo, no alcanzan a verlo, pero hay montones de cosas porque si Yo quiero formar imágenes las puedo formar en una ensaladera con lechuga, o en una vela que se derrite o en una nube que surca el Cielo, pero tiene que haber un par de ojos que quieran ver lo que Yo estoy mostrando, si no nadie va a ver, pero tengan en cuenta que vuestros hogares diariamente están llenos de prodigios, ¿por qué no tratan de escribirlos?, ¿por qué no tratan de visualizarlos?.

Claro está esto que pasó, es demasiado evidente porque hay un dibujo en forma concreta pero en otras ocasiones no ocurren cosas así, pero sí puede ser un perfume, puede ser un aire fresco, puede ser una hoja que cae o una yema que brota; es decir, es un poco lo que decía Francisco de Asís: que veía en cada cosa la imagen de Mi persona, sin hacer mucho esfuerzo él veía todo ese tipo de cosas pero también para esto hay que aprender a mirar porque la mayoría de las veces miramos sin ver.

No tengan ningún temor en cuanto a las cosas que pasaron, son realidades humanas, circunstancias humanas, problemas humanos y hay que buscarles la vuelta para que en otra oportunidad no desencadene ningún tipo de temor. Acuérdense que los grandes místicos que tuvo la Iglesia hablaban de la noche oscura del alma, donde no tenían ni el más leve consuelo, no tenían el más leve sentimiento de adoración hacia Mí, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila, San Alfonso María de Ligorio, San Pío X y tantos otros pasaban días enteros delante del Sagrario suplicándole al Dios Padre y a Mí tener un poquito de Luz que alumbre las tinieblas, en las que se encontraban y sufrían horrores porque no tenían la complacencia de Mí presencia, ellos que estaban acostumbrados a verme de una forma continua e inmediata, a cada instante y no es que Yo les mandara esas noches oscuras del alma, en absoluto, las tenían por diversos motivos, incluso a veces por enfermedades que ellos tenían, acaso el Beato Pío de Pietralcina en cuantas oportunidades le habló a los peregrinos, o a sus hermanos o a quien quiera con muy mal humor, pésimo humor, ¿le quita eso Santidad al Beato Pío de Pietralcina?, en absoluto, ocurre que durante la noche a veces el demonio se encargaba de golpearlo hasta cansarse y él se levantaba con todos los moretones en su cara y en su cuerpo por los azotes que le daba el demonio porque él tenía las Sagradas Llagas de Jesús entonces estaba rabioso, por eso lo azotaba, al día siguiente cuando el Padre Pío enfrentaba las multitudes para recibir la bendición se encontraban con un hombre un poco agrio, de mal carácter, cansado, con mal genio y que contestaba mal, ¿por qué?, porque tenía en su cuerpo las marcas del maligno y como el Padre Pío era un ser humano entonces él sentía los dolores que le había causado el maligno y no podía disimular ese dolor, ¿le quitaba eso Santidad al Padre Pío?, en absoluto, al contrario, hace ver hasta que punto era muy humano porque los ataques del maligno lo tenían a mal traer y podría citar montones de ejemplos de Santos de la Iglesia que tenían muy mal carácter, que a veces la convivencia con ellos resultaba muy dura de parte de sus Hermanos pero ¿por qué?, es decir, ellos no eran injustos con sus Hermanos, pero eran de trato muy difícil con sus Hermanos en la Orden o quienes los cuidaran, por la simple y sencilla razón, que estaban muchas veces muy enfermos y muy doloridos, en consecuencia una persona enferma y muy dolorida no puede reaccionar de la misma forma que una persona que está totalmente con una salud óptima, ¿entienden por dónde va la cuestión?.

Si los Santos tuvieran las noches oscuras del alma como dice San Juan de la Cruz, si Santa Teresa no podía explicarle a sus Hermanas que había visto del otro lado, porque ustedes hermanos no lo van a entender decía, si Teresita de Lisieux era considerada neurótica pero disfrutaba con la sangre que vomitaba, para el ojo común eso es enfermedad, disfrutar con el dolor, pero en el caso de ella se convertía en virtud, no se olviden que les dijo la Madre Teresa un día sobre el problema de las virtudes, que dependía siempre de cada persona. La humildad es una cosa, pero es muy distinta en cada persona en la manera de manifestarse.

Todo esto que estoy diciendo sirve para los Mensajes y Profecías porque les vendrá muy bien a muchos Ministros de la palabra y a tantos no Ministros de la palabra para que reflexionen seriamente sobre este tipo de problemas. Cuidado, Yo no estoy justificando ni el mal carácter ni las malas contestaciones ni nada por el estilo, trato de explicar porque algunas no podían controlar sus impulsos y ante dolores terribles en su cuerpo manifestaban una serie de anormalidades en su carácter. No estoy justificando a nadie, estoy explicando lo que corresponde, sirva esto como Mensaje, especialmente como Mensaje para tantos que creen que la perfección es una Santidad permanente donde el hombre sirve sin la más leve mancha, incontaminado e incontaminable de todo lo que lo rodea, muy mal, eso no es así, el Santo es aquél ser que en todo acepta hasta en las cosas más pequeñas como se manifiesta la voluntad del Señor.

Pueden sacar de todas estas palabras muchas enseñanzas, muchísimas y además es importante que lean la biografía de los Santos pero aquellas donde los presentan tal como eran, no revestidos de una Santidad continua, que suena a torpeza, el problema va por otro lado, traten de encontrar aquellas biografías que les digan las cosas tal cual fueron porque incluso así la Santidad se va a mostrar como algo mucho más accesible a todos los hombres, que esa otra Santidad donde más que Santidad es un puritanismo, creyendo que todo lo hacemos bien, que todo está perfecto y que todo, necesariamente todo, no debe nunca sufrir el menor desliz, entiendan todo esto, llévenlo a nuestro corazón, analícenlo con prudencia y van a encontrar cosas hermosas para edificar vuestra vida y la vida de los demás.

Dice la Madre Teresa:

Yo estoy muy contenta con todo lo que diariamente hablás de mí, comentas de mí y hacés por mí, pero me parece un poco excesivo, porque muchas veces hablás más de mí que de la Virgen María y eso no puede ser, yo te agradezco que vos te esfuerces por dar mi Mensaje, todo muy bien, pero me parece excesivo hablar tanto de mí y la mayoría de las veces no hablar tanto de Nuestra Madre común, la Virgen María (de la que ya estamos festejando su día como Mediadora de todas las Gracias).

No tengo mucho que decir, solamente que revisen nuevamente aquello que dije cuando hablé de las virtudes, si quieren se los repito, no tengo ningún problema, pero me interesaría que vuelvan a revisar aquel cassette donde lo grabaron, porque hay muchas conceptos que tal vez se les han escapado y que son muy importantes para edificar vuestras vidas.

¡Los amo de corazón, los amo profundamente, los amo con toda mi alma!, y les digo que me siento muy gustosa en vuestra compañía, estando con ustedes, porque ya conozco todos vuestros corazones y he podido comprobar todo lo maravilloso que hay en ese lugar.

Amén.