Mensaje del 12 de Abril de 2009

Es una belleza lo que estoy diciendo, sobre todo lo esperanzador que uno puede decir durante todo el año litúrgico: hermanos, vamos a resucitar como Jesús resucitó y vamos a vivir eternamente un gozo que no tiene límites pero ese gozo no se limita solamente a vivir allí sino a manifestarse en la Tierra para ayudar, para sostener, para proteger, para cuidar, para ennoblecer todo aquello que amamos. Mensaje del 12 de Abril de 2009

Habla Artemio:

Buenas tardes.

Como todas las cosas empezamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Estamos en el día de Pascua de Resurrección, es la fiesta más importante del año, todas son importantes pero Pascua de Resurrección es la fiesta más importante, al Jesús resucitado vamos a alabarlo diciéndole con 22: alabaré, alabaré, alabaré, alabaré, alabaré a mi Señor…, le seguimos diciendo con 15: que viva Cristo…, 16: estamos de fiesta con Jesús…, 13: tenemos tanto, tanto…. Nos pasamos a 16, no perdón, 24, agradecemos a la Virgen habernos dado su Hijo que el viernes murió en la cruz pero ya está triunfante entre nosotros, festejamos esas cosas aunque Él siempre estuvo triunfante pero recordamos, entonces: la Virgen se está peinando…, Jesús ha resucitado y ese Jesús que está triunfante entre nosotros nos necesita, a cada uno, necesita nuestras manos, nuestros pies, nuestro corazón, nuestra mente, nuestros ojos, 21: Cristo te necesita…, 30, estamos deslumbrados con la imagen del Señor resucitado por eso le decimos: mirarte solo a ti Señor….

Vamos a leer la palabra, es la misma de el día sábado, porque en la liturgia no hay Evangelio el día sábado, hay otras lecturas. Por la señal de la santa cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios nuestro. Del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. El Evangelio de hoy es el Evangelio de San Juan, capítulo 20 del 1 al 9: “el primer día después del sábado, María Magdalena fue al sepulcro muy temprano, cuando todavía estaba oscuro, y vio que la piedra que cerraba la entrada del sepulcro había sido removida. Fue corriendo en busca de Simón Pedro y del otro Discípulo a quien Jesús amaba, Juan, y le dijo: se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Pedro y el otro Discípulo salieron para el sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro Discípulo corrió más que Pedro y llegó primero, y porque tenía diecisiete años, casi dieciocho, Pedro ya era un hombre grande. Como se inclinara, vio los lienzos tumbados, pero no entró. Pedro llegó detrás, entró en el sepulcro y vio también los lienzos tumbados. El sudario con que le habían cubierto la cabeza no se había caído como los lienzos, sino que se mantenía enrollado en su lugar. Entonces entró también el otro Discípulo, el que había llegado primero, vio y creyó. Pues no habían entendido todavía la Escritura: él debía resucitar de entre los muertos”. Esta es palabra del Señor, te alabamos Señor y te damos gracias.

El Evangelio de hoy nos muestra no solamente la resurrección del Señor sino también la seguridad de que cuando nosotros cerremos los ojos y muramos llegaremos al Padre así como lo hizo Jesús.

Tener en cuenta todas estas cosas porque parece muy normal y natural hablar de esto pero hay tantas personas que temen a la muerte, temen la oscuridad que muchas veces lo ven como una forma de muerte, temen, temen, si nosotros tuviéramos la idea clarísima de que la muerte no es muerte sino resurrección otra sería nuestra historia, ¿por qué?, porque viviríamos de otra manera, ya no nos importaría tantas cosas, ya no miraríamos con recelo nada de lo que pasa en el mundo…, perdonen voy a tomar agua.

Entonces, todo sería distinto, pero el gran drama nuestro es pensar que llega la muerte y nos toma así a veces de sorpresa y nos lamentamos nosotros al decir: y ¿pasaré esta noche?, ¿todavía tendré vida mañana?. Ahora, es una noticia de tanta alegría porque el resucitar nos coloca a cada uno en una situación distinta, ¿por qué?, es decir yo te miro como hermano, pero no te miro ahora y pasás y se terminó, cuando dos personas estuvieron cerca, se miraron, conversaron, etc., ambos quedan involucrados con el otro, ya nada es igual, porque uno al hablar o al estar cerca de alguien esa persona pasó a formar parte de nuestra vida, nos guste o no, mal que nos pese es así y entonces ¿por qué digo esto?, porque cuando entremos en la otra vida ahí nos vamos a ver todos de nuevo, algunos antes, otros después, pero nos vamos a ver todos y en ese lugar maravilloso vamos a estar todos juntos de nuevo.

Si nosotros partiéramos de esta base al tratar con los seres humanos otra sería nuestra vida porque sabríamos que todo se sabe, sabríamos que eso de decir: no te miro más, es momentáneo, porque sé que te voy a tener que ver toda una eternidad, por eso, si existe el amor entre los seres humanos es el principio de lo que será durante toda la eternidad. Ahora uno puede decir: tu cara me aburre, o no te quiero ver, pero toda una eternidad voy a tener que verte?, sí señor.

¿Cómo es todo ese mundo de la eternidad donde hoy el Señor al resucitar nos regala ese mundo?, nosotros llegamos, yo lo tuve dos veces por eso les cuento y por la gracia del Señor para ver del otro lado, cuando uno llega la Madre, la Virgen María nos está esperando, después el Señor, están todos nuestros parientes y todos los Santos a los cuales fuimos devotos, están esperando, llegan centenares de miles en ese momento, vos dirás: que desorden, no, porque la vida espiritual es muy distinta a esta vida, aquí hacemos cola, aquí, no, no, allá ni hacen falta las palabras porque las mentes se entienden sin decir palabra.

Entonces, ¿y cómo se vive en el otro mundo?, piensen cuando ustedes tienen un momento de felicidad y les parece que están realmente asombrados por ese momento y el corazón no les cabe en el pecho, eso comparado con lo que nos pasa cuando pasemos a la otra vida no es nada, es uno en un cuatrillón por ejemplo, porque del otro lado hasta los colores son distintos, los amores son diferentes, los lugares para habitarlo son de otra manera, aunque tienen la apariencia de este mundo, porque uno ve casitas así con el techo a dos aguas, uno no sabe si el Señor le hace ver eso o qué, pero los seres humanos estamos tan metidos dentro de las cosas, tan metidos, que las cosas que encontramos del otro lado tienen una similitud grande con este mundo, con una diferencia, todo es perfecto, las flores son perfectas, los arroyos y los ríos son perfectos, es decir, no hay crecientes ni bajantes, los ríos están siempre normales, los pájaros vuelan y canta, ya no mueren, las flores permanecen a través del tiempo sin secarse, las plantas están en un continuo vivir alabando al Señor ¿eh?.

Es decir, nos salimos de este mundo y nos salimos del tiempo y el espacio, entramos en otra dimensión, ustedes dirán: y el amor ¿cómo es?, el amor de la otra vida es el amor que tienen los Ángeles, ya no hay más la atracción física del hombre o de la mujer sino que todos son como ángeles ¿eh?, no hay ningún tipo de deseo, porque eso es propio de la Tierra, ya que el Señor nos dijo: crezcan y multiplíquense, por eso la pasión que más fuerte está en el hombre es la de reproducirse, la de tener hijos, del otro lado eso ya no es, entonces las personas se miran y se aman, se comprenden, se entienden y todo es una felicidad completa, no hay mañana, tarde, noche, trasnoche y madrugada, todo es un tiempo presente.

Todo esto que les voy diciendo es lo que nos da el Señor al abrirnos con su Resurrección las puertas del paraíso, que estaban cerradas desde que el hombre hizo un mal uso de su libertad, ahora, es maravilloso por ejemplo, uno ve las flores y dice: dos días durará, tres días se marchita y muere, las flores ya ni se marchitan ni mueren ¿eh?, cumplen como un proceso donde la que florece es mejor que la anterior o más linda, ¿y por qué todo?, porque hay una alabanza constante de todas las cosas al Señor; alguno se pregunta: ¿y el césped, cómo será el césped?, el césped tiene un verde tan maravilloso, es una alfombra preciosísima donde los niños juegan. Porque piensen ustedes, que todos los niños abortados, todos dije, todos, aunque sea de un instante, porque la vida ya está un instante después que tuvieron relaciones las personas ¿no?, los chicos del otro lado crecen, crecen y son niños grandes como adolescentes, paran a esa edad de crecer y esos niños juegan, están alegres, son felices, no así aquellos que están en la oscuridad pero los que están en la Luz plenamente contemplando toda la belleza del Padre ¿no?, están continuamente alegres y felices pero con una felicidad que no tiene ningún precio, eso es único ¿verdad?.

No crean que la vida pasa así como así por pasar nomás, entre cosas preciosas, no, todos los que están amando al Padre en su Luz ¿no?, también tienen una participación en el mundo, por ejemplo, ustedes han venido hoy al Santuario, pero no crean que ustedes han venido por propia iniciativa, han venido porque alguien los trajo, el Señor los trajo, pero ¿a pedido de quién?, de algún familiar de ustedes que ya está del otro lado, por eso cuando yo los miro normalmente veo el doble o a veces más de las personas que están presentes; ustedes dirán: y ¿quién le cree a usted?, bueno, el problema es de ustedes, cuando pasemos del otro lado ahí nos vamos a ver cara a cara y van a ver si les mentí, van a ver si les mentí, así como con las Revelaciones y toda esa vida sobrenatural que uno vive todos los días ya lo vamos a comprobar, es cuestión de tiempo y no es tanto el tiempo que vivimos en la Tierra, algunos parten antes, otros después, pero en comparación con la eternidad es como un granito de arena pensando en todo el desierto y mucho más, porque del otro lado es para nunca más morir ¿verdad?.

Ahora les decía, no se está inactivo, se está siempre en actividad, ¿por qué?, porque el amor es creativo, les explico, el amor entre el Padre y el Hijo, Jesús, se llama Espíritu Santo pero el amor que uno siente por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, así como en la Tierra se ve el amor cuando es creativo, cuando actúa, cuando hace algo o mucho, del otro lado también.

Entonces, el Señor dentro de la organización de su Providencia y de su Misericordia nos envía al mundo, como todo está mezclado, nosotros estamos aquí, pensamos que el Cielo está lejos pero está entre nosotros, nada más que no lo vemos, es otra dimensión ¿verdad?, pero salimos de allá para ayudar a los familiares que amamos, a las personas que uno ama o son parientes o tienen alguna relación con la sangre de la familia, pero no solamente eso sino que también está cuando el Señor manda a los lugares, por ejemplo, como ahora que está el problema del dengue ¿no?, cientos de miles y más manda el Señor para ayudar a aquellos que necesitan ayuda o bien en las guerras, o bien para acompañar a aquellos que uno amó, por ejemplo, para mi es muy natural que mi mamá que hace veinte años o más que se murió a veces me haga trabajos cuando yo no tengo tiempo o mi hermana o algún otro familiar, a veces me encuentro con que los trabajos están hechos, sea lo que sea. Es decir, ningún exceso, en el sentido de: te doy esto para sobreprotegerte, te doy esto si lo necesitás ¿eh?, porque todo tiene como les decía una dimensión diferente.

Ustedes dirán: ¿y todos estamos en la mismas condiciones del otro lado?, no, eso lo vamos a saber el día de la muerte cuando cerremos los ojos y entremos ante la presencia de la Madre y del Señor, pasará como una película dentro de nosotros donde vemos todo lo que hicimos sobre la Tierra y a mayor cantidad de méritos mayor visión del Señor y es lógico mis queridos porque no puede ver lo mismo uno que hace poco y nada al lado de una Madre Teresa de Calcuta que pasó su vida entregada a los demás, es lógico que ella vea más del Señor y goce más, pero el que pasa a la Luz siempre goza en proporción, en proporción a los méritos que haya hecho sobre la Tierra, por eso hay una sola vida, no hay reencarnación como a veces nuestros artistas por televisión dicen como si lo supieran todo, no. Entonces, si vos hiciste mérito estando en el mundo para ver, es decir si hiciste cosas buenas pero a veces uno no sabe que es bueno para Dios y qué cosas no lo son, el Señor tiene otras formas de medir, entonces el que hizo obras, para poner un puntaje, para diez, del otro lado tendrá la felicidad y la visión del Padre para diez y el que hizo más mucho más ¿mmm?.

Por eso, decimos que la Bienaventuranza Eterna, es decir la visión de Dios está en proporción a todo lo que hicimos en la Tierra, ahí nada se escapa, el Señor contabiliza todo, no para darnos o castigarnos, no, Él no castiga, solo nosotros optamos por la oscuridad o por la Luz, pero eso no quita que estando ya delante del Señor actuemos para ayudar a las personas que todavía están en la oscuridad, ¿y quiénes están en la oscuridad?, los que no hicieron ningún mérito.
Pero cuidado, en esto también hay que diferenciar, por una razón muy simple, aquél que no hizo tal vez hizo porque nadie le enseñó, nadie lo orientó, nadie lo guió ¿eh?, entonces es en una proporción directa a cómo le fue el hombre en el mundo sino mal que estaríamos ¿no?.

Ahora, de algo tengan la seguridad, se desprenden de la más pequeña cosa y esa
pequeña cosa será recompensada, ustedes dirán: pero no hay envidias o celos porque uno puede ver más que el otro?, no, por una razón muy simple, como yo les digo siempre: nadie puede desear algo que no es propicio para él, por ejemplo, ¿podríamos poner diez litros en un recipiente de uno?, no, porque se desborda, entonces cada uno verá a Dios en proporción a los méritos que hizo sobre la Tierra. Y ¿cómo se medirán esos méritos?, es decir, para saber si obramos bien u obramos mal, eso no lo podemos saber, porque a veces creemos que obramos de una forma pero lo hacemos porque a lo mejor estamos enfermos, no conocemos, ignoramos, nuestro corazón se endureció por la vida y las cosas.

Entonces, hay una compensación en base a la libertad que tenemos para elegir, cuando estamos condicionados, es decir apretados por algo ya no es lo mismo, y eso será para siempre.

Toda esta belleza que yo apenas estoy insinuando es algo, pero pequeñísimo de todo lo que va a ser esa eternidad feliz, ¿y quién nos dio esa eternidad feliz?, el Señor que hoy ha resucitado. Por eso cuando decíamos: Navidad es hermoso pero nada que ver con Pascua, porque con la Navidad no se abren las puertas del paraíso, sí con la Resurrección ¿eh?. Entonces la alegría que nos invade es nada más y nada menos que porque el Señor nos da esa preciosura de mundo donde vamos a vivir por toda una eternidad.

Por es, cuando festejamos la Pascua, decimos: felices pascuas, sí, ¿qué quiere decir?, que estamos contentos que el Señor resucitó pero también estamos contentos porque se asentó la idea de que nuestro futuro va a ser preciosísimo, depende de nosotros por supuesto, depende de nosotros, en la medida en que somos lo suficientemente libres para elegir.

Y ¿qué cosas hay del otro lado para distraerse dirán ustedes?, porque imaginate en tanto tiempo una eternidad, yo les pregunto: cuando ustedes están viviendo un momento de amor muy intenso, ¿se aburren?, no, nunca se aburren ¿verdad?, entonces eso multiplicado por millones ¿puede aburrir al ser humano? ¿eh?. Dice el Señor: en Mi Reino serán como Ángeles ¿verdad?, donde gozarán eternamente de la Luz del Padre, a eso se lo llama Bienaventuranza Eterna o Visión Beatífica, nadie sabe cómo es el Padre, cuando muramos, cuando dejemos este mundo y después de haberla visto a la Madre y a Jesús iremos al Padre.

Es una belleza lo que estoy diciendo, sobre todo lo esperanzador que uno puede decir durante todo el año litúrgico: hermanos, vamos a resucitar como Jesús resucitó y vamos a vivir eternamente un gozo que no tiene límites pero ese gozo no se limita solamente a vivir allí sino a manifestarse en la Tierra para ayudar, para sostener, para proteger, para cuidar, para ennoblecer todo aquello que amamos. Es decir, nosotros amamos no solamente a los seres humanos, amamos también las flores y el pasto, amamos a nuestras mascotas, sean la que sean, las vamos a encontrar del otro lado aquellas mascotas que ya murieron, ¿todas?, todas, ¿para qué?, ¿no te gusta vivir con aquello que amaste?, pues bien. Cuando veas un perrito por la calle y le des una patada o le enseñés a tu hijo que hay que correrlo pensá que ese perrito el día de mañana lo vas a encontrar también del otro lado, o bien cuando ames a un bichito, perrito o lo que sea, también lo vas a encontrar del otro lado.

Ya en el 1200 los que entienden de estas cosas hablaban: ¿adónde irá el alma de todos los seres que viven?, porque las plantas y los animales tienen alma, ¿qué quiere decir?, quiere decir que alma significa ánima, vida ¿eh?, entonces la planta tiene vida, el animal tiene vida, nosotros tenemos vida, todo lo que tiene vida resucita, todo, sean plantas, animales o nosotros.

No quiero hacerles demasiado largo este relato pero piensen cuánto nos trae el Señor, esto pasó hace dos mil años pero todos los años lo volvemos a recordar, por eso a medida que transcurría la Cuaresma y en la Semana Santa hablábamos del alfarero que rompa nuestro cuerpo, nuestra vida y la haga de nuevo, ¿para qué todo eso?, para prepararnos, prepararnos para esa vida de la Visión Beatífica o Bienaventuranza Eterna, es decir, estar con el Señor cara a cara, algunos estaremos a diez kilómetros de distancia, otros a veinte centímetros, pero del otro lado no hay celos, ni envidias, ni egoísmos ni nada, porque sino no se estaría allí si uno no purgó todavía esas cosas estará en la oscuridad ¿eh?, bueno, purgar en el sentido de hacerse más digno de lo que uno es.

El Señor quiere manifestarse en este día, a la hora de la siesta yo pensaba: es posible que hoy venga muy poca gente por que es el día de Pascua, bueno, me sorprendió ver la Capilla casi llena, porque pensé que se habían quedado con la familia, etc., pero el Señor dijo: veamos lo que pasa y ahora yo estoy disponible y le digo humildemente: habla Señor que tu siervo escucha y como pasa en todas las Revelaciones el Señor se adueña de nuestra voz para decir su Mensaje y aquí hace 14 años que todos los días Él y su Mamá dan los Mensajes para todos los hombres del mundo, 14 años es toda una vida mis queridos. Como el otro día alguien me decía: estoy sintiendo un poco de temor, porque vivo a tres cuadras de el Templo y todavía no lo conozco y cuando llegue al otro lado y el Señor me pregunte: caramba, durante tantos años estuve viviendo en el Templo, ¿no tuviste un ratito de tiempo para irme a ver?, ¿qué dirá el Señor?, no sé, es problema de Él, no mío, pero es muy duro pensar que teniendo al Señor manifestado a poca distancia querer ignorarlo, es como querer tapar el sol con las manos, vaciar el agua del mar con un baldecito o directamente ver con los dedos de los pies, así de tremendo es todo.

Habla Señor que tu siervo escucha.

Dice Jesús:

La paz sea con ustedes en este día.

Hoy han venido al Templo y Yo quiero decirles algunas palabras… (se dio vuelta la cinta)… , el lenguaje que Yo hablaba con los Discípulos y tengo que ir lentamente para que Artemio pueda ir traduciendo, eso no es porque él tenga condiciones especiales, nada de eso, es simplemente porque es un carisma del Espíritu Santo.

Ustedes han asistido recién a la descripción muy simple de lo que es el más allá, es decir lo que verán después que cierren vuestros ojos, ¿por qué es poco lo que se dijo?, porque la mente humana no alcanza a describir toda la belleza, todo el amor, toda la comprensión, toda la vida de lo que llaman Cielo.

Los comentarios están bien hechos pero es tanto más Mis queridos, tanto más, piensen como el hombre está ante las galaxias, ante las estrellas que para llegar a ella demandaría años luz, miles de años luz para llegar, para darles una idea de la dimensión del mundo. Cuando uno está viviendo la vida sobrenatural y de acuerdo a cómo fueron guiando vuestro corazón y vuestra vida así dominarán todo ese mundo de las galaxias, dominarán todo el mundo de las profundidades del mar o de las inmensidades del Cielo, dominarán todo aquello que ahora es secreto en la vida de las plantas y de los animales, no es secreto porque está de lado el conocimiento sino que es secreto porque todavía el hombre no alcanzó a descubrirlo.

A medida que pasan los años o siglos y milenios el hombre irá, en la medida en que acepta que el Espíritu Santo le diga cosas irá descubriendo cada día más todo ese mundo maravilloso ya aquí en la Tierra, lo del otro lado sabrán como es el proceso del nacimiento de una semilla, la multiplicación de la células para aparecer el brote que da origen a una planta y a veces semillas pequeñísimas darán origen a árboles gigantescos, tendrán revelado todos los secretos de la vida y de la muerte, verán no solo todo lo que hicieron, todo lo que no hicieron y que podrían haber hecho, verán la vida de todos los demás, la vida de todas las generaciones que fueron pasando, en miles y miles o millones de años porque el fin llegará dentro de muchos milenios. Aquél que habla del fin en estos tiempos es un inconsciente que no conoce nada respecto a lo sobrenatural, a decir palabra inconsciente quiere decir que no tiene conciencia de la realidad pero no es ofensivo.

Entonces, ustedes saben cómo es vivir en un mundo donde el espacio no existe, las dimensiones que ustedes tienen en la Tierra, un metro, un decámetro, un hectómetro, todo eso ya no existe más, el tiempo ya no se mide y el espacio ni se toca ni se admira, se está en él. Todo esto hace más feliz al hombre, lo hace más feliz porque participará de todas las obras maravillosas que han hecho los hombres a través de los tiempos y que permanecen ignoradas porque siempre el mal es el que hace ruido y el bien queda ignorado.

Entonces la contemplación de las obras personales o de los demás será un motivo de satisfacción inmensa pero para dar mayor gracias al Señor, porque en todo caso lo que el hombre hizo fue dejar actuar en sí al Señor, al ordenador de todo, aquél que un buen día cuando creó todo miró lo que había hecho y dijo: todo está bien, todo está en orden ¿eh?, primeros párrafos del Génesis de la Biblia.

Todo ese mundo maravilloso sin dimensiones, con los colores verdaderos, con las aguas y la Tierra y la arena ya sin el peso que tienen sobre la Tierra, donde todas las leyes naturales se rompen, donde se puede estar al mismo tiempo en varios lugares, donde el hombre puede multiplicarse para hacer el bien y todo esto en base a todo lo que estando sobre la Tierra han elegido. Es por eso que el sufrimiento y todo lo que produce la vida de relación con los demás seres tienen que pensar que es una forma de estímulo para que saquen fuerzas de flaquezas, saquen luz de la oscuridad, saquen energía donde no la hay para ir ganando palmo a palmo ese mundo maravilloso que les espera.

Alguno en este momento se está preguntando: ¿son creíbles las palabras del Señor?, ¿podría Yo mentirles?, ¿podría Yo hacer como hacen los hombres que ponen un estímulo para provocar una acción como se le da un chocolatin a un niño para que diga el versito?, no. Yo los invito hermanos, que los traje este día al Templo, que empiecen a vivir ya aquí en la Tierra ese mundo sobrenatural, ¿y cómo?, bueno en el Evangelio está muy claro, acuérdense de las palabras que no mucho tiempo antes de morir Yo dije: ámense unos a otros como Yo los he amado, ya sé que el amor del hombre siempre es precario y tiene deficiencias pero también les dije: hagan el bien a quienes le persiguen, devuelvan siempre bien por mal, perdonen a vuestros enemigos, también les dije: compartan el pan con el que tiene hambre y no solo el pan de harina sino también el pan de amor, procuren un techo al que no lo tiene, hagan siempre lo posible para que el hombre pueda vestir su cuerpo pero especialmente su alma, sobre todo para los pastores, entiéndanlo que es importante repartir comidas pero más importante es junto a la comida la entrega del amor necesario para aquellos que nada tienen, nada pueden, nada saben, nada, nada, nada y entonces el que entendió ese planteo, el que entendió la base por la cual Mi Papá me mandó a morir muerte de cruz, entiéndanlo, está allí, el renunciamiento a todo lo que sea satisfacción personal por algo superior, ¿eso quiere decir que no tienen que ser felices aquí en la Tierra?, por supuesto que sí, pero como opción personal, como algo que elige cada uno debe a veces sacrificar algo por algo superior.

Mis queridos, cuando estén en la Bienaventuranza Eterna viviendo eternamente con Mi Mamá, conmigo, con el Padre y con todos los que habitaron antes la Tierra, entonces comprenderán lo hermoso que es perdonar, lo hermoso que es amar, lo hermoso que es dar. Todo esto no para una vida futura sino ya pueden disfrutarlo aquí en la Tierra, en forma precaria pero ya pueden disfrutarlo, ¿por qué?, por una razón muy simple, ya lo he dicho otras veces Yo, que el final de los tiempos cuando haya la unión en la totalidad de las personas, que para eso falta miles de años, se logrará una comprensión total, completa y definitiva, pero también he dicho que en este lugar cada día de Oración pueden ustedes participar ya de ese mundo porque en menor escala, casi insignificante pero están viviendo un anticipo de la eternidad, siempre es opción de ustedes tomarla o rechazarla, porque soy tan respetuoso de las libertades pero ese mundo feliz de los últimos tiempos ya pueden vivirlo en este Templo donde Mi Mamá y Yo vivimos para siempre.

Entonces, ustedes dirán: claro, si tuviéramos que esperar aquél momento que pena porque vivimos en este tiempo, por eso Yo les dije: en este lugar donde Yo vivo junto a Mi Mamá y los Santos y los Ángeles ya pueden vivir aquél momento que los que estén vivirán dentro de miles de años, cuando tu mano se pose sobre el hombro de alguien para amarle o para perdonarle ya estás viviendo en aquél momento de los últimos tiempos, porque ya tu corazón rompió todas las barreras humanas de la incomprensión, de la intolerancia y todo lo demás para vivir ya en ese mundo precioso del cual les hablo y que ustedes conmemoran en este día como el día de la Resurrección, donde Yo después de haber entregado toda Mi sangre por ustedes les he traído la esperanza y todas las bienaventuranzas.

Por eso, Mis queridos, están viviendo el día de la Resurrección, Mi deseo es que me dejen entrar en vuestro corazón para ya tengan por anticipado, aunque sea un pequeño bosquejo, pequeñito, de lo que es la vida sobrenatural.

Yo usé hace mucho y de vez en cuando me acuerdo de aquella fábula de la luciérnaga y la víbora. La luciérnaga muy humildemente encendiendo su foquito de luz cruzaba por al aire y una víbora empezó a perseguirla, perseguirla, perseguirla, esperando cansarla para comérsela, pero la luciérnaga sacaba fuerzas y seguía adelante. Hasta que en un momento se detuvo, miró fijamente a la víbora y le preguntó: ¿por qué me perseguís?, y la víbora respondió: me da bronca que brilles y que tengas luz. Así se manejan los hombres en el mundo, aquél que tiene luz porque el Señor, el Padre, Yo y el Espíritu Santo se la ha dado, el resto, a veces, no siempre, proceden como las víboras, que persiguen a las luciérnagas porque ellas no pueden dar la luz que esos bichitos humildes y simples dan, ¿por qué me perseguís?, ¿por qué me querés comer?, ¿por qué me querés destruir?, me da bronca que brilles y que tengas luz.

Pasará esto, les pregunto Mis queridos entre ustedes, padres, hijos, parientes, las personas que viven, de perseguir a aquellos que tienen luz porque les da bronca que brillen, ¿podrá pasar entre ustedes estas cosas?, espero que no.

Saben cuánto los amo, saben cómo Yo también disfruto con ustedes este día, aunque pasó hace dos mil años, pero Yo lo disfruto nuevamente, lo disfruto cada día cuando alguien se convence que la única forma de dialogar con el hermano es amándolo y olvidando el resto, cada día es el comienzo de una vida nueva que apunta hacia ese mundo feliz, que por la cruz y derramando Mi sangre les he conseguido, porque Mi Padre así lo quiso, hacerme morir muerte de cruz, derramar Mi Sangre Preciosísima para pagar todas las deudas de los hombres, de aquél tiempo, de este tiempo y de los tiempos que vendrán.

Yo les amo profundamente, están en el Templo de la Misericordia, que es el amor obrando, que cada uno de ustedes logre que su corazón se decida por el amor obrando, no se logra de un día para otro, a veces va toda una vida pero esa eternidad maravillosa bien lo vale.

Es una pena a veces rechazar ese mundo, es una pena, por eso, Yo quiero ser eficaz en vuestras vidas y estar siempre presente, Yo quiero que brillen como las luciérnagas y no solamente como ellas sino mucho más porque saben que todo viene del Señor y que el brillo que cada uno tenga depende de la intensidad del amor que haya en su corazón, de la intensidad del Espíritu Santo que esté soplando sobre cada uno.

Les amo hoy y siempre, adonde van lleven estas palabras, esto es un tesoro que les dejo en vuestro corazón y cuando uno tiene un tesoro le gusta comunicarlo, ¿ustedes lo harán?, espero que sí.

Habla Artemio:

Cantemos al amor de los amores….

Tan cerca estás Señor de nosotros, tan cerca, tenemos todavía retumbando en nuestros oídos tus palabras Señor, tu amor rebozando en nuestro corazón, que cerca te tenemos Señor: tan cerca de mí….

Pues bien, si está aquí pidámosle ya nomás que nos sane de nuestros problemas, por lo que vinimos, para agradecerle estar viviendo la experiencia maravillosa, el triunfo total y definitivo del Señor después de la muerte, por todo eso pero también por nuestros problemas y enfermedades. Juntos le decimos: sáname Señor con tu Espíritu….

Yo quiero sentir Señor el fuego de tu amor en mi corazón, las palabras tuyas Jesús fueron tan alentadoras, tan esperanzadas, tan preciosas que nos llena el corazón de esperanza, nos llena de vida porque pensamos que ahora y siempre tendremos un futuro feliz, nada puede asustarnos, nada puede turbar nuestra paz, nada puede turbar todo lo que nos lleva a vos Señor. Es cierto que a veces nos cuesta soportar una enfermedad o tener contratiempos de todo tipo, pero bien vale la pena Señor con todas tus promesas y todas tus realidades, porque has muerto en una cruz Señor, eso conmemoramos hoy para resucitar y al mismo tiempo hacer que todos nosotros podamos hacerlo, para vivir toda una eternidad feliz, toda una eternidad feliz.

Ahora, todos los que están presentes levantamos nuestras fotos para que Jesús pase sanando, el mismo Jesús que habló recién, es el que les dará la sanación a todos aquellos por los cuales ustedes vinieron, a todos aquellos que ustedes están pensando, a vuestras familias, a todos los que aman, a todos los que no aman y ustedes aman, por supuesto también por las autoridades religiosas, los párrocos de cada pueblo de donde vienen, los obispos de cada diócesis, las autoridades políticas, económicas, sociales, todo. Para que no mueran personas por esa epidemia que nos está dando tanto dolor de cabeza, para que se termine muy pronto todo eso y sepamos tomar las medidas necesarias para que nunca más.

Pasá sanando todas las fotos Señor, todas las personas, todo, qué podés ignorar vos Señor, qué cosas puede haber en nuestro corazón que vos no la sepas, qué necesidad tenemos de decirte Señor si vos conocés todo nuestro interior y porque lo conocés y porque nos amás sanás todo y bendecís porque sos Padre, sos Hijo y sos Espíritu Santo, Amén.

Le pedimos al Señor que sane nuestra herencia y nuestra descendencia, que se instale en cada una de las casas, sobre todo en las casas que tienen memoria para sacar todas las cosas malas que haya y que les está perturbando la vida o dándole algún malestar, limpieza general. Guerra de amor a todo lo que es malo, el Señor es el Rey del amor, abramos nuestro corazón para recibirlo, dejemos de lado todas las pequeñeces de nuestra vida y pensemos que su amor es lo más valioso que podemos tener, el resto, el resto no importa.

Toda la Misericordia sobre ustedes, porque están en el Templo de la Misericordia, todo el amor de la Madre con ustedes.

Esta ceremonia terminó, el que quiere irse ya puede hacerlo, porque la sanación el Señor ya la hizo.

Ámame Señor con tu Espíritu….

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