Mensaje del 14 de Mayo de 2006

Desde aquél miércoles Santo en que empezó tu calvario personal, pasando por el jueves en otro lugar, llegando el viernes adonde te iban a operar al otro miércoles, desde todo eso hasta hoy sigue todavía el calvario y no va a termina.

Mensaje del 14 de Mayo de 2005

Habla Artemio:

Está el Señor con nosotros y la Madre también. Hoy es 14 de Mayo de 2005. Aparecieron otros Santos también.

Dice Jesús:

No iba a venir todavía a dictarte nada porque no tenés tanta fuerza pero algo voy a decir hoy y algo diré otro día.

Desde aquél miércoles Santo en que empezó tu calvario personal, pasando por el jueves en otro lugar, llegando el viernes adonde te iban a operar al otro miércoles, desde todo eso hasta hoy sigue todavía el calvario y no va a terminar; Yo comprendo que vos dirás: Señor, te estás pasando de…, me mandas demasiadas cosas, pero vos te has ofrecido y no es que Yo te mande nada, sino que voy usando todas las cosas que pasaron y pasan para ir remediando problemas.

Esto no se puede explicar porque en general nadie lo entiende, así como no se entiende por qué ese hombre de Buenos Aires adelgazó tantos kilos cuando escribía ese libro maravilloso al que le voy a dedicar una palabra especial, o el caso tuyo que sin motivos aparentes se fue destruyendo tu corazón; vos dirás: ¿pero no era el Corazón de tu Mamá?, claro, y sigue siéndolo. ¿Por qué crees acaso que todos aquellos que estuvieron tocando tu corazón se produjo en ellos una conversión general, pero sigue siendo el de Mi Mamá, solamente que tendrás que cuidarlo un poco para que alcance para siempre, pero también a Mi Mamá se le triza el Corazón como a Mí ante tanto dolor y tanto…, pero otro día quiero revelar las cosas que pasaron allá, solamente si te consuela te voy a decir esto: desde aquél miércoles Santo hasta hoy 2900 chicos no fueron abortados, se evitaron 180.000 accidentes de automóvil, en las obras en construcción no solamente en esa ciudad sino en muchos lugares, tantísimos obreros no perdieron pie y se cayeron al vacío, además 50.000 trámites de todo tipo, sean jubilaciones, sean la solución de problemas, sean de remate de casas, son miles…; y vos dirás: que Mi Mamá te adelantó algo ya, sí, pero Mi Mamá no dijo tantas cosas que pasaron desde entonces y antes. Las conversiones que obró tu enfermedad son innumerables, innumerables porque no termina…, no termina adonde llegó sino que se sigue multiplicando.

Todas aquellas ofensas que te ocasionaron por las heridas tuvieron tanto fruto, pero tanto fruto. En vez de recordarles Mis heridas, lo tomaban como una rareza; pero por un tiempo, no digo cuanto no te van a sangrar porque demasiado grande tenés la herida en el pecho, que es el lanzazo que te dieron a vos, no habría otra explicación a los ojos Divinos que eso. Esto te lo puedo seguir enumerando montones de cosas, así obro Yo con aquellos que se ofrecen, así obro Yo con aquellos que se creen insignificantes, así obro Yo, así obra Mi Misericordia.

Cuando estos Mensajes sean leídos producirán conversiones y montones de problemas serán solucionados, nueve Misas, los nueve sacrificios de la Misa que te inspiré dijeras hicieron tanto bien que es incontable y por supuesto las Misas dominicales que están siendo dichas desde hace tantos años. Mi palabra de apoyo, Mi palabra de valorización, Mi palabra de agradecimiento a aquellos que no se dejaron asustar por nada y continúan dando Mi palabra, no es que haya pasado lo que pasó para que ellos lo hicieran, pero al pasar lo que pasó ellos lo hacen y tienen Mi especial bendición, Mi especial bendición y Mis especiales Gracias.

No quiero que te canses demasiado, viví cada día como Yo te voy diciendo, Yo no voy a dejar que te lastimen, ya mucho te lastimaron, pero tus oraciones, tus alabanzas sanarán el dolor producido en muchas personas y no tomes a mal esas multitudes que querían invadir el lugar donde estabas, la gente ama y muchas veces no sabe el precio que tiene el amor para los demás, pero entendiendo Mi Misericordia se entiende todo. Es cierto que hay un antes y un después de todo esto, el después ya lo empezaste a ver, ya en los momentos difíciles cuando Yo te llevaba por todas las salas sanando los enfermos, cuando Yo te hacía estar en montones de lugares mientras que ni vos mismos aguantabas los dolores que tenías, porque algunos se dieron cuenta, otros no y montones de cosas, la mayoría, Yo diría casi todas, tal vez las personas tengan que pasar a esta vida para entenderlas; mientras tanto no te preocupes qué es lo que entienden y qué es lo que no entienden, sos un servidor del Señor, estás al servicio de la Misericordia, el resto no cuenta, lo que se puede entender o no, no lo exijas porque no debés.

Y ahora todos, con todo el amor, reciban esta bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

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