Oración del 09 de Diciembre de 2004

Revisá todo mi cuerpo Señor, entrá en el torrente sanguíneo, en el torrente linfático para llevar a todos los lugares más recónditas de mi ser tu sanación Señor.

Oración del 09 de Diciembre de 2004

Habla Artemio:

Dijera Jesús: estos aparatos, bien, entonces retomamos esto tan accidentado, seguramente alguno debe estar sacando beneficios de estos accidentes pero no le vamos a dar con el gusto ¿no es cierto? ¿mmm?, me refiero a alguien que ustedes ya saben de quien se trata, al maligno que cuando sabe que algo grande va a pasar él pone todos los inconvenientes posibles pero ya se ha acobardado con nosotros ¿eh?. Yo me siento en este lugar no porque se me ocurra, porque la verdad es bastante incómodo, pero Jesús dice que a Él le recuerda el pozo de Jacob donde le ofreció Agua Viva a la Samaritana, le recuerda también el Río Jordán, le recuerda el paso del Mar Rojo del pueblo hebreo y le recuerda ¿no es cierto? la piedra de Horeb que tocó Moisés en el desierto de la que salía agua y de donde los hebreos tomaron hasta saciarse, bien, por eso estoy acá no porque se me ocurra.

Es cierto Señor que a veces cuando uno habla puede hasta parecer un poco irritante, es decir, ocurre que si nos atenemos a lo que pasa en todos los seres humanos, cuando alguien está convencido de algo parecería que hasta tiene que gritarlo para que los demás oigan ¿verdad? pero no porque uno esté orgulloso como dije antes de uno, sino porque uno está orgulloso del Señor, que es otra cosa totalmente distinta, bien.

Entonces, con todo el afecto que sabemos nos tiene el Señor y que nosotros todos los días vamos descubriendo, humildemente le decimos: aquí estoy Jesús, en este día y todos los días a que alcance mi vida, yo hablo en primera persona, cada uno habla en primero persona por supuesto ¿no?, cada uno de ustedes, acordándose no solamente de ustedes sino de todos aquellos que ustedes aman y necesitan el auxilio del Señor, bien. Sabemos que la Madre está ofreciendo en el altar del Padre la Pasión de su Hijo, a cada instante, por toda una eternidad, eso nos tiene que dar una tranquilidad y una seguridad de ser como privilegiados delante del Señor si la Madre hace con nosotros eso ¿mmm?.

Jesús, no hace falta que te lo diga Señor pero conviene hacerlo porque a vos te gusta que uno te diga las cosas siempre y cuando uno te las dice vos la preguntás. Por eso, aquí tenés Señor toda nuestra vida, desde la cero hora hasta el día de hoy en adelante, te la presento Señor, total, completa, yo sé que lo que ves Jesús es una pila de dolor, sí Señor, aunque los hombres nos encargamos de disimular muy bien tanto dolor pero el Señor sabe hasta que punto somos una pila de dolor acumulado, más vale que tratamos de hacer ver otra cosa porque sino sería bastante duro el panorama que presenta nuestro ser ¿mmm? entonces uno trata de tener una fachada más o menos presentable, porque no es cuestión tampoco de ir andar mostrando todas las cosas que a uno le pasó porque sí nomás para que otro se aproveche de ella muchas veces, porque si algo es cierto es que los demás muchas veces gozan con nuestras cosas terribles ¿no?, no es que los demás sean malos, el ser humano es así, tiene un sentido morboso de la realidad, le encanta ver cuando otro le pasa algo malo ¿mmm?. Señor, qué te voy a decir a vos cómo es el hombre si lo conocés demasiado bien, pero sí Señor, yo tengo en este momento la voz para presentarte a todos aquellos que vos estás llamando con tu pregunta, la misma que hacías allá en los pueblos que visitabas hace dos mil años y que seguís haciendo ahora Señor y yo tengo la voz para contestarte cuando vos decís con toda tu fuerza: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, entonces Señor yo tengo que presentarte a todos y presentarme yo también.

Mirá Señor la vida de cada uno, recién te dije desde la cero hora pero también Señor tenés que mirar hacia atrás, toda la ascendencia nuestra, por ahí alguno dirá: esto ya lo oí, claro, más vale, eso no quita de que vuelvas a hacer todas las cosas y si vos creés que está todo completo hacelo para otro, bien.

Entonces Señor revisá todos nuestros antepasados porque seguramente hay mucho que es objetable, algo que no está bien y que de generación en generación fue pasando de padres a hijos y hoy nos encontramos con que muchas veces el hombre está pagando cosas muy viejas, pero eso es hasta este día en que Señor te decimos: pasa sanando todo nuestro pasado, hasta llegar a mil generaciones, es decir siempre y por supuesto Señor para que nadie tenga que heredar nada que no convenga también nuestra descendencia para siempre.

Toda esta oración que estamos haciendo para que ustedes le encuentren mucho más peso, mucha más gravedad y mucha más importancia, la estamos haciendo en un lugar donde el Señor eligió y su Madre para manifestarse a todos los hombres del mundo y dar sus Mensajes ¿mmm?. Esto nos recuerda que en el Antiguo Testamento cuando el Señor se manifiesta en la zarza ardiendo, Moisés siente un temblor enorme porque se pregunta en su interior: ¿es que podré ver al Señor?, después viene todo aquello de descalzarse, de no tener calzado en un lugar Sagrado, etc., ¿no?, pero, es decir, siempre el Señor aseguró una importancia especial a todos aquellos lugares en los cuál Él se manifestó, es cierto que el Señor está en todos lados, pero en algunos sitios está más presentes que en otros.

Por eso Señor, en esta tarde, estamos hablando con vos Señor tan confiados, tan seguros, porque es tanta nuestra alegría sabiendo todo lo que nos amás Señor y eso hace que renazca en nosotros la esperanza, ¿la esperanza de qué?, de todo lo mejor. Si a partir de hoy no sentís que tu corazón se derrite como un almíbar de amor, pensando en que el Señor está llegando a él, entonces insistí porque algo está pasando que no conviene ni corresponde, porque el propósito del Señor es llegar a cada uno de nosotros y en un abrir y cerrar de ojos transformar nuestra vida, no sea cosa que nosotros influenciados no sé por qué ni por quién o por una falta de convencimiento Señor de todo lo que nos amás, nosotros mismos estemos cerrando la puerta a todo lo bueno que ha empezado a manifestarse, tal vez haya algunas personas aquí que ven lo que está pasando y es como si un montón de…, algo como parecido a la nieve está descendiendo sobre todos, es la gracia del Señor que quiere llenar a cada uno de toda la Luz necesaria para corroborar las palabras que Él dice siempre ¿mmm?: “Yo soy la Luz del mundo, quien me sigue no anda en tinieblas; Yo soy la verdad, Yo soy la vida, Yo soy el amor, quien me sigue no anda en tinieblas porque posee la verdad para manejarse, el amor para comprender, la Luz para no perderse en el camino y todas las virtudes para adornar su espíritu en este largo peregrinar sobre la Tierra hacia la Jerusalén Celestial”, que vendrá allá a lo lejos en el tiempo pero mientras tanto tenemos esa Luz, esa verdad y ese amor para decirnos todo lo que necesitamos para ser felices y mirar el futuro con toda la esperanza, eso es lo que quiere el Señor. Lejos de Él está en castigos o en pruebas, quien dice eso todavía no entendió porque Él no está para castigar, Él está para amar ¿mmm?.

Entonces, todo es propicio, todo, para que se de en nosotros todo lo mejor, habrá que tener un acto de humildad muy grande para igualar a María Santísima y decir con fuerza: he aquí Señor tu esclavo, hágase en mi según tu palabra”. Al decir eso también podremos decir con María Santísima: “mi alma engrandece al Señor y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador porque fijo los ojos en la pequeñez de su esclava y en adelante todas las generaciones me llamarán bienaventurada, es decir feliz”. El Padre en un acto completo se da a nosotros como un acto de su voluntad en su Hijo Jesucristo a través de la Virgen y Jesús en un acto sublime de su voluntad también se ofrece por nosotros, su vida, todo, su sangre y aún la sigue ofreciendo porque sus heridas aún están abiertas.

Entonces, el Padre se da, el Hijo se da y el Espíritu Santo se da a cada instante en nuestra conciencia diciéndonos todo lo que es necesario para que realmente vivamos dentro del proyecto de Dios y todo lo que nos pase sea obra del Señor, todo lo que nos pase, desde las pequeñas cosas hasta las más grandes, todo, entonces si todavía nuestra alma está un poquito como dudosa y no podemos hacer un acto voluntario, plenamente voluntario de entregarnos al Señor sería mejor que empezáramos de nuevo porque nos hemos quedado rezagados a mitad de camino. Señor, si mi forma de expresarme o la actitud que tengo en mi interior aún no es lo suficientemente grande como para entregarme totalmente a vos vuelvo a insistir Señor, quiero pertenecerte hoy y siempre, quiero estar en tu proyecto Señor, porque sé que tu proyecto es un proyecto de amor y siempre termina bien. Señor conmueve los cimientos de mi ser, como te decíamos en el canto Señor: rompe mi vida Señor y hazla de nuevo si es necesario.

Entonces, si a esta altura del ofrecimiento todavía mi entrega sigue siendo relativa vuelvo hacia atrás y vuelvo a decirte: Señor, no mires mis condiciones, no mires mi pasado porque sé que las cosas malas que hice ya las has perdonado, no mires nada Señor así como yo tampoco lo miro Señor, porque al entregarme a vos Señor estoy diciendo que no a todo lo que sea orgullo, soberbia, ser pagado de sí mismo, tener esa forma repelente de ser, todo eso he renunciado Señor porque a vos solamente puedo acceder con toda la humildad Señor, qué puedo hacer Jesús si todo lo mío es tan pequeño Señor, es tan chiquitito, de qué puedo enorgullecerme Señor, qué puede pasar en mi vida que a veces me hace creer, creer en que puedo esto o puedo lo otro, Señor yo no puedo nada si no estás vos apuntalando mis poderes Señor, entonces con toda mi fuerza Señor, con la poca o mucha fuerza que tengo te digo: aceptame Jesús en tu corazón, decí que sí Señor, aceptame en tu corazón y también entrá en el mío Señor, que ya no se sepa Jesús dónde terminás vos y dónde comienzo yo, no. Entonces Señor ya dentro de mí, humildemente te digo: mirá todo mi cuerpo Señor, tan lleno de cosas indeseables, de formaciones, enfermedades, funcionamiento relativo de los órganos, tantas cosas Señor que van así nomás.

Revisá todo mi cuerpo Señor, entrá en el torrente sanguíneo, en el torrente linfático para llevar a todos los lugares más recónditas de mi ser tu sanación Señor. Que bien me siento Jesús sabiendo que estás en mi interior porque yo te invité Señor y porque vos quisiste venir, que bien me siento Señor saber que estás paseando por mi ser no solamente por mi físico Señor sino también por todo lo espiritual que tengo en mí y te veo Señor que en este momento estás restañando las heridas de toda mi vida pasada, estás blanqueando todos los moretones que tengo en mi alma y que no me dejan vivir como fantasmas que me atormentan. Señor no quiero oponer ninguna resistencia, no quiero usar ningún argumento, nada Señor, ni sí, pero, pero, nada Señor, aquí estoy, este soy yo Señor, rompelo si es necesario para hacerlo de nuevo o al menos volvé a hacer todo aquello que no está bien hecho Señor. Este día es único en nuestra vida Señor porque vos has pasado sanando todo un pasado horrible, a veces no tanto pero en general sí, después pasaste sanando todas las heridas que fui recibiendo dentro de la panza de mi mamá y después en el nacimiento y más adelante Señor y uno mira hacia atrás Jesús y más que vivir es como si la vida lo vivió a uno Señor o sobrevivió, siempre solitario y la intemperie, sin la protección de nada Señor, excepto la tuya que siempre estuvo y en forma gratuita Señor, solo y a la intemperie, azotado por los vientos, por las lluvias y por todo, que es justamente la vida de aquellos seres que siempre tuvieron que mendigar un poco de afecto, tal vez algunos digan: yo no, está mintiendo, porque todos somos mendigo de afecto, todos, sin excepción, somos en la medida en que somos amados y amamos y nuestra realidad siempre es la misma, una falta de amor tan grande que el amor que nos dieron apenas nos alcanzó para sobrevivir y sin aleccionarnos el amor que le damos a los demás a veces ni les alcanza para sobrevivir.

Pero hoy Señor se termina todo eso porque yo dejo de pensar en mí Señor, empiezo a mirar tu rostro en la figura de cada uno de mis hermanos, comienzo en mi casa Señor viendo a mi esposo, a mi esposa con tu rostro, a mis hijos, todo los que conviven en la casa, todos los que están cerca y no tan cerca, hoy empiezo de nuevo Señor, todo empieza de nuevo en mi vida porque yo estoy decidido Señor a que empiece de nuevo, ya no me convence la vida que viví, ya no más mentiras y engaños, ya no más falsedades ni cosas aparentes, quiero ser genuino Señor delante tuyo, auténtico, si soy poquito pues bien poquito, si soy un poquito más seguramente es porque ya me has hecho crecer Señor pero siempre debo partir de la base que quien me hace crecer sos vos Señor y nadie más y los demás me ayudarán en la medida que están llenos de vos sino no tendrán sobre nosotros ningún efecto, nada, absolutamente nada, podrán sobre mí Señor ayudarme cualquiera que sea en la medida en que están llenos de vos, sino no pasa nada.

Señor, muchas cosas las entiendo, otras no, cuántos sufrimientos me parecen innecesarios como si uno estuviera pagando culpas ancestrales, en una de esas sí Señor, en una de esas no sé. Por eso Señor, te lo vuelvo a repetir hasta el cansancio: rompé mi vida y hacela de nuevo, rompé mi copa porque no puede contener el líquido que quiero que contenga ¿eh? y esto Señor no te lo pido a vos porque sí, sé que vos derramaste tu sangre preciosísima para mí Señor y para todos los hombres, pero en el momento en que estabas agonizando en la cruz porque habías perdido ya mucha sangre, cada uno de nosotros, yo Señor estaba en tu mente y en ese momento Señor me amabas con toda tu fuerza porque lo más grande que puede pasar es dar la vida por otro.

Entonces Jesús... (se dio vuelta la cinta)...

Se terminó la grabación...........................

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