Mensaje del 12 de Noviembre de 2004

Sí Señor, mirá mis problemas de salud, mirá todo mi cuerpo, yo me toco Señor incluso en aquellas partes donde tengo problemas, yo me toco Señor porque mi mano es como si fuera la tuya que me pasa sanando Señor.

Mensaje del 12 de Noviembre de 2004

Habla Artemio:

Cerramos los ojos, estamos delante del Señor que está entre nosotros porque Él dice: “cuando dos o más estén reunidos en Mi nombre Yo estaré en medio de ellos”, y pensemos no solamente en nosotros sino en las personas que amamos, todas las personas que amamos, que quedaron en casa o están lejos, pensemos también en las personas que están presentes que a veces necesitan más que lo que necesito yo, entonces es cierto que yo necesito pero debo acordarme de aquél que es más pesada su carga.

Por eso Señor, todos los días repetimos aquello de: en esta tarde y todas las tardes a que alcance nuestra vida volvemos Señor a hablarte con todo nuestro corazón, ¿qué te diré Señor que vos no sepas?, pero me gusta decírtelo porque a vos también te gusta que te lo digan, sí Señor, necesitamos darte gracias por todo lo que nos das, porque si nos ponemos a contar es más lo que tenemos que lo que nos falta, pero Señor son muchas nuestras necesidades, son muchos nuestros problemas, es enorme la cantidad de penas que hay en mi alma por las cosas que me pasan, por mi salud, por los problemas que tengo, por la falta de trabajo, por la incomprensión de mi esposo o de mi esposa, por los padres, por mis padres que no me han querido ni me quieren lo suficiente, por mis hijos, que por no haber hecho las cosas bien y tal vez castigarlos demasiado ahora se me han escapado de las manos y andan por el mundo rodando y rodando.

Señor, necesito que entres en mi vida, necesito que te adueñes de mí Señor y no solamente de mí sino de todas mis cosas, necesito Señor que todos mis pensamientos, todos mis gestos, mis actitudes, todo, sean guiados por vos Señor, quiero que tu Espíritu Santo hable en mí a cada momento para orientar mi vida, guiar mis pasos, hacerme conocer lo esencial, sentir lo que debo sentir por todos mis hermanos y por mí. Sí Jesús, en este día y siempre Señor, quiero que vengas a mi y me des lo que me hace falta Señor, yo sé que todos tienen sus necesidades, claro, pero yo tengo las mías Señor, yo sé que todos tienen sufrimientos dolores, angustias, enfermedades, pero yo tengo las mías Señor, por eso humildemente te digo: tené en cuenta toda mi vida Señor, desde mil generaciones atrás antes que yo naciera y mil generaciones después para que se borre todo lo malo que hay, que viene de atrás y a partir de este momento en este día viernes, yo quede sano por tu intervención Señor y ya no tenga que heredar nada de los que vivieron antes y mis descendientes no tengan porqué pagar cosas que no hicieron, entonces Jesús, tené en cuenta todos mis problemas Señor y no solamente lo mío sino todos aquellos que quedaron en casa, mi familia, mis hijos, mis padres, mi esposo, mi esposa, todos los que amo y aquellos que yo amo y no me aman y todos aquellos que provocan con sus palabras excesivas y su lengua demasiado larga, provocan tantos disturbios y tantos problemas en la familia y en las comunidades.

Señor, quiero tener un director espiritual que esté realmente a mis órdenes, en el sentido de que me escuche cuando yo lo necesito, quiero Sacerdotes Santos y ubicados en el mundo y en el tiempo para que me den una respuesta a mis problemas como yo las necesito, no como a ellos les parece. Necesito gobernantes que sean rectos, justos, que no sean corruptos, necesito Señor que en las pequeñas o grandes comunidades vaya apareciendo la justicia y que prevalezca la justicia con toda su fuerza, en una palabra Señor, necesito vivir donde yo pueda amar a los demás y los demás me amen, hay necesidad de eso Señor, porque no es nada más que seguir con tu mandamiento: “ámense unos a otros como Yo los he amado”, no puede ser esto obra de un momento o de algún día, tiene que ser toda nuestra vida organizada así sino no funciona nada.

Sí Señor, mirá mis problemas de salud, mirá todo mi cuerpo, yo me toco Señor incluso en aquellas partes donde tengo problemas, yo me toco Señor porque mi mano es como si fuera la tuya que me pasa sanando Señor, me pasa sanando, tu mano pasa sobre mí, sobre todos mis dolores, sobre mis enfermedades, sobre todo pasa sanando Señor, tu mano pasa sanando en todo Señor y en la medida en que yo realmente esté convencido de todo tu amor, el amor que vos me tenés Señor, mis problemas se van a pasar Señor, sáname Señor, sáname todo Señor, sáname todo.

Dice Jesús:

Sí Mi querido, quiero hacer oír también Mi voz en este día, siempre les estoy hablando en vuestra conciencia como el Espíritu Santo pero también quiero decirles aquí de cuerpo presente, junto a Mi Padre Adoptivo, San José, Mi Mamá y los Santos y familiares de los que están presentes, quiero decirles y recordarles una vez más cuánto los amo, repetirles lo de la Epístola de Santiago: “de que nunca pasa por Mi mente, ni por casualidad querer castigarlos, ni ponerles pruebas ni hacerles ningún daño”, porque Mi tarea es el amor. Desde siempre Mi Padre fue dación, fue darse en un acto de su voluntad, incluso cuando me envía a Mí a la Tierra Él decide dar, “y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”, sí.

Y Yo anduve por el mundo como un niño, como un adulto y como el Maestro, el Enviado del Señor, el que trajo la Buena Nueva, pero hoy vuelvo a decirles lo que otras veces les dije: no quiero que se conozca de Mí algunas cosas solamente, quiero que se conozca todo lo posible y aquellas palabras en el Evangelio de San Juan: “que si se tuvieran en cuenta todas las cosas que Yo hice no alcanzarían las hojas de papel para llenarlas con Mis obras”.

Entonces, me gustaría que conocieran detalles y aspectos de Mi vida, para que me valoren también no solamente como Hijo de Dios sino como un hombre que sufrió, padeció, peinó sus cabellos, su barba, lavó su cuerpo, disfrutó de comidas, de la alegría de los amigos, disfrutó de la vida de familia junto a José y María, disfruté de todo. Quiero que sepan que el Señor vivió también como viven ustedes, que se levantan temprano y organizan el día, que si tienen hambre toman alimentos, que si tienen sed beben agua, todas las cosas que ustedes hacen Yo también las hice porque mitad de Mi naturaleza es humana, nunca me canso de repetirlo.

Ahora, es tan importante que ustedes sepan, es tan importante que ustedes me valoren como hombre también, porque de esa forma es más fácil llegar a Mí, y les digo también lo que les digo siempre: que les amo con toda mi alma, les amé desde siempre y para siempre, que tienen que confiar en Mi amor y si confían en él renace en ustedes la esperanza y si renace la esperanza nada es imposible que suceda en la vida de ustedes, nada es imposible, pídanme todo lo que necesitan y se los concederé, llamen a la puerta y se les abrirá, no me importa cómo hayan vivido o cómo vivan, Yo los amo igual, totalmente, sin ningún tipo de problemas, con toda Mi fuerza, hoy y siempre.

Confíen en Mí y además, háganme un lugarcito en vuestro corazón para poder vivir en él siempre, todo lo que hagan y facilite Mi entrada en ustedes, me llenará de gozo y alegría, quiero vivir en ustedes, quiero estar en ustedes, quiero que ustedes formen parte del proyecto del Señor, háblenme con vuestro corazón, así como Yo les hablo con Mi Corazón, háblenme, díganme de todo lo que les pasa, Yo necesito saberlo de vuestra boca aunque ya lo sé.

Recuerden siempre: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, quien me sigue a Mí está en la verdad y Yo estoy en él; Yo soy la Luz del mundo, quien sigue Mis pasos no anda en tinieblas”, quiero vivir en vuestros corazones, ábranme, déjenme pasar, quiero llevar a Mi Madre también, ella es Mediadora de todas las Gracias, no quiero ir solo a vivir en vuestro corazón, quiero que esté Mi Madre junto a Mí, hoy y siempre. Dirán ustedes: el Señor dice cosas que ya dijo antes pero tal vez no de la misma forma, y si dijera lo mismo ya ustedes hoy no son lo mismo que ayer o antes de ayer porque hoy tienen otras vivencias, otra vida y puede que hoy haya más receptividad en ustedes que ayer o antes de ayer o hace un año.

Por repetidas nunca dejen de escuchar Mis palabras, no dejen nunca de escuchar Mis palabras y sobre todo tienen que convencerse que si estoy en vuestro corazón les llenaré de gozo y les daré todo lo que necesitan para ser felices, ¡vamos!, ¡déjenme entrar!, déjenme entrar y Yo me quedaré para siempre si ustedes me aceptan, ¡déjenme entrar!.

Amén.

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