Mensaje del 01 de Enero de 1998 - Madre Teresa
Me arrodillo delante de ti, no porque sos un hombre sino porque tenés en tus entrañas el Sagrado Corazón de María, me arrodillo y quedaré toda la noche aquí donde estoy, haciéndote compañía y cuidándote de todo, velando tu sueño y preparando el mañana, me arrodillo delante de vos porque me estoy arrodillando ante el Corazón de María Santísima, su Inmaculado Corazón.