Mensaje del 28 de Noviembre de 1998 - Madre Teresa

Miren mis queridos mis ojos, mis manos, mis arrugas, mis pies.

Mensaje del 28 de Noviembre de 1998

Dice la Madre Teresa:


Cuando uno está transitando por los caminos de la Tierra no es tan fácil y además no queda bien... (se dio vuelta la cinta)..., no conviene decir las cosas que uno hace, porque parece faltar a la humildad, pero cuando uno está de este lado y todos tienen conciencia de que todo lo que se hace lo hace el Señor, entonces solamente por esas palabras de la justicia de que habló Nuestra Señora yo me pongo delante de ustedes para que me observen, miren mis arrugas, miren mis ojos, miren mis manos, miren mis pies y después piensen: esta mujer anduvo entre fiestas y banquetes luciendo ropas costosas o entregada a sus hermanos; miren, miren bien mis ojos, miren mis manos, miren mis pies y eso les dirá por donde anduve en el mundo.

Y les voy a decir una cosa, yo siempre tuve conciencia de las tremendas injusticias que reinan sobre la Tierra, pero nunca me puse a llorar sobre las injusticias, será por mi temperamento que es así, cada vez que pensaba en ellas me daban una fuerza, me daban un coraje, me daban un impulso que yo misma me decía a mí misma: me das miedo de todo lo que sos capaz de hacer.

Miren mis queridos mis ojos, mis manos, mis arrugas, mis pies.

Amén.

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