Mensaje del 11 de Julio de 1998 - Madre Teresa

No hago referencia a mi persona, eso quedará en manos del Señor, pero debe haber en cada ser humano una respuesta a su tiempo, no estar descolgado del tiempo y además no hay que tenerle miedo al sufrimiento.

Mensaje del 11 de Julio de 1998

En el mensaje de hoy Jesús y María hablaban sobre la santidad de hoy…

Dice la Madre Teresa:


De las palabras de Jesús y María, yo puedo desprender algo muy importante, y esto puedo decirlo porque estoy aquí, antes no podría haberlo dicho aunque estuviera inspirada de decirlo.

Muchos me catalogan ya como Santa de nuestro tiempo, bueno yo no digo nada, si el Señor así lo quiere será, pero en todo caso piensen que mi forma de Santidad, si la hay, nada tiene que ver con otros personajes históricos que también han muerto en olor de Santidad, ¿qué quiero decirles con esto?, que cada tiempo tiene Santos que responden a ese tiempo. No es fácil encontrar en nuestra época un San Juan de la Cruz, o una Santa Catalina de Siena, no es fácil encontrar a un Benito de Nursia, ni mucho menos encontrar a un Pío X, San Pío X, José Sarto, porque cada época, los que tuvieran una vida ejemplar han respondido plenamente a las necesidades de esa época.

Entonces, observen con detenimiento todo lo que pasa en el mundo hoy, o lo que pasaba hace quinientos años o mil años y van a ver que tienen modelos muy diferentes para elevar a los altares, muy diferentes. No hago referencia a mi persona, eso quedará en manos del Señor, pero debe haber en cada ser humano una respuesta a su tiempo, no estar descolgado del tiempo y además no hay que tenerle miedo al sufrimiento, porque cuando se tienen virtudes en grado heroico, el sufrimiento parecería que está siempre subyaciendo debajo de esas virtudes en grado heroico. Sufrimiento ¿por qué, porque el Señor le encanta hacernos sufrir?, nada de eso, ocurre que las mentes lúcidas ven más cosas que los otros y se adelantan a su tiempo, en un tiempo determinado, en consecuencia quienes los oyen se sienten muy tocados, se sienten descubiertos, se sienten en falta. Entonces, acuérdense que pasaba con los Profetas, excepto dos, todos murieron y sin embargo ellos sabían que esas personas las mandaba el Señor para indicarles el camino, entonces por eso el sufrimiento, como una necesidad lógica de adelantarse al tiempo en que están viviendo, para señalar un camino o para escuchar concretamente los llamados del Señor.

Pienso que soy clara en todo esto, nadie se imagina a un San Juan de la Cruz haciendo cola ante una casa de gobierno o pasando delante de las colas para entrar y luego pidiendo disculpas por haber entrado, pensamos en un San Juan de la Cruz recluido en una pieza haciendo cantos sublimes a su Señor y tal vez la Santidad de hoy tenga otras características, también necesitará Santos como San Juan de la Cruz pero no necesita otro tipo de Santos, por supuesto todos con virtudes en grados heroicos, pero otro tipo de personas que se adelanten a su tiempo y digan cosas para que los demás continúen con eso.

Entonces, es decir hijos míos, tengan en cuenta que la Santidad siempre involucra subyaciendo el dolor y el sufrimiento diario, cotidiano, de cada minuto, de cada hora, de cada día, porque quien ve más claro y se adelanta evidentemente debe sufrir más, no porque el Señor le haga sufrir para acrecentar sus virtudes, ese es un error terrible pensar en que el Señor puede hacer sufrir para acrecentar las virtudes de una persona, es una consecuencia lógica de vivir un tiempo, una hora determinada en un momento de la historia.

Como ven yo no hago y no hice más que continuar hoy con las palabras de Jesús y de María, en todo caso esto vale como lo que dijo Jesús o lo que dijo María, por eso digo Gloria al Señor.

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