A veces me pongo a pensar en las formas de amar a María y en la forma de amar a su Hijo, no es mucha la diferencia pero no te olvides nunca que María es Madre y habla como Madre y Jesús es el Hijo y habla como Hijo.

Mensaje del 21 de Diciembre de 1997

Dice la Madre Teresa:

Hay que acostumbrarse a la seguridad de que cuando el Espíritu Santo obra en una de las palabras que uno debió decir aunque a veces puede incomodar, puede parecer inoportunas, además hay que adquirir una plena confianza en todo el fuego, toda la llama de amor que sale del Corazón Inmaculado de María, es una muy buena costumbre sentir siempre: quiero estar metido dentro de esa llama de amor ya que María es Mediadora de todas las Gracias.

A veces me pongo a pensar en las formas de amar a María y en la forma de amar a su Hijo, no es mucha la diferencia pero no te olvides nunca que María es Madre y habla como Madre y Jesús es el Hijo y habla como Hijo.

Eso es que parece simple al decirlo tiene una profundidad tan, tan intensa e inmensa que nunca tal vez haya sido comprendido plenamente por todos los hombres que son Iglesia, muchas veces, la mayoría de las veces son conceptos que no tiene contenido y que en el fondo nos demora en el crecimiento, en el proceso y en la evolución de nuestra vida espiritual.

Oportunamente seguiré hablando más del amor de María, porque en ese fuego viví quemándome a lo largo de toda mi vida y fue ese fuego que me dio fuerza para resistirlo todo, mucho más allá de lo que puedas imaginar.

Amén.