Mensaje del 11 de Octubre de 2007

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Hay en Aparecida, hay cosas redactadas muy lindas pero ¿será nuevamente Medellín, Puebla, Santo Domingo?, me temo que sí, me temo que sí y eso me duele Mis queridos, porque hay tantos que tienen su corazón lleno de esperanzas y pienso que van a cerrar los ojos sin que esas esperanzas se concreten.
Mensaje del 11 de Octubre de 2007

Habla Artemio:


11 de Octubre.

Dice Jesús:

Hoy es el día dedicado a Juan XXIII, que hombre extraordinario, que Santo varón, en todos los órdenes, que maravilla y todo lo que hizo al convocar el Concilio Vaticano II, realmente escuchó la voz del Espíritu Santo que le decía que convocara al Vaticano II.

Y ahora mientras veo que en muchas cosas se quiere volver al Vaticano I me hace pensar seriamente, porque una cosa es escuchar el Espíritu Santo y otra cosa es manipular el Espíritu Santo a gusto y paladar de cada uno, habrá que tener muy en cuenta eso, porque muchas veces los hombres dicen estar escuchando la voz del Señor pero se hace más importante la voz personal, digo, cada uno sabrá.

Estuve viendo, oyendo, y también teniendo en cuenta los alcances del Documento de Aparecida en Brasil y surge a Mi mente, clarísimo, esa expresión del Éxodo 3, 7: ”bien vista tengo, la aflicción de Mi pueblo en Egipto, y he escuchado el clamor que le arrancan sus capataces. Pues ya conozco sus sufrimientos, he bajado para liberarle de la mano de los egipcios y para subirle de esta tierra a una tierra buena y espaciosa”.

Como pueden notar allá en el fondo de la historia los problemas eran tan parecidos, por supuesto en otra época.

Yo quiero una revisión de la historia desde los pobres, de los pobres, de los despreciados, de los indefensos, de las víctimas y no de sus opresores y verdugos y hay una terrible necesidad de transformar la sociedad como tal en favor de los pobres, hay que ver la historia desde ellos como esperanza para ellos. Quiero ver denuncias y la buena noticia tiene que ser no solo como salvación sino como liberación.

Quiero encontrar en las palabras del Documento de Aparecida, que de los pobres es el Reino de Dios y pensando en todas estas cosas, pensando en todo, me hago eco de el pensamiento de muchos hombres, porque si Yo hablo de Latinoamérica tengo que partir de lo que dicen los hombres latinoamericanos, no puedo, ya lo dije días atrás, en otro Mensaje, no podemos pensar a América desde Europa o con mentalidad europea, por ahí uno de Mis hijos dijo esto, escúchenlo, un hijo nacido de la tierra, nacido: la opción por los pobres es pues algo parcial, pero esa parcialidad se abre a la totalidad y desde esa parcialidad se alcanza, creemos, una totalidad más plena y más cristiana. Dios es el Dios de todos pero no de la misma manera, es en directo el Dios de los pobres, es también el Dios de los empobrecedores en cuanto les exige una radical conversión y es el Dios de los no pobres en cuanto exige que estos se pongan al servicio de los pobres. De estas diversas formas Dios se muestra como el Dios salvador de todos, y lo mismo ocurre con el ser humano. En lo humano hay algo universal pero la realización correcta y salvífica de eso universal comienza con la opción por el que es pobre y termina en la solidaridad de unos con otros, lo humano universal se realiza salvíficamente en la solidaridad, en la fraternidad pero en aquella que comenzó con un primer movimiento de optar por los pobres de este mundo. En este sentido la opción por los pobres con todas las analogías y mediaciones que haya que especificar es exigencia y salvación para todos en el tercer mundo y en todo el mundo.

Creo que está claro todo esto ¿no?, Yo creo que sí, nadie puede discutir la buena voluntad pero el problema se manifiesta cuando Yo reviso por ejemplo el Vaticano II y todas las buenas intenciones que tuvo, reviso la respuesta en América al Vaticano II, primero en Medellín, después en Puebla y también en Santo Domingo y miro el trabajo muy bueno de muchas Conferencias Episcopales, pero déjenme decirle también ¿cuánto de Medellín, Puebla y de Santo Domingo cuajó realmente en la Santa Madre Iglesia?, Yo les pregunto ¿cuánto?.

Leer Medellín y Puebla y Santo Domingo es de una belleza muy grande y ¿por qué quedó todo en nada?, sí, algunas cosas, pero lo que a Mí me duele sobre manera es que cuando alguien hace una interpretación en América, desde América, de la realidad social, cultural, económica, política, de todo lo que les rodea, no es bien visto por los ojos europeos, no es bien visto por aquellos que no han mamado la misma leche de los pobres latinoamericanos o de otros lugares del tercer mundo, no es lo mismo, se nota tan fácilmente, porque es una cuestión de mentalidad y se ve en las más diversas actitudes, desde la más pequeña hasta otras grandes.

Hay en Aparecida, hay cosas redactadas muy lindas pero ¿será nuevamente Medellín, Puebla, Santo Domingo?, me temo que sí, me temo que sí y eso me duele Mis queridos, porque hay tantos que tienen su corazón lleno de esperanzas y pienso que van a cerrar los ojos sin que esas esperanzas se concreten.

Amén.

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