Mensaje del 06 de Septiembre de 2006

Varios Mensajes en este día

Mensaje del 06 de Septiembre de 2006

Habla Artemio:

06 de Septiembre.
1º Mensaje de la Virgen María.

Dice la Virgen María:

Los he consagrado a todos a Mi Sagrado e Inmaculado Corazón, estoy tan contenta con ustedes que todo lo que me han pedido le rogaré a Mi Hijo que se los conceda, desde hoy no se olviden de trasmitir a vuestros hermanos la devoción a Mi Inmaculado Corazón. Quien se encomienda a Mi Corazón y por quienes pidan les reservaré un lugar especial en el Cielo.

Hoy ustedes se han acordado de las almas del Purgatorio, o como dice Mi Hijo: las que están en la oscuridad, no les alcanzaría los cabellos de su cabeza para saber cuántas almas han llegado a Dios.

Recuerden a vuestros padres con mucho amor, porque si han cometido algún error ustedes los han heredado, no tienen la culpa, Jesús ya lo ha reparado todo.
No quiero ver más lágrimas en vuestro rostro por los dolores del pasado porque Yo los he recogido y dado a Mi Hijo. Sería muy feliz si al despertar a la mañana invocaran a Mi Inmaculado Corazón.

Si ustedes vieran en la dimensión en que Yo estoy se verían brillar como soles y todo esta casa está brillando como un sol y los rayos que se desprenden llegan a todos los que están de fiesta.

Este es el verdadero Cuerpo Místico, la comunidad que se dedica a orar por los enfermos, los que sufren y los que tienen problemas.

Se hace una pausa...


Habla Artemio:

2º Mensaje, siempre de la Virgen María.

Dice la Virgen María:

Mi Sagrado Corazón está disponible para todas vuestras necesidades, pídanme todo lo que quieran que se los concederé, sepan que los amo con todo Mi Corazón, por eso no dejaré de venir a todo lo que hagan aquí. Estoy con ustedes siempre pero vendré físicamente.

Me alegro enormemente porque cada uno en su lugar de trabajo me da a conocer de alguna manera y ustedes verán los frutos de vuestra oración, habrá muchos prodigios, sanaciones y milagros que ustedes le piden a Mi Misericordia. No tengan miedo de nada ni de nadie porque estoy con ustedes. Sean coherentes, no
teman las amenazas, todo esto tiene más vigencia que todos los que amenazan.

Se hace una pausa...


Habla Artemio:

3º Mensaje.

Dice la Virgen María:

Sepan hombres de este continente que Mi Hijo en la cruz no ha derramado su sangre en vano, llegó la hora de que esta sangre les alcance a ustedes, a esta América de injusticias donde cada noche tres cuartas partes de la población se acuesta con hambre. Las enfermedades son el pan cotidiano donde se vacuna a los niños para que el día de mañana sean estériles, las injusticias sociales, económicas, políticas han creado un sub mundo donde el factor dominante es la desesperación, otros deambulan de un país a otro para encontrar remedios a sus males, viviendo en la ilegalidad, por lo tanto, sin poder exigir nada.

Segregaciones raciales, sociales, políticas, sexuales, donde predomina la ley del más fuerte y los atropellos a la dignidad del hombre son tantos como la hierba que crece en los campos.

Mi Corazón está tan dolorido y ultrajado. ¿Para esto les alcanzó la sangre de Mi Hijo?, aquí la redención fracasa por culpa de las almas endurecidas por el egoísmo, pónganse la mano en el corazón: ¿no sienten vergüenza?.

Ya sé que en esta América hubo y hay muchos Santos que quemaron y queman sus vidas por sus hermanos, pero muchos de ustedes deberían llorar a gritos para pagar culpas y empezar a remediar atrocidades.

Siempre se está a tiempo, tienen que convertirse a Mi Sagrado Corazón.

Se hace una pausa...


Habla Artemio:

4º Mensaje.

Dice la Virgen María:

La Gran Cruzada del Espíritu Santo, porque Yo soy la Mensajera del Espíritu Santo, para que ustedes entiendan la Misericordia de Mi Hijo y Mi Misericordia.

Por eso esta Gran Cruzada debe transformar todo aquello que ya no tiene vigencia y que no contribuye a solucionar los grandes y pequeños problemas de los hombres en todos los aspectos.

Deben humanizarse todos las formas de trabajo del hombre, por supuesto que en algunos lugares mucho más que en otros. ¿Cómo algunos pueden sentirse felices cuando sus hermanos no tienen los elementos fundamentales para vivir dignamente como hombres?.

Apelo a todos los hombres de buena voluntad para que hagan oír la palabra de Mi Hijo, sobre todo a través de sus propias vidas injertadas en los más diversos lugares de trabajo y en los más diversos lugares de conducción. Ustedes no tienen conciencia de lo que se está orando porque ocurre en el interior de las almas. Mi invitación debe ir de Norte a Sur y de Este a Oeste, apelando a la buena voluntad de todos los hombres sin distinción de credo, raza, lugares, estratos sociales.

Conmuévanse, no desperdicien nada porque tengo apuro en restañar tanto sufrimiento, tanto dolor, tantas injusticias. Hombres de ciencias, intelectuales, religiosos, sabios, sean creativos en buscar soluciones a todos los problemas, pero para ello tendrán que tener la humildad suficiente para escuchar la palabra del Señor en las Sagradas Escrituras.

Deberán encontrar verdades que desde hace siglos están latentes y ninguno quiere oírlas. Han pasado tanto tiempo viviendo al margen del amor que se nota una insensibilidad general y a veces las acciones más torpes pasan inadvertidas, es como un endurecimiento de la conciencia que imposibilita ver todo aquello que es perverso.

Únanse, tómense de la mano, apriétense unos a otros en abrazos fraternales, expulsen el odio, la bronca, la soberbia y todo lo que sea del siniestro.

Todo lo que digo vale para América y para todo el mundo, quien tiene oídos para oír que oiga, ojos para ver que vea y manos para estrechar que las estreche.

Cuando escuchen por las mañanas el canto de los jilgueros oigan al Espíritu Santo anunciando la aurora de un nuevo día.

Gracias por lo felices que nos han hecho, gracias, hoy y siempre.

Se hace una pausa...


Habla Artemio:

Siempre 06 de Septiembre.

Dice Jesús:

Les gusta esta expresión: se es como se reza y se reza como uno es.

La Eucaristía, que quiere decir alegría es una forma de rezo, pero en sí no hay una oración determinada, si ustedes me dirán: el Padrenuestro y el Ave María y otras, pero Yo les hablé claramente que quiero hombres de oración.

A ver si nos entendemos, el hombre que se cierra en su ser o en su cuarto bajo Mi mirada para organizar su vida junto conmigo y salir al mundo a anunciar las cosas que le digo.

Días atrás les hablé de la necesidad que hay de un orden social justo, pero está todo dentro de lo mismo, de lo que dije y seguiré diciendo, pero veamos, y esto va dirigido a los practicantes, a todos los que se creen religiosos, a todos los hombres y es que hay que tomar conciencia de nuestro desierto, la conversión se da siempre cuando se toma conciencia de nuestro desierto personal y la necesidad de un encuentro con Dios; ustedes dirán: el Señor nos pone ante muchas paradojas: para ganar la vida hay que perderla, si el grano de trigo no cae a la tierra y muerte no habrá planta de trigo, sí, por supuesto que les hablo así, ¿y por qué?, porque en todo hombre debe haber un momento en que tiene necesidad de un encuentro verdadero con Dios y cuándo uno se encuentra verdaderamente con Dios, la respuesta es ésta, cuando uno reconoce al hermano en su dimensión universal, mientras el hermano no está en la vida del hombre, el hombre sigue en el desierto.

Entonces, cuando hablamos de un orden social justo eso involucra la conversión de cada ser, ustedes dirán, algunos: pero si yo ya me he convertido y estoy cumpliendo con el Señor, no, ese cumpliendo me suena a una obligación y Yo no quiero obligación, Yo quiero un amor genuino, aquello que se hace por obligación no tiene valor en la dimensión del Señor.

Recuérdenlo, vuelvan a su interior y miren si el otro no es considerado hermano universal, si se sienten que no están realmente los otros en la propia vida, vuestra vida será humana tal vez, será muchas cosas pero no cristiana. Les repito, la conversión se da en un encuentro entre el desierto interior que tiene el hombre y Dios, esto no es un lugar adonde se llega sino un camino por donde se transita, esta expresión ya la conocen, ese camino por donde se transita exige todos los días el esfuerzo, laborioso y hasta penoso de ir descubriendo el mundo del Señor. No hay conversión sin estos conceptos que les estoy diciendo.
Los Santos decían: la conversión no termina nunca, o si termina es en el momento, hasta el momento de la muerte, nadie puede decir: llegué, ya estoy dentro, no, todos los días hay que replantearse, porque todos los días al salir el sol Yo les estoy diciendo: hágase todo de nuevo. Sí, es cierto, sobre los principios que edifiqué ayer cuando logré ver que era un desierto y que la conversión era encontrarse con el Señor en ese desierto, me estoy refiriendo a todo esto.

Hay que andar bastante para sentirse hermano universal, hay que andar bastante en la vida espiritual, a veces veo, algunos de no tantos años, creer que todo lo saben, todo lo entienden, todo lo tienen resuelto. Yo diría que son hombres viejos, necesitan de la conversión, encontrarse con el propio desierto y allí llenar ese desierto del Señor, no busquen vueltas, eso es lo que han hecho los hombres a lo largo de la historia pero ya vemos los resultados.

No dejen para mañana pensar en estas cosas, nadie crea repito, que llegó, no se llega nunca o mejor dicho, hoy tal vez llegué pero mañana tengo que seguir para llegar de nuevo. Ya sé que ustedes como los primeros Apóstoles me dirán: “es muy duro Señor lo que nos estás proponiendo”, y Yo no sé si es duro o no, depende de ustedes, los Discípulos se sienten mal porque ellos esperaban a un Dios liberador que les quitara el yugo de los que los dominaban y Yo llego y les hablo de cruz, les hablo de la necesidad de la cruz para resucitar y como dicen muchos: sin Viernes Santo no hay Pascua de Resurrección.

¿Sabremos destruir nuestro desierto interior sembrándolo con la semilla del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo?. Mi Misericordia está disponle para que lo logren.

Amén.

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos