Mensaje del 25 de Septiembre de 2006

Hay que entender esto para entender montones de cosas que ocurren aquí en Mi Casa y la Casa de Mi Mamá, porque aunque vos no estés disponible, suponiendo, pero ya hay todo una infraestructura espiritual como para que los hombres se sanen al pisar este lugar Sagrado.

Mensaje del 25 de Septiembre de 2006

Habla Artemio:

25 de Septiembre de 2006.

Dice Jesús:

Las palabras de Mi Mamá ayer fueron muy abarcativas de grandes cosas, cuando vuelvo a decir: llegaste a este lado, no tanto tiempo atrás, te quedaste admirado de la forma en que Yo concibo todas las cosas, creo que en ese momento, despojado de un cuerpo humano, aunque momentáneamente pero pudiste comprobar Mi forma de amar, pudiste comprobar tantos aspectos de Mi Misericordia, pudiste ver con total plenitud el alcance de la vida sobrenatural. Yo recuerdo tus ojos de sorpresa cuando de repente estabas del otro lado, delante de Mí, de Mi Mamá, de todos los Santos y Santas, de los cuales fuiste devoto especialmente toda la vida y por supuesto también de tus familiares y parientes, montones de ellos no los conocías porque eran de muchas generaciones atrás. Tus ojos eran de una profunda sorpresa y cayó el telón de montones de cosas humanas que el hombre va tejiendo en suposiciones, que cada uno proyecta en su interior en esas cosas que ve, oye o hace.
De repente vos te sentiste como desnudo con toda tu vida allí mostrándola. Fue cuando Yo dije, pero ya había pasado un pequeño tiempo, pero dije: hay que volver a la Tierra, al valle de lágrimas como dicen ustedes porque aún tenés mucho para hacer.

Y por qué no decirlo, por qué no decirlo, ahora estoy hablando de vos, podría hablar de otros también pero en este momento estoy hablando de vos y con vos, entonces te dije: volvé… (se dio vuelta la cinta) …, te dije volvé, porque sos indispensable. Hay algo que los demás deben saber también, tu forma de amar y vos ni te das cuenta porque el Espíritu Santo es el que está actuando en vos, porque vos así lo quisiste, optaste libremente, entonces esto te lo dije ya en el año ’95, entonces repito, tu forma de amar para Mí resulta indispensable para lograr aquello por los cuales hice Yo Mi opción, es decir por los pobres, pero también dije: “los sanos no necesitan médicos, los enfermos sí”, entonces, quién es más pobre que alguien que está enfermo.

Hay que entender esto para entender montones de cosas que ocurren aquí en Mi Casa y la Casa de Mi Mamá, porque aunque vos no estés disponible, suponiendo, pero ya hay todo una infraestructura espiritual como para que los hombres se sanen al pisar este lugar Sagrado. Ahora bien, ¿y por qué?, porque se repite lo mismo que en el Evangelio, cuando Mis Discípulos me preguntan: “¿cómo nos van a conocer cuando estemos en tierras extrañas, y Yo les dije: porque se aman, sanan a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos”.

Entonces, Mi opción por los pobres, entiéndanla, pobres en todos los órdenes pero en el más difícil de todo es en el hombre enfermo, pero no me refiero solo a las enfermedades corporales sino aquellas que ocupan gran parte del corazón del hombre: el egoísmo, la envidia, los celos, el odio ¿mmm?, todas esas o esos sentimientos que están enfermando por supuesto la vida espiritual y en consecuencia también el cuerpo, Yo he citado algunos pero hay montones de cosas que se refieren a esto: la falta de perdón, también todos aquellos defectos que el hombre tiene al no amar suficiente, al creerse centro del mundo, todo aquello que hace que el hombre se crea que tiene la verdad exclusiva; es decir, aquél conjunto de sentimientos y actitudes que destruyen el cuerpo, además del alma ¿no es cierto?, y por supuesto destruye a los demás.

Cuando vos hablás en la Capilla, es decir Mi Casa y la Casa de Mi Madre ¿mmm?, el Espíritu Santo te hace aclarar todas estas cosas y pone en tu boca montones de expresiones que ni siquiera las soñaste nunca y la mayoría son de una concepción que puede resultar extraña para muchos y tal vez no tan ortodoxa, pero están dentro del ámbito de la ortodoxia del amor y esto habría que resaltarlo.
El hombre cuando deja que el Espíritu Santo hable en él saborea en todo momento el amor, entonces las palabras surgen de ese amor, impregnadas de ese amor, entonces las cosas que se dicen están dentro de la ortodoxia del amor y no dentro de la letra o la ley que al hombre le dice que no, no, no se puede, es imposible, porque está escrito esto, y no es esa Mi forma de pensar, porque Yo los amo a todos, sobradamente les dije: aunque estén en el peor de los casos para Mí siempre son amados y además con la esperanza siempre de que no quede ninguna oveja fuera del rebaño. Volviendo otra vez a esos momentos que tal vez no fueron tan momentos porque del otro lado donde estamos el tiempo no existe. Entonces allí entendiste montones de cosas que antes, si bien podías entenderlas escuchando al Espíritu Santo, pero no tenían esa forma de vivencia de lo que es la Misericordia. Que palabra bastante usada pero tan poco sentida y tan poco comprendida.

Voy a seguir hablando de esto porque Yo veo que vos cuando respiraste el ambiente sobrenatural de todos aquellos que te aman y Mío de que te amo, muchas pero muchas ideas no es que hayan cambiado sino que han sido corroboradas con la vivencia de lo infinito, ¿esto es vida mística?, sí, ¿esto es vivir experiencias sobrenaturales?, sí, ¿esto es un anticipo de la Bienaventuranza Eterna?, sí.

Y por hoy suficiente porque así me parece bien.

Amén.

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