Mensaje del 02 de Noviembre de 2005

Habla Artemio:

Seguimos en el día 02 de Noviembre.

Dice Jesús:

En un Mensaje de días atrás hice referencia a algo que había dictado a Artemio hace tantos años, pero como parece que está plenamente vigente como todas las cosas que son del Señor, en aquél momento esto se publicó en un libro que se llama: “Camino del invierno”, y llegó a distintas partes del mundo y también en Buenos Aires tuvo cierta acogida en medios cultos.
En el fondo ustedes verán que no es nada más ni nada menos que una forma de mirar el mundo así como le dije el otro día donde nada le debe ser indiferente al hombre, por eso en aquella oportunidad le dicté a Mi hijo esto que ahora le pido que él lea, simplemente se llama: Padre Nuestro, que hace referencia a lo que la persona iba a rezar a la Iglesia.

La tarde agobiada se replegaba silenciosa, el oro viejo de las nubes que acompañaban al sol en sus últimos brillos incidían en los vitrales de la vieja Iglesia.
La anciana entró al Templo, se hizo la señal de la cruz y cojeando se dirigió al primer banco, se sentó, sus manos secas y puntiagudas sacaron el Rosario de la cartera y el Rosario golpeó en todos los lugares posibles.
Y con voz casi inaudible comenzó a rezar: Padre Nuestro que estás en los Cielos..., y a la mente de la persona desfilaron una serie de imágenes que hacían referencia a un rezo del Padre Nuestro.
Entonces con voz casi inaudible comenzó a rezar: Padre Nuestro que estás en el Cielo y ahora sin puntuación sigue así:
En ese mismo momento muy cerca de allí nacía un niño.
En ese mismo momento un hombre apuñalaba a otro por la espalda.
En ese mismo momento el poderoso señor subía al avión para un viaje de placer en las Bahamas.
En ese mismo momento árabes e israelíes intercambiaban disparos en la frontera.
En ese mismo momento el sol se ocultaba como todos los días.
En ese mismo momento un ama de casa pelaba cebollas para hacer la comida.
En ese mismo momento los peces seguían en el mar.
En ese mismo momento las aves buscaban sus nidos.
En ese mismo momento muchos amaban y muchos odiaban.
En ese mismo momento el científico perseguía el escondido bacilo.
En ese mismo momento alguien pensaba como ayudar a los hombres.
En ese mismo momento otros pensaban como destruirlos.
En ese mismo momento un terremoto en Turquía dejaba muerte y llanto.
Y en ese mismo momento la anciana seguía: venga a nosotros tu Reino... .