Mensaje del 09 de Octubre de 2005

Que nada te preocupe, que nada te altere, que nada te saque de quicio, hagas lo que hagas, siempre estás cumpliendo órdenes del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y también Mías.

Mensaje del 09 de Octubre de 2005

Habla Artemio:

Domingo 09 de Octubre.

Dice la Virgen María, Nuestra Madre:

Me gusta tanto estar dentro de vos y hablar a cada rato, Yo sé que eso no se entiende, no importa, vos lo entendés y el que quiere también puede entenderlo, ya a esta altura todos deberían conocer y conocer en detalle que, que tanto Mi Hijo como Yo no salimos nunca de vos, estamos siempre dentro y digas las palabras que digas, hagas las cosas que hagas, incluso algunas que a vos te parecen horribles Mi Hijo y Yo estamos siempre dentro tuyo, hablando y hablando y hablando y a veces te entra una desesperación porque no dejamos grabados los Mensajes, pero después retomamos el tema y lo grabamos y muchos Mensajes no necesitan ser grabados porque hay una constante; es decir, hay una afluencia de amor de la Trinidad y Mío hacia vos en forma constante. Eso hace que montones de veces te sientas hasta incómodo porque te parece que no puede ser pero es así.

Dejate llevar, dejate conducir, dejá, dejá que todo fluya de acuerdo a la voluntad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y Yo siempre testigo de todo e intercediendo por todo.
Que nada te preocupe, que nada te altere, que nada te saque de quicio, hagas lo que hagas, siempre estás cumpliendo órdenes del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo y también Mías. No importa si no entendés la mayoría de las cosas, llegará el momento en que la vas a entender.
Estas cosas que acabo de decir no sé si son entendibles, para muchos que tratan de mirar todos tus actos razonándolos y todas las palabras que decís también razonándolas y mientras tengan esa posición entenderán poco o nada.
Toda la relación del Señor y Mía con vos no entra dentro de la perspectiva del razonamiento, nunca y menos desde hace un tiempo largo donde estamos conviviendo siempre, mañana, tarde, noche y trasnoche y madrugada, la Trinidad y Yo en vos.
Es por eso que nada tiene que preocuparte porque todo está en manos del Señor, absolutamente todo.

Cuando escuchas los informativos, leés los diarios te enterás de las más diversas noticias, el solo echo de mirarlas, leerlas, informarte ya es un motivo para que el Señor derrame sobre todo su Misericordia; algunos dirán: ¿por qué este privilegio?, ¿por qué esta forma tan selectiva de Jesús de elegir a una persona y prodigarse en totalidad en ella y con ella?, no pregunten esas cosas, porque no hay respuestas humanas, en todo caso esfuércense por entender.

Ustedes tienen que pensar en esto: todos tienen una naturaleza humana, todos razonan, piensan en los diversos niveles y también creen por medio de la fe; bien, ahora, cuando en un alma la causa del hombre pasa a ser lo esencial de la vida entonces aparece como una, llamémosle: segunda naturaleza , donde la esencia de esa naturaleza es estar tan dentro de todo lo que en el mundo no está en orden que es un auxilio de el Señor a través de un ser para ordenar.
¿Quieren algún ejemplo?, piensen en estos días en los terremotos, días atrás en los vientos tan huracanados, piensen en las ciudades sumergidas en el agua, piensen que las personas han perdido todo incluso la esperanza de seguir viviendo; entonces cuando existe en las personas esa segunda naturaleza, que es una cosustanciación con el otro como una realidad de amor, entonces solamente estando en esa situación se puede entender algo y no todo tampoco.

Cuando todos aquellos que dicen que Mi Hijo vino por los que están al margen de todo, de todo, creen que están haciendo todo lo que deben, en realidad recién van a hacer todo lo que deben cuando aspiran a eso que Yo llamo una segunda naturaleza más allá de la humana, donde los conceptos que se pueden usar de eso no tienen asidero porque aún no son comprendidos por el hombre.

Qué sería el mundo con tantos sufrimientos si no hubiera alguien con esa “segunda naturaleza” entre comillas que les provee todo lo que el Señor puede darles, aunque esas personas no sean conscientes, plenamente conscientes o nada de su situación, porque Mis queridos, siempre tienen que partir de una base, las palabras de los hombres son balbuceos, son como los niños pequeños que empiezan a decir algo, pero así hay que entenderlo el lenguaje de los hombres; como niños que apenas dicen algo. Llevando esto a la distancia enorme de la comprensión de las cosas.

Uno cree que entiende el lenguaje de un niño pequeño, sí, de alguna forma lo entiende pero lo que Yo me estoy refiriendo es a otra cosa. No son..., no son posible las explicaciones humanas, sí es posible tener percepciones muy difusas de estas cosas que pasan en algunos seres, ahora estamos hablando de Artemio y con Artemio.

Aquellos que hablan de delirios místicos parecería que ahora tienen todo el derecho humano de decir que es así, hasta que algún día en este mundo o cuando cambien de estado entiendan otras dimensiones. Porque, Yo hablé de segunda naturaleza pero no en el sentido que se le dio muchas veces; pero…, el alma cuando abandona el cuerpo tiene…, y de alguna forma también lo sigue llevando con ella, tiene tantos estados. Y es lógico Mis queridos, quien vivió y se desvivió para ponerse al servicio de los otros no puede estar en la otra vida, en la Bienaventuranza Eterna de la misma forma que aquél que no lo hizo, pero cuidado porque puede parecer que muchos no y sin embargo sí.

El mundo del Señor es tan magnífico, tiene tantos recursos, el amor, es decir la Misericordia del Señor, pero tantos recursos que bien podrían decir: habría que hacer largos cursos para enterarse de algo de los recursos de la Misericordia del Señor, justamente por eso es Misericordia, el amor obrando, pero el amor obrando pero sin límites, ni de espacio ni de tiempo, ni de lugar; ¿y mientras tanto qué?, vivir cotidianamente en forma simple y ser como una flor que está esperando en la noche la gota de rocío que caiga sobre sus pétalos y le haga sentir con las primeras luces del alba como si un pedacito de Cielo... (se dio vuelta la cinta) ..., le haga sentir con las primeras luces del alba como si un pedacito de Cielo se hubiera apoyado en su corola.

Amén.

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