Mensaje del 30 de Septiembre de 2005

Les leo lo que escribe Santa Faustina:

Mensaje del 30 de Septiembre de 2005

Habla Artemio:

30 de Septiembre de 2005.

Dice Jesús:

Les leo lo que escribe Santa Faustina:

Esta mañana vino a golpear la puerta un joven todo harapiento, los pies desnudos y la cabeza descubierta, temblaba de frío pues llovía a torrentes y hacía mucho frío. Era el 29 de Noviembre bajo un cielo polaco.
Me pidió que le diera algo caliente, no encontré nada en la cocina para los pobres pero luego de un instante de vacilación se encontró un poco de sopa, la calenté un poco y corté un poco de pan poniéndolo dentro de la sopa y se la serví al pobre quien se la comió.
Cuando le retiré el bowl me hizo entender que era el Reino del Cielo y de la Tierra, cuando le retiré el bowl me hizo entender que era el Reino del Cielo y de la Tierra.
Apenas lo hube reconocido se sustrajo a mirada, cuando regresé a la casa me puse a reflexionar sobre lo que acababa de ocurrir, de repente escuché en mi alma estas palabras: “Hija Mía, escuché las bendiciones de los pobres que se alejan de la puerta del Convento, tú Misericordia regulada por la obediencia me complace, vine entonces Yo mismo a probar el fruto de tu Misericordia”, bueno Jesús dice, ahora comprendo lo que acaba de suceder, no podía creer el haber visto un pobre tan discreto y tan modesto, a partir de ese momento siento más amor todavía por los pobres y los necesitados.
Más adelante, escríbelo hija Mía para las almas que se preocupan por no tener nada para ofrecer limosna. Le dice: la Misericordia del Espíritu es mucho más meritoria y no requiere ni permiso ni provisiones, está al alcance de cada uno.
Escríbelo hija Mía para las almas que se preocupan por no tener nada para ofrecer limosna, la Misericordia del Espíritu es mucho más meritoria y no requiere ni permiso ni provisiones, está al alcance de cada uno.

Amén.

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