Oración del 01 de Diciembre de 2004 (2º)

Sí Señor, eso es lo que estoy necesitando, que rompas mi hombre viejo para que nazca el hombre nuevo, eso expreso Señor cuando digo que rompas mi cántaro, rompas mi vida y la hagas de nuevo.

Oración del 01 de Diciembre de 2004

Habla Artemio:

… compañero, Señor yo no me conformo con de vez en cuando saber que vos me hablás o me querés, a mi gusta Señor sentir tu afecto, tu amor todos los días y a cada rato, por eso Señor que vos decís: que más decir oraciones a vos te gusta el hombre de oración, ¿quién es el hombre de oración?, el hombre de oración es aquél que se retira dentro de sí o en su pieza ¿verdad? y se siente bajo la mirada del Señor, porque muchas veces nuestras oraciones son nada más que mentales: Padre Nuestros que estás… ¿verdad? como tantos rezan y nuestras oraciones tienen que hacerse con el corazón, es decir sintiéndolas.

Entonces humildemente Señor te digo: yo quiero estar siempre con tu presencia, quiero sentir siempre tus ojos que están mirándome y llamándome por mi nombre, en primera y última instancia Señor soy tu hijo y en consecuencia un hijo tiene todos los derechos en decirle a su padre: papá ten compasión de mí, tené en cuenta todo lo que me pasa, y sí pero aparecen las dudas dentro de uno y quien sabe tal vez, en una de esas, a lo mejor, no Señor, esas no son las palabras que vos querés Jesús, vos querés que estemos convencidos de tu paternidad, de tu amistad, de tu compañerismo y estemos convencidos Señor que si vos nos asistís todo lo nuestro se resuelve, se soluciona ¿mmm?.

Entonces Señor ayúdame a creer y si yo no puedo creer porque mi enfermedad me lo impide, estoy tan dolorido y tan mal porque mi enfermedad me lo impide entonces tendré cerca alguien que me ama y que confía plenamente. Señor, en este día y todos los días a que alcance mi vida, te digo que a través del tiempo y antes de que papá y mamá me eligieran vos ya sabías todo sobre mí y en consecuencia también sabías de toda mi vida que fue un apilar dolores diariamente, yo recién cuando entré los miré a todos y dije… (se dio vuelta la cinta) …, entonces pensemos. Jesús no me pide nada a cambio, yo le voy a hablar con todas las fuerzas de mi alma y le voy a decir que contemple, que mire, que se fije en todo lo que me está pasando porque siempre hay que tener en cuenta y Jesús lo recalca: tantas veces en la vida estamos pagando cosas malas que hicieron otros antes que nosotros viviéramos, entonces en nuestro pedido al Señor tiene que haber una proposición muy clara de decirle: pasá Señor sanando todo lo que aconteció antes de que yo naciera, cuando me engendraron, cuando crecí en la panza de mi mamá, cuando nací y me hice grande, entonces teniendo en cuenta eso Señor yo quiero que vos intervengas en mi vida, ordenes todas las cosas que hay que ordenar, es como si pasaras en limpio la vida de uno Señor, tené en cuenta todas mis heridas para cicatrizarlas y una vez cicatrizadas borrá las cicatrices Señor también porque a veces las cicatrices hacen que nos acordemos de los dolores que hemos sufrido, sí Señor.

Veo que pasan los años Jesús, se sobreentiende que yo hablo en primera persona pero estoy hablando en primera persona de cada uno de ustedes ¿no es cierto?, tomo la voz de cada uno de ustedes. Yo veo Señor que van pasando los años y que la vida de uno es tal vez mucho menos de lo que creía, pasan los días muy rápido y llenos de dolor, de incertidumbre, de no saber que hacer, de no saber qué decir primero, a quien recurrir y me estoy olvidando Señor que a quien tengo que recurrir es a vos y en la medida en que lo haga sinceramente, con toda mi alma, será más fácil mi sanación, la solución de mis problemas o de todos los problemas y enfermedades de aquellos que amo; y ustedes dirán: pero un Dios tan grande y Todopoderoso ¿que se va a fijar en mi si soy chiquitito?, ¿qué puede importarle mi enfermedad?, Jesús en sus tiempos y siempre vuelve a repetir lo mismo como cuando llegaba a cualquier lugar: “¿dónde están los enfermos que quiero sanarlos?”, para Él era lo primero, la prioridad uno, lo primero era la salud, cuando los Discípulos le preguntan: “Señor ¿cómo nos van a conocer que somos cristianos cuando estemos en tierras lejanas?, y Jesús le dice: y los van a conocer porque se aman”, parece que en todos los tiempos y aún hoy hay una escasés muy grande de afecto porque Jesús les dice: “los van a conocer porque se aman”, quiere decir que la mayoría no se ama, ahora y agrega: “y sanan a los enfermos, expulsan a los demonios y resucitan a los muertos”, eso es digamos la piedra básica y fundamental de todo lo que creemos, que se basa en aquello de: “un mandamiento nuevo les doy: que se amen unos a otros como Yo los he amado”.

Esta tarde una señora me dijo: yo me escucho dos Misas diarias, sí, le digo: mal no está pero a tu marido lo tenés sonando y ni te acostás con él de noche, vos las dos Misas diarias que oís no te sirven para nada, solamente para perder tiempo porque tu pobre marido la está pasando muy mal, dice: no me ofenda, no, no, te digo la verdad, las Misas no te sirven para nada porque que yo sepa con tu marido formás uno solo ¿verdad? y si lo tenés así como lo tenés vos no conocés ni por casualidad cuáles son los deberes de esposa, entonces podés ir a todas las Misas que quieras pero no sé de qué te sirve porque no has entendido nada. Claro, uno es un poco fuerte para decir las cosas pero es importante que la gente siempre sepa a qué atenerse con uno ¿no?, siempre, es muy importante.

Por eso Señor les he dicho este ejemplo a estos hermanos míos ¿verdad? para hacer entender hasta que punto hay una necesidad muy grande si queremos estar en tu camino de amarnos unos a otros, realmente sentirnos hermanos, porque sino uno empieza a hacer agua por todos lados, empieza a fallar.

Entonces Señor, en este día y todos los días a que alcance mi vida te pido que me enseñes, que hables en mi conciencia, con tu Espíritu Santo para que me vayas indicando todo lo que debo hacer, lo que no debo hacer, porque cuando hice las cosas según mi propio punto de vista no me fue tan bien entonces Señor quiero seguir lo que vos me decís. La verdad es que estoy cansado ya de sufrir y de amontonar dolor sobre dolor, lo que ahora necesito es que vos pongas fin a todas estas cosas. Ya sé que alguno dijo que vivir sobre la Tierra es llevar siempre una cruz o varias pero también Señor yo sé que cuando digo el Padre Nuestro estoy diciendo que se haga tu voluntad, en consecuencia tu voluntad es que seamos felices y todo tu Mensaje Señor habla de eso, nunca escuché Señor que vos dijeras: sufran porque de esa manera les prometo un Cielo hermoso, nunca Señor, nunca nos decís: todas las que te mandaste les voy a castigar, no, nuca lo decís, tampoco decís que ponés piedras en el camino o problemas porque uno tiene poca suerte, otra cosa que no decís nunca vos Señor porque la buena suerte o la mala suerte no existe, cuando uno está en manos de la Providencia está en manos de la Providencia y eso de la suerte no corresponde que se diga porque la palabra suerte se identifica con que en una de esas la pego pero con vos Señor uno siempre tiene la respuesta, siempre Jesús uno tiene la respuesta porque vos nos dijiste hasta el cansancio: “que golpeemos y nos abrirás, que pidamos y nos darás y también nos dijiste Señor que solamente vos cosechás donde no sembraste”.

Entonces, todo esto Jesús llena mi corazón de esperanza porque veo cuánta es tu bondad Señor y cuánta tu Misericordia, que no me pides nada a cambio Señor y que a pesar de las cosas malas que hice vos no la tenés en cuenta porque ya la perdonaste y además todos los días me estás recordando que nadie es malo, el que obra mal obra así porque es ignorante, no sabe, está enfermo, pero nadie es malo porque sí. Entonces Señor parecería que todas las formas de pensar, todos los razonamientos me están dando la certeza de que sos un Padre amoroso, un amigo fiel, un compañero entrañable, sí Señor. Si te sigo Señor yo sé que vos sos “la Luz del mundo y nunca voy a permanecer en tinieblas”, si me preocupa la vida Señor o cómo estoy viviendo, qué caminos estoy transitando vos me dijiste que sos “el camino, al verdad y la vida”, entonces eso me sustenta Señor para seguir avanzando y con tu Luz sigo peregrinando en esta tierra pero sin perderme, porque le es tan fácil perderse al hombre Señor, tan fácil le es.

Pasa sanando Jesús, pasa sanando, pasa sanando Señor y simplemente te lo digo: tu eres el alfarero, que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años más te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Tu eres el alfarero, que con tus manos me has transformado, mientras pasan los días, pasan los años más te venero. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo. Rompe mi cántaro, rompe mi copa, rompe mi vida y hazla de nuevo.

Sí Señor, eso es lo que estoy necesitando, que rompas mi hombre viejo para que nazca el hombre nuevo, eso expreso Señor cuando digo que rompas mi cántaro, rompas mi vida y la hagas de nuevo. Tal vez necesite decírtelo todos los días Señor como una forma de recordarte y recordarme a mí mismo que el proceso de conversión dura toda la vida porque además uno quiere que dure toda la vida porque cada día quiere estar más cerca tuyo Señor, con vos no se puede decir Señor: llegué, no, con vos uno debe decir: voy caminando Señor hacia vos y todos los días estoy más cerca, más cerca, más cerca, sí Señor.

Le decimos al Señor que pase sanando en todas nuestras cosas ¿eh?...

Se corta la grabación……………………………………

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