Mensaje del 22 de Octubre de 2004

Por eso, felices ustedes porque son conscientes de que Yo estoy aquí y son conscientes de que en este lugar obro todo tipo de milagros.

Mensaje del 22 de Octubre de 2004

Habla Artemio:

Al lado de Jesús está San José, la Madre, Santa Teresita, Santa Faustina, San Pío de Pietralcina, San Benito Abad, hay familiares míos y otros que no conozco, está Santa Teresa de Jesús, San Martín de Porres, el Padre Emiliano Tardiff, el Padre Gabriel Guillén, mi querida Hermana Magdalena que fue rectora mía durante tantos años.

Te escuchamos Señor.

Dice Jesús:

“Felices ustedes porque creen que estoy en este lugar sentado aquí, felices los que me ven y más felices también los que no me ven y creen, los que no me ven pero sienten que Yo estoy entrando en ustedes hasta por los poros”.

A veces me pregunto por qué para tantos es difícil entender que Yo puedo estar aquí en este lugar, Yo voy a todos los lugares donde me dan lugar, voy a todos los lugares donde me aman y les hablo a través de Mi Espíritu Santo pero en algunos lugares como éste doy Mensajes para todos los hombres del mundo, pero muchos no los creen, otros tienen temor de que sean cosas inventadas. Mis queridos, ¿ustedes creen que algo que no es cierto podría mantenerse durante tantos años?, ¿ustedes creen por ventura?.

Por eso, felices ustedes porque son conscientes de que Yo estoy aquí y son conscientes de que en este lugar obro todo tipo de milagros, es cierto que los ciegos ven, los sordos oyen, los tullidos pueden caminar y todos los enfermos tienen su respuesta, pero ¿saben qué es lo que tanto me importa de este lugar Mis queridos?, es que el Evangelio se predica a los pobres, a todos aquellos que no tienen lugar en otros sitios aquí sí lo tienen, aquellos que son despreciados en otros lugares por diversos motivos aquí se los recibe con las puertas abiertas, pero sobre todo con el corazón abierto.

Por eso, todos los que aquí vienen peregrinando forman lo que llamo Yo Mi pequeño resto, es decir todos aquellos que Yo confío plenamente, que serán los protagonistas en el Tercer Milenio, porque esto está en etapas iniciales, pero tan profundo como siempre, pero tantas cosas pasarán aquí todavía, los prodigios serán tan grandes, los milagros tan estruendosos que los hombres tendrán que caer de rodillas diciendo: Jesús, ten compasión de mí, que fui tarde, que fui lerdo para creer en vos Señor y si no creí en vos Señor que estabas aquí, como decían el otro día van a tener que pensar: tarde te amé Señor y es tan doloroso, porque Yo les ofrezco todo, todo les ofrezco, es lo que hago con los que me aman, nada les niego, nada les oculto y todo lo que necesitan de una u otra forma se los doy.

Sepan que los amo tiernamente, sepan que son el amado objeto de Mis desvelos, sepan que son la razón de ser de Mi venida a la Tierra.

Por eso, en este lugar más que en tantos otros me siento muy feliz porque, aquí Mi Evangelio llega mucho más o llega a todos aquellos por los cuales Yo vine, todos los que están al margen, todos los que otros no consideran, todos lo que otros no aman, todos aquellos que son para los demás como la resaca del mundo, sin embargo para Mí tienen el principal lugar en Mi Corazón.

Los amo tiernamente, Yo estoy aquí pero me voy con cada uno de ustedes y voy a entrar en cada una de vuestras casas, porque quiero permanecer siempre con ustedes, siempre con ustedes, hasta la consumación de los siglos y para aquellos que todavía no lo hice les regalo en este día que sean Santos Protectores de todos ustedes y de los que ustedes aman a Mi Papá San José y a Santa Faustina y por supuesto que los introduzco a todos en Mi Corazón y en el Corazón de Mi Mamá.

Amén.

Habla Artemio:

Que otra cosa podemos decir nosotros: enamorado de Jesús, enamorado, enamorado...

Se corta la grabación............................

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