Mensaje del 30 de Abril de 2003 (2º)

Sí, porque siempre se dijo y con razón, que tener una espina clavada en el alma y hablar de otra cosa es tarea de héroes y de santos y aquí felizmente sobreabundan ¿eh?.

Mensaje del 30 de Abril de 2003

Habla Artemio:

Todo esto que vivimos Señor, todo esto nos pasa Señor porque te amamos, y somos felices también Señor porque pudimos amar a tantas personas recién en el momento de la sanación, qué hermoso es Señor cuando el hombre puede salir de su dimensión tan chiquita y llegar tan lejos Señor, para llevar tu gracia Señor a tantos, todo eso pasa Señor porque te amamos Señor. Que sería nuestra vida sin vos Señor, ¿qué pasaría con nosotros?, ¿quién daría una paso más en la vida si no supiera que uno es peregrino hacia la Jerusalén Celestial?, ¿quién daría un paso más Señor?; soportamos Señor todo lo diario, los dolores a veces hasta insufribles Señor, soportamos todo eso Señor porque sabemos que de alguna forma vos los utilizás para algo, sí Señor, por eso incluso hasta en el sufrimiento Señor, hasta en el sufrimiento no tiene uno otra cosa que decirte: gracias Señor, yo te alabo Señor, yo te adoro Señor, soy porque vos sos Señor, porque un buen día me miraste a los ojos, me llamaste por mi nombre y me amaste Señor, aunque a nivel inconsciente Señor pero ese día uno toma conciencia de que es creatura tuya, llamada para ser un testigo tuyo en el mundo Señor.

Y no quiero hablar más Señor, dejo que hables vos.

Dice Jesús:

Así como empecé esta tarde les dije: "Yo soy la Luz del mundo, quien tiene Mi Luz no camina en tinieblas".

Y este Mensaje está dirigido a todos los hombres de los cinco continentes, a pesar de que puede haber alusiones a vos o a los presentes, pero está dirigido a todos, porque todos son hermanos e hijos de un mismo Padre.

Mis queridos, ustedes tienen que conocer algo, porque estar ahí como, tal vez como convidados de piedra, porque Yo hablo y ustedes no hablan, pero ¿saben?, que desde que ustedes están reunidos esta noche, Yo les daría nombres y apellidos y la dirección y hasta el teléfono, pero es demasiado largo todo y a veces cuando uno está muy atento no resiste tanto, pero ¿ustedes saben cuántas almas han salido de la oscuridad desde que ustedes están reunidos aquí?, este pobrecito Mío, que a veces se queja por todo lo que sufre, la verdad que Yo comprendo, a veces le es difícil vivir y le parecería que sería mejor si no estuviera vivo, pero él tiene que saberlo de que todo ese sufrimiento Yo lo aplico, lo utilizo en los lugares más diversos de la Tierra para sumar para Dios y también tengo en cuenta el sufrimiento de cada uno de ustedes porque diría Artemio: detrás de ese rostro risueño tantas veces se oculta un pequeño o un gran drama, que cada uno cobija en silencio y habla de otra cosa. Sí, porque siempre se dijo y con razón, que tener una espina clavada en el alma y hablar de otra cosa es tarea de héroes y de santos y aquí felizmente sobreabundan ¿eh?.

No quiero gastar elogios sin que se los merezcan, pero estoy diciendo la verdad, aquí la santidad sobreabunda, sobreabunda, cada uno de ustedes tiene un grado de santidad, ni más ni menos que el que el Señor les ha concedido ya y toda esa santidad sirve, Mi Mamá y Yo la utilizamos para redimir a los hombres, para extender el Reino, Mi Mamá y Yo utilizamos todo esto, todo este fervor de ustedes para aliviar a los enfermos, para calmar las ansiedades y las angustias y las tribulaciones de los que están tapados de agua. Mi Mamá y Yo lo utilizamos todo lo que ustedes hacen para llevar alivio al que sufre, esté donde esté, en una cárcel, en una manicomio, en las filas de un ejército o perdidos en los confines del África, éste Mis queridos es el Pueblo de Dios, éste es el Pueblo de Dios, a Mí no me interesa que haya tres, cinco, veinte o cincuenta, dos o más ya es suficiente y durante todo el día Artemio dale y que dale con una cosa y la otra, que Yo lo llevo y lo traigo, lo mando, lo pongo, lo siento y tiene razón cuando él dice que se parece a chirolita, tiene razón, tiene razón, pero él tal vez no quiere comprender que a través de todo ese dolor... Yo voy sanando el mundo. Mi Papá invirtió bien con él porque..., como todos él estaba pensado ya en los primeros tiempos, hace milenios, todo estaba en la mente del Padre, Artemio y cada uno de ustedes y Yo los llevo y los traigo y también les lleno el camino de bendiciones para ustedes y para siete generaciones más, es decir para siempre.

Les repito una vez más: nadie viene a este lugar y se va como vino, si Yo elegí este lugar como santuario, el más grande de América, ¿ustedes creen por ventura que al salir de aquí no son como una Luz que brilla para todos?, no solo lo de vuestras familias sino para todos los hombres, así es de simple todo, así es de simple.

Yo los invito Mis queridos, a perseverar en todo esto y a vos Artemio te digo: no me aflojes nunca, Yo te doy todas las fuerzas pero a veces me aflojas un poco, porque Yo comprendo que la carga que tenés sobre tus espaldas, a veces imposible de llevar, pero Yo te doy la fuerza siempre y no tantas lágrimas ¿eh?, no tantas lágrimas, porque aunque soy el Hijo de Dios y Dios mismo pero me conmueven las personas que lloran, me conmueven profundamente.

Por eso, para todos Mis queridos, piensen que en este peregrinaje a la Jerusalén Celestial están especialmente bendecidos por Mí, por Mi Mamá, por los Santos, por los Ángeles, por todos, ese pequeño esfuerzo o sacrificio de llegar hasta este lugar, Mis queridos... será tan recompensado, pero no me refiero solo a cuando estén junto a Mi sino ya en la Tierra, ya en la Tierra. Ustedes no ven pero cuando van a los lugares donde van, brillan, brillan y los demás sin darse cuenta sienten el influjo de ese brillo y cuántas veces pasan al lado de alguien y a lo mejor casi ni se dan cuenta, pero la Luz que sale de ustedes les da a esos hermanos, la solución de sus problemas, la calma de sus angustias, el terminar con sus dolores y sus pesadumbres.

Por eso Mis queridos, perseveren, perseveren y cuando lo vean a Artemio que está así como desfalleciendo no se preocupen ¿eh?, no se hagan mala sangre ¿eh?, como algunos se lo hacen, no, dejen, dejen que cargue sobre sus espaldas todo lo que Yo le pongo, porque él tiene que ser el Celoso Custodio de Mis Mensajes y en consecuencia, su vida más que vida es una muerte cotidiana. Por eso, a no tenerle lástima, a no tener ni compasión, nada, acompañen nada más, acompañen todo ese dolor y todo ese sufrimiento, acompañen porque de alguna forma también ustedes, de muchas formas ustedes están también ayudando en la extensión del Reino.

Saben que los amo, no hace falta que se los repita, siempre lo sienten y ahora quiero pasar por cada uno de ustedes y darles la bendición, esto lo hago de tanto en tanto, saquen ustedes vuestras propias conclusiones, Yo solamente bendigo así especialmente a Mis hijos queridos, los bendigo a todos pero permítanme que tenga Mis preferencias, así como la tuve con Juan, así la tengo con ustedes.

Todo esto parece terrible, pero es tan maravilloso, tan maravilloso, Yo les dije millones pero solamente pensando en un alma que sale de la oscuridad y va a la Luz del Padre, si ustedes supieran el regocijo de esa alma, tal vez no dormirían en toda la noche, por eso perseveren.

Amén.

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