Mensaje del 30 de Abril de 2003 (1º)

Hablabas vos recién de la fe que hay que tener, a veces uno se encuentra con hombres o mujeres que no tienen justamente fe en Mi, ni en los Santos, ni por supuesto en Mi Mamá, pero tienen fe también en las posibilidades que el hombre tiene.

Mensaje del 30 de Abril de 2003

Habla Artemio:

Hoy es tanto como 30 che, el último día Abril de 2003, un cuarto de año ya pasó ¿mmm?.

Esperamos tu mensaje Señor…

Dice Jesús:

"Yo soy la Luz del mundo, quien está a Mi Luz no camina en tinieblas".

Hablabas vos recién de la fe que hay que tener, a veces uno se encuentra con hombres o mujeres que no tienen justamente fe en Mi, ni en los Santos, ni por supuesto en Mi Mamá, pero tienen fe también en las posibilidades que el hombre tiene, que de alguna forma es tener fe en el Señor, pero uno se encuentra a veces con personas muy honestas, muy santas que a lo mejor nunca pronunciaron la palabra: Señor mío y Dios mío y sin embargo tienen una profunda fe, así que no cataloguen a la gente a veces por sus actos exteriores que a lo mejor no son tan fervorosos, por eso hay que aprender a mirar el corazón de los seres humanos y si no pueden ver que hay dentro del corazón guarden el respeto debido porque en una de esas se pueden encontrar o tener delante a un santo y no darse cuenta, a veces puede golpear la puerta de tu casa cualquier vendedor, cualquiera que viene a ofrecer algo y…, y no sabés como es su corazón, no sabés cuánto me ama y a lo mejor uno lo menosprecia porque dice: pobre tipo y muchas veces el pobre es uno y no el que viene a golpearte la puerta y qué sabés si detrás de un vendedor de trapo de piso no estoy Yo, vos tenés la prueba que es cierto lo que estoy diciendo, que a veces vendo trapos de piso, otras veces pido una moneda, otras veces traigo una buena noticia, otras veces vos me preguntás como me llamo y a dónde vivo y Yo demoro un rato en decirte para no mentir y hago como si me olvidara, pero evidentemente que soy Yo y ¿por qué hago eso?, porque Yo amo a los hombres, son Mis hijos, los he creado a imagen y semejanza Mía y entonces ¡cuántas veces me revisto con la misma ropa de ellos! ¿mmm?, pero soy Yo, no es el vendedor.

Por eso siempre hay que tener sumo respeto por el semejante, por no decir mucho amor, aunque a veces te interpreten mal o ellos mismos crean que sos amable y entonces seguramente te van a vender algo, pero uno puede ser amable y puede ser firme en decir: no, no puedo comprar hoy, pero ellos se dan cuenta cuando uno los trata amablemente, porque el que va a golpear la puerta de tu casa es tu hermano normalmente, pero muchas veces soy Yo, a vos te consta ¿verdad?.

Por eso, nunca hay que menospreciar a nadie, nunca hay que creer que el otro es estúpido, nunca hay que creer que el otro es ignorante o no puede, no, hay que abrirse como una flor delante de cualquiera para poder percibir los valores de esa persona y ¿suponiendo que no los tuviera?, mejor aún, más aún estar abierto, porque nadie les habló de nada, nadie les dio el ejemplo de nada, nadie les enseño a trabajar, tal vez su madre murió cuando era muy niño o su padre, etc, y tal vez por las noche se dedique a recoger cosas ajenas por ahí, pero Mis queridos todos son Mis hijos y Yo he muerto en la cruz por todos, y ¿si a este lo pescamos con las manos en la masa sacando algo que robó?, pues bien tomaremos las medidas que corresponden pero, también con todo el amor que corresponde, porque en todo caso es un ser equivocado o enfermo o que se Yo.

Vos citaste el ejemplo de San Juan Bosco y de la Madre Teresa, que Yo digo directamente Santa Teresa de Calcuta, sí Mis queridos, esa es la fe que el hombre debe tener, porque para darme el gusto a… (se dio vuelta la cinta) … que el que pierde su vida por los demás ¿no es maravilloso?, pero a veces no hace falta perder necesariamente la vida, sino entregarla de a poquito como hacen las madres con sus hijos, desde que lo concibieron hasta que son grandes va entregando su vida de a poquito, de a poquito para que sus hijos sean felices, es una forma también de ir entregando la vida, o ese padre que se levanta tan temprano para ir a quemar su cuerpo cerca del horno de una fábrica y poder traer así el pan a la casa para que coman, también ese hombre está entregando la vida de a poquito.

Por eso Mis queridos, que distinto sería el mundo si en cada semejante viéramos a un hermano, una migo, un padre, un hijo. Tal vez alguno argumente: en estos tiempos quién va a hacer eso, bueno pero si los tiempos están como están, están así porque los hombres no procedieron de otra forma o acaso aquél que estuvo preso un tiempo y pagó sus deudas con la sociedad, cuando regresa a la sociedad ¿quién le abre las puertas?, nadie, tienen que irse muy lejos para reiniciar su vida y ya va a ver alguno que se entera de donde viene ¿mmm?, ¿se han dado cuenta que muchos hombres no pueden ser buenos porque los demás no los dejan?, no creen en ellos. ¿Cuál era tu secreto para que estos chicos que estaban en la escuela, que eran la piel de judas se volvieran al poco tiempo unos santitos?, había una razón muy simple, vos creías en ellos que podían ser mejores de lo que eran y en tantísimos años, casi medio Siglo, podrás contar por ahí algún caso en que no te salió bien, pero Yo creo que si llegan a tres es mucho. La base del que debe tener del otro para que se corrija, sea otra persona, sea un hombre de bien, es confiar en ellos, a pesar de que a veces te muerdan la mano que les da de comer, no importa, no importa, la siembra que uno realiza nunca se pierde, nunca, tarde o temprano dará sus frutos, claro, pero hay una razón muy simple ¿no?, hay que creer que es posible, ustedes creen que San Juan Bosco cuando recogía los chicos de la calle que eran huérfanos de la guerra, eran realmente un desastre, sin embargo él con toda su paciencia los convencía que podrían ser hombres buenos, tener un trabajo, una familia, etc, y así ocurría, en una oportunidad San Juan Bosco que tenía un perro llamado gris, un perro que no era natural, era sobrenatural, que Yo le ponía para que lo cuidara, que lo acompañó durante treinta años o más, una noche lo asaltan y al oír la voz del que le dice que le entregue lo que tiene, se acuerda de un chico que había tenía en el oratorio, ya ahora era un hombre grande y entonces San Juan Bosco le dice: pero Juan ¿cómo andas en esto?, la conversación siguió un buen rato pero ¿saben cómo terminó la historia?, Juan se pone de rodillas y le promete: padre, nunca más voy a robar porque usted me enseñó a que no robara, usted confió en mi padre, yo lo defraudé pero hasta hoy, desde hoy en adelante nunca más le voy a robar a nadie.

Mis queridos, este es el mundo en el cuál quiero que ustedes vivan, alguno pensará: que mundo ridículo, otros pensarán: eso es imposible, y otros pensarán muchas cosas, pero prueben, prueben, háganlo pero bien hecho por supuesto y después me van a decir los resultados.

Antes decían: Jesús, Hijo de David ten compasión de mi, claro Mis queridos, por ustedes, por todos aquellos que pidieron, por todos los que están en problemas, por el agua o el fuego o lo que sea, o por cualquier enfermedad, por supuesto que tendré compasión de todos, es palabra del Señor ¿eh?.

Y ahora con toda Mi fuerza y poder los bendigo a todos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

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