Mensaje del 13 de Diciembre de 2002

Bienaventurados… porque es la única forma de redimir el mundo.

Mensaje del 13 de Diciembre de 2002

Habla Artemio:


13 de Diciembre, día de Santa Lucía.

Dice Jesús:


No leíste la palabra pero en todo lo que hablaste hubo citada montones de palabras, por ejemplo la del Buen Samaritano, la Parábola del ciego de Jericó, las Bienaventuranzas y muchas más.

Bienaventurados…, es decir felices todos aquellos para quienes su mundo no termina a donde terminan ellos sino que abarca todos los continentes y todos los hombres, por supuesto algunos más especialmente que otros, por una elemental consideración, no es lo mismo tener un nombre y un apellido, que pensar en alguien que vive en Mozambique, o en Canadá o en Groenlandia, no es lo mismo, pero no es lo mismo en ustedes pero Mi Misericordia llega a los más remotos confines de la Tierra, solamente es necesario una expresión de deseos y entonces uno puede estar sentado cómodamente en su casa y estar sanando, curando, intercediendo por cualquier ser desde aquellos que son microscópicos hasta la secuoyas gigantes de California.

Bienaventurados… porque es la única forma de redimir el mundo, bienaventurados aquellos que… que su mundo, como dije, no termina a su alrededor sino que llega hasta los últimos confines de la Tierra. A todos ellos Yo los llamo: hijos predilectos, seres excepcionales, no hijos de la Luz sino la Luz misma, ¿y qué papel juego Yo en todo esto?, nadie brilla por luz propia, sino que toda la Luz viene de aquel que es autor de las cosas, pero quien pone el hombro, los hombros, las manos, los pies, la mente, el corazón son ustedes. Sí, esa disponibilidad que hablabas vos al comienzo del hombre de oración es lo que Yo admiro, porque esa disponibilidad, de esa disponibilidad se sirve Mi Madre, me sirvo Yo, se sirve Mi Padre, se sirven los Ángeles, se sirven todos para extender el Reino; ¿por qué, extender el Reino es un capricho?, noo, porque los hombres no viven bien y si llega hasta ellos el Reino empiezan a vivir de otra forma, totalmente diferente a la que tenían.

Cualquiera diría por ahí que Yo tengo veleidades de dominarlo todo, no, Yo tengo veleidades de que Mi amor, a través del Espíritu Santo, llegue a todos buenos y malos, justos e injustos, santos y pecadores, todos, no hay detrás de todo eso una veleidad de poder sino una veleidad de que el bien llegue a todos empecinadamente, por una razón de siempre, todos fueron creados a imagen y semejanza, y en consecuencia Yo tengo que cuidar a Mis hijos, también lo hace el Ángel de la Guarda, lo hacen todos los Santos, lo hacen vuestros familiares que ya están delante del Padre, lo hacen montones, ya lo sé, pero que nadie piense en delegar en otros para que Yo me sirva, piensen como si Yo, que es así, a cada uno lo necesito especialmente ¿por esto, por lo otro en especial?, para todo, así como no se puede esconder un pueblo que está sobre una colina tampoco se puede esconder una luz encendida porque se ve, así también debe ser la expresión de deseo de la capacidad de amor que tiene cada uno para con los otros, los conozca o no, los quiera o no, estén cerca o no, ser malditos para los ojos de los hombres o no, sean inconscientes o concientes.

Esto es lo extraordinario Mis queridos, que tomados de Mi mano ustedes pueden recorrer el mundo llevando la vida y llevando el amor a todos, sin moverse de vuestro asiento, acaso no dijimos tantas veces que Teresita de Lissieux es Patrona de las misiones y ella no se movió nunca de su Convento en Lissieux y murió muy jovencita, sino que es Patrona de las misiones a pesar de ello, porque ella desde su lecho de enferma de tuberculosis, estaba ofreciendo cada cosa de su vida por los misioneros que en tierras lejanas llevaban la palabra, ella misma en tierras lejanas llevaba la palabra, aunque no se moviera de su cama en el Convento de Lissieux. Esto no se entiende así racionalmente, hay que darle un poco de manija a la mente para entender como esta niña enferma en Lissieux andaba caminando lejanas tierras evangelizando. Claro ¿saben?, ocurre que el Señor solamente cosecha donde no sembró, solamente Él recoge donde no puso nada y solamente Él puede darse, esto que los hombres, a los hombres puede parecerles un lujo pero a Mi me parece nada más que la necesidad que tienen los hombres de la Misericordia.

Por eso, desde el asiento, desde la silla de tu casa podés estar redimiendo al mundo siempre que estés disponible para que Mi Misericordia te use, en el buen sentido del término, no es fácil de entender pero no es cuestión tampoco de entender tanto, la cuestión es decir: el Señor haga. Y no me vuelvas a decir si todo lo que hice en casi medio Siglo sirve, tomalo Señor para aplicarlo, no exaltes tu nadería, no me gusta, porque todos los seres humanos saben de una u otra forma por que caminos anduvieron en la vida a pesar de todo, entonces se ofrece directamente.

Diría más cosas puntuales, no me las creerías, entonces no las digo, sobre este tema, pero tené en cuenta, ténganlo en cuenta, solamente con esa expresión de deseos o deseos simplemente de hacer los que se les antoje, en cuanto a bien para los otros que cruce por vuestra mente, del resto me encargo Yo, así es la Economía Divina.

Se dieron cuenta cuánto los amo ¿no?.

Amén.

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