Mensaje del 11 de Noviembre de 2002

Pero no solamente eso, me preocupa el hombre, su existencia, su futuro, sus proyectos, los hombres cerca del Señor son pocos y los que están alejados de Mi, son mayoría, pero Yo estoy cerca de todos.

Mensaje del 11 de Noviembre de 2002

Habla Artemio:

Hoy es 11 de Noviembre de 2002.

Estamos emocionados Señor, porque al abrir la Sagrada Escritura, nos encontramos con Carta de Pablo a los Tesalonicenses 5, donde habla de los hijos de la Luz, por eso Señor, yo no lo dije Señor, vos lo dijiste, lo dijo tu Mamá que yo era un celoso custodio de tus mensajes. Por eso, yo te pido que en ningún momento pueda decir ni una sola palabra, que no sea dictada por el Espíritu Santo, es cierto que lo que tenemos en la boca reboza del corazón, pues bien Señor, yo quiero rebozar siempre palabras de alabanzas y de glorificación a ti Señor y al mismo tiempo, nunca ser un obstáculo para tu obra sino alguien que la facilite Señor. Ya cae la tarde Señor, parece que no hay ni una nube en el cielo Señor y no hay una hoja que se mueva Señor, todo está en calma, como si… nada estuviera ocupado en sus cosas sino que todos escuchan tu palabra Señor, tu palabra, es palabra de vida eterna y uno está más que ansioso pensando, pensando en que todos escuchen esta palabra Señor. Es una ironía Señor, que estén aquí con nosotros los perritos y seamos dos personas nada más que te escuchamos, no hay duda que esto sucede así porque vos lo querés Señor, por que vos lo deseas Señor, yo creo que todo esto está así, para que vos puedas hablar libremente sobre todo lo que queres decir como mensaje a los hombres de todo el mundo en este tercer milenio. Uno espera y confía, confía y espera, espera y confía, confía y espera Señor.

Ya está Jesús entre nosotros, también está su Mamá, están los Santos, Ángeles, familiares, hay de todos, hay algún representante, todos siguen con su trabajo y sus cosas, pero hay montones de personas que si bien no están aquí presente, en su lugar cercano o lejano, están también en oración. Te escuchamos Señor, vos tenés palabra de vida eterna.

Dice Jesús:

Si, "soy el camino, la verdad y la vida, quién me sigue no anda en tinieblas".

En este mismo momento, en que están ustedes aquí conmigo, miles de niños mueren de hambre, otros son abortados; es cierto que hay mucho bien en el mundo, pero también los países se preparan para vivir en guerra, muchos jóvenes intuyen que su proyecto de vida va a ser cercenado por la muerte, ¿cuándo el hombre entenderá que debe agotar todos los caminos, todos, para solucionar los conflictos en paz?, ¿cuándo el hombre aprenderá?, vivió guerreando toda la historia y todavía no aprendió la lección de que la guerra es un semillero de otras guerras, de muchas guerras. Si bien, hay montones de problemas en el mundo, lo que más me preocupa, lo que más me preocupa es el hambre de pan y el hambre de amor, el hambre de pan y el hambre de amor.

Pero no solamente eso, me preocupa el hombre, su existencia, su futuro, sus proyectos, los hombres cerca del Señor son pocos y los que están alejados de Mi, son mayoría, pero Yo estoy cerca de todos, estoy cerca de todos esperando, esperando que cada uno abra su corazón para recibirme y Yo estoy esperando que cada uno abra su corazón para recibirme. Con la intercesión de Mi Mamá, Mediadora de todas las Gracias estoy esperando, el hombre está empecinado en hacer las osas siempre siguiendo su egoísmo, siguiendo su soberbia, siguiendo sus intereses personales; cada uno trabaja para sus propios intereses, cada uno trabaja para su propio bienestar, cada uno vive pensando en sí mismo sin acordarse de los otros.

Fui muy claro Yo con las palabras que dije después de la última cena, cuando expresé: "les doy un mandamiento nuevo, que se amen unos a otros como Yo los he amado", mientras el hombre conserve su corazón duro, impenetrable y no deje filtrar en el las palabras de amor y el amor que debe sentir por sus hermanos, es evidente que no es una solución para los problemas, tienen mucho tiempo por delante, pero Mi preocupación es los que se mueren hoy, mañana, pasado, sí, se que algún día todo estará en orden, pero mientras tanto el hombre debe preocuparse por el mientras tanto, el ayer, repito, ya no le pertenece ni siquiera lo que pasó hace un momento, el mañana aún no es, el hoy aún tiene que terminar el mientras tanto.

Existe el mientras tanto de un día o de una hora, existe el mientras tanto de períodos de nuestra vida, pero siempre pensando en el pasado, porque las cuentas no están bien cerradas y no sabiendo qué ocurrirá en el futuro, entonces el hombre pierde el momento presente y no vive el mientras tanto, como si el mientras tanto no existiera y así va perdiendo el tiempo, va gastando sus energías, envejece y luego, se pregunta: si yo, me hubiera planteado antes tantos problemas, hubiese tenido tantas soluciones, pero estaba tan lleno de yo mismo, de mi mismo, tan lleno de mi mismo, que me impedía ver lo que tenía alrededor. ¿Quién tenía alrededor?, tenía su familia, sus relaciones, la gente que convive con el hombre, es decir, nadie que esté cerca de uno puede movernos a la indiferencia, nadie, porque todos son hermanos e hijos de un mismo Padre y en consecuencia, quien no ama a su hermano, no puede decir: yo soy de Jesús; quien no ama a su hermano, primero vaya y arregle cuenta con su hermano, en el sentido de amarlo como hermano y después venga y diga: yo soy de Jesús, antes no, porque está mintiendo.

Que nadie diga: yo soy de Jesús, si dentro de su corazón alberga una cerrazón total hacia todos los que debe amar, a los que están cerca y a los que están lejos, a los que son parientes y a los que no lo son, a todos, mientras el ser humano no esté en relaciones óptimas con todos sus hermanos, no puede decir: yo soy de Jesús, además, no solo los hombres, sino también las cosas, las plantas y los animales, todo forman un mundo, el mundo en el cual el hombre vive, ¿podría el hombre vivir sin todas las cosas que le rodean?, no puede, entonces ¿por qué no las ama?, ¿por qué no las cuida?, ¿por qué no las protege?, ¿por qué?, hay tantos por qué. Lo dije tantas veces, el hombre está en guerra con la naturaleza, está en guerra con las cosas, está en guerra con todo y está en guerra consigo mismo, porque las guerras antes de hacerse en el campo de batalla, se hacen en el corazón del hombre, del hombre que odia, porque nadie puede dar una orden de iniciar un ataque o directamente destruir al hermano aunque sea con un cuento, con la lengua, mientras estén en esa situación, no digan: yo soy de Jesús, no traten de justificar las cosas que pueden ocurrir porque no, no coinciden, si alguien no ama no diga: yo soy de Jesús, porque es lo mismo que decir: que blanco y negro son las mismas cosas.

Por eso Mis queridos, en este día de Noviembre, día en que ya va terminando el año, faltan apenas días y después tendremos otro año y así, pero estamos en el tercer milenio y no se olviden lo que ya dije allá en las apariciones del 95’, 96’ y también lo dijo Mi Madre: todo será hecho nuevo, en los cielos y en la tierra, así que prepárense, sean tierra fértil donde Yo pueda arrojar las semillas, sean eriales donde Yo pueda realmente sembrar.

Hoy hice abrir la Sagrada Escritura justamente en esa parte de la Carta de Pablo a los Tesalonicenses 5: ustedes son hijos de la Luz, ustedes son hijos de la Luz y en consecuencia, serán los protagonistas del tercer milenio, según dijo Mi Mamá y en ese tercer milenio, comienza con estos mensajes del cual vos sos celoso custodio. Que Mis palabras no pasen y a través de los medios masivos de comunicación, esas palabras lleguen a todos los hombres como están llegando todos Mis mensajes por Internet en todos los idiomas, aunque todo esto parezca chiquito, ya tiene la dimensión del mundo, porque diariamente hay seres, personas en distintos lugares de la Tierra que están esperando a ver qué mensaje dio el Señor hoy, o su Madre, o los Santos, qué mensaje dio hoy. Lleguen estas palabras de amor y comprensión a todos los hombres de la Tierra.

Yo dije recién que falta poco para terminar el año, no esperan que llegue el 25 de Diciembre para decir: hoy es Navidad, Navidad es cada día del año, donde cada uno acepta al otro como su hermano, no hay otra alternativa, aquél que festeja un día en el año Navidad, no sabe lo que hace, Navidad es cada instante, cada día en que acepto al otro como mi hermano, entonces Yo nazco en el corazón del hombre para darles todo lo que el hombre necesita para ser feliz. Yo siempre estoy disponible para dar lo que el hombre necesita, ahora no siempre el hombre está disponible para receptar lo que Yo le doy, me dicen que se haga tu voluntad Señor, pero quieren que se haga la voluntad de ellos.

El tercer milenio es el milenio de las grandes definiciones, sobre todo en los comienzos, ¿por qué?, porque es la forma de empezar a vivir mejor, ya sé que no todos están de acuerdo y que muchos se pasarán en la vereda del frente para que allí, si es posible, tirar piedras pero a nosotros no nos deben asustar las piedras de nadie, porque todos aquellos que están en contra Mío, cuando tiran piedras, sus piedras son de algodón, no hacen mal, no hacen doler, no destruyen el lugar donde golpean. "Ámense unos a otros como Yo los he amado", no hay otra alternativa, no hay otra posibilidad, es el único camino que hará posible la felicidad del hombre.

En estos días voy a darte una serie de mensajes, para que hagas llegar a personas determinadas, tal vez cuando estés solo en algún momento del día, o te haré levantar durante la noche para dictarte los mensajes.

Cuídense del maligno, porque siempre anda buscando la oportunidad de hacer algún daño o de arrastrar a personas hacia abismos donde no salen nunca más.

Los amo, los amo tiernamente, los amo tiernamente.

Amén.

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