Mensaje del 06 de Noviembre de 2002

Habla Artemio:

Hoy es 6 de Noviembre de 2002.

Señor Jesús ten piedad de nosotros. Jesús Hijo de David te piedad de nosotros. Jesús Hijo de David te piedad de nosotros.

Nosotros Señor dentro de nuestra presencia opaca, dentro de nuestra carencia de todo Señor, humildemente te alabamos y te damos gracias por todo lo que recibimos de vos diariamente Señor. Hay días Señor en que parece que uno entro al mundo por la puerta de atrás donde todos son guadañazos, donde todos son golpes, donde todo son dolores, de todo tipo, naturaleza y condición. Es una pena Señor que nuestra fuerzas a veces se desgasten en luchar contra todas esas que no tenían porque ocurrir, perdónanos Señor todos nuestros males y hace que podamos alabarte y bendecirte eternamente, para mayor Gloria tuya Señor y mayor tranquilidad y felicidad nuestra. Ven Señor Jesús, ven, danos el mensaje de este día. Ven señor Jesús, ven, llénanos de tu Espíritu Santo, llénanos Señor, llénanos, llénanos Señor, llénanos Señor de tu Espíritu Santo. Saca de nosotros Señor, todas aquellas cosas que perturban el poder contemplar tu Gloria y el poder recibir Tu Palabra como debemos recibirla.

No ha venido Jesús, sino que la Virgen ha venido y sola, es decir yo no veo otro debe estar, deben estar. ¿Que tendrás que decirnos Madre?, Madre.

Dice Nuestra Madre:

"Mi alma engrandece al Señor y se alegra Mi espíritu en Dios, Mi salvador, porque fijó los ojos en la pequeñez de su esclava, en adelante todas las generaciones me llamarán Bienaventurada".

Nunca teman, nunca se den por vencidos, nunca aflojen, nunca traten de no mirar hacia delante y seguir, porque el Señor los invita a continuar a pesar de todas las cosas que pueden ocurrir en la vida, nunca hay que desfallecer solamente lo que debe preocuparnos y preocuparnos mucho, es que el Señor no esté con nosotros, lo demás no debe ni siquiera rozarnos. Yo soy Vuestra Madre, así como soy la Madre del Hijo de Dios, entonces, cobíjense bajo mi manto y tengan siempre presente que la llama de amor que sale de Mi Inmaculado Corazón, los está cubriendo siempre de protecciones. Ante todas las cosas que la vida a veces tiene y que son dolorosas, traten de afrontarlas con valentía, con entereza y sin preocuparles demasiado, todos los días amanece y todos los días el sol trae una nueva respuesta a todos nuestros problemas, sigan el mandato de Mi Hijo: "ámense unos a otros como Yo los he amado", después que nada les importe, que nada les preocupe, que nada les quite el sueño, porque si están con Mi Hijo y conmigo nada pueden temer.

Quiero decirles que los amo mucho, que estoy siempre con ustedes, que mi manto los está cubriendo todos los días y la llama que sale de Mi Corazón, esta siempre sobre ustedes para darles todo los mejor, los amo, los amo, los amo, no hoy solamente sino mi amor, es para siempre como el de Mi Hijo.

Amén.