Mensaje del 06 de Junio de 2002 (2º)

Si hacen un recuento de todo lo que pasó durante el día, se ven muchas heridas que cerrar, muchos dolores que consolar y también muchos estados normales de la vida corriente de los hombres.

Mensaje del 06 de Junio de 2002

Habla Artemio:

Hoy es jueves 06 de Junio.

Señor quiero decirte pocas palabras pero, en nombre de todos los marginados que existen en el mundo, todos los segregados, todos los que no tienen un lugar debajo del sol, todos los que tienen que refugiarse en cuevas para poder sobrevivir.

Yo en este día Señor, tomo la voz de todos los desarrapados de la Tierra, pero especialmente los de mi país, los de mi provincia y los de mi pueblo, Señor inclina tus ojos, mira con bondad Señor todos los males por los que atraviesan tantos hombres.

¿Es posible Señor, que pasen los años y los años y aquellos que sufren no tengan nunca un consuelo Señor?, el hambre devora a tanta gente, la maldad está a la orden del día, los corruptos ocupan los lugares esenciales, tienen mando, tienen jerarquía, pueden dominar a los otros.

Señor Jesús, me dijiste que debía ser un Celoso Custodio de tu Mensaje, entonces me atrevo a decirte Señor: inclina tus ojos hacia todos aquellos que no tienen un lugar para vivir en esta Tierra, ya sea porque son marginados, estén enfermos, llenos de hambre; todos aquellos Señor, que de una u otra forma están pasando penurias, no solamente materiales sino también penurias espirituales de todo tipo.

Es cierto que tendrán que pasar los tiempos para que el mundo sea distinto, pero con voz acongojada Señor, yo te pido por todos aquellos que estamos al margen Señor, al margen de las consideraciones sociales, al margen de los derechos, al margen de la felicidad, al margen de todas las cosas esenciales de la vida.

Míranos a todos Señor, míranos Señor y envía sobre todos nosotros tu Misericordia.

Los hombres en esta América y en el mundo, están cansados Señor de mirar hacia arriba, esperando alguna solución a sus males, mientras los que están arriba pasan su vida en forma indiferente a los males de sus hermanos. ¿Qué es esto Señor?, ¿en que se ha convertido este valle de lágrimas?, ¿hasta dónde los hombres han perjudicado, estropeado y destruido a sus hermanos?.

Que tu Redención no fracase Señor, que la sangre que derramaste en la cruz, se aplique sobre todos aquellos, que como dice la Sagrada Escritura: “esperan una liberación que no les llega de ninguna parte”.

Señor nunca nos cansaremos de rogarte, de pedirte, de alabarte pero también te decimos: mira Señor a tu pueblo, míranos, míranos Señor porque hay muchos que ya envejecen, hay muchos que ya no pueden acariciar más sueños para el futuro y todos esos hombres morirán con una mueca de tristeza en sus labios, pero sobre todo en su corazón.

Atiende Señor nuestros ruegos, atiende Señor nuestros ruegos, porque tu pueblo Señor, aquél pueblo y este pueblo por el cual viniste al mundo, está triturado y destruido y su esperanza está al borde del abismo. Señor míranos con compasión, míranos con compasión Señor a todos aquellos que para los cuales todavía no ha salido el sol y no promete salir.

Ten en cuenta Señor mis ruegos, por todos aquellos Señor que necesitan de tu auxilio, porque el auxilio de sus hermanos no existe ni existirá.

Ven Señor Jesús, ven Señor Jesús, derrama tu Espíritu Santo Señor sobre todos, para que con todo el amor, con toda la dulzura de que sos capaz Señor, puedas llevar a nuestras almas un consuelo duradero.

Dice Nuestra Madre, la Virgen:

¿Saben?, comienzo dándole gracias a ustedes, por estar aquí esperando la llegada de Mi Hijo o la Mía. Los bendigo muy especialmente por esto, Yo, como toda Madre, siempre me acuerdo y soy muy agradecida.

Si hacen un recuento de todo lo que pasó durante el día, se ven muchas heridas que cerrar, muchos dolores que consolar y también muchos estados normales de la vida corriente de los hombres. Yo comprendo, Yo comprendo, comprendo y callo pero, confíen en Mi ayuda, confíen en que siempre tengo una mano tendida para con todos los que necesitan.

Vos decías recién: ¿cuándo recupero las cosas que doy?, si no las recuperas Yo las premio y aunque las recuperes Yo las premio, porque siempre el desprenderse de algo por los otros, es un acto maravilloso aunque a veces uno parece que resulta un poquito engañado o estafado pero…, pero lo bien hecho, bien hecho está.

En cuanto a vos… qué puedo decirte, no puedo prometerte nada, porque cuando uno está en un camino que se llama calvario, entonces qué se puede prometer, aliviar un poco los dolores, acercar una copa de agua, enjugar las gotas de agua que bajan de la frente, pero vos vivís dentro de sufrimientos indecibles pero fuera hoy, ayer, no, a veces querés acordarte para ver si hay algún momentito de felicidad y no lo encontras, no lo encontras y cualquiera diría que la vida fue injusta con vos o que incluso el Señor no se acordó de vos, no, ese es otro planteo. Cuando se trae algo de arriba duele, pero no un poquito, duele siempre y va a seguir doliendo sin tregua hasta que terminen tus días.

Como se engaña a veces la gente cuando te ven sonreír o lleno de plenitud y lleno de alegría, como se engaña la gente. Todo lo tuyo son lágrimas apiladas y vos te acostumbraste tanto a vivir de esta manera que para vos es una vida normal. Es por eso, el otro día que cuando Mi Hijo te dio una tregua de horas donde no sufrías, no podías procesarlo, porque…, ni el tiempo te alcanzaba para hacerlo.

No hay vueltas, no hay vueltas, aquí el calvario empezó desde la hora cero en tu vida y continua, a veces la cruz parece un poquito más liviana pero no, son ilusiones, siempre es lo mismo, siempre es pesada igual.

Y lo interesante de la cuestión, es que nadie se da cuenta o algunos observando sí, ven algo, pero creen que estás en el mejor de los mundos, por supuesto que si estas conmigo y con Mi hijo estas en el mejor de los mundos, pero vos también tenes una naturaleza humana y tu naturaleza humana, en todos los ordenes, nunca disfrutó de nada.

Algunos disfrutan un poquito en comer, no hablemos de eso, porque nunca pudiste, tuviste siempre que hacer equilibrios con algunos medicamentos para sobrevivir y lo interesante es que a medida que pasaron los años todo el mundo creyó que eras un roble donde apoyarse y siguen creyéndolo y sos un roble donde apoyarse, sí, sí, es cierto.

Pero sinceramente, la explicación de tu calvario atroz, terrible, como si ni el Padre, ni el Hijo ni el Espíritu Santo hubiesen tenido ninguna consideración con vos, ese calvario continuará, continuará y continuará y eso que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo te aman, pero vos no, no podes entender todas las cosas éstas y guarda silencio, es cierto, está bien, guarda silencio, guarda silencio.

Tenes, sí un lugar para estar donde estas cómodo y un ambiente tibio, un techo y un piso y la seguridad de que algo vas a comer pero medido, dosificado y cuidado en todo para que no eche a perder la normalidad de tu salud para mañana, porque hay que continuar con todo. Yo me acuerdo a lo largo de toda la vida, siempre masticando una galletita o alguna otra pequeña cosa para que no te molestara el aparato digestivo y poder seguir dando tus clases o tener las conversaciones bien como siempre; te invitaban a fiestas y para charlar un poco decían, pero no sabían que si vos ibas y comías…, y luego aunque fuera leías una línea, después de haber comido, era suficiente para que te quedaras sin visión durante dos o tres horas, por eso no comías. Por eso fuiste siempre reacio en aceptar invitaciones para…, como hacen todos comer y estar de sobremesa y disfrutar de un momento, o si querés disfrutar de una sobremesa tenes que comer cuatro bocados, cinco y no tomar ningún tipo de cosas que altere.

Sinceramente te digo hoy que estamos, que somos poquitos, te digo que Mi Hijo y Yo siempre tuvimos una tremenda compasión por vos y tal vez en esa compasión esté el secreto por el cual Mi Hijo te hace Celoso Custodio de sus Mensajes.

Y además siempre…, y lo reconozco y lo reconoce Mi Hijo también, lo que tuviste fueron migajas, no lo digo ni para alagarte ni para nada, pero tu vida desde la cero hora en que fuiste engendrado hasta el día de hoy, fue un martirio blanco; es decir no hubo sangre, excepto ahora en los estigmas pero siempre fue un martirio blanco. Vos no te podes admirar de los mártires, porque te lo digo así lisa y llanamente: fuiste siempre un mártir, pero lo que más me gusto es que nadie se entero de eso, algunos un poco tal vez y dentro de ese martirio constante, siempre te pareció que el Señor, Mi Hijo, nunca te escuchó.

Todo eso es muy extraño, es muy extraño y lo vas a entender después, no ahora, ahora no lo podes entender. Lo único que sí sabes es que el momento que sigue será tan terrible como el que pasó y mañana será tan terrible o más que hoy.

Nunca te hablé así, hoy te lo digo directamente ¿mmm?, por eso siempre mirando la paciencia de Job, las lamentaciones de Jeremías, y aquella expresión que en los momentos de más desesperación decías: hay mísero de mi, hay infeliz, apurar Cielos pretendo ya que me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros naciendo. Y el Señor siempre lo tomo no como una ofensa, sino que lo incorporó a su pasión para ayudar a redimir; cualquiera que me escucha dirá: pero caramba…, ese hombre tiene el monopolio del dolor. Cada uno de acuerdo a la intensidad que siente puede decir que tiene el monopolio del dolor, ahora lo interesante es que desde afuera alguien diga si alguien tiene o no el monopolio del dolor, y en tu caso saca tus propias conclusiones, no digas nada porque todo se sobreentiende.

Nunca el Señor tomó en cuenta tus quejas, porque eran justificadas, pero siempre hiciste aquello de una venganza al revés, es decir: en mi todo está mal, pero lo que sale de mi debe ser todo muy bueno; es decir, nunca a través de los años hubo ninguna manifestación de resentimientos, al contrario, al contrario, y esa expresión: que delito cometí contra vosotros naciendo, nunca lo tomó a mal Mi Hijo, para nada, porque veía que tenías razón.

Algún día seguiremos hablando de todo esto, mientras tanto…, mientras tanto ni siquiera podes disfrutar que en tu corazón esté el Mío y el de Mi Hijo latiendo, otro se llenaría de gozo pero vos no, no podes.

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo les dice a aquellos que no entienden, que lean este Mensaje y crean todo a pie juntillas porque es verdadero, lo digo Yo, la Madre de Dios y testigo continuo a través del tiempo de todo lo que se acaba de enumerar, que es nada más que un poquito.

Quien no cree en todo esto, vaya golpeándose el pecho, vaya golpeándose el pecho, porque está cometiendo una muy mala acción.

Yo por Mi parte, ya he llenado tantos pañuelos con tus lágrimas que he perdido la cuenta y Mi Hijo también, así es todo y lo peor es que no puedo prometerte nada, ni para dentro de un rato, ni para mañana, ni para nunca y peor aún, es que no te puedo decir por qué.

Amén.

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