Mensaje del 25 de Mayo de 2002 (2º)

Y tal vez dormirías para mantener ese estado; ese estado maravilloso que es como una tregua en el sufrimiento cotidiano, ese abandono total y completo en que... sabes que Yo, Mi mamá y los Santos y los Ángeles están acompañándote, mezclándose con los seres que quisiste y ya no están.

Mensaje 25 de Mayo de 2002

Dice Jesús:

Y aunque en la Bienaventuranza eterna gozarás intensamente, del amor del Padre, pero, algo de añoranza habrá siempre de todo aquello humano, que quisiste; y, no sólo de lo humano, sino de las pequeñas cosas que llenaron tu vida siempre, no fueron grandes pasiones, ni esperar a alguien que te dé un poco de afecto, será simplemente ese estar en contacto permanente con la armonía que mi Padre imprimió en todas las cosas.

Y tal vez dormirías para mantener ese estado; ese estado maravilloso que es como una tregua en el sufrimiento cotidiano, ese abandono total y completo en que... sabes que Yo, Mi mamá y los Santos y los Ángeles están acompañándote, mezclándose con los seres que quisiste y ya no están. Pero sí, una tregua en el dolor, una tregua dónde... donde el alma ya no sabes dónde está no, no lo sabés donde está, está nadando en la armonía, está saltando de pétalo en pétalo de flores perennes; ese estado que es como si tu alma se fundiera con la divinidad, dónde, no pedís nada, ni esperas nada, ni te importa nada, importándote todo.

No todos pueden ser dolores mi querido, también tu alma debe estar como en éste momento sin saber dónde está, como te decía, sin querer nada, ni pedir nada, simplemente estar, estar en la presencia Mía, de Mi Mamá, y a su vez en la presencia de las cosas, que parecen hasta detenidas en el tiempo, para disfrutarlas como…, como algo perenne, porque es muy distinto cuando el alma navega como en éste momento, está navegando la tuya.

Para qué describir paisajes, o flores multicolores o el vuelo mismo del ave, no en sí el ala que se mueve, sino el vuelo en sí mismo, que es estar suspendido sin caer, y con la seguridad de no caer.

En otro grado y a otro nivel es lo que experimentan los seres simples, que por obra de la gracia se mueven más allá de todo aquello, que puede ser amontonar, dejar pasar, ordenar, desordenar . Pasan también por tu mente, ¿qué dirán, aquellos que entienden sobre los mensajes, de mi Dios, y mi Señor y su Madre?, ¿qué dirán?, y entonces, aparece por ahí, como el libre temor humano de que la palabra no pueda llegar a los hombres y luego la contrapartida, todo ya llegó a los hombres y cada uno lo incorporó en las medidas de su conversión y esa conversión no la puede ni detener, ni apurar nadie, nadie. Es decir, todo lo que digo, dice Mi Madre o dicen los Santos por el sólo hecho de decirlas ya impregnaron toda la tierra, y está mucho más allá de aquellos que pueden aceptarla o no pueden aceptarla, o ponen muchos peros; pero el alma cuando se fundió con la divinidad está sobre y por encima de ésas inquietudes humanas.

En última instancia es una cuestión de tiempo, un tiempo que en lugar de ser doloroso se vuelve expectativa de todo lo que hará cuando se conozca.

Pensá cuanto habrá sufrido Santa Faustina, cuando aquellas palabras que Yo le decía, eran mal interpretadas, no tenidas en cuenta, desfiguradas, manoseadas, y sirvió eso un tiempo, pero también el tiempo sabio dejó que todo decantara para aquellos mismos que dijeron que no, después digan que sí y tal vez arrepentidos; es que Mí palabra y la palabra de Mi Mamá, no es así, como así, para incorporarlas a la vida, hay que pensar también en la evolución de la persona, que nada tiene que ver con los estudios realizados, y con nada porque es regalo del Señor.

Podría citarte tantos ejemplos, ahora siempre hay una pequeña insinuación de la persona allá en el fondo de su ser, de que se conozca, se viva, se plasme, en los corazones; pero, incluso muchos de los que dicen, haber avanzado tanto en todo esto, tal vez todavía ni comenzaron.

Es por eso que la redención de los hombres me llena de alegría, pero también me sume en largas tristezas porque Yo quisiera el bienestar de tantos que sufren; pero también viéndolo de mi parte humana, tengo que pensar que hace falta tiempo, el tiempo….

A veces uno mira a los hombres y toda su cerrazón, y toda su dureza mientras uno le está alcanzando la apertura y la suavidad; entonces pasa lo que pasa, algunas almas me acompañan en ese peregrinar, en ese andar constantemente para dar lo esencial, sin rodeos. Seguiremos hablando de todo esto, pero, tengo el consuelo de que a veces el dolor se detiene y da paso a tanta maravilla.

Hasta cada momento Mi querido.

Amén.

Consola de depuración de Joomla!

Sesión

Información del perfil

Uso de la memoria

Consultas de la base de datos