Mensaje del 06 de Noviembre de 2001

Por si alguno no entiende aún, Locución Íntima quiere decir: que teniendo carisma de la videncia o palabra de conocimiento y además de ver con la enorme luz de la mente todo, la mente y el corazón, entonces como en todas las ocasiones que hubo Apariciones a lo largo de la historia, tomamos la voz de las personas. Mensaje del 06 de Noviembre de 2001
Habla Artemio:


Hoy es 06 de Noviembre del 2001.

Estás cumpliendo Señor lo que habías dicho ¿te acordás?, que venías más
seguido.

Te escuchamos Señor.

Dice Jesús:


Seguimos con los Mensajes en estas Locuciones Íntimas.

Por si alguno no entiende aún, Locución Íntima quiere decir: que teniendo carisma de la videncia o palabra de conocimiento y además de ver con la enorme luz de la mente todo, la mente y el corazón, entonces como en todas las ocasiones que hubo Apariciones a lo largo de la historia, tomamos la voz de las personas.

Yo lo expliqué una vez ya, si cada persona es templo de la Santísima Trinidad quiere decir que Yo estoy dentro de cada uno, incluso de aquellos que están oprimidos por el maligno, estoy más arrinconado, estoy más chico, Mi Padre, Yo y el Espíritu Santo, pero estamos siempre, entonces lo único que aquí pasa en una Locución Íntima, ¿qué es?, Yo estoy dentro de la persona y por un carisma del Espíritu Santo puedo hablar a través de la persona. Puede llamarse esto de muchas cosas: Revelaciones, Profecías, anuncios; es decir, ustedes han visto ya que Yo en cuanto a los conceptos me tienen un poco sin cuidado porque cada uno llena los conceptos de un contenido, ahora para entender Mis palabras hay que estar lleno del Espíritu Santo, es decir, que haya plena vigencia de la Trinidad en cada persona, entonces de esa forma se oye, se entiende o Yo puedo hablar a través de las personas.

Es decir, en el lenguaje de la fe todo se resuelve muy fácil y ustedes son hombres de fe, entonces no hay esa distancia tan grande, la distancia es prácticamente nula, es decir, el Dios de los Cielos, el Dios de aquí, el Dios de allá, ¿por qué no se ponen a pensar en el Dios que habita en cada persona?, ¿acaso cada persona no es templo de la Trinidad?.

Entonces, partiendo de premisas simples, todo esto se entiende fácil, muy fácil, pero cuando se lo quiere racionalizar es cuando se echa todo a perder y Yo hablo dentro de los corazones de las personas, sí, en algunos más, en otros menos, según como me dejan.

Ahora, para entender todo esto hay que hacerse simple, hay que hacerse como quien diría una pielcita de ajo, así de simple, porque el Padre, Yo, el Espíritu Santo, somos uno, somos simples, lo complejo tiene mezcla de no ser y la Trinidad es, ¿acaso cuando me defino a Moisés, no le digo: vino a hablarte el que es?, Yo soy el que soy. Es decir, lo complicado, lo complejo está mezclado con no ser, cuando apuntamos al ser es simple, sumamente simple, entonces quien está en condiciones hace posible muy fácilmente que Yo pueda hablar a través de ellos, que se comprenda esto de la simplicidad. No hay que ser doctor en filosofía para entender esa definición que el Padre da en el Antiguo Testamento: el que es.

Habla Artemio:

Señor, interrumpo un momento ¿eh?.

Bien.

Dice Jesús:

No conviene interrumpir el diálogo conmigo, para otra vez sabelo.

El Mensaje de hoy es muy sencillo, háganse de amigos para que les reciban, hace referencia aquello de que no es necesario salir a llevar la palabra, como normalmente muchos están acostumbrados que es, traduciéndolo, es imponer la palabra, nada mejor que escuchar un mensaje del Señor cuando se tiene deseos de hacerlo con un corazón abierto y una disponibilidad perfecta.

Háganse de amigos para que les reciban.

Dice Nuestra Madre, la Virgen:

El otro día, el jueves, hemos tenido un diálogo muy largo, hermoso ¿no?, y Yo dije muchas cosas, que algunas te asombraron.

Vuelvo a lo que ya dije algunas veces pero como Mi Hijo dice Yo también, lo que se repite no se repite igual, se repite de otra forma para que, bueno, los que son distintos puedan entender lo que voy a expresar.

Si quieren que les diga qué me preocupa hoy, ¿que me preocupa hoy?, todo lo que pasa en el mundo me preocupa ¿verdad?, nada de lo que pasa en los cinco continentes me puede resultar indiferente. Pero hoy quiero dejar este Mensaje, no por corto menos profundo.

Estamos en este mes de Noviembre donde conmemoramos la fiesta de los difuntos, los que estuvieron en el mundo y ya no están, están del otro lado, pero del otro lado se puede estar de muchas formas, me refiero a todas las almas que están en la oscuridad o en la penumbra y hoy quiero darles esta devoción, tienen libertad de hacerlo o no por supuesto, pero me gustaría que aquellos que me quieren, quieran también a las almas que están en la oscuridad o en la penumbra, ¿saben lo feo que es estar en la oscuridad cuando el alma quiere tener la Luz del Padre?.

Entonces hoy Mi Mensaje es este: les pido, si quieren por supuesto, que se acuerden de las almas que todavía no están delante del Padre, por lo menos tres veces por día, tres veces por día, si son más mejor, pero cualquier esfuerzo, cualquier sacrificio, cualquier gusto, cualquier cosa, uno puede ofrecerlo, el saborear una fruta puede hacerse para las almas que están en el Purgatorio, ¿no es mucho el pedido de hoy verdad Mis queridos?, recordar las almas tres veces al día. Así como puede ser una costumbre buena por cierto, bendecir los alimentos, ¿qué es el alimento?, algo que alimenta para seguir viviendo, porqué no pensar, alguien que está en la oscuridad quiere ver la Luz, Señor tenelo en cuenta, te ofrezco esto con esa intención.

No es poco esto, es una enormidad y hay que extender la devoción, porque están proliferando tantas, tantas, tantas formas de pensar donde disfrazadas de Cristianismo tienen poco que ver con el, me refiero a todas las teorías sobre la reencarnación.

Entonces queda claro ¿verdad?.

Dice Santa Faustina:

Teniendo en cuenta que el Señor aquí da los Mensajes como el Señor de la Misericordia y continúa con todos aquellos Mensajes que me dio a mí, entonces cuando le pedís al Señor que sane a alguien hacelo con el nombre de Jesús de la Misericordia diciendo: Jesús confío en ti o en vos confío, o directamente: Señor de la Misericordia sana a esta persona que está enferma.

Es decir, no, no digo yo que no se pueda usar otra forma, puede usarse, claro, que problema hay, pero todo aquí tiene que hacerse carne en el nombre del Jesús de la Misericordia.

Todo lo que llega al Hijo, llega a través de la Madre, entonces la Madre aquí es la Inmaculada Concepción, tiene esa advocación, ese nombre, entonces, entonces Nuestra Señora de los Dolores, la Inmaculada Concepción o si quieren decirle Inmaculada Esposa del Espíritu Santo, pero todo es lo mismo, pero Inmaculada Concepción.

Entonces, desde hoy hacé las bendiciones de esa manera.

Dice la Madre Teresa:

Se corta la grabación….

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