Mensaje del 12 de Diciembre de 2001 (2º)

Es bueno perdonar y mientras no se perdona no se puede estar en paz, pero cuando ven que algo todavía en vuestra vida les molesta demasiado y por razones naturales, psicológicas no puedan perdonar del todo, digan simplemente: Señor, yo quiero perdonar, pero dame tiempo, Señor, yo quiero perdonar todo, pero dame tiempo. Mensaje del 12 de Diciembre de 2001

Habla Artemio:


Señor, oíste de todo ¿eh?, pero vos lo sabés todo así que no te extrañe.

Dice Jesús:


Si ustedes quieren hacerme algún reproche háganlo, pero me digan que Yo no he sufrido y sufrí para pagar las penas, los dolores, las angustias de todos. Me parece muy bien todo lo que hicieron esta noche, porque es necesario descargar y aunque uno no lo diga pero lo va repasando en su mente, porque uno dice el diez por ciento de lo que le pasó nomás, no dice más. Y como Yo he sufrido entiendo el sufrimiento de ustedes y me duele enormemente todo el sufrimiento. Ahora, no busquen personas que no hayan sufrido porque de una forma u otra a nadie le fue tan bien en la vida, si no es por un motivo es por el otro, pero a nadie le fue muy bien en la vida.

Ahora, qué les parece si, siguiendo el consejo que les dio Artemio, aunque les duela, hagan un paquete grande con todas esas cosas y a medida que se van acordando dénmelas a Mí, Yo sé qué hacer con ellas, Mí Mamá también.

Es bueno perdonar y mientras no se perdona no se puede estar en paz, pero cuando ven que algo todavía en vuestra vida les molesta demasiado y por razones naturales, psicológicas no puedan perdonar del todo, digan simplemente: Señor, yo quiero perdonar, pero dame tiempo, Señor, yo quiero perdonar todo, pero dame tiempo.

El cristiano tiene una gran ventaja, puede ofrecer todo lo que le pasó para beneficio de tantos, puede hacerlo para beneficio de su familia, para beneficio de enfermos, puede hacerlo para sacar almas del Purgatorio o también puede decirme: Señor, disponé vos de todos mis dolores, de todas mis heridas, de todas mis llagas, de todos mis problemas, solucionados o sin solucionar.
Además, todo lo que sea hereditario en esto, Yo les aseguro la sanación para que ustedes y vuestra descendencia no tenga que pasar lo mismo todo aquello que puede venir por herencia, esto no es nada nuevo, se los he dicho tantas veces.

Pero Mis queridos, tienen que encontrarle el valor al sufrimiento, no gozar con el sufrimiento porque eso es enfermedad, pero sí encontrarle la vuelta como para cada cosa terrible que haya pasado en tu vida podés edificar un gran edificio o montones de edificios, me refiero con tu familia, con tus amigos, con tus parientes, con tus problemas, con todas tus cosas.

No se olvide nadie, que estando aquí están incorporados a Mí proyecto, Mí proyecto es de amor y siempre termina bien, pídanmelo, pídanmelo una vez o mil veces y si es legítimo lo que me piden se los concederé, pero que el pasado no les amargue el presente, que el pasado no sea algo terrible, que los atormenta. Cuando les parece que tienen algún recuerdo que los atormenta, entréguenmelo a Mí: te lo doy Señor, te lo doy, te lo doy.

Quien más, quién menos, todos tienen su historia que contar, hay algunas más crueles que las otras, pero todos tienen su historia que contar, no busquen culpables, traten de justificar las cosas pensando en que los que los hicieron son enfermos, son tontos, son ignorantes, son lo que se les ocurra, les es más fácil de esa forma.

Claro, para el que no tiene tanto en su haber le es fácil decir: olvidate de todo, borrón y cuenta nueva, no, Yo no se los digo eso, les digo que me entreguen todo a Mí, pero a uno, que le fue en la vida de una manera, siempre todas esas cosas le van a hacer reaccionar de una manera, hasta que el hombre se vaya purificando con los años. Pero no esperen tanto en poner las cuentas al día, porque ustedes saben que la muerte puede venir como un ladrón en la noche.

Entonces, vivan cada día como si fuera el último día, sin amargarse por supuesto, pero para tener todo ordenadito, por si el Señor me llamara esta noche, tengo todo el equipaje preparado. ¿A qué me refiero cuando digo equipaje?, me refiero a todos esos dolores, llagas, angustias, tribulaciones, todo ese pasado de dolor que quién más, quién menos, todos tienen. Y también hagan el propósito de que vuestros hijos, vuestra descendencia o los que tienen cerca, no tengan que pasar lo que ustedes pasaron. ¿Eso quiere decir que les van a dar con todos los gustos y toda…?, no, no, no, el amor es exigente, lo dije ya montones de veces.

Mientras ustedes decían lo que decían y los que no decían pero se leía en su pensamiento, todos los Santos que me acompañan siempre y Mí Madre, estaban ansiosos y había hasta lágrimas en los ojos de muchos Santos, porque en última instancia también ellos recordarán algo de lo que les pasó. La escuela del dolor es terrible, pero hace santos, no se olviden nunca de eso.

Todos escucharon con mucha atención lo que ustedes decían y lo que ustedes pensaban, y en todos he visto como un propósito: restañar las heridas, sanar las heridas, para que la vida no sea una porquería y esta noche te invito a que cuando te acuestes pongas tu cabeza sobre Mí hombro derecho, o Mi herida del costado, o sobre Mis manos, refúgiate en Mis heridas, hacete pequeño, entrá, metete adentro de Mis heridas, no me va a doler más por eso.

Les ofrezco todas Mis heridas para que entren dentro de ellas y se cobijen allí, nadie mejor para entender el dolor que alguien que ha sufrido mucho. Yo, ya en el año 96 te dije a vos: viviste hocicando la tierra, pero ya es hora que todo eso termine, y a todos ustedes Mis queridos, les digo lo mismo.

El sol sale todas las mañanas y trae brillos y trae luces y trae colores y trae toda una vida nueva y les dice a todas las cosas: háganse de nuevo. Por eso Mis queridos, nazcan con el sol de nuevo, nazcan con el sol de nuevo, y que el ayer sea apenas un recuerdo, un recuerdo que ya lo tengo en Mi poder y que voy a utilizar para vuestro beneficio.

Yo los amo mucho, los amo siempre, los amo a cada momento, pero nunca los amo tanto como cuando los veo sufrir, por el presente o por el pasado, porque, como hombre y como Hijo de Dios, siempre experimenté en carne propia el dolor de toda la humanidad.

Sigan Mi consejo, refúgiense en Mis heridas, sientan el calor de Mi sangre que les toque la cara, sientan el calor de Mi sangre. Y mañana será otro día, nublado o con sol, pero el sol siempre sale y es Mi deseo que a cada uno mañana le salga el sol.

Amén.

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