Mensaje del 15 de Julio de 2001

Ustedes ténganlo muy en cuenta esto, no importa que les digan a ustedes cosas, pero el Evangelio es muy claro: Mamá todavía no empezó Mi vida pública, sin embargo Mi Hijo hace lo que Yo le digo. Mensaje del 15 de Julio de 2001

Habla Artemio:


Hoy es 15 de Julio.

No sé que Santo será hoy.

Señora, yo cuando te tengo cerca como estás ahora te veo el rostro más nítido, te veo el rostro nítido, cuando estás parada no tanto y por supuesto es más dulce que el que está en el retrato allá, yo sé que vos soñás con un retrato mejor, yo ya sé, sobre todo las vestiduras, pero también sé que te gusta ese, no es cuestión de retrato Señora sino de vos.

Señora, hoy es domingo y estamos muy contentos que hayas venido y rodeada de tantos Ángeles, tantos, nunca te vi calzada Señora, nunca, nunca, nunca, siempre descalza, son tan pequeños los pies que tiene, tan pequeñitos, en sí todo su cuerpo es pequeño pero no tanto ¿eh?, está bien formada no es una mujer debilucha, nada que ver y las manos son, que se yo como decir, son las manos de una madre. Señora no, no sé si estaba previsto que vinieras hoy o no, tampoco quiero averiguarlo pero si tienes que dar algún Mensaje.

Dice Nuestra Madre:


Yo he oído hablar allá en la pieza de los pajaritos, he visto antes tus pensamientos, he visto antes los pensamientos de quien está aquí presente y tal vez dos o tres palabras sirvan pero aclaro que no hay necesidad pero si eso sirve para acrecentar más el romance que tenemos enhorabuena.

Yo he visto a lo largo de la historia de dos mil años de Cristianismo, sí, por supuesto, hubo santos varones que me trataron muy bien y se ubicaron perfectamente en todo lo Mío y lo que Yo represento dentro del plan del salvación pero hay como un egoísmo, hay como una especie de pensamiento mediocre respecto no solamente a Mí, el problema es para con la mujer, no se olviden ustedes que en el Oriente la mujer sigue siendo todavía considerada como una menor y en todo el mundo la mujer padeció siempre una opresión muy especial lo que hace que se demore la evolución dentro de la historia de la salvación, ahora hablar de Mí es normal y lo hacen con gusto muchos pero en aquél tiempo cuando Mi Hijo hace todo lo que hizo, que ustedes ya saben, fue muy difícil, ahora perece normal pero noo, en aquél entonces noo, y cuando Juan, el Discípulo amado de Jesús, me manda a Nazareth a vivir cuando tuvo conflictos con las comunidades judías temía por Mi vida que me hicieran algún daño, ya todo ese período era muy difícil. El haber estado en la crucifixión, el estar delante de Mi Hijo en la crucifixión fueron fortalezas que Mi Hijo me dio porque no hubiese correspondido que Yo hubiese estado ahí, es decir estaba fuera de contexto, no sé si alcanzo a explicarme.

Y ustedes pueden sacar una gran conclusión, escuchen esto, escuchen esto, Mi Hijo en la cruz muriéndose casi, estoy hablando de la segunda persona de la Santísima Trinidad y Dios mismo, le dice a Juan que me cuide y me dice a Mí que lo tome a él como hijo, Él pudo acordarse de muchos, Jesús, pero piensen como se acordó de Mí.

Ustedes piensen esto, no es que Yo quiera darme un lugar más grande que el que me corresponde pero en la Economía Divina las cosas hay que hacerlas bien porque sino la gente se desorienta, ustedes pueden tomar como base también las Bodas de Caná, está bien claro lo que se dice y es exacto así como se dice, Yo le digo a Mi Hijo que, estábamos en lo mejor de la fiesta y al terminarse el vino, ¿qué hubiera ocurrido?, bueno, el vino es mucho más que vino ¿no? y Mi Hijo me dice: Mamá, todavía no empieza, no es hora de Mi vida pública, sin embargo, miren la relación de Madre a Hijo que Yo le digo a Él, y a los que estaban cerca: hagan lo que Mi Hijo les dice, no escuché los argumentos de Él en cuanto a que todavía no había empezado su vida pública, ¿qué quiere decir esto, que Yo tenía un poder tan grande como para mandar a Mi Hijo, el Hijo de Dios?, no y sí, porque Mi Hijo altera, dirían ahora: el cronograma, altera, lo altera, porque su Madre le insinúa que la fiesta debe continuar y que tiene que haber vino para que continue.

Ustedes ténganlo muy en cuenta esto, no importa que les digan a ustedes cosas, pero el Evangelio es muy claro: Mamá todavía no empezó Mi vida pública, sin embargo Mi Hijo hace lo que Yo le digo. ¿Cuándo hubiera empezado su vida pública?, no lo sé, pero empieza cuando Yo le digo, además otra cosa piensen, no es que Yo quiero buscar el adjetivo de que a Mí se me adore, no, porque solamente a Dios se lo adora, pero para todos aquellos que en el mundo me han dejado tan de lado, así tan despreciada ¿no?, ustedes piensen que en aquél momento que el Padre decide enviar al Ángel, ¿quién era Yo?, una muchachita que ni fuerzas temía para enfrentar nada y el Padre, el hacedor de todas las cosas se fija en esa pequeña muchachita que era una niña todavía. A vos te mostré tantas veces la casa, la Anunciación, para que te lo voy a decir de nuevo, tantas veces te lo mostré ya que podrías pintarla a la perfección, a la perfección, pero el Padre, el hacedor de todo elige a esta muchachita para engendrar en Mí a su Hijo, el Hijo de la promesa.

Entonces, no es que Yo quiera darme un lugar más grande del que me corresponde, no, sino a las cosas hay que llamarlas por su nombre, ocurre que normalmente en la educación siempre se les ha enseñado mal lo que es la humildad, se les ha enseñado que humildad es hacerse menos de lo que se es, y no es así, humildad es ser realmente lo que uno es, genuinamente eso, ni más ni menos.

Entonces, por andar con remilgos y palabritas rebuscadas, no, el Padre me elige como Madre de su Hijo y eso es lo que soy, la Madre del Hijo de Dios, Dios mismo. El Padre me eligió como una forá donde crecería el Niño, fui el envase, fui la contenedora, Mi sangre se juntó con la de Mi Hijo, el Hijo de Dios durante nueve meses, el Hijo de Dios se nutrió con Mi sangre Mis queridos.

Entonces, para todos aquellos que me tienen tan olvidada piensen: este hombre al cual veneramos o mejor dicho adoramos como el Hijo de Dios y Dios mismo mezcló su sangre con esta mujer y como Yo no conocí varón toda la sangre de Jesús es Mi sangre, toda la sangre del Señor es Mi sangre, la sangre que Él derramó en la cruz es la Mía, no podemos ignorar eso, Yo no conocí varón, la sangre de las venas de Jesús es Mi sangre, ¿qué dudas pueden quedar?, ¿para qué todo esto, para que se me de un lugar más grande del que me corresponde?, noo, pero sí tener en cuenta una cosa, que ustedes, los “doctos señores” entre comillas le están haciendo el juego a una cultura que ya no tiene vigencia, menospreciando a la mujer y en consecuencia me menosprecian a Mí también, quién ignora que la mujer vivió siempre postergada, quién ignora lo que fue la mujer en el pueblo judío y lo es todavía y en todos los pueblos de Oriente y también de Occidente, todas las mujeres, todas las mujeres del tercer mundo y también del primero y del segundo sufren el peso de la opresión de milenios y los doctos señores le hacen el juego a una cultura que ya no tiene vigencia porque si le hubieran hecho caso a Mi Hijo me tratarían de otra forma, no solamente a Mí sino a todas las mujeres. ¿O ustedes desconocen la costumbre de los judíos de agradecerle al Señor por la mañana de no haber nacido mujer?, la desconocen ¿no es cierto? ¿mmm?.

Qué contradicción ¿verdad?, qué contradicción, no tiene sentido, el mismo que agradece no haber nacido mujer la mitad de su sangre es de su madre. Cuidado, porque le están haciendo el juego o están metidos dentro del juego de una cultura que ya no está vigente y si estuvieran en algún lugar vigente hay que desterrarla porque es errónea. Sobre los estudios de la mujer en la historia todo está muy poco avanzado ¿eh?, ¿y eso ahora, ya?, pero desde hace mucho tiempo que se considera a la mujer de otra manera.

Mis queridos, parecería como si estuviera defendiendo, defendiéndome, no, estoy defendiendo a la mujer, a la mujer porque otra sería a esta altura de la historia del mundo si la mujer no tuviera en lo más profundo y no tan profundo de su inconsciente la opresión de milenios.

Me dejan Mis queridos, Yo sé que ustedes están donados a Mí, Yo sé que ustedes me aman tiernamente, Yo sé que ustedes tienen un lugar muy especial en ustedes, no tengan miedo de hacer tantas distinciones y clasificar los afectos, los afectos no se clasifican, se sienten y punto Mis queridos, se sienten los afectos.

Por eso Yo, ¿saben qué quiero hacer ahora?, para que les recuerde siempre, imagínense que son bebés pequeñitos, ya está, son bebés pequeñitos, bueno, Yo los tengo en Mis brazos, cierren los ojos, siéntanse en Mis brazos, ustedes están donados a Mí, Yo soy vuestra Mamá y qué puede decirle una mamá a su bebé: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón. Arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón. Duerme Mi niño, duerme, la Madre de Dios los está acunando, pero no hoy solamente, siempre, siempre, no se olviden, ahora Yo les pregunto: ¿puede un ser estar más seguro que en los brazos de su madre?, ¿puede?, ¿puede un ser estar más seguro que en los brazos de su madre?, estos brazos que acunaron al Hijo de Dios.

Cuando tengan penas, cuando sientan dolor, cuando les parezca que las cosas ya no van porque son muy duras para llevar, cuando les parezca que el mundo no tiene sentido, que todo se desmorona, ustedes sientan allá en el fondo de vuestro corazón: arrorró mi niño, arrorró mi sol, arrorró pedazo de mi corazón, arrorró pedazo de mi corazón.

Sabés Artemio una cosa, estoy feliz de que en tu pecho lata Mi Corazón, sabés ¿por qué?, porque vayas donde vayas, ese Corazón late más lento o más rápido y está dándole a todos Mi bendición constante, aunque vos ni te acuerdes, primero te lo dejé un año ¿te acordás?, y después te dije que te lo dejaba para siempre, el tuyo lo tengo junto al Mío, vos no te preocupes por él y cuando tengas miedo por tu corazón que no aguante tanto dolor ni tanto … (se terminó el cassette)….

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